He reencarnado en Carlisle, un hombre cuya historia tuvo un final absurdo, tenía una buena vida, una esposa leal, pero lo cambió cuando su antigua amor regreso pidiendo ayuda y al final, quedaron juntos, pese a que ella lo había traicionado antes. Pero yo, no pienso seguir esa historia, así que la cambiaré a mi favor...
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Capítulo 12.
La condesa Cazzaro estaba en una de sus reuniones de té, escuchando lo espectacular que fue la boda de la princesa y el Duque Heijden, lo bien que se la pasaron y en como el Duque fue todo un caballero con la princesa cuando una de las mujeres quiso intimidar a la joven. La condesa al escuchar todo, solo frunce los labios, molesta al haber sido excluida de un evento tan importante.
—es verdad, su hija también esta por casarse, ¿verdad condesa?— pregunta una de las damas.
—por supuesto, se casará con el joven Baron Foretier, no saben lo emocionada que estoy, que mi hija haya elegido a un buen hombre.— presume.
—por supuesto, los Foretier son una familia de buen prestigio.—
—¿que su hija no estaba casada?, decían que se había casado con un plebeyo.— comento otra mujer.
La condesa apretó las manos en la falda de su vestido y se forzó a mostrar una sonrisa.
—un plebeyo la cortejaba, pero mi hija supo ver que no era conveniente manchar el honor de la familia por un hombre que no le daría buena vida.— responde con calma.
—eso esta bien, que humillante sería tener un plebeyo entre la familia.— responde aquella mujer.
La condesa desvío la conversación, preguntando más sobre la boda de la princesa. Así que ellas hablan que la princesa es afortunado, porque el Duque posee grandes riquezas y su fama de Héroe le da mayor importancia entre los nobles.
—pero no dicen que fue maldecido...¿no es esa maldición peligrosa?— pregunta la condesa.
—nadie sabe de que trata la maldición, pero el duque parece perfectamente sano.— responde una de las mujeres.
—aun así, yo jamás dejaría a mi hija casarse con alguien que se carga una maldición y menos sin saber de que trata, podría dañar a mi hija.— responde de forma altanera la condesa.
La platicó siguió con la condesa presumiendo la próxima boda de su hija, y claro, de ninguna manera piensa enviarle invitaciones a la princesa y el duque.
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En el Ducado Heijden, Carlisle había llegado en compañía de su ahora esposa, a quien ayuda a bajar del carruaje, y los sirvientes ya esperan en la entrada, Nana, junto a David, son los primeros en acercarse para darles la bienvenida.
—saludos a la duquesa, sea bienvenida al palacio, mi nombre en Nana, soy la jefa de las doncellas y lo que necesite, no dude en decirme.— saluda con una amable sonrisa.
—bienvenida alteza, Duquesa de Heijden, soy el mayordomo David, estoy a sus disposición.— hace una reverencia.
Arya sostiene los lados de su vestido y flexiona un poco las piernas para hacer una leve inclinación también.
—agradezco su bienvenida y su amabilidad, espero poder trabajar con ustedes, estoy abierta a sugerencias y sus opiniones serán siempre respetadas y tomadas en cuenta.— responde Arya.
Todos los presentes se sorprenden por la amabilidad de la rubia, ya que, ellos creyeron que la princesa sería difícil de tratar o que sería demasiado mimada. Carlisle le sujeta la mano a Arya.
—bien, como han escuchado, su alteza, ahora es mi esposa, la Duquesa y espero sea respetada como tal.— anuncia Carlisle.
Todos los sirvientes hacen una reverencia dándole la bienvenida a Arya, quien los saluda con la mano y mostrando una gran sonrisa. Arya no es altanera con quienes le sirven, sus doncellas siempre le tuvieron mucho cariño y le daban sus opiniones con sinceridad, por supuesto, ella las aceptaba. Si llega a tener un comportamiento arrogante, es porque la persona en cuestión no le agrada, justamente como la ex esposa de Carlisle, a la que ella considera insignificante.
Ambos se adentran al palacio Heijden, mientras que Carlisle le hace saber que si, algo no le gusta, es libre de decorar el palacio como ella quiera, después de todo, esa decoración ha estado desde los tiempos de sus abuelos.
—no creo cambiar nada, me gusta la elegancia que transmite.— camina por el pasillo del recibidor, notando las pinturas de los anteriores duques y duquesas, así como algunas reliquias que adornan el lugar. Al final de la zona, se ve la escalera que lleva al segundo piso, siendo esta elegante y que contrasta con todo.
—¿quieres ver nuestra alcoba?— Carlisle la toma de la cintura.
—¿nuestra?, ¿no se supone que cada quien tiene su alcoba?— pregunta, ya que es la costumbre.
—así debe de ser, pero, no quiero tener una alcoba separada y solo compartirla una vez al mes, eso es muy anticuado.— se encoge de hombros.
Carlisle la lleva a subir las escaleras, llegando al pasillo elegante con pinturas y adornos que dan elegancia al lugar. La habitación de Carlisle es la que estaba al final del pasillo, siendo esta donde lleva a Arya.
—supongo que esta si necesita decoración, un toque femenino de mi bella esposa.— sugiere el duque.
—el papel tapiz y las sábanas, eso será suficiente para que sea una alcoba matrimonial.— responde emocionada.
—puedes hacerle los cambios que gustes.— pues él no es bueno en la decoración de interiores.— dile a Nana y David, ellos te darán todo lo necesario.
—de acuerdo, mañana mismo mandare a comprar nuevas sábanas.— Arya estaba feliz de saber que Carlisle le da permiso de hacer y deshacer a su antojo.
La rubia aprovecha para salir al balcón y observar el atardecer, era un paisaje hermoso, incluso puede ver el lago rodeado del pueblo, después de instalarse, sin duda irá a dar un paseo por ese lugar, para presentarse antes la gente como la Duquesa de Heijden, los habitantes deben de saber que así como el Duque los cuida, ella también lo hará. Mientras Arya disfruta del lugar, Carlisle bajo para informar que Arya quiere hacer unos cambios en la habitación, así que deben proporcionarle lo necesario.
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Justo como Carlisle le prometió a Arya, se encargó de contratar a una mujer para seducir al esposo de aquella pelirroja. El objetivo de esta, era lograr que ese hombre se divorciara de la pelirroja, dejándola sin nada. El proceso será lento, pero Carlisle esta seguro que dará resultados, después de todo, ¿que hombre no caería por una mujer sensual?, bueno, él no lo haría, no ahora que esta casado, podrá haber sido una escoria en su vida pasada, pero, infiel, eso jamás lo fue, si andaba con una mujer le era fiel, claro, hasta que relación se enfriaba y la dejaba, pero, durante ese tiempo, él no se acostaba con otras y ahora que esta casado, no será la excepción, aunque no sabe si un día se aburrirá o no de Arya, eso solo el tiempo lo dirá.
Arya por su parte, estaba entretenida con la decoración de la habitación, pero, entro a su oficina llevando consigo dos pequeñas tiras de papel. Arya se detuvo ante el escritorio y dejo sobre la mesa ambas muestras.
—beige o blanco, ¿que color le gusta más para la habitación?— pregunta.
—el que te guste más, cariño, confío en ti.— sonríe. Para Carlisle era tan cómodo ese matrimonio, la princesa cumple con sus deberes de duquesa, se lleva bien con la servidumbre y además la ha visto entrenar con la espada en la tarde, sin duda hizo bien en casarse con ella.
—pero me gustaría saber su opinión, es importante que a los dos nos guste.— responde la rubia.
Carlisle observa ambos colores, pero, ninguno le parece agradable, son colores muy comunes en las habitaciones, pero tampoco sabe de decoración, deja salir un pequeño suspiro.
—blanco. — sujeta un mechón del cabello de la rubia.— y podrías agregar dorado, estoy seguro que le dará el toque de elegancia que representas.— besa el mechón de cabello.
Arya entrecierra los ojos con una sonrisa ladina ante la opinión del duque.
—me gusta la idea, le diré a Nana.— se acerca para darle un fugaz beso en los labios y se marcha de la oficina.
Carlisle se queda en silencio en ese momento, la vida de casado no es tan mala después de todo, claro, cuando te gusta y te atrae tu esposa.
《Carlisle del libro, ¿en serio preferiste a otra?》
La princesa no solo es hermosa, es una mujer que ha forjado su propia reputación, no solo una dama de sociedad, también por los éxitos que cosechó en la guerra, pues según la información que busco de ella, Arya fue le cortó la cabeza a uno de los príncipes del reino enemigo y si no bastará con eso, lo exhibió en pleno campo de batalla para provocar a los hermanos de este príncipe. Quien diría que esa chica de cada angelical, es en realidad una guerrera sanguinaria.
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