El carpintero.

Salmón serruchaba un trozo de roble en su carpintería, horas antes, con su hacha lo había echado abajo.

Siempre cortaba los árboles más grandes, primero observaba con atención el tronco, el color de la corteza, lo palpaba, tocaba y olía; luego de cerciorarse de que estuviera sano comenzaba el trabajo con su vieja hacha.

Una vez en el suelo, iba cortando los trozos poco a poco, casi siempre lo reducía a cuatro o cinco pedazos, así sería más cómodo llevarlo hacia la carpintería.

A esa hora, todos los troncos estaban en el taller, apilados uno encima de otro, menos uno, el que serruchaba.

Mientras los dientes delserruchoo comían la madera, Salmón tarareaba una vieja canción que le cantaba siempre su madre.

Mucho tiempo atrás su padre sufrió un terrible accidente, cayó del caballo mientras llevaba un cargamento de madera hacia Camarín, para venderlos a los constructores del lugar. Desde aquel nefasto día Salmón lo sustituyó como carpintero en jefe y para él fue más que un honor, puesto que le encantaba el hermoso arte de trabajar con la madera.

Desde niño acompañó a su padre al bosque, aprendió cuáles árboles eran los mejores, todos sucumbían ante el hacha del viejo carpintero, observó el proceso de corte, preparación y tallado de las obras de arte que fabricaba el viejo carpintero, ya que, no solo vendían madera, sino que también creaban sillas, mesas, sillones y otras cosas más.

Cuando terminó de serruchaba, tomó el cuchillo en sus manos, en su mente de artista buscó la forma oculta que tiene cada trozo de madera, solo un verdadero carpintero podía hallarla y Salmón era uno de los buenos. Primero pensó en un animal, luego en sus dimensiones y finalmente el uso del mismo.

No tenía ninguna tarea pendiente, el último cargamento de madera lo había vendido dos lunas atrás y el último juego de muebles una semana antes, así que envió a los aprendices a sus respectivas casas antes de salir al bosque.

Una vez que imaginó la obra, comenzó a trabajar, el cuchillo profundizaba una y otra vez en la dura madera de roble, a veces se deslizaba por la superficie, otras se adentraba hasta el corazón y en otras tallaba círculos. Mientras trabajaba recordó que tenía que comprar la cena esa noche, así que aceleró su proceso creativo; su padre siempre se brindaba para buscar los víveres necesarios, pero su esposa, la cual era la señora de la casa desde que su madre falleció, siempre alegaba que prefería que el pequeño Joshua jugara con el anciano, pero Salmón sabía cuál era la verdadera razón, desde la caída, su padre cojeaba cada vez más y las personas de Elonislam se burlaban del pobre anciano.

Una gota de sudor corrió por la frente del agotado carpintero, el sol aún no había abandonado el cielo, pero el carpintero, exhausto sonrió orgulloso.

Caminó a ritmo lento por las calles de su ciudad, era hasta cierto punto bastante hermosa, sus murallas blancas se alzaban hasta parecer tocar el firmamento, las calles limpias y arregladas, lo peor eran las personas, siempre sonreían hipócritas y luego hablaban y se reían de los otros y tampoco soportaba el olor de las casas, prefería la tranquilidad de la carpintería y la compañía de sus mejores amigos, el martillo y el serrucho.

Debajo del brazo llevaba un bonito caballo de madera, solo le faltaba pintarlo, pero con el apuro prefirió regalárselo a su hijo de inmediato, pues el cumpleaños del niño estaba cada vez más cerca y si su sueño era cierto, ese era el mejor momento.

El carpintero amaba a su hijo más que a nada, le gustaba su forma de reírse, como hablaba, su cómico caminar y hasta cuando se enojaba, pero lo que más le gustaba de su pequeño retoño era la alegría que reflejaba en los ojos cuando le regalaba algo fabricado por él; el niño reía y jugaba desde el nacimiento del sol hasta su puesta, y aunque no lograba verlo con sus ojos lo disfrutaba con el corazón.

Cuando tocó la puerta de la casa, escondió el juguete detrás de él y la compra delante, siempre era su hijo quien lo recibía con muchas sonrisas, besos y un abrazo sofocante, pero en esa ocasión quien abrió la puerta fue su mujer, luego de besarla observó que un extraño hombre estaba sentado en su casa conversando con el anciano carpintero:

_ Hijo mío, este señor es _ Salmón observó al visitante atentamente _ el nuevo profeta y está aquí para _ el anciano no terminó la frase pues su hijo le interrumpió

_ Sé quién es, y también el motivo de su visita _ el anciano tuvo un impulso para preguntarle a su hijo, pero este prosiguió _ anoche tuve un sueño, este señor me estaba llamando, una luz brotaba de su corazón, de sus labios brotaban espadas que decían" Al mar Agudo debes ir, tu misión has de cumplir "_ Aziel maravillado dijo

_ Me sorprende lo que dices _ levantándose agregó _ entonces como sabrás necesito una respuesta _ Salmón interiorizó la pregunta, pero antes de responder observó a su padre, liego a su mujer y por último al pequeño Joshua, que jugaba con un león de madera

_ ¿Por qué había una oscuridad en mi sueño que venía desde el este?

_ Una horda bárbara viene en camino, las dos murallas cayeron, Ittaigil, Lavi-Lavi y Barack Talá fueron reducidas a cenizas, la próxima ciudad es esta

_ Hijo mío _ el niño intentó ponerse en pie, pero cayó, Salmón se acercó y le dio un beso _ Toma, juega con este, los ojos del niño parecían luceros apagados, volteándose dijo _ Mañana partiré, le ruego que cene hoy junto a mi familia.

La esposa de Salmón sirvió la cena, esa noche cenarían ternera especiada, vino de piña y cereales, al profeta le sirvieron dos veces más que Salmón y este lo agradeció:

_ Muchas gracias _ dijo el profeta mientras hacia una pequeña reverencia _ ahora si me disculpan debo irme

_ Señor, ¿ Dónde va a dormir hoy?_ quiso saber el joven, el profeta sonrió

_ A la luz de la luna _ el carpintero hizo una gran reverencia

_ Le pido de favor que duerma bajo mi techo _ el profeta aceptó.

Abrió la puerta de su cuarto, entró mirando el suelo, tardó un poco en acostumbrarse a la oscuridad, caminó unos pasos, a su derecha vio la cuna del pequeño Joshua, acercándose observó como dormía el niño, era lindo, delgado, las facciones de su cara eran fuertes ^ Igual a mi ^ pensó, el joven carpintero no sabía qué tenía que hacer en el mar Agudo, tampoco sabía si iba a regresar de su misión, ^ Pero tú tendrás un futuro hijo mío, evitaré que el mal caiga sobre mi familia ^

_ Querido _ reconoció la delicada voz de su esposa _ te necesito a mi lado _ Salmón caminó rumbo a la cama

_ ¿ Dónde estás amada mía?_ dijo con voz dulce _ no te encuentro

_ Sigue mi voz, amor mío, siempre te guiaré con ella _ subió a la cama, con su boca exploró todo el cuerpo de su amada, midió con la yema de sus dedos cada centímetro de su cintura y se perdió en el dulce sabor del amor.

Abrió los ojos antes de que saliera el sol, su esposa dormía desnuda a su lado, sentándose en la cama estiró sus fuertes brazos hasta que sonaron sus huesos, levantándose caminó hacia la cuna y cargándole entre sus brazos besó su pequeña cabeza; sintió el calor de su mujer abrazándolo por la espalda, en ese momento sintió que a ambos lados tenía lo más importante de su mundo.

En la puerta lo despidió su familia, una lágrima corría por la mejilla de su amada mientras lo veía partir, al mirar atrás observó a su hijo agitando los brazos y confió en la sabiduría de su padre.

_ Carpintero _ dijo el profeta mientras comía unas manzanas sentados a la sombra de un álamo _ ¿Desde cuándo sueñas con el futuro? _ el joven mordió una manzana

_ Desde que mi padre tuvo el accidente _ el profeta meditó

_ ¿Quisieras ser profeta algún día?

_ No _ respondió el joven de inmediato _ tengo familia, la amo y dependen de mí _ el profeta levantándose agregó

_ Dependen de ti, porque así tú lo quieres.

El camino hasta el mar Agudo no fue tranquilo, había algo que lo atormentaba, cada vez que miraba hacia atrás recordaba a su hijo y quería volver en ese instante, pero luego recordaba el verdadero objetivo de la misión y llenándose de valor seguía su camino.

En la noche mientras hablaban se dedicaba a trabajar sobre un pedazo de madera con un pequeño cuchillo

_ ¿ Qué haces?

_ Un regalo para mi hijo _ el profeta observó atentamente mientras el carpintero trabajaba finalmente dijo

_ Parece un león _ Salmón sonrió

_ Lo es, a mi hijo le encantan esos animales.

_ Yo no tuve hijos, pero creo que tenerlos a de ser una gran responsabilidad, yo sé que eres responsable y trabajador, pero sobre todo que amas a tu hijo

_ Lo amo, es lo más importante en mi vida, es un pedazo de mí, es una pequeña versión mía _ una lágrima salió de sus ojos _ ¿Sabes lo que dice? _ el profeta negó con la cabeza _ dice que quiere ser carpintero cuando crezca, sé qué no va a poder serlo, es ciego, pero, ¿Cómo le dicen a un niño tan hermoso como ese que el sueño de ser como su padre es inalcanzable? _ el profeta comenzó a llorar

_ Dame el león _ dijo sollozando, el carpintero lo hizo, el profeta cerró sus ojos y oró, al cabo de un rato le devolvió el juguete al hombre _ No te preocupes, tu hijo cumplirá su sueño.

Mientras dormía soñó con un hermoso león y su manda, luchaban contra muchos uros fervientemente; soñó con un polluelo que quería volar solo; soñó con un caballo viejo y el último sueño fue con una hermosa golondrina.

Cuando llegaron al mar agudo el profeta se despidió del carpintero

_ ¿ Qué debo hacer? _ preguntó el joven carpintero

_ No lo sé, mí misión era traerte aquí y luego esperarte _ sentándose en una roca agregó _ cuando sea el momento lo sabrás.

Al momento una barca misteriosa apareció, el barquero quedó mirándolo fijamente

_ ¿Quieres subir? _ gritó, Salmón asintió con la cabeza y juntos partieron hacia la niebla.

El barquero no dijo ni una sola palabra en todo el camino, Salmón tampoco quería hablar nada, estaba consternado por sus sueños y no sabía a quién preguntarle su significado.

Una vez pasada la niebla, observó un gran castillo en una isla:

_ Allí vive un rey _ dijo el barquero _ debes cumplir con tu misión.

La barca finalmente tocó la orilla, el carpintero bajó de ella, caminó por un viejo puente, camino por una vereda y finalmente llegó a la puerta del castillo

_ Bienvenido _ gritó una voz detrás de él _ mi señor no se encuentra, pero te serviré hasta que mi rey regrese _ el hombre traía un gran tronco sobre sus hombros, su camisa blanca estaba manchada con resina, su rostro era agradable y tranquilo, trasmitia paz y seguridad.

_ Si quiere yo puedo ayudarle

_ No sé si podrás, a no ser que seas carpintero

_ Lo soy _ respondió Salmón, el siervo sonrió

_ Esta bien, entonces vamos a la habitación de invitados, allí tendráslo que necesites _ respondió el siervo.

Una vez en la misma, el siervo dejó el tronco en el suelo

_ A mi señor le encantan las obras de arte hechas de madera, ¿ Tú puedes hacer una buena obra con tus manos? _ Salmón asintió con la cabeza, finalmente el siervo caminó hasta la puerta y se marchó.

El carpintero sentándose en una silla frente al tronco pensó con su mente creativa en que podría transformarlo, recordó un sueño y se inspiró. No fue fácil, el cuchillo pico tiras de madera, el serrucho se movió de un lado a otro, profundizó la madera, poco a poco iba transformando aquel tronco en algo más. Toda la noche trabajó en él, sin descansar ni un momento, y él resultado fue maravilloso.

El siervo abrio la puerta del dormitorio, el carpintero dormía en el suelo al lado de la obra recién terminada, sonrió al ver el resultado y comentó

_ Otro más que termina bien su misión, solo falta uno _ rió estrepitosamente _ creo que pronto navegaré.

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Comments

Eriel Ricardo Velázquez

Eriel Ricardo Velázquez

Quedó dormido ggg

2024-01-09

4

Estrella Mustelier

Estrella Mustelier

¿Cuál fue la obra?

2024-01-08

4

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