NovelToon NovelToon
AFABLE

AFABLE

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Mafia / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Diferencia de edad / Jefe en problemas / Secuestro y encarcelamiento / Enfermizo
Popularitas:27.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Irwin Saudade

Janet tiene un futuro prometedor, pero su padre la fastidia a que ya debe casarse. Como ella se niega rotundamente, la obliga a aceptar un trabajo en la ciudad. Así es como termina cuidando de un hombre ciego llamado Nicolás. Este hombre es hijo de un mafioso.

Será que, el haber ido en contra de los deseos de su familia, ¿Podría significar el inicio de su felicidad?

NovelToon tiene autorización de Irwin Saudade para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

IMAGINAR QUE ESTAMOS AQUÍ

—No me dan miedo las alturas —pronuncie con seguridad.

—Muy bien. Es hora abordar —Su mano se entrelazado con la mía y en un dos por tres, ya estábamos dentro de la góndola.

Las puertas se cerraron, nos movíamos y ascender comenzó a ser nuestra meta. El piso era de cristal, sonaba una melodía agradable, muy parecida a las canciones futuristas que pone Nicolás mientras se pone a meditar.

¿En dónde estábamos ahora?

—¿Qué sentiste la primera vez que tome tu mano? —Me dio curiosidad saber.

—Fue una sensación agradable. Tu piel es muy suave y tibia.

—¿Te gusta cuando te tomo la mano?

Baje la mirada para hacer referencia a que así estábamos en ese instante. Nuestras manos seguían unidas, la confianza que existía no nos hizo sentir apenados y, admito que su tacto se había vuelto una costumbre. Me acordé de la primera vez que lo vi en su casa, cuando aparentaba ser muy engreído. ¡Cuando él me examino con sus manos!

—¡Me gusta! ¿A ti no?

—Ya me acostumbré a tomar tu mano.

Sonreí.

Quise mirar el panorama y estábamos subiendo, el suelo estaba lejos de nosotros.

—Te ves muy bien con tus anteojos. ¡Siento que te dieron superpoderes!

—¿Tú crees? —Movió sus cejas lentamente y de forma curiosa.

—Desde que te los pusiste has estado muy apurado y corriendo. Como si quisieras hacer muchas cosas.

Sonreía. Confirmó.

—Lo que pasa es que, si quiero hacer muchas cosas, pero, sobre todo, me da gusto que al fin puedo dejar de imaginarte. ¡Eres muy bonita!

¿Dónde había quedado el joven engreído que solía ser Nicolás al principio de conocernos? Habían pasado muchos días y ahora, creo que ambos sentíamos cosas diferentes que al principio no existían en nosotros. ¿Qué sentía yo por Nicolás?

—¡Pues gracias por decirme esto! Aunque no entiendo qué rayos tiene que ver que digas que soy bonita con que tú quieras hacer muchas cosas.

—Siempre siendo tan directa con tus palabras.

—Pues sí.

—¿Has hablado con tu familia? —Cambio el tema.

—No. Y ellos tampoco me han hablado. Supongo que es porque no tenemos teléfono en casa.

Suspiro.

—¿Los extrañas?

—La verdad no. Siento que todo está bien en casa y por eso no me preocupa el no poder verlos.

—Creo que eso está bien.

—¿Y tú? ¿Extrañas a tus padres? —Hice referencia a sus padres adoptivos.

—A veces sí. Pero solo me pongo a recordar y con eso me basta. Mis tíos parecen estar bien.

¿Sus padres adoptivos eran sus tíos? Me seguía dando pena preguntarle por aquel dato.

—¿Tus tíos son buenos contigo?

—En realidad, yo soy bueno con ellos.

Me reí.

—¡Que engreído eres a veces!

—¿No te gusta que sea engreído?

—Pues no. ¿A quién le cae bien la gente chocosa o presumida?

Se rascó la mejilla izquierda.

—¿Por eso no querías venir a la ciudad? ¿Crees que toda la gente de por aquí es chocosa?

—Bueno, sí.

—Pues te equivocas. No todos los que vivimos en la ciudad somos chocantes. ¡Te lo demostraré!

—¿Y cómo piensas demostrarlo?

Su sonrisa me capturó y fije mis pupilas en sus labios.

—Mira hacia esa dirección —señaló con su dedo índice.

El dorado púrpura era hermoso. Las montañas se veían muy hermosas y el cielo de este atardecer era magnífico. ¡Muy bello!

Me acerqué para poder tomar una fotografía. Recargue mi mano contra el cristal de las puertas y todos mis sentidos estaban embobados en lo que mis ojos observaban. ¡Extraordinario!

—Si yo fuera chocante, ¿crees que hubiese sido capaz de traerte a un lugar como este para ver el atardecer?

—Ya he comprobado que no siempre eres chocante.

—Exacto.

Me enfoqué en la vista tan hermosa que estaba frente a nosotros.

—¡Es bellísimo! —Pronuncie apenas audible.

—Si el atardecer es arte, tú sonrisa es una obra maestra —dijo en voz alta.

—¿Qué dices?

—¡Que es muy bello el atardecer! Pero tú sonrisa lo es aún más.

¿Qué estaba pasando con él? Sus anteojos tenían el poder de hacer que Nicolás quisiera coquetear conmigo. ¡Que intenso!

Me ruborice un poco.

—¡Que cursi sonaste!

—Tú sacas mi lado cursi.

¿Un narco con lado cursi? ¿Qué más faltaba? ¿Balazos de amor? ¡Posiblemente!

—¡No inventes!

—Tú inventas esta versión de mí —me hizo saber.

—Ahora siento que estás más chiflado que antes.

Su sonrisa se acercó a mi rostro y de pronto, sentí su respiración contra mi oído derecho. Trague saliva. La cercanía estaba torturándome, de momento, se me acelero el pulso y sentimientos nuevos germinaron en mi interior. ¿Qué era esto que estaba sintiendo por él?

—Es que no tienes idea de cuánto había soñado con esto —pronuncio a mi oído.

El susurro me hizo temblar. ¡Tragué más saliva!

—¿Soñar con qué? —Me anime a preguntar.

—¡Contigo!

Hicimos contacto visual, sus palabras retumbaron en mí mente y mi corazón comenzó a latir intensamente. ¿Qué me estaba pasando?

—¿Tú…?

—Te dije que te ayudaría a recordarme. ¡Por eso te traje aquí!

Se alejó de mí. Obligue a mi corazón a tranquilizarse.

—¿Cuándo fue que nos conocimos?

—Algunos años atrás.

—¿En el pueblo?

—Fue en el pueblo.

—¿Una fiesta familiar? ¿Algún amigo de mis primos?

Sonrió.

—Ya lo averiguarás.

—Pero…

—Quiero tomarme una selfie contigo. Que detrás de nosotros se vea el atardecer y los volcanes de fondo.

Saco su celular y enfoco la cámara frontal en nosotros. Sonreímos al mismo tiempo y después, su abrazo me volvió a acelerar el pulso. ¡Changos! ¿Qué me estaba pasando?

—¿Esos son los volcanes? —Pregunté interesada en el tema.

—Sí. Él y ella están allí.

—¿Por qué parece como si te estuvieras refiriendo a unas personas?

—Porque en realidad eran personas. O eso es lo que creían los prehispánicos. ¿No conoces la leyenda de los volcanes?

—Creo que no, o a lo mejor y ya no me acuerdo.

—Pues qué bueno que yo si me la sé. ¡Te la contare!

—Va. Te escucho —tenía interés en conocer los detalles de estas dos montañas.

Sonrío tenuemente.

—Hace mucho tiempo, había un poderoso emperador con espíritu guerrero. Este emperador tenía una hija, la princesa Iztaccíhuatl, que se enamoró de Popocatépetl, un joven guerrero valeroso e inteligente. El emperador veía con agrado el matrimonio de su hija Iztaccíhuatl con el joven guerrero. Cuando Iztaccíhuatl y Popocatépetl iban a celebrar su boda, los ejércitos enemigos decidieron atacar. El emperador reunió a sus guerreros y confió a Popocatépetl la misión de dirigirlos en los combates. Popocatépetl fue a la guerra y tras varios meses de combate logró vencer al enemigo. Antes de que el emperador se enterara de la victoria, unos guerreros envidiosos le dijeron que Popocatépetl había muerto en combate. Iztaccíhuatl escuchó esta noticia falsa y lloró amargamente. Dejó de comer y cayó en un sueño profundo, sin que nadie pudiera despertarla. Cuando Popocatépetl regresó victorioso, supo lo que había sucedido y buscó a Iztaccíhuatl, la cargó en sus brazos, tomó una antorcha encendida y salió del palacio y de la ciudad. Nadie volvió a verlos.

—¿Y qué paso después? ¿Así acaba la historia? ¡No puede terminar así! —La historia me había intrigado.

El observar el atardecer y los volcanes, hicieron que en mi mente se comenzaran a proyectar las imágenes de este romance trágico.

—Después de varios días, todas las personas del valle se asombraron al ver dos montañas muy altas que habían surgido de la tierra y lanzaban llamas hacia el cielo. Se trataba de dos volcanes.

—¿Son estos volcanes? —Pregunté incrédula.

—Exactamente. Ellos son los dos volcanes que podemos ver ahora. Cuando el emperador vio las montañas, dijo a su pueblo: Iztaccíhuatl y Popocatépetl murieron de tristeza porque no podían vivir el uno sin el otro. El amor los ha transformado en volcanes y su corazón fiel arderá como una flama para siempre.

Cuando termino de hablar, su contacto visual me trasmitió que esta escena era romántica. Él me veía de una forma especial y ¿yo? ¿Yo como correspondía a sus miradas cursis? ¿También sentía algo romántico en mi ser?

—Su historia es muy romántica y trágica a la vez. Al menos siguen juntos después de mucho tiempo.

Asintió.

—¿Te gusto la historia?

—Claro. Es muy bonito saber el significado de muchas realidades que no percibimos.

Movió sus cejas en un gesto coqueto y curioso. ¡Se veía super guapo!

—¿Y pudiste percibir la realidad de este momento?

¿A qué se refería con “la realidad de este momento”?

—Sí. Me di cuenta de que posiblemente estas enamorado de alguien —dije sin miedo.

Mis palabras le provocaron una sonrisa amplia. Y por alguna razón, yo sospechaba ser ese “alguien” de quién tal vez, él se había enamorado.

Después de varios minutos, bajamos de la enorme rueda de la fortuna. El fresco de la noche era agradable.

—¿Qué te pareció estar allá arriba? —Él quería saber.

Esta vez no estábamos caminando tomados de la mano.

—¡Fue increíble! Muchas gracias por esto, esta tarde ha sido muy bonita.

Asintió complacido por mi respuesta.

—Pero eso no es todo.

—¿Cómo que no es todo?

Negó ligeramente.

—Aún no te acuerdas de mí.

—Pues es que no me quieres decir cuando nos conocimos.

Sonrió poquito, le hizo una seña a alguien y eso causó que yo volteara a averiguar. Ernesto se acercó a mí y me entregó un ramo de flores. ¡Claveles! Blancos y melón.

—Son para ti. Para que te acuerdes de mí.

Me chivie por completo, no dude en tomar las flores.

—¡Muchas gracias! Están bien chulos.

Abracé el ramo de flores con mucho cariño. Este detalle me hizo sonreír. Me sentía chiveada. Valorada. Querida. ¡Esto era una muestra de cariño de parte de Nicolás! No me quedo duda alguna.

—¿Cuándo fue la última vez que te dieron claveles? —Cuestiono él.

Me puse pensativa pero emocionada al mismo tiempo. Era momento de recordar. ¡Y sonreír! Me sentí doblemente chiveada.

—En mi graduación del bachillerato. Justo una semana antes de que yo viniera a cuidarte.

—¿Quién te dio las flores?

—Mi abuelita dijo que un caballero anónimo me las había enviado.

Volvió a sonreír.

—Y antes de eso, ¿cuándo te dieron flores?

Me puse más pensativa, me centré en sus pupilas detrás de esos anteojos nuevos se escondía un caballero guapísimo que resultaba ser narcotraficante e ingeniero y muchas otras cosas también.

¡Comencé a sentirme en las nubes! Tuve que obligarme a no perder la cordura. ¡Debía seguir dándome a respetar!

—Fue en mi graduación de la secundaria —le respondí.

—¿Quién te dio flores?

—Mi abuelita.

Asintió.

—¿Y quién más?

Aquel momento vino a mi mente. Alguien fue a verme a mi casa, me entregó un presente y un ramo de claveles. ¡Anteojos de fondo de botella!

—Un muchacho, fue…—Entonces me acorde de él—. ¡Fuiste tú!

1
Nancy Hernandez
es bueno, pero se que puede ser mucho mejor
Irma Ordonez
muy hermoso me encanto y espero los demas gracias y muchas felicidades
Irma Ordonez
Excelente
Vero Gomez
Léanla vale mucho la pena se enamoraran.
Vero Gomez
Me encantó llore mucho, fue algo adictivo y fácil de leer pero me quede con querer más felicidades 💐👏👍
Anonymous
hermosa novela 💖 donde estan las otras dos partes que dijiste que tenías el libro
Maria Teresa Ledesma
Me encantó, 👏👏👏
Rosa María Fernandez
muy linda historia me encantó te felicito 😍
Anita Maria Fernandez Campos
/Facepalm/ me he reído como nunca con tu novela, aunque no conozco muchas palabras que aquí en Chile no se usan la disfruto en cada capítulo😉
Lucia Feliciano Falcao
Hay un lapso de tres años en la novela, que pasó con el mafioso y el hijo,?🤔🤔🤔
Lucia Feliciano Falcao
Espero Janet que no estés cavando tu tumba, y dé prioridad a tus estudios 🤔🤔🤔.
Lucia Feliciano Falcao
Las coincidencias de un pueblo pequeño, creo que el cuando sepa que Janet no quiere casarse, los padres harán un complot y el fingirá que es ciego para así tenerla cerca y conquistarla ☺️😊☺️.
Bella Maldonado Beltran
que diablo paso aqui, el padre es mafioso ademas es un maldito sin sentimientos. que no mueran ,merecen estar juntos y ser felices
Bella Maldonado Beltran
yanet si aceptas a nicolas que sea por amor no por su dinero ,no lo hagas sufrir .y tenga una mala imagen de ti .
Bella Maldonado Beltran
por fin yanet te distes cuenta quien es nicolas.
Bella Maldonado Beltran
no me equivoque en mi comentario anterior sí es nicolas el de los claveles
Bella Maldonado Beltran
nicolas date cuenta yanet te quiere solo quiere el bien para ti ,a pasar que aun no sabe que tu eres el chico de los claves.
Bella Maldonado Beltran
nicolas date cuenta yanet te quiere solo quiere el bien para ti ,a pasar que aun no sabe que tu eres el chico de los claves.
Bella Maldonado Beltran
es muy bonita la novela, ya se quien es nicolas es el chico de los claveles de la graduación el que usaba lentes poto de botella .por eso los padres llevaron a que ella lo cuudará .
Bella Maldonado Beltran
yo igual creo que el recupero la vista ,pero le gusta estar con ella ,y srguro se van a enamorar .
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play