¿Eres de aquellos (as) que está en contra o a favor de la amante?
¿Puede tener un hombre justificación?
¿Puede una mujer ser inocente mientras destruye un hogar?
Valentina Alvarez deseaba ser un pulpo y tener manos en cada tentáculo para tapar sus pechos, su rostro y lo que el ruso estaba a punto de asaltar. Gavril Volkova deseaba jugar un poco con la mujer, pero no pudo contenerse, entonces quitó la única prenda que faltaba, sé posicionó entre las piernas de la chica diciendo "Te dolerá, pero te acostumbrarás"
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¡Ay Marica!
Los planes de divorcio de Gavril tuvieron que detenerse, Elena presentaba constantes crisis y había optado por beber, la madre de la mujer, victoria, le Suplicó al ruso que no hiciera pasar a su hija por esa vergüenza del divorcio, el hombre que le guardaba un gran aprecio, creyó estar en deuda por todo el tiempo vivido con la mujer y acepto.
Gavril se fue a vivir con Valentina, la mujer empezó a estudiar modelaje y estaba feliz porque en poco tiempo su rostro y lindo cuerpo eran la sensación de la Academia, el embarazo había dejado aún lado el cuerpo infantil para empezar a desarrollar uno más voluptuoso que la hacía ver un poco más adulta.
Dylan tenía 6 meses, era un bebé muy inteligente y tierno. Zonia cuidaba del pequeño cuando sus padres no estaban en casa, una vez más Kira visitaba la mansión esperando poder conocer a su nieto.
Valentina llegó a su hogar en un Lamborghini negro, su chófer se llamaba carl, al ver a la mujer la paisa suspiró.
"Detente Carl" Ordenó la pelinegra.
Ambas mujeres quedaron frente a frente, Kira notó que la niña que había visto unos meses atrás no se parecía en nada a la mujer que tenía en frente.
"Vengo ver a mi supuesto nieto" Dijo Kira.
"Buen día señora, ¿Qué le hace pensar que le enseñaré a mi hijo?"
"Si eres inteligente lo harás o te juro que acabaré contigo y con el mocoso ¿Cuál es el misterio? ¿O acaso no es un Volkova?"
"Venga cuando esté Gavril, ahora no podrá entrar" Dijo Valentina.
"Niña, me gusta tu carácter, mi esposa no es de confiar, pero tal vez yo pueda conocer al pequeño" Dijo Damiam Volkova, el hombre se veía con un semblante decaído.
Valentina había escuchado hablar al ruso de su padre, lo amaba como nadie, ella aunque no lo conocía pudo ver a través de la piel pálida, las canas y la terrible enfermedad que indudablemente era el abuelo de Dylan.
"Carl dile a Miko que los deje pasar" Ordenó Valentina.
"Señora debe informarle al jefe" Dijo Carl.
"¡Has lo que te digo!" Exclamó Valentina.
El hombre asintió, pero sin que Valentina lo notara envió un mensaje a su jefe diciendo "Señor, su amante dejará entrar a su madre a la mansión, por más que insistí no pude convencerla de hacer lo contrario, es algo terca"
La pareja Volkova ingresó al lugar que tenía hombres por todos lados, Damiam sonrió, su hijo sabía como proteger a su familia, cuando la pareja estuvo en la sala, los empleados llevaron bocadillos y una señora bajó con Dylan, quien balbuceaba y se mordía sus manitas mientras veía las lámparas de su casa.
Valentina venía detrás de Zonia, Kira se levantó y se acercó a la empleada tocando un piecito, Dylan al sentir en contacto dejó de mirar hacia arriba y volteó a ver a su abuela quien no aguanto la emoción y los ojos se cristalizaron. El niño empezó a balbucear nuevamente y Damiam en su silla de ruedas apartó a su esposa para ver al pequeño.
"¿Qué esperas mujer para colocar a mi nieto en mis brazos? No cabe duda es un Volkova" Dijo Damiam.
Kira lo tomó entre sus brazos, le pareció ver a su pequeño Gavril, ese que reía al verla y decía adorarla "Si es un Volkova" Afirmó la mujer.
Valentina se conmovió, ella no era de su agrado, pero por lo menos sabría que no le haría nada a su hijo y eso era importante.
En ese instante ingresó al lugar Gavril seguido de Mikhail, la mirada que le dio a Valentina fue dura, pero cuando vio a su madre agacharse para entregar al pequeño a su padre, su corazón se ablandó "Padre" Susurró.
Damiam cargó al pequeño y lo paseó en su silla, el niño sonrió al ver todo dar vueltas, luego el hombre miró a Gavril "Estaba molesto contigo, no has ido a visitarme y por la prensa me entero que soy abuelo, si pudiera levantarme de esta silla te diera la paliza que nunca te di"
Valentina contuvo la risa, ese hombre sabía como hablarle al temible Gavril. Mikhail se contagió de la casi risa de la Colombiana y el ruso codeó a su amigo por la impertinencia.
Mikhail se quejó y entre dientes aguantando el dolor Dijo "Espero que castigues a tu mujercita, así como a mi" Susurró
"¿Deseas otro golpe?" Preguntó Gavril.
"Padre para nadie es un secreto que mi madre y yo no nos llevamos bien y últimamente hizo cosas que me tienen muy enojado, si no fuera mi madre estuviera muerta" Sentenció Gavril.
"¡Es tu madre! ¡Cuida tus palabras!" Exclamó Damiam y el niño se asustó, accionando un llanto ensordecedor.
Valentina fue por el pequeño y lo llevó a su recámara para calmarlo, Gavril se arrepintió de lo que había dicho, no quería exaltar a su padre, él veía por los ojos de Kira su madre.
"Lo siento, ¿Se quedarán a cenar?" Preguntó Gavril.
"Si hijo, tenemos que hablar de tu amante" Dijo Kira.
Gavril le enojaba esa palabra, aunque si era su amante él la consideraba mucho más que eso.
Gavril fue a su despacho seguido de su amigo y mandó a llamar a Carl.
"No serás más el conductor de la señora Álvarez" Dijo Gavril.
"¿Señor por qué?" Preguntó Carl.
"Por tú irrespeto, lastimosamente si es mi amante, pero yo no la veo como tal. Que tu tengas el atrevimiento de llamarla de esa manera y no siendo suficiente decirme que es terca, me parece un abuso de confianza, te ubicaré en otro puesto, pero una falla más y te largas" Ordenó Gavril.
Cuando el empleado salió del lugar Mikhail sonrió y dijo "¿Esa mujer se mueve bien? ¿Cierto? Te tiene agarrado de las pelotas"
Sin decir ni una sola palabra el hombre fue a la habitación de la mujer quien amamantaba a su hijo.
Valentina levantó la mirada y el niño al verlo soltó el pecho de la mujer y sonrió "Mira Dylan es papá"
El niño se impulsó, deseaba que su padre lo tomara entre sus brazos, Gavril lo sostuvo y Valentina colocó en el hombro del ruso un pedazo de tela blanca para que el bebé no estropeara el traje de su padre si devolvía alimento.
"Sé que hice mal en dejar entrar a tu madre, pero cuando vi a tu padre no pude negarme" Explicó Valentina.
"Entiendo quiero que sepas que aunque ella quiera al niño, si tú no eres de su agrado intentara acabarté, necesito que seas fuerte Val" Dijo Gavril.
"Lo seré" Dijo Valentina sonriendo.
El niño vomitó un poco, Valentina intentó limpiarlo, pero tuvo fuertes náuseas que se lo impidieron, la mujer se dirigió al baño casi corriendo. Gavril limpió a su hijo y lo acostó en la enorme cama.
Al entrar al baño vio a su mujer con la cabeza metida en la taza, entonces sostuvo su cabellera, luego ayudó a levantar a la niña y está se lavó.
"¿Qué ocurre? ¿Desde cuándo estás así?" Preguntó Gavril tocando el cabello de la Colombiana mientras observaba su belleza.
"Hace algunos días he estado con náuseas, pero es la primera vez que vomito" Dijo Valentina y abrazó al hombre metiendo su nariz en el saco.
"Bien, llamaré a Luka" Dijo Gavril, pensando en un posible embarazo, ella no había menstruado, pensó.
"¿El niño?" Preguntó Valentina.
"Está en la cama" Dijo Gavril y Valentina como pudo corrió en busca de su pequeño.
El lindo niño había arrastrado por toda la cama y sus piecitos colgaban en el aire, Valentina lo cargó y este se molestó por no permitirle bajar.
"No sabía que hacía eso tan rápido" Dijo Gavril abrazándolos a ambos.
"Si fuera por él, caminara hace mucho" Dijo Valentina intentando calmar el llanto de su hombrecito.
"¡Dylan silencio! Más adelante podrás caminar" Dijo Gavril con su voz resonante y el bebé se mantuvo atento escuchando a su padre.
Valentina sonrió por la atención prestada de su hijo, a ella no le hacía caso, recordó un dicho de su padre "El mono sabe en qué árbol trepa"
"Señor y señora, la cena esta lista" Dijo la empleada.
"No quiero cenar, todo me da vueltas" Dijo la mujer.
Zonia quitó al niño de los brazos de la pelinegra y Gavril la abrazó nuevamente, él podría asegurar que Valentina estaba embarazada nuevamente.
Gavril besó los labios fríos de la mujer y está correspondió, luego el hombre dejó varios besos húmedos en el cuello y eso empezó a calentar a Valentina.
"¿Te estás tomando las píldoras anticonceptivas?" Preguntó Gavril.
Valentina se alejó un poco de los brazos del ruso y cubrió su boca con una de sus manos "¡Ay marica!"
Gavril aún sonreía por los términos y palabras extrañas de la Colombiana, pero su impresión le dio la razón "¿Marica? Sabes que no lo soy" Sonrió.