El espía.

Una copa de vino encima de una mesa, sentado estaba Lucas, un espía de la capital, según cuentan muchos, el mejor.

Una gota resbaló por la comisura de sus labios, el vino siempre le había gustado, en especial el que tomaba en ese precio momento:

_¿Usted es Lucas? _ la voz del siervo temblaba, el espía lo notó y con una sonrisa en los labios dijo

_ Ese soy yo _ tomó otro trago de vino _ ¿Qué quieres que haga? _ el siervo sentándose en la mesa bajó la voz

_ Mi señor necesita que vaya a verlo cuanto antes _ el espía frunció en ceño

_ ¿Tiene oro tu señor?

_ Más de lo que vas a ganar en tu vida _ Lucas terminó de beber el vino de un sorbo, pagó la cuenta y salió con el siervo.

Pasaron por el barrio más pobre de la capital, era conocido como el ratonero, los niños correteaban jugando a cazar ratas, el que más rata cazase, ganaría monedas, pues las vendía a los carniceros; Lucas lo sabía bien, él fue uno de esos niños, cazó ratas, hizo apuestas, prestó servicios y hasta asesinó por dinero.

Siguieron caminaron y bordearon la calle de los panaderos, enteraron en las herrerías para luego seguir por el camino de las flores, fue en ese momento cuando el espía comprendió quien era el señor de aquel siervo y pensando que se iba a enriquecer sonrió:

_ Por aquí _ decía el siervo mientras entraron en el palacio, nunca había estado allí, aunque vivió treinta años en Azielpa, nunca había entrado al castillo, como ningún otro plebeyo.

Finalmente, llegaron a una sala de espera y por sugerencia del siervo Lucas tomó asiento. Al mirar para el frente vio una ventana y sintió curiosidad, poniéndose en pie caminó hacia ella y desde allí contempló la belleza de Azielpa.

_ Es una ciudad hermosa _ dijo la voz de un hombre, al voltearse comprendió que se trataba del rey, rápidamente incoó su rodilla, el monarca hizo una seña para que se levantase _ desde aquí mi ciudad se ve preciosa

_ Con todo el respeto, mi rey _ dijo el espía mientras volvía a observar la ciudad _ desde aquí es verdad que se ve maravillosa, pero cuantas veces has ido a ella sin ser rey _ el rey Yahir meditó

_ La última vez era tan solo un príncipe _ caminó y Lucas siguió sus pasos _, pero no te mandé a llamar para que habláramos acerca de la ciudad

_ Mil caballos de oro, tres mil pescados de plata, tierras cerca de Lavi-Lavi y un título _ los dos siervos detrás del rey rieron

_ ¿Por qué me dices eso? _ preguntó extrañado el monarca

_ Quieres que use mi habilidad para espiar a los bárbaros, lo que te dije es mi precio _ el rey cruzó los brazos

_ Con ese dinero y esos honores puedo formar un ejército de mercenarios _ Lucas sonrió ^ Ya cayó

_ ¿Y por qué mi rey no lo ha hecho? _ el líder quedó sin palabras y dio media vuelta quedando de frente al espía

_ Quiero que me digas como entrar al campamento, quien es su líder, cuantos guerreros tiene aproximadamente, que comen, donde ensucian, en fin, todo de ellos _ Lucas volvió a mirar por la ventana _ lo que pidas te lo daré.

Cuatro días después iba montado en su caballo, no era una misión fácil, un espía siempre tiene que estar preparado para la muerte, recordó como su padre se lo repetía, Lucas se hizo espía por esa razón, el mayor orgullo lo demostró su padre cuando este planteó su decisión de optar por esa profesión; en cambio, su madre no lo acepto.

Unos bárbaros le cortaron el paso, el espía desmontándose del caballo alzó sus manos en señal de rendición, los guardias lo llevaron con su jefe

_ Mi nombre es Lucas _ decía a quien parecía el jefe _ quiero ser uno de ustedes _ el bárbaro no pareció entenderlo, era un hombre grande y fuerte, sus brazos eran enormes y daba un poco de miedo

_ Yo entender poco idioma _ balbuceaba el líder de los bárbaros _ si tu ayudar mi, yo proteger _ ^ bien, voy a ser rico

_ Exactamente señor, yo le ayudaré en lo que me pidas ¿Qué quiere usted? _ el hombre mandó hizo una seña y otro más trajo algo que depositó encima de una mesa

_ ¿ Donde estar _ el jefe volteo para preguntar a uno de sus guardias como se decía tal palabra, uno de ellos se lo dijo _ capitar del reyno? _ Lucas señaló la ciudad de Noah-Zuriel, el jefe le agradeció sonriendo

^ ¿Qué haré con todo el dinero que voy a ganar ^, pensaba el espía cuando de repente dos hombres lo sujetaron desde atrás, el jefe bárbaro tomó un puñal y cortó el dedo del hombre que gritó del intenso dolor?

_ A mí no gustar engaño _ acercó el puñal al cuello del espía _ yo estar muy enojado

_ Disculpe, mi señor _ sollozaba el espía _ disculpe, no volverá a pasar esto

_ No _ sinsonrió jefe bárbaro _ no volver a pasar _ pasó el puñal por el cuello de Lucas que se ahogó en un grito rojo.

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