NovelToon NovelToon
Única Oportunidad

Única Oportunidad

Status: En proceso
Genre:CEO / La mimada del jefe / Amor en la madurez
Popularitas:26.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Tamara Gallo

Salvador Toledo hereda la empresa de su padre y en ella conoce a la joven secretaria de presidencia, quién ya trabajaba con el difunto. Al tomar las riendas del negocio, una sola cláusula marcaba la obligación del nuevo jefe: no despedir a Isamar Macip.
La pelinegra de ojos oscuros estaba nerviosa por conocer al nuevo dueño, pero más que nada por lo que depararía su futuro con respecto a su puesto de trabajo.
Al conocerse personalmente, comprendieron el porqué de todo. Isamar es una excelente secretaria y anticipa los deseos del CEO, así que Salvador comprende el pedido de su padre; y ella deja de temer cuando él le asegura, con un contrato laboral, tres años más en la empresa.

Pero, ¿qué pasará cuando el secreto del cuarentón sea descubierto por culpa de su asistente?, ¿O qué pensará Isamar cuando el mencionado anteriormente le pida algo inaudito?

¿Ella aceptará por miedo a ser despedida o el CEO aprovechará, la que tal vez es, su única oportunidad?

NovelToon tiene autorización de Tamara Gallo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Contrato de tres años

Salvador Toledo

Tendrá una cita quién sabe con quién y todo porque mi madre así lo ha deseado y organizado. Pero, ¿Qué se le puede hacer? Siempre es así, es ese tipo de mujer a la que le encanta actuar como cupido.

Mientras me encierro en una habitación que ni siquiera es la mía, porque esa se la han cedido mis padres a Isamar cuando vivía aquí; pienso en lo que deberé hacer en Canadá dentro de cinco días.

Días que espero pasen rápido porque quiero encontrar una solución o esperanza a mi problema.

Sin embargo, mis pensamientos son interrumpidos por las risas que escucho fuera. Abro la puerta y veo a ambas mujeres con sus brazos entrelazados.

—¿Se han emborrachado en pocos minutos?— cuestiono con una ceja alzada.

—No, hijo—responde riendo—, estábamos recordando cuando vivíamos juntas y bueno... hoy se queda, ¿no es emocionante?

—Supongo que para ti, sí.— digo sabiendo.

Pero no es a la única que le emociona compartir el techo con Isamar...

Porque a mí también, desgraciadamente.

Sé que, por primera vez, mi mente y mi corazón, piensan y sienten por igual.

Aunque no considero que eso sea correcto, ya que esta mujer no es para mí. No es conmigo con quién tendrá una cita y conocerá todo; mis gustos, mis deseos, e incluso lo más insignificante, como mi color favorito. Es con otro. Con un hombre completamente desconocido y eso está bien, puesto que conmigo jamás podrá tener un futuro favorable. Si bien puedo darle todo económicamente y sentimentalmente, tal vez no podría ser madre.

O sí, pero deberá pasar por procesos de inseminación varias veces y es algo invasivo, a mi parecer.

—¡Obvio!– afirma eufórica, abre la puerta frente a la que yo estoy. Mi antigua habitación, la que ahora es de mi secretaria — Estará una sola noche, pero tendré un lindo desayuno, con mis dos personas favoritas. — nos señala a ambos.

Y se va, dejándonos solos. En medio del pasillo.

—¿Necesitas sacar algo de aquí?— pregunta Isamar, señalando hacia el dormitorio.

—No— niego de inmediato.

La veo entrar al que era mi espacio privado y se me eriza la piel, a entraro en que ha dormido muchas noches en mi cama, tal vez sin saber que mis padres nunca la cambiaron por una nueva.

Cuando está cerrando la puerta, vuelvo a hablar, impulsado quién sabe porqué; si mi corazón, mi mente o mi estómago, me han hecho hacerlo, porque el último mencionado parece tener un tornado dentro, revolviendo lo poco que he comido el día de hoy.

—¿Puedo ver mis reliquias?— consulto con esa excusa, solo para estar unos minutos más a su lado— No he querido entrar sin tu autorización.

Ella sonríe y vuelve a señalar hacia dentro, invitándome a entrar. Me sigue en silencio y observo cada rincón con mi pasado.

Cuadros estudiantiles, premios deportivos, reconocimientos y reliquias, literal. Tanto camisetas de fútbol y basquetbol encuadradas en las paredes, como vasijas egipcias del siglo dieciocho para flores, aunque estas soportan los palos de golf que utilicé hace más de quince años.

No me juzguen, pero como niño rico, aún viviendo con mis padres, viajé a Egipto y las vi. Son dos, exactamente iguales, y me enamoré de ellas pensando en lo hermosas que quedarán cuando me case y tenga una mansión con mi esposa.

No sé dónde las pondré, si al lado de la estufa a leña, en la entrada principal o en el patio, cerca de la piscina que tendremos. Pero eso se lo dejaré elegir a ella.

—Sé que María me brindó esta habitación y lo lamento. Sé que es tuya, pero te juro que no he tocado nada. Todo está en su lugar, como lo dejaste.— menciona a mi espalda y yo asiento, sabiendo que tiene razón.

Menos en una cosa...

—¿Puedo abrir?— señalo la puerta que nos lleva a donde está la ropa, ese espacio que es la mitad de grande que la habitación misma.— Isamar asiente, aún sabiendo que no encontraré ni una prenda mía.

Abro, obviamente, para tener un puntito a mi favor, porque sí han quitado mi ropa, para reemplazarla por la de mi secretaria, esa que casi se convierte en mi hermana legalmente.

—¿Buscas algo en específico? — cuestiona y sonrío viéndola directamente— Tal vez pueda ayudarte.

—Solo quise comprobar que tan cierto es eso de que no has tocado nada mío—bromeo, pero luego me doy cuenta del doble sentido que puede tener.

—No lo hice— se ríe y disfruto de eso—. Tu madre lo hizo por sí misma con una empleada de su confianza. Mandó toda tu ropa a una habitación, la última del pasillo.

—¡Qué linda!— volteo los ojos— Aparentemente, me quería dejar desnudo— río solo para seguir bromeando y mantener la sonrisa en la cara de Isa.

Lo que digo es totalmente para dramatizar, porque sospecho que ninguna de esas prendas me va a servir. Me fui hace mucho de casa y en Canadá he tenido bastante tiempo libre para enfocarme en otra cosa que no sea trabajar. Por ejemplo: en el gimnasio que implementé en mi departamento.

—Trajiste ropa— dice con obviedad, de brazos cruzados como si estuviese regañándome—. María me dijo que apareciste con tres maletas.

Mamá le dice todo... Y con detalle. Esos que mi secretaria no olvida.

Han sido tres maletas las que llené, sí. Dos grandes con ropa y una pequeña con documentos de mi empresa, la computadora y algunas cosas más, todo desde Canadá. Y he comprado otras cosas aquí, tanto para mí como para Juan, quien también trajo pocas cosas.

—Pero no sabemos que día nos vamos, entonces es poco.

—Vuelves en cinco días— me recuerda.

—Por algo personal, no a vivir.

—¿Necesitas que vaya? — deja caer sus brazos a los costados de su cuerpo y camina por la habitación, sentándose en la silla de mi escritorio. Va, ahora es suyo.

—No– niego—. Encárgate de la empresa con Juan. Supongo que volveré en pocos días.

—¿Es algo relacionado con tu empresa? —se cruza de piernas y me presta atención, como si estuviese por escuchar una oferta laboral a considerar.

Sin saberlo, está actuando como una digna CEO.

Mi padre le ha enseñado bien.

—No, aunque revisaré cómo va todo en ella.

—¿Puedo ayudarte en algo?

—No lo sé hasta verlo por mí mismo. Revisaré los estados bancarios que han declarado y los reales; los empleados en general y sus labores; los negociantes y fabricantes. Puedo demorar varios días en regresar. Pero ustedes, con Juan, deben trabajar juntos. Coincidir en las decisiones, y sino, llamarme.

—Bien, prepararé tu viaje a Canadá para dentro de cinco días —dice. —¿Primera clase, verdad?— hace una sonrisita de lado y la imito para largarle una realidad que parece no conocer.

—Tengo mi propio Jet. —me doy la vuelta para salir —Buenas noches, Isamar.

Bueno, no es de noche, pero yo ya dormiré, sin cenar.

—¿Irás solo?— pregunta cuando estoy en la puerta, a punto de salir.

Al voltear a verla, me doy cuenta de que está de pie y ha dado unos pasos lejos del escritorio, como si hubiese caminado hacia mí.

—Por supuesto. Juan estará contigo.— alzo una ceja al obtener su silencio y empiezo nuevamente mi camino, pero sus palabras me detienen... otra vez.

—¡No quiero esa cita!

No sé por qué me lo dice, aunque no puedo negar que sus palabras me hacen bastante feliz; mi corazón late desenfrenado y el tornado en mi estómago es aún más grande, más feroz. Al igual que mi mente, la que parece haber estallado.

—Niégate, así como he hecho yo, por años.

—Tú escapaste. —me recuerda—Viajaste a Canadá y allí vives, pero yo no tengo a donde ir.

— Bueno, intenta sobrevivir los próximos meses y después podrás tener vacaciones.— digo sabiendo que mi idea es estar aquí un corto período de tiempo para prepararla y que ella sea la encargada de la empresa. Además, de la dueña.

—¿Me despedirás?— se acerca a mí con el ceño fruncido, pero no enojada, sino afligida.

No sé de dónde saca eso, pero está loca. No podría hacerlo, la condición de mi padre no me lo permite, pero tampoco lo haría. Yo no la quiero fuera de ese edificio o de mi familia. Es la protegida de mis padres, la favorita por encima de mí y no me parece mal.

— No, recuerdas lo que te dije de mi padre.

—Sí, pero no confío.

—¿En serio? ¿Dudas de lo que el gran Saúl Toledo me pidió?— me cruzo de brazos y busco a donde quiere llegar.

—No hay documento que exprese esa condición —menciona.

Sí, existe. Yo lo tengo en mi caja fuerte... la de la empresa.

—¿Qué puedo ofrecerte para tranquilizarte? ¿Ver esos papeles?

—Sí, pero también un contrato, al menos para terminar este año y buscar otro trabajo.

Me río sin poder evitarlo. Ella no puede ir a otra empresa... es dueña de la mía, aunque no lo sabe.

Me mira desconfiando, pero asiento, solamente para calmarla. Ya lo había pensado en Canadá, antes de venir. Sabiendo que también es jefa y parte de la familia, le iba a pedir a mi padre que la trasladara a mi propia empresa y ver que tan calificada estaba, pero sucedió su muerte y bueno, la "prueba" debo realizarla aquí mismo. Y, ciertamente, lo considero buena opción, porque es su espacio, donde tiene más confianza.

Es un engaño, algo que aquí no servirá, pero al menos la calmará.

—Tres años. — aviso y asiente, brindándome su mano para estrecharla.

Iba a ofrecerle esos años en Canadá, pero también me sirve aquí. No tendrá validación legal por lo obvio, pero es algo que ella necesita creer. Confiar.

Al tomar su mano, siento la delicadeza de esta y su calidez. Nos miramos fijamente, conectando miradas y automáticamente sonreímos.

No sé ella el por qué, pero yo... de emoción, esa que no puedo contener, ni disimular.

1
Gaby🌹
me encanta esta novela 🤩
Gaby🌹
Hay me será sonámbula y se equivocara de habitación 🤔
Gaby🌹
🤣 creo que fuiste muy evidente!!
𝔏𝔲𝔭𝔦𝔱𝔥𝔞
va ser tan favorable que deseara haberlo hechado donde debería ir, osea dentro de Isa😈🥵
para crear una bendición 🤭
𝔏𝔲𝔭𝔦𝔱𝔥𝔞
Queeeeee que va a pasar.. Ya quiero saber
𝔏𝔲𝔭𝔦𝔱𝔥𝔞
No te preocupes Tamy Nombre esas letritas no son nada aún se entienden ahí otras que escriben con puros ***** y ahi si que no se entiende nada tu escríbenos como quieres mientras haya acción de la buena con gusto se va a leer 🤭
Eudy Brito
Dios mío hasta a mí me dió calor 🫠🫠🫠... Esas bendiciones serán de la más alta calidad
Cruz Garcia
a Salvador ese si le va a funcionar pues no solo se la imaginó si no que le habló al oído.
Emily Reyes
si así es con la imaginación como será cuando sea real 😈🙈🙊
Giovanna Vásquez Medina
Salvador 😅 conquista de una vez a Isamar ambos 🥰 se atraen muchísimo y se gustan 🥰
Gracias 😊 querida escritora Tamara por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos ☺️
Nancy Parraga
Salvador no sé si lo que tienes de grande lo tienes de tonto , hay atracción 🧲 son como el imán Pero tienes miedo
Nancy Parraga
No sé cuál de los dos es más idiota si Juan o Salvador
Gaby🌹
Esto se va a descontrolar!!
meidi aguiar
se viene lo bueno
Maria Mongelos
Exelente capitulo
Alma Ortega
Salvador necesitaba en su vida a Isamar 🔥
Mariela Alejandra Gonzalez
yo pregunto por qué hay algunas autores que pueden escribir libremente y a otros no ? xq he leído novelas que son un fuego . me encanta tu novela. muchos éxitos.
Carolina A²V
es decir que ni el cura ni la moja les toca revisar el capítulo 😂
Carolina A²V
ya lo espero ☺️
Carolina A²V
creo que esas bendiciones tendrán un aumento de probabilidad saborable
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play