Capítulo 10: Todo por ella

—   Ahora entiendo porqué eras tan insistente… — dije algo pensativa en ese momento.

—   Si y lamento si eso te incomodaba, lo único que quería era acercarme más a ti. Quisiera preguntarte si tú…  — cogió mis manos. — si tú quisieras ser mi novia, te amo Harumi y mis sentimientos por ti son verdaderos, no te voy a lastimar nunca.

—   Yo me siento muy alagada por tu proposición pero no puedo aceptarlo, lo siento pero no puedo corresponder a tus sentimientos. — lo solté quitando mis manos.

—   Entiendo, al menos lo intenté. Aunque no me rendiré y seguiré conquistándote para que te enamores de mi.

—   No, preferiría que no lo hagas más, tal vez no hoy pero después entenderás porqué te lo digo. Lamento no corresponder a tus sentimientos, bueno me tengo que ir ya que es mi hora de salida.

—   Claro, está bien. — << pero no me rendiré para conquistar tu duro corazón  >>, pensó aquel joven hombre al ver marchar a su compañera

Salí de la oficina y me dirigí al edificio, el clima estaba soleado pero no concordaba con mi estado de ánimo con el que me encontraba. << ¿le afectará lo que le voy a contar? >> esa pregunta retumbaba mi mente, sé que era necesario mencionarle esto a mi amiga pero cuando actuó viendo a mi compañero le afecto mucho e incluso habíamos tenido un ligero pleito; ella no confiaba en él y le daba muy mala espina. Me convencí a mi misma a mencionarle lo ocurrido, después de todo es mi amiga y ha sido muy buena conmigo (la única que he tenido hasta ahora).

En cambio, mi amiga estaba en camino, pudo sentir una presencia extraña y al percatarse de su entorno sintió como si alguien estuviera vigilándola. Caminó más rápido y veía a su alrededor pero seguía teniendo la misma sensación; Al cruzar la calle ella sintió que alguien la jaló y cubrió su boca, no pudo ver su rostro porque tenía puesto un gorro pasamontañas pero en seguida se lo quitó y se le acercó sujetándola de la cintura.

—   Este es un regalo de parte de uno de tus amigos querida, te quitare lo lesbiana y así por fin te quitarás de esas ideas enfermas que tienes, ¡vamos!, será divertido. — se acercó hacia ella tomándola con fuerza de la cintura.

—   ¡Suéltame!. — forcejeo la chica pelinegra.

—   No trates de hacerlo más difícil idiota. — la sometió contra la pared rompiendo enseguida la blusa roja que tenía puesta. — será divertido así que no te resistas. — comenzó a besarla muy violentamente y poniendo sus manos debajo de los jeans que traía puestos.

Siguió forcejeando con él hombre de cabello castaño y afortunadamente pudo pensar en un modo de defenderse así que le dio una patada en la entrepierna causando que este cayera de rodillas al piso, Hikari aprovecho para darle un buen puñetazo en la cara dejándolo mal herido.

—   ¡Habla ahora desgraciado!, ¡¿quién te mandó a hacer esta basura?! — exclamó furiosa sujetándolo del cuello de la camisa y pateándolo nuevamente en la entrepierna.

—   ¡Para, para!, te lo diré… — suplicó aquel hombre susurrándole el nombre de la persona que lo hizo.

—   No puede ser… — se sorprendió.

—   Ya te lo dije… así que por favor déjame ir… ya no volveré a atacarte lo juro.

Ella lo golpeó una última vez y dejó a ese hombre que se marchara, no podía creer que alguien como esa persona fuera capaz de hacer algo como ello. Se apresuró a ir en camino donde la esperaba Harumi.

Pude notar que Hikari venía en camino pero ella venía con la ropa rasgada, enseguida le presté mi abrigo para que se pudiera cubrir.

—   Gracias amiga, te lo agradezco mucho. — se puso el abrigo.

—   No es nada, ¿pero qué te pasó?. Me asuste mucho cuando te vi de esta manera. —  expresé asombrada.

—   Tranquila, fue afortunadamente solo un intento de abuso sexual. Pude defenderme de esa escoria.

—   ¿Pero no estás herida?, ¿no te hizo daño?. — la observé para ver si no tenia una herida. — Vamos a la policía, tal vez y detengan a ese tipo y denunciarlo.

—   No hace falta, creo que esa escoria aprendió bien su lección y dudo mucho que se vuelva a aparecer.

—   Ya veo, justicia por tu propia mano. Vamos a casa y así puedes olvidar todo esto.

—   Si, vamos a casa.

Al llegar a su departamento, ella se cambió de ropa y yo preparé un té para ambas. Hikari necesitaba olvidar la situación y relajarse pero ella decidió hablar conmigo sobre lo sucedido.

—   Verás…  el sujeto que hizo eso dijo que alguien le había pagado para que lo hiciera. — se sentó en una silla.

—   ¿Enserio?, pero no tienes enemigos o alguien que te tenga odio. — mencioné pensativa.

—   No me importa si se trata de eso ya que me da lo mismo. Te diré quien lo hizo así que debes de creerme cuando te lo diga y alejarte de esa persona, ¿de acuerdo?. — me miró fijamente.

—   Sí, pero dime quién fue.

Ella me dijo el nombre y me quede anonadada por su respuesta, no quería creer en lo que había pronunciado en ese momento.

—   Sé que él no te cae bien, pero no tienes que difamar a esa persona cuando no la has conocido bien. Fue un ataque, ¿cómo sabes que ese tipo no mintió para que no lo culparan?. — cuestionó frunciendo el ceño.

—   Sabía que dirías eso…  — bajó la mirada.

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