Después de una larga y feliz amistad llega un penoso y accidentado matrimonio para terminar en un frío y amargo divorcio
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Recuerdos
^^^(Capítulo dedicado a Isa Acevedo, gracias por tu apoyo Isa ☺️ y gracias a quienes siguen mi trabajo, les agradezco sus ❤️ y comentarios)^^^
El motivo más importante por el que Isabella fue al parque de diversiones era, que deseaba subir una vez más a la rueda de la fortuna, ese lugar tenía recuerdos importantes de su infancia, para ella los más valiosos de su vida, deseaba despedirse de los sentimientos de amor en el mismo lugar donde nacieron.
Otra razón era también hablar con el encargado, darle aviso de su viaje y a dónde reportarse en caso de algúna dificultad que no pudiera resolver solo.
El Administrador era de su completa confianza, durante años no hubo ningún tipo de anomalía, las cuentas impecables, el buen trato con los empleados, los juegos mecánicos sin fallas técnicas. El parque de diversiones, era una máquinaria bien aceitada que seguiría funcionando aún si ella se alejaba, al final cuál que la vida de las personas a su alrededor, todos funcionarían sin ella.
Aún así, su personalidad perfeccionista le dictaba no dejar nada al azar.
La entrevista con el administrador sería corta, solo lo visitaría para informarle que pronto estaría de viaje sin dar demasiados detalles sobre el regreso o su destino.
La nueva persona a quien entregaría reportes del estado del parque y que haría las inspecciones mensuales era el padre de Isabella, la persona a la que más confianza le tenía sobre la faz de la tierra, además de que su honestidad intachable respaldaba su confianza profesional.
La difícil noche anterior, tuvo la oportunidad de conversar sobre el tema, su padre acepto de buena gana porque sabía lo mucho que le gustaba ese parque a Isabella.
Gerónimo Castelli sabía bien que el motivo que tuvo su hija para rescatar del abandono ese parque y regresarlo a la gloria de años atrás era porque Isabella ahí se enamoró por primera vez en su vida, siendo aún una niña.
Ese parque de diversiones era el lugar en donde conoció a Massimiliano por primera vez.
Tal vez en la memoria de Massimiliano ya se borró ese recuerdo, tal vez para él ese recuerdo no vale la pena, pero para Isabella era diferente, siempre estaba en su mente, siempre era un buen recuerdo al cuál aferrarse, después de ese primer encuentro hubo otros, pero sin duda, menos significativos.
Gerónimo sabía quién era Massimiliano, nada más y nada menos que el hijo menor del accionista mayoritario de la empresa en la que Gerónimo también tenía participación como acconista.
El niño a pesar de ser distante y retraído había cuidado y protegido a una Isabella temerosa y asustadiza, eso le agrado y comenzó a propiciar encuentos entre ellos, así fue como se hicieron amigos.
Lo que Gerónimo nunca espero fue que su querida hija se enamora de Massimiliano, hasta el punto de que ella lo sacrificara todo por amor.
Años posteriores a ese encuentro, Gerónimo se arrepintió de llevar a su hija a ese parque, también de llevarla a las reuniones de socios donde se encontrarían con Massimiliano, de cambiarla de escuela a la misma donde iba Massimiliano, él solo quería que su hija tuviera un buen amigo, pero los sentimientos de Isabella fueron creciendo como una bola de nieve.
La bola de nieve hace algún tiempo cayó en un abismo frío y oscuro, donde nada más que el rencor y la tristeza podían crecer.
...*****...
— Más despacio, pareces un cerdito.
— No sabía que tenía tanta hambre, está hamburguesa está deliciosa – dijo Isabella aún con un bocado en la boca.
— No hables, te puedes ahogar.
Isabella realmente estaba disfrutando su comida, Philen nunca la había visto devorar algo de esa forma, sus mejillas llenas de comida como una ardilla, le causaban gracia.
— Uff, estaba muy bueno, antes de irnos felicitaré al encargado de la cocina, sin duda tiene buenos empleados – Dijo Isabella mientras acariciaba su estómago, en clara evidencia de satisfacción.
— No está tan buena, eres tú que eres una glotona.
— Por supuesto que no soy glotona, el cocinero es bueno.
— Lo que digas, pero no subirás a a rueda de la fortuna cuando recién comiste, te hará sentir mal del estómago.
— Tienes razón, entonces hablaré con el administrador y después daremos un paseo, ¿Qué te parece?
— Muy bien, entonces pagaré la cuenta – Dijo Philen mientras sacaba su cartera.
Isabella reaccionó más rápido y sacó su tarjeta de crédito.
— Dije que hoy yo invitaba – ella le sonreía a Philen, era una sonrisa tan sincera y alegre que le derretía el corazón.
Philen le coloco la mano en la mejilla, ella se sobresalto, no estaba acostumbrada al toque de nadie.
Cómo reacción dio un paso atrás.
— Disculpa, tienes catsup en la cara – después de la primera conmoción por el rechazo de Isabella, Philen dibujo una sonrisa y le dijo con calma.
— Oh, lo siento, sobre reaccioné, no es nada personal – Isabella limpio su cara con el dorso de su mano – ¿ya se quitó?
— No, espera, yo te lo quito
— Yo puedo hacerlo
— Solo te estás ensuciando más.
Philen tomo una servilleta y limpio la mejilla de Isabella que de inmediato se sonrojo.
— Gracias – dijo Isabella escondiendo un poco el rostro.
Ella sabía de los sentimientos de Philen, pero el corazón hace lo que quiere, no obedece órdenes de nadie, si tan solo su razón fuera más fuerte que su corazón, su vida sería diferente.
Un amor correspondido sería un sueño difícil de alcanzar para ella y para Philen.
Él era su amigo, su mejor amigo, el que siempre estaba a su lado, antes de casarse con Massimiliano intento deshacerse de su amor por él, pensó en corresponderle a Philen, pero todo fue desastroso, estuvo a punto de perder a su amigo y no logro quitarse a Massimiliano del corazón.
Después de esa etapa de su vida Philen y ella se alejaron, ninguno de los dos sabía cómo volver a unir la amistad rota, hasta la perdida del hijo de Isabella, donde Philen cada día le llevaba flores para alegrarla y sacarla de la terrible depresión en la que se hundió.
Una vez pagada la cuenta ambos fueron a las oficinas, el administrador escuchó con atención las ordenes de Isabella, concluyendo rápidamente la visita oficial.
Philen e Isabella salieron a recorrer el parque, era día de trabajo, había niños por todas partes, algunos acompañados de sus padres otros en grupos, risas y algarabía se escuchaba por todas partes.
Una voz llamó la atención de Philen, de inmediato giró la cara y vio de dónde provenía.
Era Massimiliano, Eloísa y Emiliano, una feliz familia dando un paseo.
— Bella, ya me cance de caminar, deberíamos ir por algo de beber – dijo de la forma más casual que pudo pero el nerviosismo en sus palabras no paso desapercibido por Isabella.
— ¿Qué pasa Phill?
— Nada, nada, todo está bien, solo tengo algo de sed.
— ¿De verdad?, hace un segundo no tenías tanta sed.
Philen intentaba distraer la atención de Isabella para que su mirada no vagara hasta el lugar donde estaba su esposo y la mujer que fue su amante junto con el fruto de ese amor.