Jonathan Wind ha vivido toda su vida con los humanos sin siquiera imaginarse de su verdadero origen, todo cambiará cuando una loba de cabellos rojos violáceos, aparezca frente a él, ocasionando el despertar de un poder oculto en su interior, de su lobo quien reclamará a esa linda loba como La Luna de Ares.
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Solo te quiero para mi
Xavier estaba sentado en la mesa que siempre usaba, en una esquina cerca de la ventana; desde ahí podía observar todo, en especial a Jonathan, quien estaba en la caja. Su mirada estaba fija en Hazel, quien atendía a los clientes. Por supuesto que había algo diferente en él, tal vez Ares ya había despertado, pero de ser así ya se hubiera dado cuenta o podría ser que el mismo Ares se siguiera ocultando, después de todo no era un lobo cualquiera.
—Hola, buenos días, ¿ya sabe qué desayunará? —Hazel llegó con una gran sonrisa para tomar su orden.
—Hola, Hazel —saludó Xavier, mirando de reojo hacia Jonathan y notando una mirada poco amistosa—. ¿Puedo pedirte un favor? —preguntó, mirando esa pequeña marca en el cuello de la chica.
—¿Qué clase de favor? —Hazel recordaba que Jonathan le dijo que se mantuviera alejada de él, pero extrañamente Xavier le agradaba y había algo en él que le hacía sentir confianza.
—Es fácil, solo siéntate —señaló la silla de enfrente. Hazel pensó unos segundos, no sabía si eso estaba bien—. No es nada malo, lo aseguro —sonrió. Hazel suspiró e hizo caso.
Jonathan observó todo a distancia, Hazel sentándose en la misma mesa que Xavier. ¿Por qué? Le dijo que se mantuviera alejada de él, entonces ¿por qué le hizo caso? ¿Acaso le gustaba Xavier? No, eso no podía ser así, tal vez solo quería conocer más de dónde es ella. No, no, Xavier habla poco y, normalmente, cuando llega un foráneo solo pregunta su nombre, nada más. Se sentía incómodo, no podía apartar la mirada de ellos.
—¿Por qué estás tranquilo, Ares? —preguntó; normalmente ya estaría gritando como loco.
—Porque es un anciano decrépito, mi bella Venus jamás se fijaría en alguien como esa cosa —respondió, confiado de sus palabras.
Jonathan asintió, tenía razón, Hazel no se fijaría en alguien mayor, aunque él era mucho mayor que ella... bueno, solo eran ocho años de diferencia; en cambio, Xavier podría doblarle la edad.
Siguió observando. Ellos estaban sentados, sin decir nada y fue entonces que Xavier llevó su mano a la cabeza de Hazel, acariciando su hermoso cabello.
—Ese hijo de perra, dale —gruñó Ares.
Y sin poder evitarlo, Jonathan caminó a paso firme hacia ellos. Estaba furioso, ¿por qué la tocó? ¿Por qué ella lo permitió? Debía controlarse, no podía armar un alboroto a plena luz del día en frente de tantas personas conocidas.
—Hola, Jonathan —sonrió Xavier, levantando su mirada al chico. Jonathan tenía la respiración agitada, sujetó la mano de Xavier, la que tocaba a Hazel.
—Hazel, ven conmigo —apenas logró decir, controlando lo más que podía su furia.
Hazel se levantó de aquella silla, sin poder dejar de ver el rostro tensado de Jonathan.
—Gracias, Hazel —fue lo único que dijo.
Esa reacción de Jonathan fue suficiente para asegurar que Hazel es su destinada y que Ares ha despertado.
—¿Qué carajos vas a desayunar, Xavier? —escuchó la molesta voz de Dani, lo miró y le dedicó una leve sonrisa.
Dani observó todo, obvio no le gustó que se comportara así con Hazel, pero no era que pudiera armarle una escena de celos, no podía reclamarle nada, porque lo de ellos era una relación que no tenía futuro.
...****************...
Jonathan llevó a Hazel a su oficina. Al entrar, caminaba de un lado a otro, hasta que se detuvo frente a ella, la miraba con intensidad, con molestia.
—Te dije que no te acercaras a Xavier —dijo entre dientes.
—Ah, sí, pero... solo quería tomar su orden —respondió de manera tranquila.
Jonathan se acercó a ella y la besó tan apasionado, no podía controlarse ya, no quería que ella estuviera cerca de otros hombres, que hablara con otros, solo quería que lo mirara a él.
—Joder, tus labios me vuelven loco —susurró cerca de sus labios.
—¿Estás celoso de Xavier? —preguntó con cierta emoción en sus ojos. Jonathan suspiró y asintió—. Entonces, ¿significa que me aceptas como tu pareja? —preguntó una vez más, pero esta vez se reflejó cierto temor en su mirada.
—No quiero que te acerques a otros hombres, solo te quiero para mí —respondió, provocando que Hazel riera con su rostro sonrojado.
—Soy toda tuya —enredó sus manos en su cabello.
Jonathan volvió a besarla con tanta pasión, aunque quisiera resistirse ya no podía más, quería a Hazel solo para él. Sus manos bajaron hasta sus glúteos, los apretó, provocando un gemido ahogado entre el ferviente beso. La cargó, separando sus piernas, haciendo que sus intimidades rozaran. Quería que ella sintiera su erección, que ella provocaba con solo sus besos.
La llevó hasta el escritorio, con una de sus manos despejó lo necesario para poder sentarla al borde, sin dejar de presionar su erección en ella.
—Jonathan —susurró cuando ese apasionado beso llegó a su fin, su respiración estaba agitada, pero le encantaba ser besada de esa manera por él.
—Te quiero follar —murmuró cerca de sus labios. Ella lo miró con los ojos muy abiertos—. Te prometo que seré gentil... —agregó, recordando las quejas de las mujeres con las que estuvo.
—Nada de gentileza, dale duro, le encantará a mi bella Venus —siseó Ares.
Jonathan no quería hacer eso, pues temía que ella se arrepintiera de estar con él. Observó a Hazel esperando su respuesta; si decía que sí, entonces sería el hombre más gentil del mundo.
—No... —dijo, dejando a Jonathan e incluso a Ares sorprendidos—. No quiero que seas gentil, fóllame como tú quieras —continuó mientras bajaba sus manos por su sexy torso.
Jonathan suspiró, se quitó la playera negra y la dejó caer al suelo. Al carajo con contenerse, deseaba tanto estar dentro de ella, que no le importaba que estuvieran en la oficina de la cafetería, que apenas fuera plena mañana y abajo estuviera repleto de clientes.
Ella lo recorría con la mirada, haciendo que se sintiera orgulloso de su cuerpo, aunque de momento solo era su torso. Trató de quitarle con calma el mandil que aún usaba, pero era tanta su desesperación que terminó desgarrándolo, después le quitó su blusa y sus senos quedaron solo cubiertos por una tela de encaje color morada.
—Hora de alimentarse —gruñó Ares excitado.
Jonathan liberó uno de sus senos, comenzó a masajearlos, eran suaves y grandes, pellizcó su rosado pezón y ella gimió, aferrando más su agarre con sus piernas alrededor de su cintura. Bajó su cabeza y deslizó la punta de su lengua sobre su duro botoncito, sacando otro gemido en los labios de Hazel. Sin pensar más, devoró, empezó a succionar con fuerza, mientras su otra mano se dedicaba al otro. Escuchaba cómo sus gemidos aumentaban, pasó al otro para devorarlo, aunque esta vez mordió con suavidad su botoncito, se arrepintió por un segundo, pero al ver que ella no se quejaba, siguió saboreando.
Jonathan se apartó un poco, la bajó del escritorio y comenzó a quitarle el jeans, dejándola con unas bragas que combinaban con su brasier. Se arrodilló frente a ella e hizo que colocara sus manos sobre el escritorio, acercó su rostro a su entrepierna y olfateó su excitación, luego con la punta de su lengua acarició ese lugar y levantó su mirada hacia Hazel; ella estaba roja hasta las orejas.
Una de sus manos se metió debajo del encaje y comenzó a acariciarla, él sonrió sin dejar de verla.
—Estás muy mojada —murmuró mientras sus dedos estimulaban su botón hinchado.
—Jonathan, fóllame ya... —jadeó Hazel al sentir uno de sus dedos penetrarla.
Jonathan se detuvo y se levantó, besó con ferocidad sus labios, explorando con su lengua su boca, terminó con una suave mordida y luego la colocó de espaldas, la recostó sobre el escritorio y levantó sus caderas. Sus manos acariciaron su redondo trasero y sin poder evitarlo le dio dos azotes, ella solo gimió, mas no se apartó, algo que le encantaba a Jonathan.
—¿Segura que puedo hacerlo como yo quiera? —preguntó con su ronca voz, mientras deslizaba a un lado la tela de encaje.
—Sí —respondió jadeante, sintiendo sus caricias en su humedad.
Jonathan solo pudo sonreír, se desabotonó sus pantalones y sacó su longitud, acomodándola en su entrada, sin entrar, la acarició mientras se impregnaba de los jugos de ella, sentía cómo la respiración de ella se agitaba cada vez más, soltaba sutiles gemidos.
Hasta que no pudo contenerse más y empezó a entrar en ella, trató de ser lento, pero al sentir lo apretada que estaba, terminó entrando de una sola estocada, provocando un fuerte gemido en ella, claro que se arrepintió, ella era virgen y no era para nada romántico que su primera vez fuera en una oficina, sobre el escritorio.
—Lo siento —susurró arrepentido y empezó a salir de ella.
—No lo saques —Hazel se movió a él para detenerlo—. Quiero más —giró a un lado su cabeza.
Jonathan colocó sus manos sobre su cintura y comenzó a moverse, tratando de ser lento para que ella se acostumbrara, pero ella empezó a mover sus caderas de manera rápida, eso hacía que Jonathan soltara uno que otro gruñido.
—Jonathan, más rápido, más fuerte —gimió Hazel.
Él dejó de contenerse, empezó a moverse con rapidez, salía de ella y volvía a entrar de una sola embestida, sus manos se deslizaban en sus glúteos, los apretaba y después los azotaba, ella gemía de placer, pedía cada vez más y eso hacía que él no se contuviera. Levantó una pierna de ella sobre el escritorio para que lo sintiera más, quería que ella estuviera disfrutando tanto como él y así juntos llegaran al clímax.
—Me tienes loco, Hazel —dijo mientras besaba su espalda, ella estaba recuperando la respiración, sentía su cuerpo temblar de placer.
—¿Podemos repetir? —preguntó una vez que su respiración se controló.
—Pensé que no lo dirías —la volteó para que quedara frente a él.
Jonathan la cargó de nuevo y caminó con ella hasta el sofá donde se sentó, empezó a guiar el movimiento a sus caderas, provocando que volviera a excitarse, se inclinó para mordisquear y succionar sus senos, escuchando los dulces gemidos de ella, una vez más entró en ella, no fue necesario esperar a que ella se acostumbrara, su mate se movía de manera frenética, sin contenerse.
—Me encanta, me gusta, dame más, Jonathan —decía Hazel entre sus gemidos y él obediente complacía a esa sexy chica que lo tenía loco de lujuria por ella.
En esa oficina, sin importarles nada, más que ellos, la ardiente pasión seguía desencadenándose, ella era ideal para él, no tenía que contenerse y ahora que probó a su bella Hazel, no pensaba separarse de ella. Toda culpa que lo invadía por la diferencia de edad se desvanecía, pues ella era su mate, su bella Venus, solo suya.
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En la pequeña línea invisible que dividía el mundo fantástico de los humanos, un grupo de lobos del Clan Windsor rastreaban el olor de Hazel, teniendo éxito y, como lo sospechaba su alfa, ella estaba con los humanos.
—Informemos a Alfa —dijo uno de los lobos—. Solo ve tú —señaló a uno de sus compañeros—. Los demás vamos por ella —agregó, esa era la orden.
Cuando estaban por cumplir con sus deberes, Xavier llegó. Los lobos lo observaron detenidamente, sabían que no era un humano, aunque su aroma los hacía dudar.
—Lo siento, pero los tengo que matar —siseó encogiéndose de hombros.
—¡Maten al humano! —los lobos del clan Windsor se lanzaron contra él.
Xavier esquivó a cada lobo, sin poner tanto esfuerzo. Esos lobos alfas se sintieron impotentes al ver cómo ese hombre solo se burlaba de ellos, lo rodearon y se transformaron en feroces lobos, de grandes colmillos que goteaban grandes cantidades de saliva, gruñían mientras caminaban a su alrededor, preparándose para atacarlo, ellos lo superaban en número.
—Uh, un festín de Alfas Windsor —se burló Hermes.
Xavier ni siquiera se transformó, no era necesario, pues sabía que podía contra ellos, a pesar de ser alfas no estaban a su altura, pues él era el Alfa solitario encargado de la protección del Alfa de Alfas legítimo del Clan Windsor.
Directo, fuerte y claro jaja 😂
¡Respete a su Tío! jajaja 😂😂😂
Ya está preocupada por esa última noche en el bosque con los hombres de Marcos acechando 😓😞
Hubiera sido mejor padre y pareja..mel.clan no estaría en dónde está ahora 😔
¡Qué gran revelación! 😳
Pero sí o sí debe decírselo a Hazel antes de que se entere por otro lado, ahí si será peor 🤦🏻♀️