Una hermosa chica, que trabaja como recolectora de flores de jazmín, tiene que pagar una deuda y para eso se convierte en la amante de su jefe.
René, CEO de la fábrica de perfumes más importante de todo París y más allá, tiene ciertos gustos y exigencias, conoce a Jazmin y le hace una propuesta la cual ella no se puede negar.
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Deseos
Todo lo del viaje me tiene muy agotada, al llegar René sube a su habitación y yo me permito llorar, nunca he estado lejos de mi familia, pero esta maldita deuda, que en cierto punto, ha caído muy bien, porque hemos podido atender a papá en un buen lugar, ahora tengo una oferta de trabajo muy importante para mí, lo que siempre he deseado ser.
Otra cosa que me tiene muy pensativa, es el día que él sin corazón de René quiera acostarse conmigo, según el contrato solo será unos meses, a lo que he llegado yo por pagar una deuda, él se ha aprovechado de mi situación.
Me pide un beso y ya comienza a hervirme la sangre, se lo hago saber y no le ha gustado, antes no me dejaba de nadie y este hombre habla y yo me quedo callada, cuando termine el contrato, no voy a querer ver su cara, podré decirle lo que yo quiera.
Tocan a mi puerta y estoy envuelta en toalla, acababa de darme un baño, quiero ver el lugar y saber que tendré que hacer hoy.
_Puedo pasar? Escucho decir a René
_ me voy a vestir espérame un momento. Le digo y él vuelve a tocar, pero que insiste es este tipo, como que no conoce la palabra, no fastidies.
_ ábreme la puerta. Yo hago gestos antes de ir a abrir.
_Qué pasa? Le pregunto y él solo recorre mi cuerpo con su mirada, me hace sentir incómoda, y la toalla no ayuda, es una muy, pero pequeña toalla sería como para envolver a una niña.
_ shhh, déjame verte.
_ no te atrevas. Le digo y es como si lo invitara a verme, su mirada es distinta, sus pasos seguros y una vez más quedo pegada al piso, parezco una estatua, odio que este tipo ocasione tal cosa en mí.
_ te dije que quiero verte. Me dice con autoridad, sin quitar su mirada de mi cuerpo, siento como me sujeta de ambos brazos y me pega a su cuerpo._ hueles delicioso, provoca morderte toda.
Nada sale de mis labios trato de ignorar su comentario, más él pone su nariz en mi cuello, soy alta, pero él lo es mucho más así que para olerme tiene que bajar un poco la cabeza.
_ déjame, quiero vestirme. Logro decir
_ así estás perfecta. Comienza a darme pequeñas mordidas, eso hace que me salga un gemido. Él se detiene y me mira a los ojos. _ quisiera hacerte gemir mucho más.
Me da la vuelta y mi cuerpo queda tan pegado a su pecho, que puedo sentir a su amigo tan duro apuntándome. Una de sus manos baja por mis hombros hasta llegar a mi muslo izquierdo, su otra mano hace un fuerte agarre en mi cuello. Todo mi cuerpo reacciona a su tacto y pensarán que estoy loca, pero me gusta, lo que siento.
_ para, que vas a hacer. Le digo cuando sienta que su mano comienza a tocar mi monte de venus.
Nadie jamás había llegado a esa parte tan íntima, él no se detuvo, me tenía bien sujetada, entre más tocaba mi parte, más apretaba su agarre.
_ estás lista para que yo haga de ti lo que yo quiera._ mira. Me dice mostrando su mano toda empapada de mis fluidos. Volvió a meter la mano y una vez más su agarre se tornó fuerte, sentía que me estaba faltando el aire, trate de quitarle la mano más él no me lo permitió.
_ me estás lastimando
_ nena eso no es nada, ten presente algo, yo no hago el amor yo co/o y te daré tan fuerte que gritaras mi nombre en esta habitación. Saca su mano me vuelve a voltear y su mirada se posa en la toalla y en un movimiento rápido me la quita y quedó como Dios me trajo al mundo.
Sus dos manos toman mis se""s, les da un fuerte apretón, los mira y luego pone uno en su boca, se siente cálido y si, rico, no había sentido esto, mi cuerpo comienza a pedir más de eso que él está provocando, yo cierro los ojos y de pronto estoy disfrutando de lo que él hace con su majestuosa boca.
_ mmm. Es lo que sale de mis labios, él cambia al otro se""o y hace lo mismo
_ que ricura. Ahora toma mis labios y comienza a besarme, trato de evitarlo, pero él me sujeta con fuerza el rostro y me da una fuerte mordida yo solo doy un pequeño grito.
_ no me hagas eso.
_ entonces quédate quieta, tú eres mía y yo haré de ti lo que yo quiera, no lo olvides. Vuelve a mis labios y sigue besándome.
Me siento diferente, no sé porque, pero deseo que no pare de besarme, sus labios son como una dr£ga.
Todo se detiene gracias al sonido de su celular, lo saca del bolsillo sin dejar de tocar mi monte de venus. Dice dos que tres cosas y cierra. Saca su mano, me mira y sonríe, _recuerdas lo que te dije en la hacienda?
Yo niego con la cabeza
_ no lo recuerdo
_ te dije que sería cuando yo quiero, no cuando tú quieres, tu cuerpo está pidiendo más, pero hoy no será. Lo maldigo por mis adentros. Así que así serán las cosas, me hará esto cada vez que él quiera y me dejará así, es un maldito loco.
_ estás loco
_ y tú te volverás loca por mí, recuerda que solo son unos meses después puedes despedirte de mí. Ahora vístete, te llevaré a desayunar y a conocer un poco. El demonio sale con cara triunfal, una sonrisa de oreja a oreja y yo quedo como estúpida, sin nada puesto y con ganas, es la verdad él solo buscaba provocarme deseos y luego dejarme así.