Capítulo 6: Vínculos

...*** 10 años atrás ***...

—   ¡Papá, escúchame!, te lo puedo explicar.

—   ¡¿Qué me vas a explicar maldita casquivana?!. Ya me enteré de lo que haces a nuestras espaldas, ¡¿crees que no me iba a dar cuenta?!.

—   Pero papá, son solo rumores. ¡Te juro que yo no hice nada de lo que te han dicho, ¡por favor, créeme!. — exclamó Harumi mientras se arrodillaba frente a su padre.

—   ¡No me toques con tus sucias manos!, ¿cómo mentirían los padres de tus amigos ante estas cosas que son serias?. Y luego con… ¡uhggg!, ¡no quiero ni mencionarlo del asco que me da!.

—   Papá te lo juro, yo iba a decírtelo pronto. ¡Tienes que creerme!.

—   ¡Cállate!, ¡no quiero seguirte escuchando más!. — le dio una bofetada.

—   ¡¿Entonces le crees más a lo que diga la gente que tú propia hija?!, ya veo... Creí que me apoyarías… pero ya veo que no… — mencionó ella sobándose la mejilla llorando.

—   No quiero seguir escuchando palabras que sé que son mentiras, cómo si no conociera la clase de persona que es mi hija y yo que no quería creerlo… ¿sabes qué?, ¡haz tus maletas y lárgate de esta casa!, ¡para mi estás muerta!. — chasqueo los dedos seguidamente.

—   ¡Papá, por favor… por favor no lo hagas…!, ¿dónde voy a vivir? — suplicó de rodillas.

—   ¡No lo sé ni me importa!, ¡lárgate ya!. — mencionó su padre jalándola muy fuerte del brazo hacía la puerta de la entrada de su casa para después empujarla sin siquiera darle tiempo para que ella pudiera tomar sus pertenencias.

Fuera de la casa solamente se escuchaban los golpes en la puerta y las frases: “¡Papá!, ¡papá por favor, no me dejes aquí!...”, “¡ábreme por favor…!”, ”mamá, ábreme por favor…”. Su madre quiso abrir la puerta pero su esposo la detuvo y le convenció de no ayudar a su hija. Al ver aquella joven que sus padres no le abrían la puerta, se fue buscando algún refugio con un amigo, alguien que la pudiera ayudar, pero todos le dieron la espalda y las personas en las que ella confiaba la traicionaron.

Sola y abandonada terminaría esta joven a sus 16 años. Dicen que después de una tormenta, viene la calma y así fue… pronto conocería a una gran amiga de la infancia quien le dio asilo en su casa para así poder enfrentarse y superarse a sí misma, entendía muy bien que estaba sola y que no puedes confiar en las personas. Gracias a su amiga, la joven Harumi pudo tener una nueva vida.

...*** Tiempo presente ***...

Al día siguiente desperté para ir al trabajo y comenzar con mi rutina diaria: ir a mi trabajo, después hacer limpieza en mi departamento y para romper un poco las reglas, a veces estaba sola viendo series o caminaba de vez en cuando en el parque. Ahora que conocí a aquella mujer pelinegra de ojos color miel, mi vida está dando un toque más de alegría, algo que había perdido desde hace mucho tiempo

Al pasar los días, todo iba perfecto y nuestros vínculos se hacían más y más fuertes, Hikari me demostraba ser una leal amiga a pesar de mi indiferente carácter.

...*** Dos meses después… ***...

No muy lejos de la oficina, se escuchaba una multitud alegre, yo estaba presente y me alegraba mucho que Hikari por fin haya podido abrir su restaurante, era muy buena chef después de todo.

—   ¡Bienvenidos a la gran inauguración de la cafetería Takada!, ¡hoy es un día muy especial para mi y quiero agradecerles a todos por su grandioso apoyo, ya que sin ustedes, no sería posible. — mencionó alegremente por el altoparlante y junto con ella, cortamos el lazo de la puerta.

—   ¡Adelante y sean bienvenidos!, buen provecho para todos ustedes

La multitud afuera de la puerta comenzó a entrar y las personas iban tomando su lugar en cada una de las mesas. Incluso les había comentado a mis compañeros de trabajo acerca del restaurante y parecían muy fascinados, la comida era exquisita y el ambiente ya se había convertido en algo familiar y cálido.

Felicité a Hikari en su oficina y me mencionó que ya tenía planeado todo y que hasta ahora por fin pudo conseguir el dinero para poder abrir su negocio, era su propósito de cada año. Me había tomado por sorpresa que fuera cerca de la oficina donde yo trabajaba, pero era una buena zona concurrida después de todo y seguramente tendría éxito, su restaurante pronto sería muy popular. Al salir de su oficina, nos encontramos con una amiga de Hikari quien también la felicitó.

—   ¡Felicidades amiga!, por fin lograste tu sueño. — la abrazó fuertemente

—   Gracias Kaori, que lindo de tu parte que me acompañaras a la inauguración. — correspondió con la misma intensidad su abrazo.

—   Tenía que hacerlo, eres mi amiga después de todo. Por cierto, ¿tienes ya novia y no me la presentaste?, ya te vi picarona. — dijo con un tono burlón pegándole ligeramente con su codo.

—   ¡¿Qué dices?!, ella no es… no es mi novia. — se sonrojó mirándome.

—   Es verdad, ella y yo… no somos novias. — me ruborice nerviosa al verla.

Ella río por nuestros gestos. — Ok, ok, ya lo entendí, aunque las dos se pusieron nerviosas ¿eh?.

—   Jeje no, solo somos amigas. Vamos a sentarnos y así la conoces. — las tres nos sentamos para conversar.

Nos presentó a ambas y luego las tres platicamos para conocernos. Tenía una vibra alegre y hacía que el ambiente fuera más cómodo.

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