- "el cristal es frágil, tu corazón también lo es, eso quiere decir que sos frágil como el cristal"-
Alma Baez, dueña y chef pastelera , de una de las confiterías más exclusivas de la ciudad, por decisión de ella, y debido a un desafortunado incidente, que la llevó a no creer más en el amor, se habia vuelto una intriga, nadie la conocía personalmente.
Federico Alcaraz, millonario y arrogante, debía casarse en un año, para ser el dueño de las acciones de la empresa familiar, nunca se habia enamorado.
Podrá enamorarse de una mujer que lo rechaza?
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capítulo 4
De visita por la casa de su madre...
- hola mamá, como estás tanto tiempo.
- hola hijita, es verdad, creo que trabajas mucho.
- y si mamita, pero si no fuese así, que tendríamos?
- en tu caso, quizás una familia.
- no mamá, no, por favor, otra vez con eso, ves?, esta fue una de las razones por la cual me fui de casa.
- porque te molesta tanto que te diga lo de la familia?. Vos antes de romper con Nano, no eras así Alma, siempre decías que soñabas ser pastelera, tener un marido y muchos hijos.
- eso fue 8 años atrás mami, yo ahora con los años y con los logros, simplemente cambié de opinión. Además, para qué quiero un marido?, tengo todo lo que necesito, viajo a todas partes del mundo, tengo mis horarios, todo organizado. No mamita, no necesito ni marido, ni hijos.
Después de unos minutos se retira de la casa de su madre y se dirige a su casa de cristal, como la llama su amiga, mientras maneja, recuerda lo que le dijo a su madre..." No necesito ni marido, ni hijos" , se detuvo a un costado de la ruta y se puso a llorar.
Había llegado el lunes, Ana se había atrasado unos minutos, Rita y Martín debían atender a los proveedores que traían las mercaderías.
Alma nota que todavía quedan frascos de galletas que no se habían guardado, y si bien no le gustaba aparecer en el salón, era temprano, y no era un horario que la gente viniera, entonces decidió ser ella quien los guardara. Toma la escalera, para llegar a los estantes en alto, allí estaban ubicados, el resto de esas galletas, y los empieza a guardar.
Rita salió a buscar mercadería de una camioneta estacionada en la vereda del local, dejando la puerta abierta, por si no podía utilizar sus manos.
- buenos días.
Alma que estaba muy concentrada, acomodando los frascos y con esa manía de la perfección, al escuchar esa voz, pierde el equilibrio, y empieza a caer de la escalera.
Federico, sin saber como y cuando, corre a salvarla, logrando llegar a tomarla entre sus brazos, evitando que Alma cayera, pero no así el frasco que tenía en su mano, haciendo un ruido importante contra el piso y desparramando todo.
Ambos quedaron así por unos segundos, cara a cara, sin quitarse la mirada de encima. Alma recupera el tiempo y el espacio y se baja inmediatamente de los brazos de Federico, rompiendo el hechizo.
- pero hay que ser tonto, mire lo que me hizo hacer.
- todavía que la salvo, de que se rompiera la cabeza, me agradece de ese modo?
- bueno, ojo con el tonito..., y ahora me van a despedir por su culpa. Debería pagar por ese frasco, es una de las mejores recetas de este local.
Llega Ana, se encuentra con esa situación, sabía lo que tenía que hacer.
- Maria, que ocurrió aquí?, anda para adentro, ya hablaremos con Alma de este incidente.
Alma se hace la compungida y se va hacia adentro, sin siquiera agradecer ni saludar a Federico.
- discúlpenos, Rita por favor, junta este desparramo. Ahora si, en que puedo ayudarlo?
- lo que ocurrió es culpa mía, yo pago ese frasco, pero no echen a la chica.
- por favor señor, de ninguna manera, no tiene que pagarlo, la señorita Alma Báez no lo permitiría, ella sabrá que hacer con la empleada, ni usted, ni yo podemos hacer nada.
- puedo hablar con Alma Báez, y explicar lo sucedido.
- disculpe usted, pero la dueña, no habla con los clientes, usted sabe que ella no aparece ante nadie, yo le daré sus disculpas y la preocupación por la empleada.
- bueno, la dueña parece un fantasma, pero cada uno sabe como manejar su negocio, le agradecería que lo haga, le repito, fue enteramente mi culpa. Aquí le dejo mi tarjeta, por si la dueña quiere llamarme para saber lo que pasó.
- se lo diré y se la daré. Ahora Rita lo atenderá, para lo qué desea llevar.
- yo en realidad...
Federico decidió no seguir hablando, si contaba que lo que venía a buscar era a la empleada, que encontró en ese bar y utilizando el auto de la empresa, sería condenarla a un despido seguro.
- en realidad, venía a buscar un frasco igualito al que se rompió.
- perfecto, ya Rita lo atiende, que tenga usted, muy buenos días.
Ana se va para adentro, y se encuentra con Alma, ambas se miran y empiezan a las carcajadas.
- ese tipo es el que vino con la novia, la que prácticamente no existía para el... jajajajajaja
- nooo, es el mismo que se metió conmigo en el bar, jajajajajaja
- pobre se siente muy mal por Maria, tiene miedo que vos la despidas.
- jajajajaja, aguardame un segundo, así que tiene novia y el sábado andaba de jarana en el bar?, ves lo que te digo, son todos iguales...
- ufa, para que te lo habré dicho...
- por alguna razón será, quizás el destino...
- el destino de que?
- de nada, no me hagas caso.
- igual el tipo, está para comérselo bañado en chocolate.
- te parece?, con ese carácter de miércoles...
- bueno, si, la verdad, si te trata como a la novia, no, mejor no. Toma, aquí te dejo su tarjeta, es para salvar a María.
- OK... ¡Maria!!!, estás despedida!!!!
Ana sé ríe y se va al salón, y Alma se va a su banco de trabajo.
- Martin, quiero que pruebes este budín, lo hice ayer, que te parece?
Martin lo prueba.
- es exquisito Alma, que ingredientes tiene?
- es un budín clásico de vainilla, con flores de lavanda y un ingrediente secreto que no te voy a decir.
- bueno, no se que será, pero lo eleva hasta el cielo, será otro éxito.
- si, otro hijito más en mi carpeta de recetas.
Alma se queda pensativa, luego lee la tarjeta...
Federico Alcaraz. Presidente...el nombre de la empresa , la dirección y un número de teléfono. Se queda pensando en el unos instantes, Ana tenía razón, era un modelo, le llebaba como 30 cm de alto, castaño, barba, ojos café, dientes blancos y parejos, y cuerpo de rugbier. Sacude su cabeza y pincha la tarjeta en un pincha papeles que tenía en el banco de laboratorio de trabajo.
Mientras tanto Federico llega a su empresa, entra a su oficina y lo estaba esperando el mismo amigo del bar, su nombre es Pedro.-
- buen día, Pedro, llegaste más temprano.
- buenos días, no, yo llegue a horario, vos llegaste más tarde, y no hace falta que me expliques el porqué, ya te vi el frasco que llevas en la mano.
- ah, esto, sí, pase por una confitería, para que desayunemos juntos y además, tuve que salvar de un accidente a una mal agradecida.
- como es eso?, que paso
- nada, ya sé él nombre de la mujer del bar. A ella le salve la vida.
- te la encontraste?, que increíble, cuando se te pone alguien en la cabeza...
- la encontré de casualidad, pero ya sé cómo se llama y donde trabaja (le muestra el frasco).
- ahora si la vas a mandar a investigar.
- no, no hace falta, ya sé donde ubicarla, y ahí estaré, seré su pesadilla, seré molesto como una gota de agua.
Pedro toma una galleta y la muerde.
- mmmm, amigo, esto es un elixir de los dioses. ¿Las probaste?
- no, a ver, dame una.
Federico la prueba, y cierra los ojos.
- es exquisita, hay que felicitar a esa Alma Báez, realmente ahora sé porque es tan famosa.