La Villana Prefiere Al Rival

El albino se iba despertado desde las 6 de la mañana, pero llegando al patio de entrenamiento, escucha un escándalo de sus caballeros, al parecer había un alboroto y quizás se trate de una pelea, pero el acercarse, vio a la castaña llevando un arco y flecha, se preparo y soltó la flecha dando justo en el centro del blanco, los presentes se emocionan ante ello y ve a Rosalie chocar las palmas con todos.

"Bravo señora, usted si que es una genio"

"Es increíble, aprendió en una sola lección"

Y así siguieron los halagos, lo que hacía que Rosalie infle el pecho con orgullo, el albino estaba sorprendido de lo fácil que la chica se había adaptado, incluso habla y bromea con todos, era como una más de ellos, si la suegra viese eso, se moría de un infarto.

- oh! Por los dioses! Rosalie ¿que haces aquí? ¿Sabes lo que pensarán de ti niña?

Martha había escuchado también el escándalo así que fue a ver, pero pese al regaño, ella recordó claramente a su hermana, ella solía ser muy sociable también, aunque Martha nunca sabrá que esa alma que ahora vive en el cuerpo de Rosalie, no es la de su sobrina.

- no pasa nada, solo quería divertirme un poco, resulta que soy una genio con el arco.

- no me importa, ten más cuidado con lo que haces. Me preocupa lo que puedan decir de ti, si llega a oídos de la reina estarás en problemas.

- bah! Lo que ese vejestorio amargado piense me tiene sin cuidado.

- Rosalie!

Martha la toma de la mano para llevársela de ahí pero la chica se despide alegremente de los caballeros. Los siguientes días después de trabajar un sus propuestas, iba al campo a divertirse, era muy fácil hablar con los chicos, se entretenía entrenando con el arco y también intentaba usar la espada.

- y como les decía, cuando me divorcie, crearé mi host club, donde chicos guapos y pechudos como ustedes, le harán compañía a las bellas damas como yo. Compañía, no servicios sexuales ¿entendido? Así que ya saben, si se cansan de trabajar con su jefe cara de dios griego que me mira con odio, son bienvenidos para trabajar conmigo.

Y es que cada vez que iba a ese campo, el albino la miraba con molestia porque distraía a sus caballeros de sus entrenamientos, aunque ellos parecían divertirse, lo que no estaba mal.

- no es odio, solo creo que no esta bien que se rodee de tantos hombres, la gente podría hablar mal de usted.

- que lo hagan, al menos me conocerán por ser una mujer que sabe elegir hombres guapos y fuertes. Jojojojo!

- suficiente regresen todos a sus deberes.

Los hombres se quejan pero se van alejando para regresar a sus actividades acostumbradas.

- debería relajarse un poco lord, ser amargado le va sacar canas. Ah no! Eso ya paso.

Rosalie comienza a reírse sola, mientras que el albino solo deja salir un suspiro, no hay mujer que lo irrite más que ella. Aunque en realidad eso la hace muy diferente a todas las que ha conocido.

- tengo una idea ¿que le parece si salimos a divertirnos? Vi un bar que queda cerca.

- ¿piensa emborracharme y abusar de mi?

- no lo había pensado, gracias por la idea, vamos lo haré beber mucho.

Rosalie le sonríe de manera burlosa, pero el albino solo desvía la mirada. Aún así se niega a ir, si los ven en un sitió así empezarán los rumores y la que estará en problemas en ella.

- ese tipo de bromas no son nada graciosas.

- usted no es muy divertido que digamos. Pero se lo perdono.

Por supuesto que Rosalie no desaprovecha para palpar los brazos del chico fingiendo que solo le esta dando una palmada.

- debe ser más cuidadosa con su comportamiento o ese broma suya de su divorcio se podría volver real.

- eso es lo que quiero, precisamente me estoy preparando para cuando logre conseguir mi divorcio.

- ¿que? ¿El marqués sabe de eso?

- él me propuso algo similar pero no quiero esperar un año, así solo voy a adelantarlo, pero primero obtendré lo necesario para salir con la frente en alto.

- creí que usted estaba enamorada del marqués...

El albino enseguida vio la cara de asco que Rosalie puso.

- iugh! Noooo! La boda con el marqués fue obligada, yo nisiquiera quería.

Solo dirá eso, porque no puede decir que ella ya no es la verdadera Rosalie y por eso ahora es diferente. El albino la mira sin creerle, pues hasta donde recuerda, Rosalie siempre estuvo mirando a Paul con ojos de amor, durante la boda, recuerda lo feliz que se veía, pero días después cuando visito la mansión, la chica se veía apagada, sus ojos añoraban a Paul y este solo la ignoraba, pero ahora, ella parece más viva que nunca, se toco el pecho, había una sensación extraña, pero mejor se dio la vuelta y se alejo, mientras que Rosalie solo le mira alejarse y se encoge de hombros, volviendo hacía donde seguían los otros chicos.

Ya casi habían pasado dos semanas desde que Rosalie llegó a casa de su tía, Martha estaba feliz de tenerla y además su hijo también ha estado suficiente tiempo, ese día Martha estaba recorriendo la mansión supervisando que las doncellas estuviesen haciendo su trabajo, cuando ve al albino mirando desde la ventana, se acerca notando que su mirada era dirigida a Rosalie, quien platica con Jonh y otros chicos.

- mi sobrina en realidad es una chica encantadora ¿cierto?

- ha sido sociable, mis caballeros están encantados con ella.

- ¿solo los caballeros? Duque, mi sobrina piensa divorciarse, será pronto una mujer libre y usted aún es soltero.

- se a donde piensa llevar esta platica, la marquesa es linda, pero no creo que ella quiera casarse de nuevo con un compromiso arreglado.

- se va en tres días, creo que será suficiente tiempo para conocerse un poco.

- no creo, además no estoy en busca de una esposa por el momento.

- oh! Bueno, solo no deje pasar el tiempo, ya le dije lo mismo a Jonh que no se busca una buena mujer para casarse.

Martha se muestra un poco molesta, supone que el albino es igual que todos y se niega porque Rosalie tendrá que cargar con el prejuicio de ser una mujer divorciada y claro, una esposa así no es favorable en familias importantes.

Rosalie continuo con todos sus planes, incluso estuvo hablando con su tía para que esta le ayude mientras ella estaba ausente, pues no sería nada fácil el ir a venir a la finca, después de pasar esos últimos tres días, en el jardín, se había preparado un gran banquete.

- muy bien chicos, beban hasta más no poder, que esta es nuestra última noche juntos.

Rosalie estaba sobre una banca y levanto el tarro de cerveza para brindar, todos gritaron "salud" y procedieron a beber y comer.

- Hugo, Paco, Luis, no saben cuanto los voy a extrañar, son los hermanos que nunca tuve y nunca pedí.

La chica los abraza y les besa las mejillas.

- que no nos llamamos así, soy Rick, el Arthur y el Jonh.

El pelinegro señala a cada uno.

- cierra la boca Hugo y bebe.

La chica hace que le llenen de nuevo el tarro al pelinegro. En un sitió alejado, el albino permanece tranquilo y solo prueba un poco de la comida hasta que alguien coloca ante el un enorme tarro de cerveza.

- no es celebración si no bebes.

- mañana debo partir, no puedo beber.

- todos están bebiendo, el líder no debe ser la excepción ¿o es que no puedes soportar el alcohol?

- creo que quien no puede es otra, debería dejar de beber e ir a descansar.

- ¿bromeas? Pero si apenas empieza la fiesta.

- entonces pasela bien, pero yo no bebo.

- uuuhh~ es más macho de todos y es una delicada flor que no bebe~

- no me hará caer con esa provocación.

- reto, lo reto a beber, quien quede en pie, se gana cien monedas de oro.

Rosalie coloca las monedas sobre la mesa, eso llama la atención de los demás que piden unirse también al reto.

- bien, no llore cuando se quede sin su oro marquesa.

Rosalie sonríe burlosa. Los tarros se llenan y comienza la competencia, lo acaban y nuevamente son llenados, así hasta que poco a poco van cayendo los retadores, quedando solo Rosalie y el albino, ambos se resisten a caer, aunque están claramente mareados y apenas pueden mantenerse en las sillas, otros ya se han quedado dormidos en el pasto o en las mesas, pero Rosalie esta dispuesta a ganar.