...Capítulo XII...
Luego de esa noche, mi rutina empezó a cambiar drásticamente, ya no me llevaban a la habitación donde nos ofrecían como carne de ganado, mi plato de comida era mucho mejor que el de las demás chicas, solo salía de la habitación a la hora del baño y cuando Frank venía a verme.
Pero eso no fue lo único que cambio, ahora cada vez que tenía sexo con Frank, había música alta en la habitación, quisiera decir que las flagelaciones también cesaron, pero mentiría con eso, no obstante; no eran tan dolorosas como antes o bueno eso era lo que yo sentía.
No pude aguantar más y le pregunté si el tenía algo que ver con los cambios que habían sucedido en los últimos meses, por un momento, pensé que lo negaría, pero no lo hizo, me dijo que él le pagó a todos los guardias, incluyendo al que monitoreaba las cámaras para que nadie más me tocara a excepción de él por supuesto.
—¿El Dios del Edén lo sabe?—. Fue lo que pude preguntar, mi gran temor era que él se enterara.
—No, no lo sabe, pero no se va a enterar, le estoy pagando bien a los guardias, el que monitorea las cámaras, me dijo que pusiera música, así podríamos hablar tranquilos y no podrán escuchar lo que decimos—. Me informó completamente tranquilo.
En ese momento, me di cuenta del porqué de un momento a otro empezó a colocar música, sin embargo; mis nervios seguían intactos. — Debes dejar de pagarle a los guardias, el Dios del Edén lo sabe todo, tarde o temprano se va a enterar, si lo hace me va a matar, debes dejar de pagarle a los guardias, no entiendo por que haces esto—. Murmure con gran nerviosismo en mis labios.
—No voy a dejar de pagarles, nadie toca lo que es mío, no me importa si eres una prostituta, no quiero que otros toquen lo que me pertenece—. Refutó con rabia en sus palabras.
— ¿Sabes que estoy aquí obligada?, no me gusta hacer esto, lo odio, lo único que me mantiene con vida es la esperanza de volver a ver a mi familia, las prostitutas tienen la fortuna de elegir esa vida, ya sea por dinero o porque les da la gana, yo no tengo elección, ¿entiendes?—. Dije entre sollozos, luego de desahogarme caí en cuenta que a ese hombre no le importaba mi vida, como me sentía o si estaba o no ahí obligada, ese hombre era cliente de ese maldito lugar, ¿cómo le iba a importar las injusticias que pasaban allí?.
Frank recogió sus cosas y se fue, yo me quedé en shock, pensé que estaría en problemas, de hecho pensé que se había ido a hablar con el Dios del Edén, sin embargo; luego de eso, no tuve más noticias de él por otro largo tiempo, supuse que no le había dicho nada al Dios, porque los días seguían igual que antes y aún no permitía que estuviera con otros clientes, eso era bueno, pero me aterraba pensar en lo que pasó la última vez.
No sé exactamente cuanto tiempo había pasado, hasta que Frank volvió a venir, antes de quitarme la bata le pedí disculpa por lo que sucedió la última vez, pero no recibí respuesta de su parte, solo me llevo a el potro y me amarró, se veía de muy mal humor y cuando él estaba de mal humor, las flagelaciones eran más fuertes, por ende; más dolorosas.
Recuerdo que ese día rasgó mi espalda, no paró hasta que vio que me desmayé, en ese momento, no sabía que le pasaba, de eso me enteré años después, pero cuando llegue el momento les contaré sobre porqué ese día él estaba de mal humor.
Cuando me desperté, me encontraba en la enfermería, la enfermera curaba mi espalda, al sentir el algodón húmedo, un ardor recorrió por todo mi cuerpo, pero mi mente estaba en otro lado, en ese momento yo pensaba que había hecho eso para castigarme, por lo que le había dicho la última vez.
A la semana siguiente Frank volvió a ir, las heridas de mi espalda no estaba completamente cicatrizadas, por ende cuando me quité la bata y él se acercó, automáticamente mi cuerpo se estremeció de miedo.
—¿Me tienes miedo?—. Preguntó, yo sacudi la cabeza en señal de negación, me temía que si le decía que sí, se pusiera furioso.
El me volteo y vio mi espalda, pasó la yema de sus dedos por las heridas y yo gemí de dolor, —No quise lastimarte así—. Dijo con voz suave, yo no respondí, estaba asustada.
Como no obtuvo respuesta de mi parte, me dio la vuelta y me besó, me agarró el rostro entre sus manos y me dijo —Te traje algo para que me perdones, ¿Quieres verlo?—.
Yo no dije nada, solo mire hacia la cámara, él volteó y respondió — Ya le pagué al guardia que está en la sala de grabación, va a borrar los minutos en donde hablamos, no te preocupes—. Él acarició mi rostro, mientras yo pensaba que definitivamente ese hombre no era normal.
Sacó una carpeta con fotos e información, las personas de las fotos era mi familia, mi mamá y mis hermanos, yo tape mi boca con una de mis manos a la vez que mis lágrimas rodaban por mi mejilla.
Mi madre se veía envejecida y mis hermanos más grandes, —¿Cuanto tiempo llevo aquí?—. Susurré en voz baja, pero aún así, Frank me escuchó y respondió, —llevas 4 años—.
—¿Qué?—. Dije mientras tocaba mi frente con preocupación, — ¿Nunca voy a salir de aquí verdad?—. Dije con lágrimas en los ojos.
Frank no respondió mi pregunta, sin embargo; me dijo que mi madre aún me seguía buscando, que había hablado con políticos tanto en Venezuela como en Trinidad y Tobago.
Muchos de ellos le habían dicho para hacerme una tumba junto a mi padre, ya que todos pensaban que había muerto, pero mi madre se negó y aún seguía buscándome.
— Con razón se ve tan demacrada, la preocupación la debe estar matando—. Dije entre sollozos.
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Updated 35 Episodes
Comments
Matilde Astorga
Horrible
2022-05-16
1
Martha Padilla
Que tristeza 😢😢😢 Cuanto dolor 😭😭😭😭😭😭
2022-03-16
1
alicia g
me hiciste llorar este capítulo muy fuerte
2022-03-15
1