INFIERNO EN EL EDÉN
...Capitulo I...
De ante mano, me gustaría advertirles que esta no es una historia de amor, aunque me enamore y no una, sino varias veces, esos amores no fueron románticos, ni comunes, así que si aún así, deseas continuar con la lectura: " BIENVENIDOS".
Alguna vez se han preguntado, ¿Qué harían para sobrevivir?, ¿Hasta dónde llegarían?, ¿Cuanto soportarían?, ¿Qué estarían dispuestos a hacer?, pero sobre todo y la mejor pregunta es, ¿Cómo vivirías después de haber muerto?.
Créanme que estas preguntas nunca pasaron por mi mente, hasta que me tocó experimentar y conocer las peores facetas de los seres humanos.
Muchas veces decimos que un ser humano que es cruel, se comporta como un animal, pero la verdad es, que la experiencia me ha demostrado que no hay nada, ni nadie, más cruel que el ser humano. Por algo hemos acabado con miles de especies.
Pero bueno, eso es otro tema del que no escribiré aquí, para que puedan entender mi historia y entrar en contexto de la situación, comenzaré presentándome:
Mi nombre es Selena Rodríguez, mi madre me puso ese nombre porque era fans de Selena Quintanilla, no sé si la han escuchado, es una cantante estadounidense de origen mexicano que cantaba cumbia.
En aquel tiempo la mujer estaba en la cúspide de su fama y cuando la asesinaron, mi madre como estaba embarazada decidió ponerme su nombre, yo nací el mismo año de su muerte, creo que nuestras vidas están llenas de desgracias Selena.
Bueno, sigamos con el relato, yo nací en Venezuela, actualmente tengo 30 años, pero mi infierno comenzó a los 17 años de edad.
Mi familia siempre fue económicamente estable, vivíamos en una zona llanera llamada Barinas, mi padre era dueño de varias hectáreas, poseiamos ganado, siembras, casa, auto, negocios, entre otras cosas.
Ustedes preguntarán el porqué les cuento todo esto, pues la razón, es que aunque no lo crean, las posesiones son parte importante de nuestras vidas, es la muestra de logros, trabajo, dedicación, perseverancia y entre otras cosas.
Ahora imaginen, trabajar por años y años, para que de un día a otro, de la noche a la mañana, te lo arrebaten todo, seguro se sentirían horrible, ¿cierto?.
Eso fue lo que pasó con mi familia y fue esa misma situación, la que me llevó a mí, a vivir en el EDÉN. Tranquilos, ya pronto ustedes también lo conocerán.
En Venezuela la situación política no es muy agradable y lamentablemente, las personas de estatus económico medio alto o alto, no son del agrado del presidente y aunque no lo crean, él tiene la potestad de expropiar lo que quiera, cuando digo expropiar, me refiero a quitar, arrebatar, robar con autorización, en este caso lo que fue robado, fueron nuestras tierras y demás posesiones, dejándonos completamente en la ruina.
Muchas personas dirán que es imposible, que no es aceptable y que es ilegal, y en cierta forma tienen razón, no es aceptable, pero si es legal, o por lo menos en Venezuela lo es, hay ciertas cosas que legalmente son aceptables, pero moralmente no lo son.
Es algo así como en la segunda guerra mundial, Hitler asesinaba judíos y era legal, pero moralmente no era aceptable hacerlo, más o menos, esa era nuestra situación.
Luego de perderlo todo, mi familia quedó devastada, nos mudamos a otro estado junto a mis abuelos maternos, en aquel tiempo, eran muy pocas las personas que salían del país, mi madre tenía una hermana en Trinidad y Tobago, por lo que a mi padre le ofrecieron un trabajo allá.
Yo acababa de terminar la secundaria y debía empezar la universidad, pero en el estado en el que se encontraba mi familia, decidí pedirle a mi padre que me llevara con él, mi madre no quería dejarme ir, pero yo insistí, ahora en estos momentos de mi vida, es donde entiendo cuando muchas personas dicen que hay que hacerle caso a los padres, si te dicen que no, es mejor seguir sus órdenes, creo que tienen un instinto paternal y no saben como me arrepentí, de no haber seguido el de mi madre.
Mi padre iba a comprar un pasaje para irse en avión a Trinidad y Tobago, pero como yo rogué para irme con él, con el dinero del pasaje de avión, decidió comprar dos boletos para irnos en ferry, ahora que lo pienso, es otro consejo que tengo para ustedes, si tienen planes, no lo cambien en último minuto, diría mi abuela, cambiar los planes a última hora, es de mala suerte, yo no creía en eso hasta ahora.
Volviendo al tema del viaje, el día esperado llegó y yo estaba muy emocionada, me emocionaba conocer otro país, nuevas personas, otra cultura, siempre fui fanática de viajar y era muy buena en idiomas, de mi familia, fui la única que aprendió ingles fácilmente, esa fue una de las razones por la que mi madre se convenció en dejarme ir con mi padre, él no hablaba mucho Inglés, solo lo básico, sin embargo; yo lo manejaba a la perfección, a los 11 años de edad, comencé a realizar cursos para aprenderlo.
Mi sueño siempre fue estudiar en el extranjero, en aquel tiempo mis padres tenían la posibilidad de pagarme los estudios en otro país, pero luego de que las cosas cambiaron; tuve que cambiar de planes, no obstante; cuando se dio la oportunidad de viajar a Trinidad y Tobago, pensé en que Dios me estaba dando una señal, podía trabajar y estudiar al mismo tiempo, reunir algún dinero y luego irme a estudiar a otro país, el saber Inglés me abría muchas puertas, tanto laborales como académicas y a mí siempre me encantó estudiar.
Lo que yo no sabía, es que el saber ese idioma, no me iba a ayudar a encontrar un trabajo, sino que me iba a salvar la vida.
Cuando mi padre y yo abordamos el ferry, mi madre y mis dos hermanos, uno de 5 años y el otro de 10 años, se quedaron llorando desconsoladamente, esas despedidas son muy difíciles, ya que no sabes cuánto tiempo te tomará volver a reencontrarte con tu familia, porque por más planes que tengas, una cosa son tus planes y otra cosa son los planes que te depara el destino, a veces él te sonríe y te trae cosas muy maravillosas, pero otras veces te da un golpe en la cara, para que no te queden ganas de seguir viviendo, sin embargo; el salir o no de las adversidades solo depende de ti, ya sabrás el porqué te lo digo.
Todo en el ferry iba perfectamente bien, el barco estaba limpio, tenía buenos asientos y a pesar de que habían bastantes personas, todos estábamos cómodos, también pude notar que habían más hombres que mujeres, aunque no los conté, se notaba a simple vista, entre las mujeres, se podría decir que habían 10 adolescentes y 5 niñas, las demás, eran mayores de 25 años, yo calculó que habían como unas 30, ¿qué como sé esto?, pues, más adelante le daré la respuesta.
Yo siempre fui muy extrovertida y pronto comencé a hablar con una de las chicas que se encontraba en el ferry, teníamos muchas cosas en común, como me sentía aburrida dentro del barco, le pedí permiso a mi padre para ir afuera a ver el mar y seguir charlando con mi nueva amiga, mi padre accedió ya que estaba cerca, de igual manera, el que estuviera adentro o afuera, no iba a cambiar nada de lo que iba a suceder en pocos minutos.
Mi nueva amiga se llamaba Flor, teníamos hasta la misma edad, hicimos química desde que nos vimos, no obstante; jamás pensé, que ella marcaría un antes y un después en mi vida.
Flor y yo estábamos bromeando en la popa cuando vimos dos barcos aproximándose, la verdad, yo me imaginé cualquier cosa, menos lo que iba a pasar a continuación.
Flor me pregunta intrigada, — ¿Qué serán esos barcos?—.
A lo que yo respondo — No lo sé—. En verdad, no tenía ni la más minima remota idea, hasta que escuché gritos que provenían del interior del ferry, mi amiga y yo nos miramos sorprendidas y asustadas, solo éramos unas niñas, nos quedamos congeladas en el mismo lugar.
—Ustedes dos, venga para aca—. Eso fue lo único que escuché y cuando vi al hombre, me di cuenta que estaba armado, por inercia volteó a ver a Flor y ella también me estaba mirando asustada, yo le traduzco lo que dice el hombre ya que ella no sabía hablar inglés y la agarro de la mano para que se mueva, estoy segura que si ella se quedaba ahí parada, la hubieran matado, aunque pensándolo bien y por más cruel que parezca, creo que eso habría sido mejor.
Cuando entramos, nos dimos cuenta que habían más hombres armados, yo vi alrededor de 20 hombres, sin contar los dos barcos que se acercaban por la popa, que también eran de ellos.
Ahora les respondo la pregunta anterior, ¿saben como sé cuántas mujeres habían?.
Cuando Flor y yo entramos, los hombres armados comenzaron a dividir a las mujeres en grupos, niñas, adolescentes y mayores de 25 años, a los hombres también los dividieron igual, yo solo podía ver a mi papá con mucho miedo, nunca en mi vida había estado tan asustada, mi corazón latía a mil por minuto.
—Creo que son piratas—. Escuché el susurró de una de las mujeres que estaba a mi lado, por su voz, se notaba que también estaba aterrada.
Aunque yo había escuchado de los piratas, nunca me imaginé que iba a tener una experiencia de esas en mi vida, los únicos pirata que conocía era al de piratas del Caribe y Peter pan, obviamente estos piratas no eran igual de amigables que los nombrados anteriormente.
Lo primero que hicieron los delincuentes del mar, fue pasar los cargamentos a los barcos que ellos traían, por un momento y en mi dulce inocencia, pensé, que luego de desvalijar el ferry nos dejarían ir, pero obviamente eso no fue así, resulta que todo en ese barco, era mercancía importante, incluyendonos a nosotros.
Los niños, fueron los primeros que se llevaron, en lo que empezaron a caminar, los padres de los pequeños se desesperaron, comenzaron a gritar y correr en busca de sus hijos, los niños también gritaban y lloraban, pero para esos hombres, nosotros no éramos humanos, éramos simplemente mercancía, por lo que, cuando los padres comenzaron con el alboroto, los piratas empezaron a disparar, en cuestiones de segundos, ya habían 4 personas muertas, tres mujeres y un hombre.
Al ver la escena yo comencé a llorar, nunca en mi vida me imaginé, presenciar semejante cosa, sin embargo; eso no era nada, en comparación con lo que se me avecinaba.
Luego de llevarse a los niños, vinieron por nosotras, yo miré a mi padre con ojos suplicantes y él me devolvió la mirada sin decir nada, sin embargo; antes de cruzar la puerta mi papá se abalanzó sobre uno de los piratas y empezó a forcejear con él para quitarle el arma, al ver lo que estaba pasando, otro de los rehenes se unió a mi padre para ayudarlo, no obstante; eran dos personas, en contra de más de 20 hombres armados.
Varios disparos se escucharon en el lugar y yo solo pude ver como el cuerpo de mi padre descendía lleno de sangre, no sé si era por el shock, pero en ese instante, todo por mi mente pasó en cámara lenta y por un momento se me olvido con quien estaba y de todo lo que esos hombres eran capaces.
Salí corriendo gritando y llorando, pero antes de llegar hacia donde él estaba, uno de los piratas me tomó por el cabello y me regresó con las otras mujeres, nunca se me olvidará lo que me dijo — Vas a agradecer que se haya muerto aquí—. Esas fueron sus palabras exactas, las recuerdo como si fuera ayer y aunque no lo crean, ese desgraciado tenía razón, nunca había agradecido tanto algo en mi vida, como el que mi padre hubiera muerto ese día.
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Comments
Sonia Jeannett Criollo Chasi
No puedo creer la historia apenas empieza y ya estoy mal😭😭😭😭😭
2024-01-02
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Beruska Sanchez
apenas empiezo a leer y ya estoy llorando que triste!! y ea cierto soy venezolana y se que lo de las expropiación es una completa realidad en mi país el gobierno hace lo que le de la gana
2023-07-02
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𝄟⃝Miri💋𝄞•ᶜʳⁱˢᵗᵃˡᵈⁱ•𝄟⃝💞
de verdad que fuerte
2023-02-24
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