Fiorella estaba feliz por casarse con el hombre de su vida, su amado Camilo. Pero no todo era como ella pensaba. La noche misma de su boda ella comprendió el gran error que había cometido. Aún así piensa que su amor puede hacer que todo cambie y se dispone a ser todo para complacerlo.
Decidida a ganarse el amor y la confianza de ese cruel hombre ha soportado todos sus desplantes y desprecios. Pero todo resulta inútil, ya que otra mujer ocupa el mayor lugar en el corazón del hombre, y es la merecedora de todo su amor, comprensión y cuidados. Ella solo será por siempre el ser despreciable que se metió en medio para separarlos y que constantemente lastima e intimida a su dulce primer amor. Él nunca la verá de otra manera y ya es tiempo de que lo entienda y se de por vencida, antes de que sea demasiado tarde para ella.
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Llamar a papá
El hombre del otro lado de la línea estaba conmocionado por la llamada que acababa de recibir. No podía creer que por fin se había dignado a hablarle. Pero la conocía bien, sabía que algo muy malo debió pasar para haberse decidido a buscarlo. Su mirada se heló en cuanto vio la ubicación donde ella se encontraba ¿Qué hacía ella en el hospital? ¿Quién estaba enfermo? ¿Acaso ella? Un frio lo recorrió por completo, si algo llegaba a pasarle todo el mundo sabría quién es él. Caro pagaría el que se hubiera atrevido a lastimar a su preciado colibrí.
Salió de forma apresurada del hotel en el que se encontraba. Estaba en una reunión de negocios, cerrando uno de los tratos más importantes hasta el momento con una empresa extranjera, todos los papeles habían sido firmados y ellos se disponían a ir al bar a beber algo, cuando ella lo llamó.
Vamos al hospital municipal cuatro, es urgente informó a Cristian su chofer y asistente personal. También era el hombre que lo acompañaba a todos lados. En un vehículo detrás de ellos iba Walter, su jefe de seguridad, nunca salía sin custodia aunque él también era un hombre muy bien entrenado.
Cuando llegaron al hospital preguntó por ella, y lo guiaron hasta una de las habitaciones. Nunca esperó ver lo que se encontraría al entrar. Su colibrí por fin se había dormido, su rostro estaba todo magullado, su brazo inmovilizado desde el hombro y la pierna enyesada. Ella había llorado, lo notaba en su pequeña naricita enrojecida, y sus pestañas hermosas todas húmedas. Con delicadeza comenzó a acariciar su carita con los nudillos de sus grandes dedos. Había en él un sentimiento difícil de explicar, difícil de describir. Su corazón se contrajo al verla de ese modo. Poco a poco sus ojitos se fueron abriendo y se enfocaron en el dueño de las manos que la acariciaban. Una genuina sonrisa se esbozó en su boca. Por fin podía respirar tranquila y sentirse segura. Emet, su Emet la había ido a rescatar.
¿Qué paso colibrí? ¿Por qué estas así? ¿Por qué estas aquí? la angustia era palpable en el imponente hombre.
Lo siento, he sido tan obstinada, creí que podría entrar en su corazón, pero es inútil, solo ella tiene lugar allí y yo casi muero para descubrirlo ya no aguantó más, dejó que todo el dolor y la angustia contenida afloraran al fin. Como pudo él la abrazó, buscando no hacerle ningún daño. Con una mano la acariciaba, mientras que con la otra tomaba su teléfono para realizar una llamada.
Necesito un helicóptero sanitario para dentro de cinco minutos, tengo que trasladar a mi hermanita a la clínica occidental del otro lado de la línea le dieron una respuesta satisfactoria, por lo que él se limitó a acomodarla nuevamente en la cama para ir en busca de su doctor, o de alguno que lo pueda ayudar.
_ Buenas noches, necesito trasladar a mi hermana hacia la clínica occidental, ¿me podría indicar qué trámites debo realizar? - dijo con una voz demandante. La mujer se quedó helada frente al hombre que tenía adelante. No podía creer lo apuesto que era, destacaba en todos los ámbitos sin duda.
Por supuesto señor, aquí le entrego los formularios y ahora mismo llamo al doctor que se encuentra de guardia para que firme su traslado dijo la mujer mientras se desprendía un botón de la camisa, intentado que sus pechos quedaran al descubierto. Era obvio que el hombre era rico y no iba a perder oportunidad de intentar conquistarlo. No tenía nada que perder.
Cuando el helicóptero llegó ya todo el trámite estaba terminado. Karla, su mejor amiga y doctora venía en él, no iba a dejar a la hermanita de Emet sola, después de todo ella era la única que sabía todo lo que esa chica significaba para su amigo, no iba a permitir que nadie más se ocupara de su salud.
En cuanto la vio quedó congelada. Su apariencia era terrible. La habían sedado para que el traslado no le causara tanto dolor. Tomó la carpeta con la historia clínica en sus manos y comenzó a horrorizarse con lo que leyó. Todo era peor de lo que pensaba.
Emet, amigo, esto es muy grabe, ella de verdad no está bien la mirada del hombre se ensombreció aún más de lo que ya estaba. No podía ni imaginar cuánto es lo que su pequeño colibrí ha sufrido a manos de ese tipo. Él debió de oponerse, debió de hacer algo, ahora es tarde para lamentos, pero se la pagarán él y su amante sabrán lo que es el infierno real.
Llegaron a la clínica y le dieron la mejor habitación. Tenía una cama de dos plazas, para que el paciente durmiera cómodamente, también contaba con un gran baño, sofá para las visitas, un televisor de última generación, equipo de sonido para que escuche su música preferida y servicio a la habitación para quién se encuentre con el enfermo. Todo como si fuera un hotel cinco estrellas brindando la mejor atención que el dinero podía comprar.
Todo lo que Karla le había dicho lo dejó helado, nunca creyó que las cosas para ella estuvieran tan mal. Respiró profundo y se acostó a su lado, cuidando de no hacerle ningún daño. Le gustaría que las cosas fueran de otra manera, pero él haría lo que fuera por hacer feliz a su precioso colibrí.
Ella tenía terribles pesadillas, en ellas lloraba implorando ser escuchada, ser comprendida, incluso pidiendo perdón. Se movía de un lado a otro, causando que el hombre a su lado se sobresaltara con temor a que se hiciera daño.
Tranquila mi princesa, todo está bien, ya estoy a tu lado, nada ocurrirá usó el tono de voz más delicado y profundo que poseía, uno que solo era conocido por una persona, su persona especial. Ella se calmó, sentirlo cerca y escucharlo hablar de esa manera fue suficiente para lograr que su cuerpo volviera a relajarse y ella pudiera dormir tranquila nuevamente.
Un nuevo día había llegado, Fiorella abrió sus ojos, y lo primero que vio fue al hermoso hombre que dormía a su lado. Era como una visión celestial. Ella se sintió extrañamente feliz, su pesadilla había terminado. Por fin tuvo el valor de decir basta. No entiende aún la razón por la que se enfrascó en intentar que Camilo la amara, que ese matrimonio funcionara cuando era obvio que eso nunca iba a ocurrir. Había cometido un error tras otro, si tan solo él la hubiera aceptado... es mejor dejar el pasado ahí donde pertenece. Es hora de mirar hacia adelante. Simplemente el amor no esta hecho para ella. Por gratitud se casó con un hombre de manera obligada, aunque ella lo amaba, porque lo amaba ¿no?, bueno igual su amor no era ni nunca sería suficiente, para nadie.
Buenos días mi hermoso colibrí ¿Amaneciste mejor? Emet acababa de despertar, y se sintió complacido al poder verla ahí, saber que había podido rescatarla de lo que sea que haya pasado. Ya lo averiguaría. Era cuestión de tiempo.
Si, gracias por todo mi lobito, no se que hubiera hecho si no ibas por mi, estoy segura de que ellos no me hubieran dejado ir su cara se lleno de miedo al considerar que él se la hubiera llevado así herida como estaba. Lo creía capa de todo con tal de proteger a esa mujer.
Debo llamar a papá, y sabes que cuando llegue deberás decir la verdad ¿Entendido? solo pudo hacer un asentimiento de cabeza, ha llegado la hora de soltar la sopa y que todos sepan el por qué de sus estúpidos actos. Bueno, en realidad no puede contar todo, hay algo, que solo debe guardar para ella. Si su padre se entera no sabe que podría pasar.
Mientras Emet llamaba al patriarca Meyer, en otro lugar un enfurecido Camilo está rompiendo todo a su paso. No puede creer que esa insípida mujer haya podido escapar de su dominio. No sabe quién se la llevó, la información se encuentra bloqueada, simplemente desapareció. Se confió y ahora ella no está. Ahora sabe que debió dejar a alguien vigilando, pero nunca consideró que ella pudiera tener a alguien a quien le importara. Siempre estuvo sola, incluso se caso con él por su dinero, utilizó la bondad de su abuela para que lo obligara a casarse o le quitaría todo. Estaba enfurecido, si su abuela se entera de lo que le pasó es hombre muerto, lo más probable es que tenga que renunciar a su puesto en la empresa y lo peor dejar de ser el líder de la familia Lanster. Todo por esa estúpida mujer.
Debe de haber pedido ayuda a la abuela, aunque lo más probable es que si estuviera con ella ya lo sabría porque la abuela habría aparecido para sacar a Crista de esa Villa y de ser posible también de su vida.
Sigue sin comprender por qué a la abuela le cae mal, si tan solo se diera la oportunidad de conocerla como él la conoce vería que es un ser dulce, considerado y desinteresado. La mujer más buena y amable que ha conocido. Nada que ver con esa víbora con la que lo obligó a contraer matrimonio. Pero se prometió a si mismo que haría de la vida ella un infierno y eso hizo, incluso quizá esté ahí en este momento.
Ese pensamiento le causa un poco de temor, si ella en verdad muere por la caída todo va a ser su culpa. La odia con todas sus fuerzas, incluso quiere verla muerta, pero no ser él quien la mate. No él no es un asesino, sino ya lo hubiera hecho. Ahora solo resta esperar a ver si aparece su cuerpo por algún sitio, o si la abuela lo llama para reprenderlo.
Crista por su lado también está nerviosa, si la vieja bruja se la llevó lo más probable es que ella esté bien y que pronto se recupere. Tendrá que utilizar sus encantos para afianzar la idea de que Fiorella quiere matar a su hijo, quizá hasta perderlo, para que finalmente Camilo termine por matarla y se case con ella. Después de todo el divorcio no ha sido opción, ya que al parecer ella no ha querido firmarlo. Lo que no sabe Crista es que su amado nunca le pidió el divorcio, aunque ni él mismo sabe la razón lo cierto es que se negaba a alejarse de ella. La razón de su molestia ahora tiene que ver con el supuesto atentado contra su hijo.
A la clínica occidental ha entrado un hombre que se ve aterrador. Camina rodeado de su personal de seguridad, con la frente en alto y el ceño fruncido. Sus cabellos son de color rojo, y sus ojos miel. Es un hombre maduro, y extremadamente apuesto. Las enfermeras y doctoras lo miran con la boca abierta, no todos los días se ve a un hombre tan apuesto y ahora en ese hospital se encuentran los hombres más distinguidos que han visto, aunque con un estilo completamente diferente. Lo único que ambos tienen en común es su impresionante atractivo y su aura fuerte y dominante. Al llegar a la habitación destinada entra sin tocar a la puerta. Dentro se encuentra, su hija, la mirada terrorífica del hombre se transformó en una llena de dolor. Jamás pensó ver así a su pequeña princesa, no solo es lo lesionada que está por fuera, sino también lo derrotado y abatido que se ve su espíritu.
Hola mi princesa ¿Qué te han hecho? decía mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. En un rincón una doctora lo mira con ojitos obnubilados. Karla es una eterna enamorada del padre de su amigo, y en este momento se muere por poder abrazarlo y darle el apoyo y consuelo que necesita. Pero sabe que será terriblemente rechazada y por eso se contiene.
Hola papá, he sido una necia durante estos años, pero ya no más, ya es hora de dar un paso al costado hablo tranquila, ya ha tenido suficiente y debe enfrentar su destino. Sabe que es hora de decir toda su verdad, toda la verdad de la que sea capaz de hablar.
Bueno, entonces, ya que estamos todos, creo que es hora de que comiences a hablar Karla, que estaba por salir de la habitación sintió una sensación extraña en su ser cuando él dijo que estaban todos, ¿acaso la incluía a ella? tenía una actitud dubitativa, no sabía que hacer, pero con tan solo una mirada su amigo le indicó que tomara asiento junto a su padre. Ella no entendía nada pero así lo hizo. Emet, por el contrario, se quedó sentado en la cama junto a su colibrí, tomando su mano para poder darle la fuerza que ella necesitaba para comenzar a contar su verdad.
que arda Troya 🤭🤭🤭🤭
pero es entendible tu reaccionar , tu autoestima es baja gracias a un menso
me enganche desde el primer capítulo