Pasados los días, en año nuevo y como era costumbre, Hikari haría una video llamada con su familia y tenía en mente el darles la noticia para presentarme oficialmente como su novia. Habíamos acordado como es que le diremos a su familia pero estaba preocupada por cómo reaccionarían. Las preguntas que tenía en mente eran: << ¿sus padres ya saben que a ella le gustan las mujeres?, ¿me aceptarán en su familia y seré digna de ser su novia? >>.
Aunque Hikari me mencionaba que todo saldrá bien y que sus padres me aceptarán no pude evitar sentirme avergonzada y preocupada.
Llegado el día, me prepare mentalmente y confíe en que todo saldría bien, la video llamada comenzó y conversamos muy plácidamente, conforme avanzaba la plática sentía un poco de nervios pero era normal, ¿quién no se pone nervioso al conocer los padres de la novia?; pasado el tiempo pronto, Hikari tocó el tema y era el momento de que por fin sea oficialmente parte de la familia.
— Mamá, papá les tengo que contar una noticia antes de finalizar la llamada. — Hikari cambió su tono de voz sonando seria.
— Dinos que pasó, te escuchamos.
tomó mi mano enseguida para después mirar hacia la pantalla. — Harumi es mi novia y apenas llevamos 6 meses de relación, ya es parte de la familia.
— Wow, muchas felicidades a ambas, que linda pareja hacen ustedes dos. — mencionó su madre muy alegre y contenta por la noticia.
— Les deseo la mayor felicidad del mundo a ambas. — sonrió el padre muy alegre .
— Gracias a ambos. — imitó el gesto de sus padres.
— Cómo… ¿ustedes ya sabían que a Hikari le gustaban las mujeres?. — pregunté con asombro y a la vez aliviada por la preocupación.
— ¡Por supuesto!, desde que Hikari era niña nos dimos cuenta acerca de que le gustaban las mujeres y la aceptamos tal y como era ella. Obviamente tuvimos que orientarnos y tomar algunas terapias para saber que todo ello era normal y que no tiene nada de malo, por eso nos alegra que ella sea muy feliz siendo ella misma y a tu lado vemos que va a estar muy bien.
— Ya veo, Hikari tuvo suerte de tener unos padres tan buenos. — ambas sonreímos. — yo amo a su hija y prometo que siempre la haré muy feliz. La amaré y la protegeré siempre.
— Lo sabemos, Hikari nos habla mucho de ti y nos transmitiste mucha confianza la primera vez que te vimos.
— Gracias señora. — hice una leve reverencia.
— Bueno, ahora podemos estar tranquilos, nos veremos hasta el próximo año, no olviden que cuentan con nuestro apoyo.
— Gracias a ustedes. Adiós y que tengan un feliz año nuevo. — ambas nos despedimos y finalizamos la llamada haciendo una leve reverencia.
Aún no podía creer la reacción de sus padres, me alegraba muchísimo que ella tuviera unos padres tan maravillosos. A diferencia de los míos que siempre me juzgaban sin siquiera conocerme completamente, además de verme horrorizados.
— Venga ya cariño, ¿en que estás pensando?.
— Pensaba en mis padres, a diferencia de tu familia, no creo que te hubieran aceptado y tu me hiciste sentir aceptada. Yo agradezco mucho que tu familia me acepte. — mi voz se entrecorto y mis ojos se cristalizaron.
— Tontita. — pegó levemente sus dedos en mi frente. — siempre fuiste bienvenida a la familia. Ellos te adoran cariño.
— Lo sé, te amo tanto.
Me limpió las lágrimas en mis ojos para después enseguida besarme tiernamente, posando sus brazos en mi cuello mientras yo tomaba su definida cintura. Sus besos eran siempre mi tranquilidad.
Al día siguiente regresamos a nuestros trabajos y acordaríamos ambas comer juntas en nuestra hora de comida.
Poco tiempo después, al llegar casi la hora de la comida, Seiji me detuvo por unos minutos para darme un obsequio.
— Sé que te vas a comer ya pero me permití traerte este obsequio por año nuevo.
— Gracias. — expresé indiferente.
— De nada, ¿quieres que comamos juntos de paso?.
— Disculpa pero ya tengo una acompañante. — coloqué el obsequio en el escritorio.
— Ya veo, no te preocupes, otro día será. — << seguro que es con esa lesbianita bastarda >>, pensó molesto en ese momento
— Bueno, me tengo que ir, agradezco el regalo. — hice una pequeña reverencia para luego retirarme.
Al irme, me dirigí camino al restaurante de Hikari para luego comer en su oficina. No era tan grande su escritorio pero podíamos comer tranquilamente.
Por otra parte, el detective había invitado a la señora Saori (la madre de Harumi) a un restaurante a comer y discutir acerca de como iba el caso de la desaparición de su hija, la compañía de aquel hombre alto de ojos marrones la hacía sentir confortante por los avances que ha logrado. Pero esta vez la sorprendió con un gran detalle después de la comida.
— Para usted bella dama. — le entregó enseguida el ramo de flores.
— Oh muchas gracias, están muy lindas. —cogio las flores olfateando su fragancia.
— Se que es algo repentino pero me gustaría conocerla mucho más y que tuviéramos una relación más formal. Le haré muy feliz ya que me he enamorado de ti a medida que fue pasando el tiempo.
— Agradezco mucho esta propuesta pero prefiero tomar un tiempo necesario para sanar mi corazón, he sido muy lastimada y el hombre del que me había enamorado resultó ser despreciable, no quisiera apresurar las cosas pero prefiero mantener la relación así como está.
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moto
2021-03-30
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