TODO POR MI PEQUEÑA ESTRELLA

Llegamos a una casa antigua de dos pisos, el taxista se baja y se presenta como, Raul Nuñes tiene 25 años y solo está aquí temporalmente, se irá en un par de meses ya que estudio derecho y ya consiguió un trabajo en Florida.

Al entrar a la casa me siento en una pequeña sala mientras el va a buscar a la casera, luego de unos minutos vuelve con una mujer de unos 50 años de edad con una apariencia muy amable .

—Buena niña, ella es la señora Maria, la mejor casera que puedas tener en este mundo —Me presenta Raul a la señora

—No le hagas caso es un adulador —la señora Maria, restando importancia

—Encantada señora mi nombre es, Rosa Domínguez —dudo un poco hanna, pero prefirió mentir

—Bueno mi niña, ¿porque no me dices? ¿por que una niña como tu esta aquí sola? y quiero la verdad a y tu nombre real?, se muy bien cuando las personas mienten y no me gusta, así que hable señorita —La señora Maria

—Está bien, mi nombre real es Hanna y tengo 15 años —se sincera Hanna

—Bueno, ¿porque mentiste? —Maria la interroga

—Es que no quiero que mis papás me encuentren —confiesa Hanna

—No puedes escaparte de tus padres eres menor de edad ¿qué harás para mantenerte? no puedes quedarte aquí llamemos a la policía —Raul preocupado

—No por favor ayúdenme —Hanna asustada

—Tranquilo raul escuchemos primero, a ver dime ¿porque te escondes de tus padres? —Maria

—Es que estoy embarazada y mis papás me trajeron a este país para hacerme abortar y que nadie se enterara, pero yo quiero a mi bebe —Hanna llorando desesperada

—Por dios mi niña como que embarazada eres muy joven y tus papás no te apoya —Maria sin poder creerlo

—Por favor ayúdeme, no quiero volver con ellos yo le pagaré la habitación —suplico Hanna

—Esta bien te rentar la habitación y te ayudare lo más que pueda ¿si? —Maria

—Pero si la descubren sus padre podrían llamar a la policía y meternos en problemas —Raul

—Por eso para todos en esta casa, ella será mi sobrina Hanna, quien se embarazo muy joven y sus padres la enviaron a vivir conmigo —explicó Maria

— Y ¿usted si tiene sobrinas? — pregunto Raul

—No yo soy hija única pero nadie lo sabe, así que lo primero mi niña va a ser acomodarte en tu habitación y luego veremos que hacer ¿si? —Maria

—Gracias de verdad no sabe el gran favor que me hace —Hanna la abraza fuerte y llora

—No llores, eres muy hermosa para estar llorando ahora vamos a tu cuarto te lo mostraré y tu Raul ni una palabra a nadie —Maria firme

—No te preocupes Maria no diré nada —afirma Raul

NARRADOR

Al entrar en la habitación era una habitación sencilla tenia su propio baño una cama para dos personas, una pequeña mesa, un mueble y un pequeño armario .

—Gracias de verdad señora Maria por ayudarme —Hanna agradecida

—Dime tía recuerda que para todos tú serás mi sobrina —le recuerda Maria con una sonrisa r

—Si tía —responde Hanna y se escucha un pequeño ruido proveniente de su estómago

—Creo que alguien tiene mucha hambre —resalta Maria

—Perdón es que no desayune nada y ya paso la hora del almuerzo —se disculpa Hanna apenada

—Por dios niña estas embarazada tienes que comer Vamos a hacer una cosa ve date un ducha y te veo en la cocina para que coman algo —Maria

—Si ha y aquí está el dinero de la habitación —Hanna sacando el dinero

—Mi niña y ¿como vas a hacer para mantenerte? —preguntó Maria

—Tengo algunas joyas para vender son muy valiosas y ese dinero me durará un año o dos luego tendré que buscar un trabajo porque ahora nadie le dará trabajo a una niña mucho menos embarazada —Hanna

—Bueno cuando llegue el momento yo te ayudare a conseguir una trabajo no será el mejor del mundo pero será algo —la apoya Maria

—Gracias —Hanna

—Ahora me voy te espero en la cocina —Maria

Hannah se dio una larga ducha luego se vistió y fue a la cocina donde la señora Maria le había preparado una gran comida.

—Ven pequeña come que lo necesitas —Maria

—Ma,,, tía —Hanna

—Muy bie, tía recuerdalo —Maria

Hannah se devoró todo rápidamente

—¿Tú y ese bebe tenían mucha hambre? —Maria señalando su vientre

—Algo así —Hanna apenada

—Hola señora Maria

—A hola Leah mira ella es mi sobrina Hannah —presenta Maria a otro huésped de la casa

—Hola Hannah un placer conocer yo soy leah —se presenta el joven

—Igualmente leah —Hanna

—Hannah se quedará a vivir con nosotros —le comenta Maria

—Bienvenida, me voy a mi a

Habitación, Hanna fue un placer conocerte , con permiso —Leah se retira

—Adiós Leah —Hanna

—Leah es muy buen muchacho pero tienes que tener mucho cuidado con el —aconseja Maria

—¿Porque? lo dice señora Maria —indagó Hanna

—El tiene malos hábitos, digamos que le gusta tomar lo que no le pertenece —informa Maria

—Es ladrón entonces y ¿porque sigue aquí? —preguntó Hanna

—Porque el nunca a tenido ningun problema con nadie aquí en esta casa y espero nunca tenerlo —responde Maria

—Bueno espero que siga asi, ahora me voy a descansar con permiso y muchas gracias —Hanna

—Es un placer mi niña, pero quería decirte que mañana te llevare con un medico a que nos diga como esta tu bebe y que te recete unas vitaminas tienes que empezar a cuidarte —informa Maria

—¿De verdad? ¿hara eso por mi y por mi bebe? —Hanna emocionada

—Claro que si mi niña —Maria

—Muchas gracias, gracias por hacer por mí lo que mi madre no hizo —Hanna la abraza y llora mientras lo hace

—No es nada, además eres mi sobrina ahora deja de llorar y ve a descansar ¿si? —Maria

—Si y muchas gracias — Hanna le da un beso en la mejilla y se va

Al día siguiente La señora Maria llevó a Hanna al médico donde le dijeron que tenía 6 semanas de embarazo y le recetaron unas vitaminas y una dieta . Luego de salir del médico se fueron a la casa y Hanna le pidió a la señora Maria que le enseñará a cocinar y hacer todo lo de la casa,

y esta feliz le dijo que cada día le enseñaría algo distinto y eso la haría muy feliz

—Tua Maria gracias por todo —Hanna con una sonrisa

—No gracias a ti, llegaste hasta aquí para darle sentido a mi vida . Sabes soy una mujer muy sola no tengo familia lo único que tengo es esta casa, y el echo de poder ayudarte a ti y a tu bebé me da una razón para levantarme cada día mi niña —confiesa maria

—Bueno le prometo que la voy a acompañar siempre y que mi bebé la va a querer como su abuela ya lo verá —Hanna

—Yo estaré encantada de ser la abuela de tu bebé —Maria

—Bueno entonces asi será tu seras la abuela Maria —asegura Hanna con una gran sonrisa