Todo mundo habla de un asesino y sus terribles ejecuciones.
Es un asesino despiadado, el cual vive oculto bajo las sombras y ninguna persona conoce su rostro.
Ese asesino despiadado se verá obligado a unir su vida en matrimonio con una hermosa mujer desconocida, la cual cambiará su mundo para siempre; lo llevará por un camino de desesperación, dolor y sufrimiento, pero a su vez esos caminos le enseñarán sobre la verdadera pasión y el amor.
Vivirá al filo de la navaja llevando dos vidas:
Una, cuidando con amor y pasión a su esposa para hacer el marido perfecto ante los ojos de la sociedad.
En la otra, ejecutando a los que asechan a su mujer, ocultando su rostro tras las sombras.
¿Cómo podrá protegerla sin que ella lo descubra? ¿Cómo soportará vivir dos vidas?
Al final de esta increíble historia de acción, muerte y amor, ¿Qué vencerá, el amor o su vida como asesino?
NovelToon tiene autorización de Karina Garcia para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 2
Se fue directo al aeropuerto y empezó a observar a todos los pasajeros y el lugar; cuando miró que ahí estaba la hija de un embajador español, a punto de regresar a su país, junto con unas amigas.
Nain sabía que nadie se atrevía a tocar a las familias de los embajadores; astutamente, mira entrar a las jóvenes al baño y esperó a que salieran.
Cuando las miró salir, provocó un accidente, haciendo que la bebida que ella traía se derramara sobre él.
Aprovechando su belleza y su buen físico, terminó siendo invitado por ellas a volar en su avión, pasando la seguridad del aeropuerto sin que lo checaran.
Llegó a España sin ningún problema, se fue hacia los casilleros del aeropuerto, pagó por un mes y dejó el maletín.
Dio un nombre falso, siempre cuidó que las cámaras del aeropuerto no pudieran grabar su rostro; traía una cachucha y un cubrebocas, que le ayudaron a salir sin ningún problema, a no ser captado por las cámaras, dejar el maletín seguro.
Cuando estuvo fuera, le llamó por un teléfono público al que lo contrató, para que fuera por el maletín, le hizo llegar una llave, por medio de una paquetería.
La entrega se hizo segura, después solo regresó
con el mercenario y el tiempo pasó.
Empezó a tener más trabajos, empezó a matar gente sin piedad, hacerse de una fama de muerte, empezó a ser reconocido como la sombra negra de la muerte.
Nadie lo conocía, en ningún lugar dejó ver su rostro, si su trabajo era matar a alguien, al momento de matarlo dejaba que viera su rostro, esa era su satisfacción.
Hizo trabajos de todo, de manera eficiente; aprendió muy bien del mercenario. Tres años después, a la edad de 18 años, ya había logrado tener una fama, que ni siquiera el mercenario tenía.
Naín estaba en su cumpleaños número 19, cuando por accidente se enteró de la verdad; escuchó una conversación entre el mercenario y su amigo, donde escuchó cómo se había equivocado, cómo habían muerto sus padres, cómo decidió hacerse cargo de él.
Naín no lo soportó, se volvió loco con lo que escuchó y mató tanto al mercenario como al amigo, terminó con toda la gente que sabía de su existencia.
Desde ese día realmente se convirtió en una verdadera sombra negra de muerte, astuto, ágil e inteligente como una serpiente.
Se fue a vivir a París, Francia, donde hizo su encubierta; empezó a vivir como un huérfano, que había salido del orfanato, que se había quemado, que estaba en las afueras de la ciudad, lugar donde no había sobrevivido ningún trabajador.
Era su cuartada perfecta, fácil de sacar documentación falsa, se formó una identidad que nadie podía cuestionar.
Él rentó un pequeño departamento en una de las áreas más pobres de la ciudad, tomó un trabajo de repartidor de comida rápida, con la que aparentaba ser un joven normal, que buscaba sobrevivir, en ese mundo cruel.
Los trabajadores y jefes de su trabajo en el restaurante de comida rápida lo querían mucho, para todos era un joven alegre, dulce, que siempre los hacía sentir bien.
Para todos, él era un joven, que solo buscaba salir adelante, que estaba ahorrando para comprar su casa, guardar dinero para su futuro.
Naín siempre llegaba a las 6 a. m., trabajaba hasta las 3 pm y de ahí se iba a su casa. En ocasiones salía con sus compañeros de trabajo, iba a tomar con ellos y siempre fingía que se emborrachaba, para salir lo más pronto del lugar.
Pero tenía su otro trabajo como la sombra negra de la muerte, había ocasiones donde fingía estar enfermo para hacer sus trabajos, donde viajaba a muchas partes del mundo y terminaba haciendo lo que más le gustaba, ser un mercenario, que se vendía al mejor postor.
Naín se hizo de una enorme riqueza, que tenía en bancos donde no se ocupaba mucho y eran seguros, aunque también tenía dinero en bodegas, lugares, que él solo sabía, entre las que tenía, arte, joyas preciosas, información comprometedora de personalidades muy importantes en todo el mundo.
Él tenía un gran tesoro escondido, que nadie sabía; su vida la supo llevar bien hasta sus 23 años, que fue entonces cuando el destino decidió cambiar su vida.
Naín cumplía 23 años, sus compañeros de trabajo se ponían de acuerdo con él para salir a festejar; eran las 12:30 del día, cuando tuvo que salir a entregar un pedido y algo que agradeció, porque no encontraba la manera de negarse para no salir esa noche con sus compañeros.
Salió en la moto y por primera vez iba distraído; tenía que hacer esa noche un trabajo, justo a las 9 p.m., que era el momento adecuado para entrar al museo y robar una piedra preciosa llamada el corazón del hijo del faraón, que había llegado de Egipto.
Naín iba sumergido en sus pensamientos que no se fijaba en el camino, más de una vez estuvo a punto de chocar con los carros; pero ni eso lo hizo dejar de pensar en cómo salir de sus compañeros de trabajo.
Iba con algo de velocidad en la moto y nunca se fijó que el semáforo cambiaba de verde a amarillo y luego a rojo; justo en ese momento, una mujer con un hermoso vestido de novia cruzaba la calle corriendo.
Naín, cuando se dio cuenta, fue muy tarde, no pudo frenar la moto a tiempo y terminó arrollándola, dándole un fuerte golpe.
La moto se salió de control y terminó en el suelo, se levantó aturdido, la gente empezaba a rodearlos, cuando se dio cuenta que no lo miraban a él, sino a la hermosa joven que estaba a su lado, con su rostro ensangrentado.
Maldijo para sí mismo, se apresura a llegar a ella, tomó su pulso y mira que estaba viva; pensó en esperar la ambulancia, cuando escucha la voz de la joven que le dice antes de levantarse.
• Por favor, sácame de aquí, no dejes que me encuentre.
Naín sintió culpa y la tomó en sus brazos, levantó la moto, los dos subieron, se fue directo a un hospital; al llegar pidió un médico y rápido la atendieron después de unos minutos, el médico le dijo que estaba bien, solo eran golpes.
Por un momento pensó en darse media vuelta y dejarla; pero recordó sus palabras, eso lo hizo sentir algo de lástima.
Suspira profundamente y se acerca a la camilla donde estaba, mira como un practicante de medicina curaba su rostro.
Le ponía una gasa que le cubría media cara; mira cómo otro practicante de medicina curaba su pierna, esa parte fue incómoda.
Ver su vestido levantado, dejando ver su hermosa pierna, era algo tentador y excitante. Naín trata de ver a otro lado, cuando escucha a la joven que le dice.
• Tú eres el culpable de que esté toda deforme, ya pensaste cómo me vas a recompensar.
Naín se quedó sorprendido con lo que le decía e inseguro, nervioso, le dice.
• Señorita, yo le pido una disculpa, me siento culpable por lo que le pasó. Si está pidiendo una cirugía plástica, yo haré todo para pagarla.
La joven estaba llorando, lo miraba directamente a los ojos, parecía que su mundo entero se le venía encima, entre su llanto exclamo.
• Yo no puedo operarme, soy alérgica a la anestesia, eso no soluciona mi problema, mi sufrimiento; ahora no podré casarme, conocer a un chico guapo, todos los hombres me verán como un monstruo y todo por tu culpa.
Naín se sorprende con lo que escuchaba, la miraba
como si estuviera sufriendo, cómo salían sus lágrimas que parecían no tener fin; eso era algo que no podía soportar. Inseguro, tenso, le responde.
• Señorita, yo… ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo puedo ayudarte? Solo dime, ¿qué quieres que haga? Haré lo que tú me pidas.
La joven hace un silencio, lo seguía mirando con dolor y para hacer ese momento más dramático, deja pasar unos segundos, para decirle.
• ¿Prometes hacer lo que te pida?
Naín sintió inseguridad, algo en su tono de voz era inquietante, pero esa tristeza en su mirada lo hacía dudar de que fuera una trampa, de manera titubeante, exclamó.
• Te doy mi palabra, yo…
Yo haré lo que me pidas.
La joven sonríe con malicia, deja de llorar, como si todo hubiera sido una actuación, con una imposición, dice.
• Te vas a casar conmigo y no puedes negarte, diste tu palabra, cumple si eres hombre.
Naín se le quedó mirando sin saber qué responder a lo que le pedía; por primera vez en su vida estaba congelado y en ese momento mira que empieza a llorar nuevamente haciendo escándalo, siendo muy ruidosa, llamando la atención de todos los trabajadores y pacientes que estaban en el lugar.
...****************...
...----------------...
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Muchas gracias por el apoyo.
Si el capítulo les ha gustado dejen el megusta y su comentario.
ella no es de fiar y este pendejo esta cayendo en una trampa
me parece demasiado exagerado todo...no me termina se convencer que él sea un tipo tan habilidoso, precavido y corredor de 7 plazas se deje manipular y engañar así tan fácil...se ve hasta ridiculo
y la loca no tiene familia? ni casa?
él tiene qué averiguar eso
el no tiene que responder sabilizarse por la desdicha y desplantes que le hicieron a la loca