Darle un escarmiento a Loretta

El marqués Rocher rechinaba los dientes por la rabia al percatarse de las inconsistencias en el libro de cuentas. Si su madre no hubiera ido a visitar a Lucía, nunca se hubieran dado cuenta de las fechorías de su esposa. ¿Cómo era posible que se asignara 200 coronas de oro para sus gastos mensuales? Y habían otras 200 para Chantal. Su madre y el tenían 100 coronas cada uno, y aunque lo consideraba excesivo, siempre ahorraba los sobrantes. Lo peor de todo era su hija, su preciosa hija que tuvo junto al amor de su vida, recibía 40 monedas de oro, apenas era la quinta parte de lo que Chantal recibía, ¡ella era la Señorita de la mansión Rocher y recibía menos que su hijastra! Era inaudito.

Cuando estuvieron todos en el patio, incluyendo a Chantal y Emma, el marques salió para hablar con cada uno de ellos. Al ver tan serio al marqués, Emma se acercó con cuidado a Otto.

- Padre, ¿está todo bien?

Otto se sintió culpable por su preciosa hija, la cargo y le dio un beso en la frente.

- Todo esta bien. Papá se encargará de todo aquí. Dime, ¿ya te sientes mejor? Si te tienes algún malestar puedes buscarme o mandar a algún sirviente para que me vaya a buscar.

- Si padre, la abuela y Betsy me cuidan muy bien. Ellas no se han separado de mi y no me tienen descuidada.

- Está bien -Otto bajo a la niña y la encaminó ligeramente-- ve con la abuela -luego se dirigió hacia los sirvientes y habló con voz autoritaria-. Los he convocado aquí porque necesito información de ustedes. Las damas se dirigirán al ama de llaves y los varones al mayordomo, le dirán su nombre, puesto, su pago mensual y la cantidad de descansos que tiene al mes. Formen una fila para que pasen ordenadamente, una vez dado los datos requeridos pueden regresar a sus labores.

Otto le pidió a su madre, esposa y a las niñas que lo siguieran al despacho. Caminando de un lado a otro se dirigió hacia las mujeres frente a él.

- Loretta, dime cuanto tomas por asignación mensual para tus gastos corrientes.

- Vamos a hablar en privado si...

- Sólo responde lo que te pregunté -gritó Otto completamente encolerizado

- Cariño, yo...

- Responde lo que te pregunté, si no lo haces, te mandare a azotar 50 veces en medio del jardín.

- 200 coronas de oro.

- Y tu, ¿Chantal?

- Mamá dice que ella y yo recibimos lo mismo.

- Bien, muy bien... Madre, cual es tu asignación mensual.

- 100 coronas de oro.

- ¿Y tu asignación Emma? -preguntó Otto con tristeza y agotamiento en su voz.

- 40 espadas de plata, padre.

Joanna y Otto vieron incrédulos a Emma.

- ¿Querida, estás segura que son espadas de plata y no coronas? -preguntó incrédula Joanna.

- Si abuela. Cuando mando a remendar mis vestidos con la señora Lucía siempre le pago con una moneda de plata. Betsy siempre está presente cada que me dan mi asignación mensual, y tambien lo contamos juntas, por que hay ocasiones en las que me han dado menos.

Otto estaba rojo de ira, se veía aterrador, pero cuando comenzó a reír histéricamente, causó pavor en Loretta.

- Tú, sucia mujer, te atreviste a engañarme. Llevo tres años casado contigo y no me había dado cuenta de la asquerosa mujer que traje a mi casa. Eras una baronesa caída en desgracia, me apiade de ti y de tu hija, y mira como me has pagado. ¿Como has osado en sacar mas dinero para tu uso personal y en el de tu hija, que el que uso yo o mi madre? Como osaste darle esas limosnas a mi hija legítima cuando llenas de lujos a la tuya. Encima le has quitado la asignación a una fiel trabajadora.

- Cariño, espera, todo tiene una explicación...

- Tu castigo se decidirá una vez que sepa cuanto has malversado. Durante tres años has hecho lo mismo. Guardias. Llevenla al ala sur junto a su hija. Busquen una sirvienta que le atienda. No puede salir ni recibir visitas sin mi permiso. Únicamente pasará la sirvienta con sus comidas.

Otto daba vueltas miéntras gritaba las órdenes, mientras que Loretta se arrastraba y suplicaba piedad a su marido, y este solo quería sacarla de encima suyo. Joanna tenía una expresión digna en su rostro, pero estaba feliz de deshacerse de una persona tan vulgar, pues siempre había considerado poco deseable la presencia de lo que para ella, era la viva imagen de una arribista. Emma por su lado, no podía creer lo fácil que fue tratar con ella, y sin mover un sólo dedo, solamente le dijo unas palabras a su abuela y ella actuó inmediatamente. No había pasado ni medio día y ya se estaba deshaciendo de sus enemigos.

- Hijo -habló Joanna- si me permites, yo llevare las cuentas del hogar de ahora en adelante, he estado inactiva algún tiempo, pero sigo siengo ágil de mente. Tu tienes mucho trabajo, por lo que no es fácil esta carga, yo te informaré únicamente de mis hallazgos.

- Esta bien madre, gracias por tu apoyo. Mantenme informado.

Joanna era una mujer muy inteligente, y rápidamente encontró fallas en todo el libro de cuentas. La asignación de Lucía y sus hijos era de 50 coronas de oro, en los tres años que no se pagó la asignación había un total de 1800 coronas de oro, que si se tomaban en cuenta que los ahorros para la dote de su hija y el dinero destinado a los estudios de su hijo habían sido gastados con el fin de subsistir, así como el sufrimiento vivido por todo ese tiempo, la cantidad no era excesiva. A los empleados también se les hizo un reajuste de sueldo, y les pagaron una indemnización por lo hecho por Loretta, que ascendió a 500 coronas de oro. Emma, por su parte, no buscaba retribución alguna, sólo le pidió a su padre y abuela que pasaron un poco más de tiempo con ella, pues a veces los extrañaba mucho a pesar de vivir en la misma casa.

Loretta fue castigada con 25 latigazos, como ejemplo para cualquiera que quiera robar. Todos los gastos salieron por las ventas de las joyas y vestidos de Loretta y Chantal, tan sólo le dejaron conservar dos o tres de los vestidos de gala más viejos, su ropa diaria y algunas joyas comunes. De la mujer orgullosa y altiva, ya casí no quedaba nada.

Otto incluso estaba pensando en pedirle el divorcio inmediatamente por todo lo que había hecho en su mansión, Joanna lo apoyaba y Emma estaba feliz por la perspectiva de no tener a sus futuras enemigas cerca, lo que evitaría el matrimonio fallido con el príncipe Arthur.

...^^^Breve explicación de las monedas^^^...

Venado de cobre \= moneda mínima

Martillo de bronce \= 15 venados de cobre

Espadas de plata \= 30 martillos de bronce

Corona de oro \= 50 espadas de plata

Más populares

Comments

Maria Elena Riveros Hernandez

Maria Elena Riveros Hernandez

autora me ha encantado la novelA, es muy linda, claro que me ha hecho llorar.

2021-06-03

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play