Mi padre le explicó que pasó y mi madre no puso objeción alguna cuando tomó su decisión, tenía dudas de apoyarlo pero se resignó limitándose solamente a observar la situación en silencio por miedo.
— No puedo creer que me deshonraras de esa manera. Primero fue con la familia Tae Yang y ahora esto.
— Papá por favor, si tan solo me escucharas…
— ¡No quiero saber más!.
Había terminado mis maletas y mi padre sólo me jaló del brazo para luego dejarme fuera de la casa. Mis lamentos eran en vano, entendí que no contaba con su apoyo. Me dirigí a casa de una amiga pero ella no pudo darme asilo en su casa, los demás amigos que tenía tampoco me apoyaron, mi padre había manipulado a sus familias logrando que mi reputación cayera por los suelos; entonces entendí que ser como soy era algo malo y que jamás lograré ser feliz.
Estaba cerca de un parque, sentada en una banca sin saber que hacer, cogí mi celular y envié un mensaje de texto a mi novia para terminar nuestra relación, quería protegerla y… aunque no podré ser yo misma, quiero que sea feliz aunque no sea conmigo. Mis lágrimas se hicieron presentes y mi corazón ya estaba hecho en mil pedazos, pronto recibí una llamada, era ella pero enseguida apagué mi móvil. Seguí llorando, todo era más fácil si yo desapareciera, por ser como soy; no noté que alguien se me acercó y con una voz cálida me preguntó “¿estás bien?”, giré mi cabeza y pude reconocerla, pude reconocer a una gran amiga que tenía en la infancia
— Yahiko, eres tú… — alcé la mirada con mis ojos cristalizados.
— La misma de siempre. — sonrió. — pero dime, ¿estás bien?.
— No, no estoy bien. Yo… — rompí en llanto y la abracé, mis lágrimas no cesaban. Le expliqué lo que había sucedido
— Ya veo, pero pudiste tener el apoyo de tu novia. Ella seguro te acogerá en su casa
— No, no quiero involucrarla en más problemas, quiero protegerla sin que le haga nada mi familia. Además mi padre sabría en donde estoy y conociéndolo, les haría daño.
— Entiendo, por el momento te puedes quedar en mi casa el tiempo que quieras
— Te prometo que no será mucho tiempo. — limpie mis lágrimas.
— No te preocupes por eso.
Nos fuimos a su casa y su familia me recibió con una cálida bienvenida. Les dio la noticia y no pusieron objeción alguna, me recibieron como una integrante más de su familia.
Al día siguiente, la ex novia de Harumi había ido a su casa acompañada de su papá; querían arreglar la situación y darles la tranquilidad que ambas necesitan.
Abrieron la puerta enseguida y los recibió en la entrada el padre de la muchacha rubia.
— ¿Qué desean?. — los miró de reojo.
— Vinimos a ver cómo estaba Harumi, ayer ya no pudimos platicar tranquilamente señor.
— Váyanse, no quiero saber nada de ustedes. Ella se fue al extranjero a vivir con sus tíos, dijo que no quería saber nada de ti y que estaba solamente confundida. Ayer salió su vuelo.
— ¡Eso no es cierto! — exclamó ella
— Calma hija, déjame hablar con él. Déjanos solos por un momento
— De acuerdo.
Se marchó esperando en la entrada dejando a ambos padres continuando con su conversación.
— Bueno señor Kirishima, si eso es verdad, ¿porqué no nos dijo nada?. — lo miró seriamente.
— Porque fue mi decisión, ya ve que la sociedad siempre está al pendiente de tu reputación.
— Ya veo, a usted le importa el que dirán.
— Si, así es y por eso mismo también pensaba cortar lazos con ustedes. No me interesa más invertir en su empresa.
— ¿Hace esto solo porque nuestras hijas aman de una forma diferente?. — frunció el ceño.
— ¿Llama a eso amor? ¡ja!, no me haga reír. Las dos están enfermas, es algo antinatural.
— Permítame contradecirlo pero no es verdad. El amor se demuestra de mil maneras y si usted no lo ve así es su problema pero no permitiré que juzgue a mi hija. — señaló con su dedo índice.
— Haga lo que quiera, me encargaré de que usted no consiga trabajo y su reputación estará por los suelos. — dijo fríamente.
— ¡Bien!, de todos modos su dinero ya no me importa y también quería romper lazos con usted. Me despido, lamento haberle quitado su tiempo señor. — Hizo una reverencia de despedida y se dirigió a la entrada de la casa.
Al ver que el papá de la joven se acercaba hacía ella, se acercó rápidamente. La incertidumbre de saber que había pasado con su ahora ex novia era más fuerte que ninguna otra emoción.
— ¿Qué te dijo?. — cuestionó ansiosa la joven.
— Básicamente que ya no podrás ver más a Harumi. — tocó su hombro.
— ¿Qué…? — se había quedado sin palabras en ese momento para luego llorar desconsoladamente. Ahora todo tenía sentido, su papá la consoló abrazándola fuertemente.
Se marcharon de aquel lugar, las palabras del señor Kirishima parecían una profecía ya que las cumplió y cómo no hacerlo si tenía muchas influencias, nombre de prestigio y fama mundial. La situación económica empeoró, así que decidieron mudarse en Canadá, el padre de aquella chica conocía a amigos que lo podrían ayudar; transcurrió el tiempo para ambas y la situación parecía quedar en el olvido, yo estudié la universidad y pronto empezaría a ser independiente mientras que mi ex novia también estudió en Canadá pero el destino a veces te pone siempre en el lugar correcto en donde el tiempo hace su magia comenzando mi historia con esta nueva mujer que conocí y que actualmente ya es el amor de mi vida y su nombre era Hikari.
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