Capítulo 1

Soy Soledad Báez, mi madre se casó con él que hasta hace poco creía era mi padre, pero estaba muy equivocada, tengo una hermana ella se llama Camila, yo sufría mucho desde pequeña por qué mi padre siempre la prefirió a ella y por más que trataba de ganarme su cariño, nunca lo logré no entendía por qué era así.

Y solo frente de mi madre me trataba un poco mejor, pero a solas siempre me hacía sentir menos que yo no valía nada, y por todo lo que le pasaba a Camila a mi me culpaban.

La única que siempre me quiso fue mi madre y digo me quiso por qué hace años que murió, ella enfermó de gravedad, y murió cuando yo tenía 7 años mi hermana tenía 5 solo le ganó con dos años y ese día, cuando mi madre agonizaba me enteré de muchas cosas.

Ella minutos antes de morir me confeso que mi padre no era Andrés Duarte .

Me confeso que ella ya estaba embarazada de mi, y a punto de dará a luz cuando se casó con Andrés, el mejor amigo de mi padre.

Ella estaba a unos días de su boda con mi verdadero padre, cuando el tubo un accidente automovilístico, el auto se había quedado sin frenos y él se impactó en una pared y murió al instante, ese fue el reporte de los peritos.

Y desafortunadamente mi padre no me pudo conocer.

Meses después de su muerte David que siempre había estado enamorado de mi madre la convenció de que se casará con él para darme un hogar y un padre.

Y mi madre al sentirse desprotegida y sola ya que no tenía familia, termino por aceptar y legalmente soy la hija de David Duarte, solo que ahora no menciono su apellido prefiero usar el de mi madre no me interesa tener nada de él.

Ya que días después de que mi madre muriera, él me abandono me dejó desprotegida sola y en la calle. Me dijo que yo no era su hija y que nunca lo sería que me odiaba solo por ser hija del hombre que le había ganado el amor de mi madre

Y que el verme le recordaba a él, me dijo que mi madre había muerto de tristeza que por qué a pesar de estar con él ella nunca lo había podido olvidar, que si me había aceptado como su hija era solo para tener a mí madre.

Y que como ahora mi madre ya no estaba más, ya no quería saber nada de mí, el se fue de la ciudad con Camila mi hermana y a mí me dejaron a la deriva.

No tenía más que la ropa que llevaba puesta, anduve vagando por las calles por algun tiempo no recuerdo exactamente cuánto, pero al parecer fue alrededor de tres meses.

Hasta que un día él hambre y el frío me vencieron y no supe más de mí, solo recuerdo que desperté en la cama de un hospital.

Después de eso una monja me llevo con ella y mi nuevo hogar sería un orfanato el hospital se había encargado de contactar a la madre Ángela encargada del orfanato y ella me recibió, desde ese día no volví a pasar hambre o frío , la vida en el orfanato aunque con carencias era agradable.

Y la madre Ángela fue como una madre para mí. Yo me gané su cariño, es como si fuera mi segunda madre, aunque no somos familia ella me quiere mucho y yo también a ella.

Aparte del cariño que le tengo estoy eternamente agradecida de que me halla, recibido en el orfanato por qué de no ser por ella que me dio asilo no sé que hubiera sido de mi, supongo que ahora no estaría en este mundo.

En el orfanato me dieron estudios, solo que uno días después de cumplir 18 años, la madre Ángela triste me dio la peor de las noticias, yo sabía que mi estadía allí no sería eterna.

Pero no estaba preparada para tener que salir, y un día, con el corazón roto me dijo que ya sus superiores no le permitían que estuviera más allí que ya era mayor de edad y que tenía que hacerme cargo por mi misma.

En el orfanato solo se permitía estar hasta los 18 años, y aunque la madre trato de retrasar mi salida, no le fue posible seguir posponiendo el día de mi salida.

Por parte del orfanato resibi una pequeña cantidad de dinero para subsistir unos días mientras encontraba trabajo. La madre Ángela estaba muy triste de no poder hacer más por mí, y decidió darme los pocos ahorros que tenía para que yo pudiera rentar un pequeño cuarto donde poder vivir por algún tiempo.

Yo los tome por que realmente no savia que hacer y por lo menos quería tener un lugar seguro donde dormir en lo que encontraba un trabajo, le prometí que se los devolvería en cuanto me fuera posible.

Antes de salir de allí, ya tenía un pequeño apartamento con lo básico, y no tenía opción así que me mude.

Durante días busque trabajo, pero solo me daban por algunos días, aún así yo aprovechaba así fueran una horas yo lo necesitaba. Le había prometido a la madre Ángela que seguiría estudiando asta terminar mis estudios pero, cada día lo veo más lejos de hacerce realidad.

Por mí falta de experiencia y el no tener una carrera terminada me es muy difícil encontrar un buen trabajo.

Me queda poco dinero para el mes y hoy me dijeron que la chica que trabajaba en la cafetería, vuelve mañana de su incapacidad por maternidad, eso quiere decir que es mi último día de trabajo aquí.

- Voy caminando rumbo a mi apartamento y veo que en un bar se solicita mesera el sueldo que ofrecen es bueno, más propinas de los clientes y después de pensarlo por un largo rato decido entrar.

- Hola, vengo por lo del trabajo de mesera, digo tímidamente.

- Si, permítame llamaré al gerente del bar.

Y en un momento ya estaba frente a mí un hombre moreno alto cuerpo atlético.

- Hola señorita tú eres la interesada en el puesto de mesera. Pregunta sin más y muy seguro de sí mismo.

- Si, mi nombre es Soledad Báez, digo dándole la mano.

El amablemente responde mi saludo y me señala la silla para que tome asiento, Yo muriéndome de nervios tomo asiento, sin saber que decir.

Pero él empieza a hablar me dice que se llama Diego que es el gerente y encargado del bar, que nada en el bar pasa sin que él lo autorice.

Me explica que por políticas del bar y para resguardar la identidad de las chicas que allí trabajan todos debemos usar antifaz y si lo desean también peluca, también deben cambiar su nombre.

- Muchas chicas llegan aquí por que necesitan dinero para sus estudios es por eso que guardamos su identidad, para que en el momento que ellas se gradúan y si desean trabajar fuera, no sean reconocidas y por ese motivo señaladas.

El puesto de mesera está disponible. Y si así lo deseas puedes empezar desde ahora.

Eres muy bonita si más delante lo deseas puedes trabajar también como acompañante de caballeros ese trabajo deja muy buen dinero.

Y al escucharlo se me eriza la piel, no me imagino tener nada que ver con hombres que no conozco. Él nota mi incomodidad y me reitera que será solo si yo lo decido así.

Que no tengo por qué preocuparme que nunca seré obligada a hacer algo que yo no quiera.

Al escuchar sus palabras me quedo más tranquila y acepto el trabajo.

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Tres mese, tengo trabajando como mesera, no voy a decir que el ambiente es de lo más lindo pero dentro de todo está bien, las chicas que aquí trabajan son amables y efectivamente casi todas están aquí por necesidad, algunas siguen estudiando.

Y yo ahora que estoy un poco más desahogada de gastos también e iniciado mis estudios de contaduría, soy muy buena con los número es por eso que decidí estudiar esa carrera, En el bar trabajo por la noche y por el día estudio son solo dos días ala semana lo que asisto a clases los demás días son clases en línea, y es perfecto para mí.

Me he hecho muy buena amiga de Diego el gerente , él es muy amable y siempre está pendiente de nuestra seguridad, por qué nunca falta el cliente que se quiere pasar de listo.

A diario paso aunque sea de carrera avistar a la madre Ángela y cuando tengo tiempo juego un rato con los niños del orfanato.

Pero estoy preocupada la madre Ángela está muy desmejorada, dijo que ha estado un poco enferma que ya a ido al médico que será cuestión de días para sentirse mejor.

Ella no sabe en qué trabajo yo le digo que trabajo en uns oficinas en las que me pagan muy bien, no quisiera que por ningún motivo se entere de donde trabajo, yo sé que no le gustaría nada y se desepcionaria de mí.

Por eso trato de ser muy cuidadosa y que nadie me reconozca. En el bar mi nombre es Rubí y uso peluca de color rojizo.

Yo soy de piel blanca de pelo castaño claro y ojos grandes y negros, labios bien formados y gruesos nariz respingada se podría decir que soy muy bonita, mido uno sesenta centímetros no soy muy alta pero tengo lo mío en eso me paresi a mi madre pues ella también tenía un cuerpazo y aún después de sus dos embarazos su cuerpo seguía igual de lindo y torneado.

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