La nobleza de Susan Fontaine era demasiado, tanto que por las relaciones familiares y el bienestar de su padre, ella le propuso casarse a Arturo Lacronte, el Presidente de la Multinacional más importante de la Región y prometido de su hermana, la dulce niña por cariño a su padre le propuso estar casados durante un año y es que una de las razones es que Arturo Lacronte según su madre no puede enojarse con la familia Fontaine de lo contrario sus empresas desaparecerán. El padre de Susan estaba muy enfermo, un infarto lo había dejado en cama, todo por descubrir a su hija mayor envuelta con su amigo que bien podría ser su padre, incluso Gabriela Fontaine se había escapado con su amante tres días antes de su matrimonio con Arturo Lacronte, pero Susan no podía permitir que su padre sufra más, por ende ella llegó a un acuerdo con Arturo Lacronte, por supuesto la familia había ocultado del poderoso hombre la verdadera razón por la cual se convertirá en la noble esposa del Presidente.
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CAPÍTULO 12
— Esto es tu maldita culpa - Daniela había venido por detrás del hombre - ¿Vas a decirme que lamentas que no pueda tener hijos? - Daniela habló con cierta burla - Esto es tu maldita culpa, no debiste casarte con ella, no debiste dejar en la cuerda floja a su familia, no debiste casarte con ella, este matrimonio forzado es un error, si ella no se hubiera casado contigo su salud estaría correctamente.
— Basta Daniela, cierra la maldita boca y déjame en paz - Arturo tenía una mirada asesina.
— Me voy a encargar de que mis amigos la ayuden a salir de este miserable matrimonio, de mi cuenta corre Arturo Lacronte que te divorcies de ella.
— Tú no vas a hacer absolutamente nada, yo voy a lidiar con esto, he escuchado que tu padre está un poco mal de salud, si me desafías dejaré por el suelo La empresa de tu familia, tú escoges, la vida de tu padre o revelarte en mi contra.
Daniela negó con la cabeza, Arturo había tocado un punto débil en ella.
— Bien, sigue casado con ella, pero siempre estaré por encima de ti, voy a hacer que la nobleza de mi amiga se convierta en tu dolor de cabeza.
— Ja - Arturo se burló - Ella ni siquiera sabe en dónde está parada, tiene la mentalidad de una niña, yo no la he obligado si ella se casó conmigo fue por decisión propia, ahora piérdete de mi vista.
Luego de aquella conversación, Arturo ni siquiera había entrado para ver a Susan, se había marchado inmediatamente, pero Daniela se había quedado con una sonrisa irónica.
3 días habían pasado durante esos tres días quién estuvo al lado de Susan fue Daniela - No piensas decirme que ha pasado exactamente y como llegaste a la empresa del bueno para nada de marido que tiene además ya no sé que excusas inventar a la Tía Gema cada vez que me llama a preguntar, imagínate que tuve que inventar que te habías ganado un viaje a Italia para participar de una Exposición de Arte.— Daniela se había sentado al lado de Susan.
— A ver hoy ya voy a salir, de todos modos te agradezco que hayas realizado eso por mí, no quiero preocupar a mamá, después de todo ya tiene bastante con papá.
— ¿Vas a decirme o no que lo que te ha sucedido? Mira que estoy respetando tu privacidad porque puedo agarrar mi celular y pedir que investiguen.
— La madre de Arturo nos vio teniendo intimidad la noche antes de que me ocurriera aquello, me ha acusado de contratar incluso a Gánsteres para joderle la vida a Gabriela, y para rematar, ya que se había dado cuenta de lo ocurrido en el Jardín me ha dado dos pastillas, supongo que era la pastilla que evita que me quede embarazada - Daniela lucho para no perder la Compostura ante lo expresado por Susan, ojalá solamente haya sido unas simples pastillas anticonceptivas, no obstante fueron dos pastillas que destruyeron la posibilidad de convertirse en madre.
— Así que fue la madre de Arturo, bien nunca fue secreto que Gabriela era su favorita, pero seguirá siendo la amante porque Arturo no va a darte el divorcio.
— Te equivocas si le digo que fue su madre no va a creerme y por aquella famosa acusación según él yo sé que puede darme el divorcio.
— ¿Piensas que esto solamente fue un acto cometido con por tu suegra? Yo opino que Gabriela también sabe lo que ha ocurrido.
— Como crees Gabriela es mi hermana, no me haría eso.
— Ah, claro, y yo soy la Madre Teresa de Calcuta - Daniela se había puesto de pie - Tu hermana quiere quitarte a Arturo.
— Arturo la ama, el hombre siempre fue de ella - Susan se encogió de hombros - Además nuestro falso matrimonio se está hundiendo, al salir de aquí iré a pedirle el divorcio.
— Tú no vas a hacer eso - Daniela se había negado rotundamente.
— Ya no quiero estar unida a Arturo después de que me acosté con otro, y ahora que voy a acusar a su madre creo que el matrimonio forzado llega a su final.
— ¿Qué has hecho qué? - Daniela abrió sus ojos como plato, mientras Susan dejaba escapar un suspiro.
— La noche en la disco, no sé que ha pasado, no tengo buena memoria ni siquiera recuerdo lo que ha ocurrido— Susan agachó la cabeza - Al día siguiente, cuando desperté Arturo ya se encontraba en la habitación.
— ¿Me estás diciendo que tuviste sexo con otro hombre, que tu marido lo supo y no te tiró los papeles del divorcio por la cara? - Daniela había sonreído de manera peligrosa.
— Arturo estaba a primera hora allí.
— No te acostaste con otro hombre, conoces a Arturo, sabes y todos sabemos su ego, nadie toca la mujer de Arturo Lacronte, Susan por Dios es lógico que quizás después de aquella cena y el gran Baile que tuvo con Gabriela su juguetito o sea tú se le ha perdido, y te has ido con Cesar Abdo ¿Tú crees que Arturo Lacronte va a permitir que estés con otro hombre?.
— Su ego no, pero los accidentes ocurren - Susan se encogió de hombros - No pudo evitar que yo estuviera con otro hombre y su furia al día siguiente no ha ayudado en nada, no ha impedido absolutamente nada.
— Piensa lo que quieras, pero déjame decirte que Arturo no va a darte el divorcio, sabes por qué, porque está muy satisfecho con tu cuerpo y no va a permitir que otros lo toquen.
— Señora Lacronte, esta es el Acta que autoriza su salida del Hospital, cualquier duda o malestar tiene que venir a visitarme, además aquí le dejo mi teléfono celular, puedes comunicarte conmigo, incluso si no es de asuntos de salud puedes contactar conmigo - El brillo en los ojos del Doctor emocionó a Daniela.
Una hora después Susan había abandonado el Hospital, pero no se había ido a la Casa Lacronte, Daniela se la llevo con ella a su Casa.
— Debo de irme a la Empresa con Arturo.
— ¿Apostamos que no va a aceptar darte el divorcio? Y lo más probable es que termine dándote sexo.
— Deja de decir estupideces, iré en la estación de taxis y.
— ¿Cómo se te ocurre ir en taxi, yo iré en la Empresa de Papá, te llevaré hasta la Empresa del demonio encantador conocido como tu esposo, además qué fachas son esas? - Daniela realizó una mueca.
— No es como que acabo de salir del hospital, deja de crear problemas y vamos, ya que mientras más tardamos mi Valentía de enfrentar a Arturo son más escasas.
Cuando Susan bajó del Vehículo y se adentró en la Empresa, la recepcionista la había dejado pasar, cuando estuvo en el Área presidencial no se había encontrado con absolutamente nadie, entonces Susan se atrevió a entrar sin anunciarse, la mujer había empujado la puerta y la escena que tenía ante sus ojos la dejó petrificada.
Su hermana Gabriela solamente estaba en sostén, mientras que Arturo tenía la camisa desprendida, era evidente lo que había ocurrido en aquella habitación.