Una Nueva Vida

Una Nueva Vida

Una estrella fugaz y un deseo

Emma es una chica común y corriente de 15 años, con intereses comunes y corrientes. Ama todo lo que tenga que ver con literatura y el arte; su libro favorito "Un amor de ensueño", a sido la inspiración para decenas de sus dibujos.

En la escuela es tratada como una chica del montón: no es tonta, pero sus calificaciones no son las mejores, por lo que los maestros no le prestan gran atención, ni siquiera es digna de la atención de los bullies del salón. No tiene amigos y cada día come sola. Su tiempo libre lo pasa en la biblioteca con su única confidente, la señora Dotts. A pesar de la patética vida que pueda tener en la escuela, el gran edificio estudiantil es un refugio para el infierno de su hogar.

La madre de Emma se llamaba Sophie, y falleció dos años atrás en un accidente de auto, cuando recogía a Emma de una clase de canto: la chica había insistido en querer ir a su clase a pesar de las fuertes lluvias, durante el camino de regreso un conductor derrapó sobre la carretera impactando el auto de su madre. Emma quedó inconsciente y sufrió un par de fracturas, su madre en cambio, quedó prensada entre el volante y su asiento. Murió antes de que la pudieran sacar.

Después de la muerte de su madre, su padre empezó a culpar a Emma, inconscientemente o no, de lo sucedido con su madre. Ahogó sus penas en alcohol, perdió su trabajo y comenzó a apostar, dando como resultado la pérdida de la casa en la que había vivido por 15 años. Terminaron viviendo en un pequeño departamento a las afueras de la ciudad.

Emma salía cada mañana lo más temprano que podía de su hogar y regresaba lo más tarde que podía, para tratar de evitar algún encuentro casual con su padre. Incluso había encontrado un empleo de medio tiempo como mesera en un restaurante, aunque luego de probar un postre hecho por ella, la dueña la hizo como una ayudante general. Su padre hacía mucho tiempo que le había dejado de dar dinero para su gastos, y ella tenía que apañarselas para comer y pagar sus gastos de la escuela.

El día de su cumpleaños número 16, una fuerte nevada cubrió el mundo de blanco, y Emma salió silenciosamente de su casa, tratando de hacer el menor ruido posible, su padre había llegado casi a medianoche y no se durmió hasta después de las tres de la madrugada luego de pelear con los vecinos por el ruido que hacía. Ese día en la escuela fue tan mediocre como cualquier otro, a excepción de un bonito regalo que le dio la señora Dotts: una libreta de dibujo con una caja de 120 colores de la mejor calidad. Estaba muy agradecida y por primera vez en mucho tiempo, deseo llegar rápido a casa para poder estrenar su magnífico regalo de cumpleaños. Por la tarde, al salir de la escuela, se dirigió al restaurante donde trabajaba, y al llegar la señora Mary la propietaria, la recibió con un caluroso abrazo y un pastel de chocolate negro alemán.

- Feliz cumpleaños, mi pequeña Emma. Te hice tu pastel favorito. Se que tu haces los postres más deliciosos, pero quería hacerte algo que te gustara.

- Señora Mary, no se hubiera molestado. No era necesario.

- Claro que es necesario. El cumpleaños de una bella niña como tú, no debe pasar desapercibido.

- Oh señora Mary, muchas gracias. - Emma no pudo contener más sus lágrimas, sin duda habían personas que aún la querían y apreciaban.

- Limpia esas lágrimas nena, o me harás llorar, sabes que soy muy sensible, y hoy es un día de felicidad.

Emma fue recibida por sus compañeros de trabajo con una canción de cumpleaños y muchos abrazos. Nunca se hubiera imaginado que esos chicos y chicas la tuvieran en concideracion. Recibió diversos regalos, aunque no tan caros como el primero, la llenaron de mucha felicidad, le dieron unos aretes, un par de libros de poesía, broches de pelo, una linda blusa, y el hijo Mary que era un chico muy guapo, le había regalado una tarjeta de una librería con 100 dólares para comprar en sus sucursales.

Jack era dos años mayor que ella, lo había visto de lejos muchas veces y consideraba que era el chico más guapo que había conocido. Le gustaba ir a las clases de canto porque Jack también iba, y cuando falleció su madre, creyó que jamás lo volvería a ver. Cúando entró a la escuela, se dio cuenta que estaban en el mismo edificio y lo admiraba desde lejos. En el momento de solicitar trabajo en el restaurante, no sabía que Mary era la madre de Jack, pero se sintió dichosa de poder pasar un poco más de tiempo con el. Jack siempre fue amable con ella, y la apoya tanto en el trabajo como en la escuela. Era sin duda su primer amor.

Al terminar la jornada de trabajo, Mary le pidió a su hijo Jack que acompañara a Emma a su casa, lo que hizo con mucho gusto. Todo el camino fueron hablando amenamente y Jack le contó cómo desde hacía dos semanas se venían preparando para su cumpleaños. Desde que Emma había llegado, sus postres eran parte de la venta principal del restaurante, nadie podía resistirse a una rebanada de pastel, un rico flan o su estrudel preparado por Emma. Una vez estacionados, Jack estaba muy nervioso, este era el día que había esperado. Le habrío la puerta del auto a Emma y la acompañó hasta su puerta.

- Muchas gracias por traerme, Jack, no era necesario.

- Es un placer, si me permites puedo traerte cada día, nada me haría más feliz que eso.

- Oh, gracias, pero no te quiero causar problemas... Bueno... Ya me tengo que ir... Se hace tarde

- Espera, no te vayas, te quiero decir algo

- Dime

- Desde el primer día que llegaste, me gustaste mucho, eres muy linda, y quiero saber si quisieras salir conmigo...

- Yo... No... Yo no...

- ¿Tienes novio verdad? Una chica linda siempre tiene muchos pretendientes, soy un imbécil...

- ¿Qué? No, no tengo novio. En realidad nunca he tenido novio, es sólo que no se que responder.

- Perdoname, quizá con esto te decidas.

Emma estaba confundida, no sabía de qué hablaba Jack, cuando sintió una mano en su cintura y otra en su hombro, abrió los ojos con sorpresa y vio a Jack acercarse a sus labios, ella cerró los ojos, y sintio su suave beso. Era tan tierno y cálido, sabía al pastel de chocolate qué habían comido por su cumpleaños, por un momento se dejó llevar por eso beso. Ese día era el más feliz de su vida. Entonces el se separó suavemente y tocó su cabello.

- Me gustas mucho de verdad, piénsalo, yo esperaré tu respuesta.

- Yo... Si quiero ser tu novia -dijo sonrojada-. Ya es momento de que entre. Nos vemos mañana.

Emma entró rápidamente a casa, se sentía arder en el rostro a pesar del frío que había afuera. Jack estaba extremadamente feliz, se subió a su camioneta con una gran sonrisa e iba de regreso a su casa, unas cuadras antes de llegar, se dio cuenta que Emma hadia dejado sus regalos en la parte posterior del coche, decidió regresar, era una buena excusa para ver a Emma otra vez. Mientras tanto, ella había entrado a su habitación a guardar sus ganancias del día en su caja de ahorros y traía entre sus brazos su libro favorito, cuando su padre irrumpió en su habitación gritando y apestando a alcohol

- Tú, ¡pequeña perra! Eso es lo que haces cuando no estoy,.. ¿Verdad? Te vendes a cualquier hombre.

- ¿Qué? No papá, el es un compañero de mi trabajo, eso es todo.

- ¡No creas que soy imbécil! Te vi besándolo, andas de ofrecida.

- No es verdad papá...

- ¡CÁLLATE, PERRA DESGRACIADA! Ya que tanto te gusta venderte, ¿porque no te entregas a mi? Te he criado por 15 años, deberías pagarme por mis esfuerzos.

- Papá, no, detente, no me hagas daño, por favor.

- Quien sabe si yo sea tu padre -Emma veía a su padre con horror, tenía los ojos enrojecidos, y cuando hablaba escupía saliva por todas partes- quítate la ropa o lo haré por la fuerza.

- No papá, por favor no, no lo hagas -Emma lloraba y suplicaba a su padre, no sabía que le pasaba, no se parecía al padre bondadoso que recordaba.

Emma y su padre comenzaron a luchar, mientras ella intentaba cerrar las piernas y arañaba su rostro, el hombre la abofeteaba y golpeaba en el abdomen. Cuando Emma le dio un rodillazo en la entrepierna, pudo librarse y correr hacia la puerta, estaba a punto de abrirla cuando sintió que la jalaban del pelo y le propinaban un puñetazo en el rostro, el dolor le sacó lágrimas que corrían por sus mejillas hinchadas. Pero su padre no se detuvo, tenía el rostro completamente hinchado y bañado de sangre. Gritos de auxilio salían de su boca al escuchar que alguien tocaba el timbre de su puerta.

- Emma, responde, ¿estas ahí? -era Jack que escuchó los gritos de Emma- Voy a tirar la puerta

Jack tiró la puerta y encontró al padre de Emma tratando de levantarse, con los puños llenos de sangre, mientras que ella estaba llena de sangre, con la falda a media subir y la ropa interior enrollada a medio muslo. Jack se sintió morir por el dolor de ver a Emma en ese estado, no tenía mucho tiempo de aberls dejado en su casa, pero ahora estaba así. Se acercó al padre de Emma y le dio un peñetazo que lo tiró sobre una destartalada mesa. Recogió suavemente a Emma y la sacó de su casa rumbo al hospital.

Mientras Jack caminaba con Emma en brazos, ella abrió los ojos, y en el firmamento observó una estrella fugaz surcando los cielos. "Desearía tener una oportunidad de una nueva vida", pensó Emma, mientras seguía abrazando firmemente el libro que había sido el favorito de su madre, "si pudiera estar en un mundo mejor, donde pueda tener la oportunidad de escapar de mi cruel destino, donde no me vea obligada a pasar por este mismo dolor".

- Emma resiste, pronto llegaremos al hospital

Un estruendo rompió el silencio de la noche. El papá de Emma se acercaba rápidamente con un arma en la mano.

- Sueltala y largate si quieres vivir -vociferó el padre de Emma.

- No, la llevare al doctor, ella lo es todo para mi -Jack se dio la vuelta y otro disparo sonó, Jack tropezó y calló de rodillas-. Tranquila Emma, estarás bien, yo te protegeré.

- Jack, nos volveremos a encontrar. Yo te buscaré y estaremos juntos.

Emma volvió a desear con todo su corazón "si alguien puede escucharme, denme la oportunidad de volver a encontrar a Jack, yo me aseguraré de que no corramos con el mismo destino".

Jack acercó sus labios a los de Emma y le dio un último beso, la miró a los ojos y le susurró "te amo desde la primera vez que escuché tu voz en los jardines de esa vieja academia, por favor, canta para que nos volvamos a encontrar". Con su último aliento, Jack cayó al piso nevado junto con Emma, mientras ella acariciaba su rostro y daba su último suspiro.

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Comments

Mery Peña Sangama

Mery Peña Sangama

😭😭 nooo pobrecitos

2022-03-02

0

Flower

Flower

ese perro viejo asqueroso maldito maldito

2021-06-16

3

Maria Elena Riveros Hernandez

Maria Elena Riveros Hernandez

llore con la muerte de los protagonistas

2021-06-03

1

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