El sexo y sus perversiones.

...Capitulo VIII...

Luego de lo que sucedió con Robert, el tiempo pasó, sin más, no sé exactamente cuántos días me mantuvieron encerrada, ya que no había luz de sol que me pudiera guiar.

En este lugar el tiempo para nosotras es desconocido, lo que me hace pensar, que es objetivo y subjetivo a la vez, si nos ponemos a ver, el tiempo siempre pasa igual, un día tiene 24 horas, una hora tiene 60 minutos, cada minuto, tiene 60 segundos y así sucesivamente, ni más ni menos, sin embargo; lo que hagas con tú tiempo, con quien lo compartas, entre otras cosas, eso cambiará la forma en que lo percibas.

Por ejemplo, yo sentía que el tiempo pasaba demasiado lento cuando algunos de esos hombres asquerosos saciaban sus perversiones conmigo; no obstante; cuando estaba con Robert, sentía que el tiempo pasaba volando, a pesar de ser la misma cantidad.

Ahora el tiempo para mi, volvía a ser eterno, si le contara todas las clases de perversiones que habían en el Edén, creo que jamás terminaría de contarles.

Pero gracias a eso entendí, que no hay cosa que venda más que el sexo, sí el sexo, ponga a la venta, una película con poco contenido, pero con mucho sexo y a su vez, una con poco sexo pero un excelente contenido, para que vea, que la primera se venderá como pan caliente, ¿por qué crees que la p*rnografía vende tanto?, ¿por qué crees que tantas personas vienen al Edén?, ¿por qué crees que las personas pagan millones por sexo?.

Aquí me he encontrado con diferentes clientes:

Los pedófilos, aquellos asquerosos que se excitan con menores de edad y vienen a este lugar a saciar sus asquerosas perversiones sin ser detectados, para mí, son los peores; nunca me topé con ninguno, la mayoría preferias menores de 15 años, pero flor me contó lo que vivió su primera vez.

Los voyerista, estos dan asco, dependiendo de cómo sean, hay unos que solo te obligan a masturbart*, mientras miran y ellos mismos se dan placer, pero hay otros que te obligan a tener sexo con otro, a la vez que te observan y por supuesto se masturb*n.

Los sadista, también conocido como sado-masoquista, aunque yo le llamo sadista, porque el acto no es consensuado, así que yo no sufro por masoquismo, sino por obligación, a estos les encanta dominar, pegar, arañar, quemar, amarrar, amordazar, esto también dependerá del perpetrador, hay unos que son más violentos que otros, cada vez que tengo que atender a uno de esos hombres, mi cuerpo tiembla, creo que en este infierno, mi cuerpo ha podido aguantar mucho el maltrato físico.

Los fetichistas, estos no me desagradan tanto, a los fetichistas les encanta cumplir fantasías mediante el uso de algún objeto inanimado para sentir placer, por ejemplo; una vez estuve con un hombre que le gustaba que usara ropa interior de encaje negra y zapatos de tacón, no me los podía quitar y en todo momento, él estuvo tocando los tacones mientras me penetraba, este no me gustó, pero fue rápido y sin mucho dolor, por lo que para mí, fue un día pasable; también, estuve con uno que usó varios vibradores y me penetro con su pen* y con el vibrador; este si me desagradó bastante, en fin; todo lo que se haga con el objeto y genere placer sexual es considero fetichismo.

Por otro lado; se encuentran los parcialistas, estos sienten placer por una parte específica del cuerpo, en mi caso, solo tuve un cliente así, y su perversión era con los pies, los tocaba, los olía, los besaba, los lamia, los mordía, el hombre acabo demasiado rápido, la verdad; es que a pesar que fue muy extraño, todo terminó en menos de 30 minutos y para mí, eso es más que genial.

Los urofilicos y coprofilicos, eran los más desagradables, el primero es que el individuo se excita mediante la existencia de la orina, con escucharla, verla, olerla, es realmente repugnante, ese cliente me obligó a orinarlo y cuando lo hice, noté, como eyaculo, con lo segundo; no tuve contacto, pero una de las chicas de mi habitación me contó sobre él, el hombre la obligó a agarrar las heces fecales, mientras la penetraba.

Ustedes dirán, es imposible, no existen personas así, pero la verdad, es que si las hay, y a lo mejor es su vecino, su hermano, su amigo, su padre, hasta su esposo y usted no lo sabe, la gran mayoría de los hombres que asisten al Edén son personas casadas, con familia, con novia, que asisten a ese lugar, para poder liberar sus demonios, ya que con sus esposas no lo pueden hacer, la sociedad no se los permitiría y lo más seguro es que sus cónyuges tampoco.

En mi vida, me iba a imaginar yo, que todo esto existía, en mi inocencia, el sexo se basaba en el amor y en el deseo, en el deseo de que una persona fuera Bonita, tuviera un buen cuerpo y lindo rostro, o sea; de que a pesar, de no tener amor, su físico la o lo atraía, nunca me imaginé que los seres humanos pudieran tener aficiones tan extrañas.

Otra de las actividades de ese lugar, eran las llamadas fiestas de bacanal, no se exactamente que día se realizaban, pero en cada fiesta que hacían, habían subastas de chicas nuevas, siempre que veía la cara de esas pobres niñas, me veía reflejada en ellas, así era yo, esa era mi cara, mi cara de inocencia y miedo.

Dichas fiestas llevaban ese nombre, porque así se les llamaba a las fiestas de orgias que hacían en la antigua Roma, estas fiestas no eran diferentes a esas, solo que aquí no estábamos en roma, a pesar de que las columnas que sostenían el salón, estaban construidas al estilo romano.

En estos eventos, nos colocaban un vestido blanco, que nos llegaba a la mitad del muslo, sin nada de ropa interior, ¿por qué sin nada de eso?, porque nosotras paseabamos por toda la fiesta con una bandeja que llevaba copas de licor, los hombres que pedían el trago, no solo podían tomarlo, también podían tocarnos y si querían, hablaban con uno de los guardias, le pagaban, nos quitaban el vestido y nos violaban ahí mismo, delante de todo el mundo, muchos se quedaban viendo y otros seguían como si nada.

La primera vez que me pasó, yo quedé muy sorprendida y si, aunque sentía que ya me habían humillado bastante y que ya no tenía dignidad, el que lo hicieran delante de tanta gente, fue otro show para mí y no solo lo hacían conmigo, lo hacían con todas las chicas que estaban en ese momento.

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