LA MESERA DEL BAR.

Hoy como todos los días, paso a ver cómo sigue la madre Ángela, estoy un rato con ella y aunque ella me dice que está mejor, yo la veo mal.

suspirando digo ojalá y si este mejor, me llena de miedo el solo pensar que la pueda perder como un día perdí a mi madre, ella es lo único que tengo en la vida y no quiero perderla.

Al salir me detiene otra de las madres, que están en el orfanato, me pide hablar a solas con migo, me pide que la siga asta la dirección allí podremos hablar tranquilamente.

Por su semblante creo que no es nada bueno, y así es, ella me dice que la madre Ángela fue diagnosticada con cáncer y que el seguro no cubre los gastos médicos, la medicina es muy cara y que no saben que va a pasar que por comprarle el medicamento y pagar algunos tratamientos ya se deben varias facturas del orfanato.

Escucharla fue como una puñalada en mi pecho, - ¡No, otra vez no!, me niego a perderla a ella también.

Yo le hice saber que no se preocupara que yo juntaría el dinero necesario para su tratamiento y por el momento le dejé un poco de dinero que estaba destinado para pagar la colegiatura, pero eso no importa, ahora lo más importante es la salud de la madre.

Me despido de ella diciéndole que pronto le traería más dinero. Salgo de allí un tanto ida en mi mente solo pienso en reunir el dinero para que le den el tratamiento adecuado y la madre se pueda salvar.

Llegó al bar y le cuento a Diego todo lo que pasa y le pido un préstamo, él accedió y me prestó una gran cantidad de dinero un tanto por parte del bar y otro tanto de su cuenta personal.

Y también me dice que sigue en disponible el lugar de bailarina en el bar, pero yo no acepto.

Trata de persuadirme para que acepte y me dice que ganaría más y que los clientes dan muy buenas propinas si les bailo un poco más de cerca, pero yo me niego.

Terminé mi turno y salí, ya de madrugada como siempre me espera un taxi que está contratado por parte del bar para que me lleve a casa.

Me despido y entró a mi apartamento, ya casi debo pagar la renta y me preocupa la salud de la madre y el futuro del orfanato, ya que es el hogar de muchos niños como yo que estamos huérfanos.

Después de mucho pensarlo decido aceptar el puesto de bailarina en el bar, aunque no sé si realmente lo pueda hacer, Diego dice que es muy fácil pero yo no me siento tan segura, - en fin lo intentaré a ver cómo me va.

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En un lujo edificio de la ciudad un hombre mayor discutía con su hijo, Ariel Smith CEO de las empresa Smith.

- Hijo te di de plazo dos años, dos largos años para que encontraras a alguien y te cascaras, y me dieras un nieto. Ya sabes que es la condición que te pido para que tú seas el dueño absoluto de las empresas Smith.

Y Como hasta ahora no he visto respuesta, te he comprometido en matrimonio con la hija de Andrés Duarte, un mediano empresario, me debe mucho dinero y que mejor forma de cobrarle que con su hija.

Ellos hace muchos años se fueron del país pero están a días de regresar.

- ¡No!...., es inconsebible lo que acabo de escuchar, mírate realmente te has vuelto loco, yo nunca me casare con una desconocida.

Aparte no creo que a mi edad tengas que arreglarme el matrimonio, yo tengo 25 años aún tengo mucho por vivir.

Y si no me he casado es, por que todas las mujeres que conozco son interesadas y superficiales solo les interesa el dinero y las apariencias.

Y supongo que esa será igual, al aceptar casarse para pagar una deuda. ¡Que se puede esperar de ella!.

Olvídalo padre, no me casare con ella yo tengo mi propia empresas y si sigo al frente de las empresas Smith es por ti, pero si así lo deseas puedes hacer con ellas lo que mejor te plazca.

- Ya he dado mi palabra y la vas a cumplir, Alejandro Smith, siempre cumple su palabra.

Es mi última palabra. Nos vemos en tres meses.

Sale el señor Smith y Ariel se queda hecho, una fiera.

- David prende el auto, en este momento nos vamos. - le ordena Ariel.

- A donde me dirijo, pregunto David.

- Al primer bar que encuentres necesito un tragó.

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Estoy tranquilamente en mi oficina cuando recibí una visita y es nada más y nada menos que mi padre, me levanto y lo saludo cordialmente, lo invito a sentarse.

Empezamos a platicar y todo iba bien hasta que me dijo que ya me había comprometido en matrimonio con la hija de un fulano que le debía dinero, yo me niego a casarme pero conociéndolo va a hacer asta lo imposible por que cumpla con su mandato.

Hace ya dos años que me dio un ultimátum, para casarme, supongo que ya se siente viejo y es por eso que quiere que me casé y que le dé nietos.

Aunque lo intente no encontré a ninguna mujer adecuada para ser mi esposa, todas salían corriendo al enterarse que al casarnos yo renunciaría a las empresas Smith para forjar mi propio porvenir al lado de mi esposa.

La cara de terror que ponían algunas aún me causa gracia. Y otras tantas no volvían solo por qué las dejaba que ellas pagarán la cuenta.

No a habido ninguna mujer que me interese, es por eso que aún sigo soltero.

Enterarme de que en tres meses me caso, realmente me saca de quicio.

Estoy furioso y le ordenó a David que encienda el auto y que me lleve al primer bar que se encuentre, necesito tomar un trago.

Entramos al bar y pedimos una mesa y una botella de whisky, Estoy perdido en mis pensamientos cuando llegó la mesera con la botella y dos copas.

Las pone sobre la mesa y al dejarlas cruzamos miradas. Con la tenue luz que hay en el lugar apenas pude distinguir esos lindos ojos negros.

Pero fue suficiente para que un extraño cosquilleo recorriera todo mi cuerpo, algo había en ella que me impacto.

Después de dejar la botella sin más se dio la vuelta para marcharse, pero justo cuando iba a caminar tropezó con mi pie, y de no ser por mi que rápidamente la detuve hubiera caído de bruces en el piso.

Al detenerla por instinto la jale hacia mí y termino sentada en mi regazo, ese exquisito aroma y sentirla tan cerca hizo que todo mi cuerpo reaccionara, y la pantera que llevaba dentro estaba a punto de salir para devorarla.

Ella un poco asustada, se levantó me agradeció y salió apresurada. Yo esperaba ver otra vez esos lindos ojos negros pero no volteo.

Lo sierto es que con el solo contacto que tuvimos, algo cambió dentro de mí.

Yo siempre he alardeando de saberme controlar, pero él solo recordar esa escena de tenerla en mi regazo, hace que todo se ponga al mil.

Bebo mi copa y unas cuantas más y por un momento me olvidé de mi padre y su estupido compromiso. Aunque pedí algunos tragos más la mesera no volvió suspiro mientras tomo el último trago de la copa.

Ya estaba un poco ebrio, me levanto y David me sigue para marcharnos, en el auto Sierro los ojos y aparece la mesera siento como una corriente recorre mi cuerpo al recordarla.

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llegó ala bar decidida a empezará trabajar como bailarina, pero Diego le indica que trabaje un día más de mesera mientras él se encarga de tener lista la ropa o mejor dicho la poca ropa que usaré para bailar al día siguiente ya que debe ser hecha mi medida para que luzca mejor.

Así que por hoy sigo de mesera, me indican llevar una botella, llego y la cómodo sobre la mesa al igual que las dos copas que pudieron.

Al dejarla cruzamos miradas con uno de los ocupantes, y pienso para mí - ¡que vellos ojos azules tiene!. No me percato de nadamas que solo de sus ojos azules.

Y me retiro pero al intentar caminar tropiezo con su pie y estuve a punto de caer, pero afortunadamente ese hombre me sostuvo al detenerme termine sentada en su regazo .

No sé si por el susto de que me iba a caer o por estar cerca de él y respirar esa exquisita fragancia. Pero mi corazón comenzó a latir fuertemente y yo asustada y nerviosa me disculpo y salgo rápidamente de allí.

No sé que e pasa pero no puedo sacar de mi mente su fragancia.

Después de eso trate de no volver a su mesa, y no lo volví a ver.

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Me costó un poco dormir recordando esos lindos ojos negros y recordandola en mi regazo, lo que me molesta es no haber podido detallar más su rostro me imagino que está hermosa pero por ese estupido antifaz que usa me fue imposible, casi le cobre todo el rostro.

Supo que es parte del bar ya que todos los que trabajan allí llevan puesto uno.

Al día siguiente, cómo todos los días llego la oficina y entre el trabajo y pendientes . Vuelve a mi mente la tonta idea de mi padre de casarme, con una completa desconocida.

Y digo para mí, tal vez no pueda evitarlo pero juro que se arrepentirá de haberse convertido en mi esposa va querer salir corriendo cada minuto que este conmigo.

Yo siempre he sido codiciado por las mujeres por mi estatus social. Pero hasta el día de hoy ninguna ha meresido ser la señora Smith.

Aunque siempre he creído que el mejor atributo por el que me buscan es mi dinero también puedo decir que no estoy tan mal parecido. Mido uno ochenta mi tez es de clara ojos azules, pelo un poco largo de color negro, uso la barba cerrada aunque muy bien cuidada, hago mucho ejercicio tengo un cuerpo atlético y bien formado. Siempre visto de negro, negro como una pantera y ese es mi apodo por cómo me conocen muchos.

Soy un hombre un tanto frío y calculador un pantera en los negocios, así es como gane ese apodo. Si alguien se mete en mi camino lo atacó asta dejarlo destrozado.