Malcriando A Mi Esposa

-----------Marcos González----------

Después de haber pasado tumbado en el suelo, durante 2 horas lamentándose. Me levanté del piso, tomando las llaves del coche, me subí y fue directamente a la casa de Regina.

Cuando estaba tocando el timbre de la casa de su amiga. Estaba realmente nervioso por como fuera reaccionar Emma, dado que, no conozco su verdadera actitud y personalidad. Puesto que, ella ya no necesita fingir más. Mis manos comenzaron a sudar, mientras que, los nervios se apoderaban de mí.

De pronto la puerta se abrió, pero Regina estaba sorprendida al ver a su jefe.

Regina: (impactada)- Buenas noches, CEO Marcos, que lo trae a mi casa a estas horas.

Marcos: (nervioso)- Buenas noches… (mirado el interior de la casa, mientras buscaba a Emma con la mira dice)- dile a E-Emma que salga, necesito hablar con ella.

Regina: (confundida)- ¡¿Emma?! No está aquí. Desde que termino la reunión, no la he visto.

Marcos: (sorprendido)- ¿Qué?... De casualidad sabría donde estaría ella en estos momentos.

Regina: (alzo la ceja y cambio su actitud de cortes a ruda)- Soy su amiga, no su esposo…. –(molesta, pero calmada, dijo)- CEO Marcos le recomiendo que se aleje de ella, fue suficiente con lo que ha hecho.

Marcos: (molesto)- Srta. Regina mida sus palabras, le recuerdo que soy su jefe.

Regina: ah sí… (de forma empoderada)- pues déjeme decirle que renuncio, no pienso quedarme, ni un minuto más cerca de la persona que le hizo daño a mi querida Emma. Tenga una buena noche y espero jamás volvérmelo a topar. ¡Bum! - (cerró la puerta con fuerza).

*********Emma Rodríguez************

Al día siguiente por la mañana. Se encontraba acostada sin ninguna preocupación en el dormitorio, que Daniel le había ofrecido.

Estaba acostada, pero despierta en la cama, mientras mantenida mis ojos cerrados. Al girarme de un lado podía sentir una respiración y del susto, abrir los ojos rápidamente.

Lo primero que vi al despertarme fue el rostro de Daniel cerca del mío observándome. No podía reaccionar porque me había quedado pasmada por su inesperada aparición. Teniendo una leve sonrisa en su rostro, me dice.

- Amor\, buenos días.

Al escuchar llamarme amor de la nada sentí que mi rostro empezó arder, al mismo tiempo que, mi corazón comenzó a bombardear desenfrenadamente. Luego, como un acto de reflejo, rápidamente me gire para levantarme de la cama. Al tranquilizarme le dije dándole la espalda, mientras miraba la ventana con mi cara enrojecida, digo.

-Buenos días, Dani

Sin embargo, Daniel se estaba aguantado la risa por la adorable reacción de Emma, sé levantó de la cama para abrazarla por detrás, mientras que, se apoyaba su barbilla en su hombro. Casi susurrando a su oído enrojecido dijo.

Daniel: Emma en el contrato dice que debemos ser cariñoso.

Emma: (avergonzada y tensa a la vez dijo)- Acaso no es suficiente con que me esté abrazando.

Daniel: (con voz juguetona dijo)- No es suficiente solo con abrazarte, -(serio)- debes saber que la expresión facial y las palabras son indispensable en una relación.

Emma:

Entonces, ¿Cómo debería decirte?

Daniel: (con voz encantadora, dijo)- Debes decirme amor, cariño, bombón o mi cielo… Hay diversas formas de llamar a alguien, cuando estás en una relación. (deslizó sus manos hacia sus hombres y con delicadeza los masajeo diciendo)- relaja los hombros y trata de no tensarte.

Emma: M mm (ruborizada y tartamudeando, dijo)- Ca-Cari-ri… (grita de desesperación)- ¡aahhh!, no puedo, no puedo hacerlo. Es muy complicado.

Daniel: ¡Sigh! (suspiro)… no te esfuerce, solo dilo cuando estés lista. Mejor bajemos a desayunar, te presentaré al personal a cargo de esta casa.

Antes de salir del dormitorio, Daniel entrelazo su mano con la mía, mientras que, recorríamos los pasillos. Me presento ante todo el personal, en comparación con los empleados de mi casa.

Ellos eran amables y amigables, no había signo de menosprecio o que tenga malas intenciones.

Daniel tiene una buena relación con sus empleados, es diferente a cierta persona. El ambiente era tan acogedor y cómodo que pude unirme a la conversación sin ningún inconveniente. Logré expresarme cómodamente por primera vez, sin miedo de ser criticada o que tenga un concepto de mí no adecuado de una “dama”, como papá solía decir.

Al finalizar nuestra comida nos dirigimos a su despacho, para poder conversar sin ser escuchado. Dado que, nadie tiene permitido andar cerca de aquel pasillo, al menos que sea autorizado.

Daniel: Emma, quiero que sepa de antemano. Que desde que firmaste el documento fue anunciado a los medios de comunicación sobre mi prometida.

Emma: (impactada)- ¿Qué? (exaltada)- porque no consultaste conmigo, sabes que ayer se anunció mi rompi-mi-miento y –(temblando)- ahora de la nada-

Daniel: (se acerca hacia ella abrazándola, mientras que, le da pequeñas palmadas en su espalda de consolación)- Tranquila, lo sé. Es por eso que no anuncie, específicamente, quien era mi prometida. Pero tarde temprano lo sabrán, es por eso que te lo comento para que estés preparada.

Emma: (calmada mientras se separaba de él)- Gracias por ser considerado… Pero al anunciar el compromiso conmigo, estás seguro de que no te perjudicaría a ti y a tu empresa.

Daniel: Je, je, je (risa astuta, mientras alza su ceja)- Acaso estás preocupada por mí.

Emma: Por supuesto, porque eres mi amigo me aterra, que mis problemas te traigan desgracias.

Daniel: (su expresión demostraba insatisfacción, al escuchar que le dijo amigo)- Emma, tú solo… ¡Sigh! -(suspiro)- olvídalo. - (tratando de relajar su expresión y serio dijo)- Por cierto, para poder enfrentar a tu familia debes aprender ciertas cosas. Tendrás que pasar el mayor tiempo posible a lado mío, te enseñaré personalmente como dirigir una empresa, empezaremos desde mañana. Hoy voy a estar algo ocupado, así que, haz lo que desees.

Emma: (cortes)- te lo agradezco… por cierto podrías prestarme tu cargador del celular, el mío está descargado. Antes de irme quisiera reunirme con mi amiga para despedirme.

Daniel: Está en mi dormitorio… por cierto, si vas a salir lleva contigo al chofer y 2 guardaespaldas.

Emma: (sorprendida)- ¿Qué? N-no es necesario los guardaespaldas, sé cuidarme sola.

Daniel: (arrogante al tiempo que se cruza de brazos, dijo)- si no vas con los guardaespaldas, tendré que ir yo y atrasar mi agenda. Si voy… - (alza la ceja)- todo el mundo se enterará de que eres mi prometida.

Emma: (enojada)-Tú…  Está bien. Saldré con los 2 guardaespaldas.