La defensa de la muralla.

El capitán Enós estaba de pie en lo alto de la muralla, observando el bosque Tierno, en silencio, sus manos estaban entrelazadas en su pecho; pronto comprendió que el escuadrón suicida que había mandado dos días atrás, jamás volvería, ^ Buenos guerreros, los tres más valientes que he tenido ^, pensó con un aire de tristeza.

Dio órdenes a sus soldados de que se prepararan pues pronto vendría otro ataque. Sintió frío, soledad y cansancio, todo iba a cambiar.

Esa tarde en el comedor, nadie quería probar ningún alimento, todos notaban un extraño nudo en el estómago y no tenían ni el más mínimo deseo de comer. Todos los días, los bardos cantaban después de la cena, ese día no fue así, todos los músicos habían huido en cuanto comenzó el ataque.

En la noche comenzó el ataque de la horda, las flechas envenenadas volaron una vez más, muchos Melchores valientes cayeron, todo arquero que defendía la muralla fue abatido y envenenado; los que más suerte tuvieron morirían al instante, los otros sufrían las consecuencias del veneno. Mientras que las tropas enemigas sufrían pocas bajas pues se escondían en la maleza del bosque.

Entonces, el capitán Enós, decidió atrancar la puerta y esperar que intentaran tomar la fortaleza; cualquier guerrero con un ápice de sentido común no lo haría.

Hace mucho tiempo el gran rey Malael edificó la muralla, siguiendo las órdenes del caballero de la armadura de león, ese legendario guerrero, decían las leyendas, combatió a las hordas del más allá, con sus ejércitos las venció y las hizo retroceder hacia el lejano desierto del Este. ^ ¿Serán ciertas las historias?^, pensó el capitán ^ de cualquier modo eso pasó hace mucho tiempo, ahora nadie nos va a cuidar, me toca a mí, defender este reino.

Observó las puertas y comprobó que estaban bien atrancadas; luego dio orden de apostar grandes escudos de madera cubierto por pieles de bisonte y agua, encima de las murallas, para lograr vigilar a sus enemigos sin que muriese ningún guerrero a causa de una flecha envenenada.

El capitán observó a los bárbaros, estos retrocedieron al fondo del bosque Tierno, ^ Están planeando algo y no me gusta para nada.

_Teniente Juan _ un joven guerrero apareció a sus espaldas _ prepara la caballería, a mi señal atacaremos _ señaló hacia los escudos _ esconde grandes piernas detrás de estos escudos, les daremos una grata bienvenida _ el teniente dio media vuelta y corrió a cumplir con lo que su oficial le encomendó.

^ ¿Debería pedir ayuda al rey Yahir?^ se preguntó a la vez que respondía, ^ ¡No!, yo soy el capitán Enós, gran oficial curtido en batalla y único defensor de la muralla, si pido ayuda me tomaran por cobarde y no puede ser.

Cuando el primer rayo de sol salió, los bárbaros comenzaron a arrastrar un gran ariete, y los arqueros salían del bosque para defender a los asaltantes, a la vez que el capitán observó a la infantería asomando sus cabezas desde el bosque.

_ Cayeron en mi trampa _ dijo en voz alta.

Cuando el ariete estuvo justo debajo de la muralla, mandó a soltar las enormes piedras que tomaron a desprevenidos a los bárbaros, muchos de ellos no tuvieron tiempo de nada, los pocos que sobrevivieron intentaron huir a una distancia segura.

Los arqueros enemigos dispararon, pero gracias a los grandes escudos protectores, nadie resultó herido, los otros soldados de infantería, reorganizándose realizaron una segunda carga en lugar de sus compañeros muertos, pero una nueva oleada de piedras le acertaron dejándolos inertes en el suelo, fue entonces cuando la infantería enemiga salió en tropel hacia las murallas.

_ ¡Ahora! _ gritó el capitán, las puertas se abrieron y la caballería de los melchores, encabezadas por él, arremetió contra los soldados bárbaros.

La primera carga fue sangrienta, cuerpos salieron volando de los caballos, los huesos crujieron con el impacto y los gritos eran insoportables, la segunda carga fue la más violenta, sus subordinados caían de sus monturas con extrema facilidad, y luego de la tercera carga el capitán, optó por dar la orden de retirada, aunque no supo bien quien la escuchó, pues casi todos sus hombres, abonaban el campo de batalla.

Salieron trescientos jinetes a la carga, pero solamente regresaron tres; dos de ellos a pie, cansados y heridos; fue entonces cuando el magnífico capitán Enós comprendió que estaban perdidos:

_ ¡Teniente! _ gritó, pero nadie le respondió _ ¿algún oficial?

_ Ninguno mi señor _ dijo el maestro de armas _ todos dieron la vida en combate, protegiendo este hermoso reino.

_ Maldición _ gritó mientras bajaba del caballo _ ¿Quién es el más joven de los presentes? _ un muchacho flaco de pelo grasiento y largo dio un paso al frente

_ Yo mi señor _ dijo mientras se arrodillaba _ tengo dieciséis años

_ ¿A qué te dedicas?

_ Es mi hijo, señor _ dijo el herrero dando un paso al frente _ y mi aprendiz

_ ¿Sabes montar a caballo? _ preguntó el capitán

_ Desde antes de aprender a caminar

_ Bien arrodíllate _ el joven lo hizo _ desde hoy eres Sir _ el capitán se trabó antes de decir algo más _¿Cómo te llamas?

_ Soy Josafat mi señor _ decía con voz temblorosa

_ Levántate, Sir Josafat , eres la única esperanza del reino de los Melchores _ el ariete enemigo empezó a golpear con fuerza la puerta de la muralla _ cabalga y dile al rey lo que ha acontecido en este lugar _ las puertas crujieron _ dile que las antiguas leyendas son ciertas _ las bisagras gritaron _ dile que movilice a todo el ejército para defender el reino _ los supervivientes formaron frente a las puertas _ corre y no mires atrás _ las tablas comenzaron a ceder _ ¡ Corre y no pares _ al decir esto las puertas cayeron estrepitosamente, los bárbaros entraron arrasando todo lo que vieron a su paso _ cabalga ¡ Ya! _ el capitán dió un golpe al caballo y este comenzó a correr, acto seguido desenvainó su espada, las flechas volaron, soltaron y cantaron, las espadas se besaron y bailaron un baile de muerte y desesperación, ^ Mi único consuelo fue que defendí el reino de los Melchores con mi vida, como me enseñó mi padre^, el capitán se abalanzó sobre sus enemigos con la espada en sus manos y alegría en su corazón.

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Comments

badboys

badboys

Oh por Dios Qué hará josafat Esto se está poniendo muy interesante/Hey//Hey//Hey//Hey//Hey//Hey//Hey/

2024-01-27

4

badboys

badboys

Ay Dios mío qué increíble/Facepalm/

2024-01-27

2

Estrella Mustelier

Estrella Mustelier

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2023-12-29

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