La llegada del erudito

Joanna y Otto habían recibido una carta de James para avisar que llegaría en un par de días, por lo que todos en la mansión estaban muy ocupados. La recamara más amplia de invitados fue preparada, así como se compraron ingredientes frescos para preparar los platillos favoritos del señor Lewis. La biblioteca, que era el lugar donde pasaba más tiempo James cuando llegaba, había sido limpiada y le agregaron muchos volúmenes de enciclopedias y tratados políticos nuevos.

Aunque la llegada del invitado iba a ser de todo menos desapercibida, cada persona en la mansión tenía sentimientos diferentes por la llegada del erudito, el famoso gran maestro del emperador y el hombre más sabio del continente. Joanna estaba feliz por ver a su viejo amigo, recordaba con cariño su época de juventud y la amistad de tanto años que se vio nublada luego del fallecimiento de Camilla. Otto estaba preocupado, esperaba una reprimenda por el fiasco que su matrimonio causó, él había sido su maestro, y siempre le había enseñado a sopesar los pro y los contra de sus decisiones, por lo que su error no lo dañó a él sino a sus hijos con Sophie. Matthew se sentía curioso, pues aunque había visto a su abuelo antes, casi nunca lo había tratado más que para un saludo ocasional por el corredor de su casa cuando su madre aún vivía. Max estaba muy contento de ver a su maestro, pues se separaron en malas condiciones, y le quería pedir disculpas, pues nunca lo había contactado por temor a que sus tíos lo encontraran. Por último, Emma estaba ansiosa y no sabía que esperar, sólo quería causarle una buena impresión a su abuelo para que este aceptara tomarla como su discípula.

Los cambios en el cabello de Emma fueron notados por los integrantes de la familia, aunque extrañados por el peculiar color, no era la primera vez que con la edad las personas cambiaran algunos rasgos físicos, y al no tener ninguna desmejora en su salud todos lo vieron como una peculiaridad de la niña, la cual se veía aún más hermosa con ese color de cabello.

El día tan esperado llegó, y cuando el carruaje de James Lewis pasó directamente del portón a la puerta de la mansión, todos habían salido para resivir a su tan esperado invitado. La primera impresión de Emma al ver a su abuelo era que no era viejo, al contrario, sólo parecía un poco mayor que su papá, el único signo de edad que mostraba, eran las blancas canas que teñían su abundante cabello castaño a un costado de su cabeza por ambos lados. Su cara era muy lisa, sin arrugas, más parecido a una escultura que a una persona, pues parecía que ese rostro jamás se había arrugado para hacer ninguna expresión. Sus ojos eran grandes y color miel, brillantes como el sol y tenía una barba y bigotes perfectamente recortadas. En su juventud debió ser alguien muy atractivo. Vestía ropa sencilla y de tela común, pero su porte y movimiento lo delataban como una persona educada. James no era noble, su familia se dedicó por generaciones al ámbito académico y a servir con su cerebro a su imperio ocupando diferentes cargos en el gobierno, pero llegaron a ser una familia muy querida y respetada, tanto por los nobles como por la gente común, y aún después de años de su retiro, James Lewis era conocido como el erudito número uno.

- Familia, que gusto verlos -dijo James con un asentimiento en la cabeza, y la felicidad desbordante en su voz y ojos, que eran donde demostraba sus emociones-. Querida Joanna, te ves tan hermosa como siempre, tus pretendientes deben llegar día y noche y no deben dejarte descansar -dijo James coquetamente mientras besaba el dorso de su mano. Emma ahora sabía de dónde sacó su hermano tal carácter.

- Oh, querido, que tonterías dices -dijo Joanna ligeramente sonrosada pero complacida-, ya estoy mayor para eso.

- Jamás digas eso, si George te escuchara, diría que hay muchos ancianos raboverdes que si merecen el adjetivo de viejos, y no una bella dama como tu, querida amiga mía -luego se dirigió a Otto-. Marqués, mucho tiempo sin verlo, espero no causar inconvenientes con mi visita.

- Siempre serás bienvenido aquí, James. Esta también es tu casa, y está a tu disposición -después de un asentimiento entre ambos caballeros, se dieron un abrazo y palmearon sus espaldas-. Esperamos contar con tu presencia por un largo tiempo.

- Muchacho, cuanto tiempo sin verte, verdaderamente has crecido, eres casi tan alto como yo. Tu y yo tenemos mucho de que platicar. Tu padre me mataría si supiera que no te cuidé como se debe -dijo James estrechando fuertemente la mano de Max-. Pronto seguiremos con las lecciones, espero que hayas descansado lo suficiente de mi.

- Maestro, es un gusto volver a verlo. Tengo mucho que contarle y disculparme con usted. Estoy muy entusiasmado por comenzar con sus lecciones. -Max de verdad sentía un profundo respeto y admiración por su maestro.

- Matthew, te pareces mucho a tu padre cuando tenía tu edad, un chico con buena presencia, y también excelente cerebro, me han comentado. Espero que también puedas ser mi discípulo y estudiar junto a Maximiliano, siento que serán muy buenos amigos.

- Es un gusto saludarte abuelo, y para mi sería un honor ser tu discípulo. En la academia Imperial dicen que eres el único digno para que el futuro emperador pueda llamar maestro. Espero estar a la altura de tus anteriores discípulos -respondió Matthew con perfecta cortesía.

James volteó la cabeza, y vio una niña sonriente y con cabello azul que lo miraba. Embriagado de felicidad, descubrió que su pequeña nieta era idéntica a su esposa e hija. Sonrió con verdadera alegría en su rostro y se hincó hasta llegar a la altura de la niña. Tocó sus largos rizos azules y miró directo a los ojos púrpura, que eran los más bonitos que había visto.

- Cuando conocí a tu abuela, ella tenía los ojos púrpuras y el cabello azul como tú, era la chica más hermosa que había visto en toda mi vida. ¿Sabías que la abuela era una princesa de la ciudad Celestial? -Emma negó con la cabeza, mientras todos se miraban sorprendidos por ese hecho del que nunca antes habían oído hablar- Lo era, y una hechicera magnífica también. Espero poder enseñarte a ti también.

- Si abuelo, seré la mejor alumna que hayas tenido -Emma sonrió y abrazo a su abuelo, mientras que él ponía la cabeza en sus hombros, derramando lágrimas de felicidad al ver que su nieta era tan parecida a sus amadas Camilla y Sophie.

La familia comió junta, y hablaron sobre la educación de los niños en la casa: Betsy tenía mucho talento para el dibujo y el bordado, y gracias a su estadía constante en la boutique junto a su madre y su amiga, quería estudiar diseño de modas. Justin por su lado, había demostrado gran aptitud para la medicina, pues había avanzado mucho en sus estudios en botánica y anatomía, pero ese no era el fuerte de James, por lo que le ofrecía recomendarle a su amigo, el médico Johnson, que lo tomara como su discípulo en las Montañas Sagradas en la frontera con el imperio de Jade.

En la noche, cuando todos habían ido a dormir, James pidió a Otto hablar a solas en el despacho. James le entregó una serie de documentos a Otto.

- ¿Que es esto?

- Son los documentos de las pertenencias de los LeBlanc, títulos de propiedad y su herencia, donde consta que su hijo Maximiliano LeBlanc es el heredero de todas sus propiedades. Te lo muestro porque has tomado a Maximiliano como tu protegido. Cuando Max huyó no pude encontrarlo, lo mandé a buscar, pero es un chico listo y se escondió bien, por lo que aunque denunciara a sus tíos por robar la herencia de Maximiliano aún necesitaba su presencia, o se consideraría que el había renunciado a ella. Te los entrego para saber que planeas hacer con esto.

- Hay que mostrar esto al emperador, y pedir que haga justicia para Yves y Maximiliano. Tienes todos sus documentos como apoderado legal, por lo que no debe ser difícil hacer justicia.

- Perfecto, tenemos que ir en cuanto a antes y presentar nuestra solicitud al emperador. Maximiliano es un buen chico, con una buena formación y apoyo, será un hombre extraordinario.

Al siguiente día, James probó las habilidades y conocimientos de los chicos, y quedó muy satisfecho, pues nunca antes había tenido jóvenes tan talentosos, pero quedó aún más impresionado con la pequeña Emma. La mando a llamar a la biblioteca, y hablaron sobre diferentes temas, cuando descubrió que tenía muchas semejanzas en la forma de ser con su hija y esposa, especialmente con esta última, pues tenía esas ansias de conocer todo lo que el mundo tenía que ofrecer.

Llevó uno de los libros que le había dejado Camilla y le pidió a Emma que lo observará y le dijera que entendía de él. La niña miró atentamente el libro y frunció el ceño.

- Abuelo, no entiendo.

James suspiró un poco decepcionado, pues creyó que Emma había heredado las dotes mágicas de su esposa. Cuando le iba a quitar el libro, Emma sonrió.

- Abuelo, aquí dice que las piedras preciosas si son tratadas, pueden almacenar energía para que los magos y hechiceros puedan usarla en sus conjuros sin necesidad de gastar la energía de sus propios cuerpos. También dice que podrían ser incrustadas en objetos para que estos puedan tener energía propia... Esto es increíble, creía que los libros de magia estaban únicamente en la ciudad Celestial, ¿de donde lo has sacado abuelo? Debes esconderlo bien, si esto lo lee alguien más, podría ser peligroso.

James se acercó desde atrás de la niña, y le dijo que el no podía ver nada, cuando la niña puso su dedo sobre el papel para enseñarle la parte donde venía esa información, una serie de dibujos en movimiento se hizo visible para él. Ahora estaba seguro, Emma había heredado la capacidad mágica de Camilla.

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Comments

yrasy (Omega )

yrasy (Omega )

😸😸😸😸😸🥺🥺🥺🥺❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️❣️

2021-03-10

3

yrasy (Omega )

yrasy (Omega )

AAAAAAAAA!!!!!!!!!!! están emocionante descubrir la variedad de cosas que escribes

2021-03-10

4

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