Había pasado un mes desde que Emma había ido por última vez a la ciudad, y tenía que regresar pronto, pues tenía una cita con el mago al que le había comprado el arco mágico que le regaló a Max. El mago le había dicho que el sabía que ella no era una chica común, y que quería reunirse con ella para hablar sobre porque estaba en su mundo y como ella había cambiado no solamente su destino sino el de muchos otros, el problema, era que el tenía que volver a la ciudad Celestial donde era el rey, pues algo muy importante había sucedido, pero que dentro de un mes volvería y que quería charlar largamente con ella. Se presentó como Ruxi, y ella sabía que el era el fabricante de las armas Celestiales, con las que sería fácil ganar una guerra, Emma accedió a verlo, pues si lo convencía de lo que le sucedió es verdad, era probable que aceptara fabricar un arma para Max, y que la guerra con el reyno Nómada no se cobrara tantas vidas inocentes como había sucedido en el libro.
Cuando iba de salida, se encontró con su abuelo James, y ambos se saludaron amablemente. Ante el interrogatorio de porqué salía solamente con una doncella a la ciudad, Emma decidió contarle la verdad al abuelo, le dijo que tenía una reunión importante con Ruxi. James no podía estar más sorprendido, pues pensaba que este ya se había dado cuenta de las habilidades mágicas de su nieta, entonces le dijo a Emma que él la acompañaría, como su maestro y abuelo tenía la obligación de velar por su seguridad. Emma no se negó y partieron a la ciudad.
Cerca de la librería donde antes había frecuentado, encontró nuevamente a la gitana con su mesa plegable y una manta de terciopelo rojo. La última vez que la vio, estaba junto a Ruxi, pero ahora estaba sola, mirando a la nada, como si estuviera concentrada en algo muy importante. Emma se acercó junto a su abuelo, y le preguntó por Ruxi, esta sin voltear a verlos, dijo que estaba en la cafeteria de enfrente, y que preguntara al encargado por el cuarto privado del tercer piso. La mujer parecía muy preocupada, por lo que no siguieron importunandola. Cuando los llevaron al cuarto privado, Ruxi se paró para recibirlos. Era un hombre alto y delgado, sus cabellos blancos le llegaban un poco más abajo de los hombros y tenía la mitad del pelo recogido en un moño, sus ojos eran negros, y en las orejas llevaba pendientes de colmillos y su cuello estaba adornado por collares de distintos niveles, para tener más de mil años, no parecía ser menor de treinta, cuando Emma lo vio por primera vez creyó que se parecía a uno de esos ídolos de Kpop. En esta ocasión llevaba puesta en su totalidad prendas negras, que contrastaba mucho con su cabello y su piel.
- Joven Emma, es un gusto volver a verla, pero no esperaba que viniera con el gran James Lewis -Ruxi inclinó la cabeza en señal de saludo-, me hubiera vestido con mis mejores galas.
- Ruxi, el abuelo me ha acompañado, pues soy su discípula, y quiere cuidarme.
- Mucho gusto en conocerlo, alteza Ruxi.
- En realidad, es su excelencia, pero puedes llamarme Ruxi y yo te diré James, no me gustan las formalidades -dijo Ruxi sonriente-. No sé si estas enterado del porqué de esta reunión James.
- No lo sé con certeza, pero creo que tiene que ver con Camilla y con su origen en la ciudad Celestial -James sabía muy bien quien era Ruxi, y que el le había dado la libertad a su esposa.
- En realidad no. Lamento mucho su dolor por la pérdida de su esposa e hija, James, sin embargo, tu nieta Emma es la persona más especial que he visto. La última vez que te vi, pequeña Emma, no tenías el cabello de ese color, que ciertamente te queda divino. Se que tu abuelo te debió decir esto, pero eres muy parecida a tu abuela. Cuando era niña, ella usaba el cabello corto, y un peinado difierente, pero puedo decir que son muy parecidas -Ruxi vio el collar qué portaba Emma, y sus ojos brillaron por la curiosidad-. Ese collar es hermoso, donde lo conseguiste.
- Fue un regalo de Max -dijo con un leve sonrojo Emma, mientras miraba de reojo a su abuelo-, el amigo para el que compré ese arco rojo de la justicia. Verás, el tiene un gran destino por delante. Será un gran general y su destino es ganar cientos de batallas para nuestro imperio, y lo quiero ayudar, porque sé que si esas batallas ocurren, morirán miles de personas, no sólo soldados sino también la gente común de nuestro imperio y del otro reino.
- Antes de que continúes, Emma, debo preparar a tu abuelo, -luego se dirigió a James- James, se que conoces el pasado de Camilla, pero no se que tanto sabes sobre nuestra ciudad o nuestra cultura. Nosotros los magos y hechizeros con nuestras habilidades, podemos crear y modificar cosas en nuestro entorno, pero siempre seguimos el cause de nuestro propio destino. Es decir, que a pesar de la libertad que tenemos, no podemos cambiar las cosas que van a pasar, simplemente porque no conocemos las circunstancias ni todos los factores que influyen en estos sucesos. En la ciudad Celestial existe una Oráculo, ella puede ver todo lo que sucede en el mundo, pero hace un par de meses ocurrió una anomalía muy singular. Dijo que en este imperio había llegado alguien, cuya llegada, como una gota de agua que cae en medio de un lago tranquilo, causaría ondas a su alrededor, cambiando los destinos de miles de personas, no solamente su vida y la de sus allegados. -Ruxi hizo una pausa, como si quisiera que James Lewis sopesara todo lo que acababa de decir- Mi discípula Izzi, que será algún día la nueva oráculo y que tiene un puesto ambulante, me había mandado un mensaje casi al mismo tiempo, diciendo que los destinos de muchos en esta ciudad habían cambiado de la noche a la mañana. Por eso vine hasta aquí para buscar a esa persona, cuando ella misma se acercó a nuestro puesto en busca de un regalo para alguien singular.
- ¿Estas diciendo que Emma puede ver el futuro? -preguntó James con el ceño fruncido.
- No, no. Por eso cité a Emma aquí, quiero que me diga que es lo que sabe.
Ante la mirada atenta de esos dos hombres, Emma se sintió como un bicho raro, a punto de ser diseccionado y estudiado a profundidad. Tomó la mano de su abuelo, como buscando aprobación, y este asintió, dándole la confianza que necesitaba.
- Les diré toda la verdad, se los juro. Pero por favor, no crean que estoy loca. -Emma cerró los ojos y dio un largo suspiro antes de empezar a hablar- Hace no mucho tiempo, luego de que papá y yo fuéramos ayudados por Max, yo me levanté un día, recordando todo lo que había pasado conmigo en mi vida pasada. Yo morí asesinada por mi propio padre, luego de que este tratara de abusar de mi, por fortuna no pudo lograrlo porque mi novio me sacó de ahí a tiempo, pero a él también lo mató. En esa vida, mi madre y yo teníamos el mismo libro favorito, que transcurría en un mundo mágico y cuya historia tenía como escenario el imperio del Sol y cuyos protagonistas eran el príncipe heredero William y la señorita Elizabeth. Mientras agonizaba, una estrella fugaz surcó los cielos, y pedí un deseo, el de tener una nueva vida, para que mi novio Jack y yo pudiéramos ser felices. Al momento de despertar y recordar toda mi vida anterior, me propuse ser una persona diferente a la que relataba mi libro, pues mi vida sería míserable, casada con un mal hombre y asesinada por algo que nunca había hecho. Sabía muchas cosas que estaban por pasar, así que en mi egoísmo por querer tener una buena vida y encontrar a Jack, hice todo lo posible para evitar las desgracias en la familia. Hice que descubrieran las fechorías de la esposa de padre, pues ella iba a mandar a matar a la abuela y a mi hermano y a mi me enviaría a un internado; también traté mejor a Betsy que siempre era buena conmigo pese a mis groserías; decidí hacerle caso a la abuela y seguir sus consejos, nunca me casaré con Arthur en esta vida, y sobre todo quiero ayudar a Maximiliano, el tiene un futuro prodigioso, pero lleno de tristeza, el amaba a una mujer pero ella falleció, no se quien es pero lo ayudaré a encontrarla. El será un gran héroe que defenderá nuestro reino de la guerra con el reino Nómada, pero nuestro pueblo hablara mal de él, por no tener esposa inventarán chismes terribles de él y nunca se dará la oportunidad de vivir feliz. Por eso quiero pedirle que forje un arma para él, una espada con la que pueda defender la vida de todos en nuestro imperio, pues en dos años empezará la guerra en la frontera, primero con algunas excursiones en lados aleatorios y saqueos en los pueblos y ciudades de la frontera Nómada, después, en cinco años, se declarará la guerra formalmente, y esta durará otros dos años, siendo un total de cinco años de guerra, donde la gente de la nación sufrirá, pasará hambre y el imperio se desestabilizará, pues el príncipe Arthur matará a su padre el emperador y traicionará a su hermano William permitiendo la invasión de extranjeros. He pensado mucho resientemente, y creo que lo mejor es promulgar un tratado de paz entre diferentes imperios y enriquecer nuestras alianzas.
James miraba a Emma a los ojos, y sin previo aviso la abrazó. "Pobre nieta mía, a tenido que aguantar tanto en silencio, no es de extrañar que sea tan madura a su edad y tenga tan claros sus propósitos"
- Mi preciosa Emma, has hecho mucho tu sola, hasta ahora has salvado a tu abuela y hermano exitosamente. De ahora en adelante cuentas conmigo. Ese libro que dices debe tener información muy importante, debemos ingresar todos los datos que recuerdas así como los factores que intervienen en ellos, si recuerdas desastres naturales o enfermedades también serán importantes. Ya no estás sola querida, ahora que he vuelto, puedo hablar con el emperador, tomaré a su hijo como discípulo mío, y le aconsejaré alianzas y tratados de paz y comercio en nuestro imperio. Salvaremos tantas vidas como sea posible.
- Bueno -dijo Ruxi- es más extraño de lo que esperaba, si soy sincero, pero veo que dices la verdad. Te ayudaré a forjar un arma, sin embargo tienen que pagar el precio, y no serán cinco coronas de oro como la última vez. Quiero que en cuatro años, tu vayas a la ciudad Celestial conmigo, serás mi discípula por al menos tres años, podemos decir que será una especie de alianza académica. En esos tres años, tu estarás encerrada en una burbuja de tiempo, donde desde dentro tu pasarás tanto tiempo como sea necesario para que completes tu educación mágica, pero para el exterior, el tiempo transcurrirá mucho más lento.
- Si mi nieta va, yo iré también.
- Bueno, puedo aceptar tu presencia, sin duda alguna será enriquecedor tener a una persona no mágica en nuestra comunidad.
- Abuelo, Ruxi, muchas gracias por creer en mi, les aseguro que lo que dije es verdad, y salveremos a mucha gente de su destino. -con un poco de pena, Emma sacó un papel y se lo mostró a Ruxi- si no es mucha molestia, este es un diseño que creo adecuado para la espada de Max. También puse algunas habilidades que serían muy útiles para la batalla, y si pudiera colocar un rubí en la empuñadura sería perfecto, por supuesto yo lo pagaré, pero se necesitan sus habilidades para colocarlo adecuadamente.
Ruxi solo vio el dibujo de la espada, que era excelente, y sus ideas sobre los atributos y caracteres mágicos eran bastante interesantes. En silencio aceptó su petición.
- Me gustaría volver a verlos. Cuando James tenga anotado los acontecimientos mensionados podemos pensar en cómo evitar la guerra. Es posible que no me veas por un tiempo, pero puedes hablar con Izzi si necesitas contactarme. Entregaré tu espada lo antes posible, pero recuerda que es una espada mágica, no es tan fácil hacerla como si fuera una espada común.
Ruxi se levantó y se despidió de los presentes. Tenía que volver a la ciudad Celestial y hablar con él consejo sobre lo que había averiguado. También le intrigaba el despertar del poder mágico de Emma, pues antes no lo había sentido, y ahora ahí estaba, aunque fluctuante, era muy poderoso. Necesitaba educarla, por su propia seguridad y la de los demás, pues si ella no aprendía a controlar su magia podría dañar a todos a su alrededor.
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