Mi Vida, En Una Flor?

El sol se hizo presente una vez más, Adam dormía a mi lado, aún no despertaba ni quería molestarlo así que me incorpore despacio pero tenía el sueño bastante ligero y despertó con más tranquilidad de la que esperaba.

-Pudiste dormir y descansar ahora que ya recobramos noción de lo que pasó?

-Si, pero sigo muy triste y decepcionada. Confíe demasiado en Lorelei para que al final ella sea quien quiere ver mi fin pero porque hacer tanto alboroto teniendome a su alcanzo, en cualquier momento pudo hacerlo pero porque precisamente ahora?, porque después de que tú apareciste?, no logro comprender esa parte, si yo era una amenaza desde que llegué o me convertí en una al pasar el tiempo?

-No puedo darte respuesta ante todas esas dudas porque no se que tanto ha pasado pero algo es seguro, ella es el enemigo y como tal debemos acabarla para que Cerezo no perezca bajo su dominio porque no creo que tenga planes de cuidarlo.

-Si, tienes mucha razón y por ello ambas ahora tendremos más cuidado porque sabemos que un pie en la flor de la otra sería una traición y amerita muerte.

Teniendo claro que debíamos protegernos de Lorelei la seguridad aumento pero no para nosotros sino para el pueblo quien era el más propenso a sus ataques con tal de verme sufrir. Nuestra boda estaba más cercana cada vez y la de Lorelei parecía haber desaparecido, nadie daba no edades sobre ese asunto y por el contrario me preguntaban si ya tenía todo listo y organizado para que nos dieran su gratitud así como regalos para un futuro prometedor.

-Estas heridas van a sanar, y una vez listas quiero que entrenemos de nuevo porque no sabemos que nuevas calamidades va a dejar venir sobre nosotros.

-Tienes razón pero por el momento concéntrate en recuperarte porque si no vas a querer hacer todo como de costumbre y podrías lastimarte aún más.

-Si, ya solo quedan los adornos del salón para terminar con lo de la boda y unos cuantos asuntos de comercio con las demás flores pero eso podemos hacerlo aquí en el cuarto, pediré nos lo traigan para no movernos y así sanar.

Los preparativos faltantes junto a un buen almuerzo era justo lo que necesitábamos para recobrar la esperanza y calma que Lorelei nos había quitado una amenaza atrás.

Las demás flores pedían lo mismo de siempre, más telas, frutas y artículos varios que solo nuestra tierra daba ya que solo en Cerezo todo lo que plantadas brotaba sin importar lo que fuera así que nos enviaban sus productos para multiplicarlos y regresarlos con su debido interés por el uso del suelo.

La tranquilidad de la tarde era agradable pero sabía que no duraría, no mientras Lorelei nos quisiera hacer daño. David continuaba viendo la manera de pasar a la Tierra sin quedarnos definitivamente allá pero aún no había probado con ningún ave y nosotros no podíamos ir ya que seguíamos lastimados y la exposición podría dañarnos más.