...BARCELONA...
Bajo una oscura noche lluviosa, la comisario caminaba sumergida en sus pensamientos. Ya desconocía si el líquido que recorría sus mejillas eran lágrimas o gotas del cielo.
..."La única forma de darle paz a tu mente es que te perdones, Erika." La voz de la psicóloga resonaba en su subconsciente. "Reconcíliate con tu pasado."...
Ojalá reconciliarse con uno mismo fuese tan fácil como darte unas palmadas en el hombro y decir que lo hiciste bien. Pero no, Eri tenía una base que era la culpable de todos sus problemas.
No eran los secuestros, no fue el abuso que sufrió, no lo fue el descubrir que su padre era un corrupto y luego meterlo a prisión. No.
El problema fue el poco consuelo y apoyo que recibió despues de tanto sufrimiento. Y esa herida tenía un solo nombre: Belén Saav.
Su madre.
—Buenas noches. Me gustaría hacer una llamada al extranjero. —Pidió Eri, totalmente mojada.
La ansiedad la carcomía, tenía años sin saber nada de su madre o de sus hermanas menores; Emma y Esperanza. No sabía si podría hablar con Belén o aguantar sus insultos asegurados, pero si esa era la clave para curarse y estar tranqila lo haría.
El teléfono repicó unas tres veces hasta que se escuchó la voz femenina que contestó:
—¿Hola?
"Mamá, soy yo. Tu hija."
Pensó decir Eri tragando saliva. Empezó a temblar por inercia.
—Oficina de Belén Saav, ¿Con quién habló?
"Por favor mamá, no me odies más."
"Mamá, sigo siendo la misma niña, por favor."
"Te necesito, te extraño mucho... "
"No sé qué hice para que me odiaras tanto, para que quisieras alejarme. Si tienes razones, perdóname por favor."
"Prometo que no vuelvo a defraudarte mamá, pero por favor no me odies"
Eri colgó la llamada y rompió en llanto dentro de la cabina. No pudo. Quiso hacerlo pero no pudo. No tuvo el coraje de hablar con esa mujer, tenía un nudo en la garganta que le impedía expresar esas palabras desordenadas en su mente.
Su celular vibró en anuncio a un mensaje, no quiso tomarle importancia hasta que decidió darle una ojeada. Era un mensaje de un número desconocido.
Al abrirlo no pudo quedar más impresionada. Lo primero que vio fue una foto de ella y Makar afuera de la casa de los Vasco en llamas. De inmediato Eri se exaltó, ¿Cómo llegaron a tomar esa foto? Y tan cerca...
Debajo de la foto se extendía un mensaje:
...¿Qué diría la gente al enterarse que su heroíca comisario esconde a uno de los peores criminales del mundo bajo su ala? Que doble cara eres Irasuegui, hay que volver a purificar tu alma. No te preocupes, lo mataré lentamente en tu nombre."...
Alarmada Eri se limpió las lágrimas, se levantó y fue corriendo al departamento de Makar. Era una amenaza preocupante.
...⭐️...
Makar veía anime esa noche cuando escuchó como golpearon la puerta fuertemente. Su plan no era abrir, pues no lo tenía permitido, y de ser Eri ella abriría la puerta sin permiso como lo ha hecho otras veces.
No obstante, el que tocaba de seguro era un necio que no se iría hasta que le hicieran caso.
—¡No hay nadie! —Gritó Makar irritado.
—¡Abre la puerta, idiota! —Gritó una voz femenina.
Makar se exaltó de la cama sorprendido.
—¿Y ese milagro? ¿Olvidaste las llaves?
—¡Cállate y ábreme, mierda! —Exigió Eri en cólera.
—No grites. —Pidió Makar, estirándose con completa calma. —Y está vez lo digo por los vecinos.
—Debería dejar que te maten de no ser porque es una pista.
Makar abrió la puerta y de un empujón la comisario pasó a enseñarle el nuevo mensaje anónimo que había recibido.
—Es una foto divina, yo la quiero. —Chilló encantado.
—¡Eso no cabrón, el escrito! —Señaló Eri.
Makar leyó el mensaje.
—Mm... es una nueva amenaza.
—Una nueva amenaza, hacia ti. —Recalcó la comisario. —El asesino te conoce... ¿Tienes alguna idea de quién podría ser?
—¿Sabes con cuanta gente me relacioné? —Cuestionó incrédulo. Luego lo pensó mejor. —Aunque, adiferencia de otros, este no luce muy contento de verme vivo... ¿Y aquí en España?
—Piensa rápido.
—El sistema de mi mente es diferente al de un computador, no pidas tanto. —Comentó Makar disgustado, siguió analizando el mensaje para ver que le decía hasta que un foco en su mente se encendió. — ¡Ya sé! Está diciendo claramente dónde está.
—Sé más específico.
—Mi padre tenía un bar aquí en Barcelona, para vender drogas entre los famosos y organizar peleas de apuestas. —Explicaba el chico inspirado. —El nombre de ese bar es Catarsis, y esa palabra, por si no lo sabías, tiene que ver con purificar el alma.
—¿Por qué nunca supe eso?
—¿Lo de Catarsis?
—Lo de tu padre y el bar. —Aclaró Eri, rodando los ojos.
—Si te dijera cuantos negocios tenía mi padre por toda Europa dormirías 8 horas otra vez. —Dijo Makar con gracia. —Lo haré con la condición de que lo hagas en mis brazos.
—Cuéntame más de ese negocio, ¿Quién lo lidera? —Evadió Eri, tratando de contener la rabia.
Makar se alzó de hombros.
—No lo sé, es un sitio repugnante comparado al nombre tan poético. Si se sigue manteniendo en pie debe ser por las apuestas y las peleas callejeras. —Contestó. —Si quieres ir allá no debes llamar la atención, cuando hablo de peleas callejeras significa que no hay ley de ningún tipo.
—¿Y cómo hacen para sobrevivir a las peleas?
—¿Quién ha dicho que sobreviven?
...⭐️...
Esa noche corrieron a la casa de Eri, otro departamento similar al de Makar pero más descuidado y sucio. Razones no debía explicarlas.
Estaban ahí buscando algo para que Erika pudiera ponerse para escabullirse en el bar y no su alarmante uniforme de policía.
—¿Esto sirve? —Le mostró la mujer unos pantalones holgados.
—No eres una marimacha, necesitas mostrar más piel. —Dijo Makar, se ganó una mirada despectiva de ella. —No lo digo por mi, aunque me gustaría, más cuando veas a esas chicas entenderás porqué te lo digo.
Eri siguió buscando en su armario, de camisas negras y pantalones holgados no pasaba. Nunca iba de compras, no era su prioridad después de todo. Menos cuando lo único que usaba eran sus uniformes.
Le dio nostalgia ver como al fondo de su armario guardaba un velo que le había regalado su abuela cuando tuvo su primera menstruación. Sus abuelos maternos, a diferencia de su madre, tenían raíces libanesas, por lo que la cultura de usar el hiyab lo seguían difundiendo. Eri nunca lo usó, le daba mucho calor, más lo guardaba con anhelo como un recuerdo de su abuela.
—Tienes ropa de vieja. —Opinó Makar al ver el velo en sus manos. —Quédate con esos pantalones, busca una tijera para modernizarlos.
—Nunca me gustó la ropa rota... ¿Qué sentido tiene comprar ropa destrozada? —Dudó guardando todo en el armario.
—Es moda. —Dijo Makar con simpleza. Le extendió una camisa pegada y sin mangas. —Ponte eso.
—A veces dudo de tu sexualidad. —Comentó Eri en tono burlón. Makar la vio con una ceja alzada.
—Si quieres también te demuestro lo macho que puedo ser...
—Voy a cambiarme. —Ignoró la chica.
—¿Te ayudo?
—Sáquese.
...⭐️...
El olor a marihuana y a cigarro la asfixió al entrar al bar que quedaba a pocas calles del centro de la ciudad. El establecimiento era ilumonado por un arcoiris mareante de luces de neón, pero eso no le impedía ver las marcas de disparos en paredes y puertas.
No sabía que más describir para afirmar que se sentía incómoda, sin contar que se veía como una camionera que peleó con un tigre salvaje y ganó en el proceso.
—¡Se ve tan mal como lo recuerdo! —Exclamó Makar con una sonrisa entre el bullicio de las personas. —¿A quién se supone que buscamos?
—A... ¿la Esposa Oscura?
—Que nombre tan tétrico. —Repudió Makar. —Creo que mejor preguntaré por la jefa del lugar.
Makar se dirigió al bar, donde un bartender joven elaboraba los cócteles y maridajes que pidiesen los clientes.
—Nuestra jefa no se reune con nadie, sólo habla con los que ganan en el ring para cobrar la recompensa. —Respondió el joven.
—Maldición. —Gruñó Makar frustrado.
—¿No le podemos pedir el favor al ganador de ir con él? —Preguntó Eri.
—A veces te pasas de ingenua, cariño. —Añadió Makar, observando el ring con detenimiento. Liberó un suspiro. —Joven, sírvame dos tragos de tequila.
Eri se sorprendió por el pedido, tenía años sin ver ese licor representativo de su país natal y que con pasar por la garganta te quemaba por dentro. El barman en un abrir y cerrar de ojos sirvió las dos copas junto a la botella para repetir si se quería.
—Yo no quiero... —Rechazó Eri.
—¿Quién dijo que eran para compartir? —Makar se tomó los dos tragos de un suspiro, Eri quedó boquiabierta.
—¡¿Por qué mierda haces eso?! —Recriminó Eri exaltada.
—Aguantame esto. —El chico le dio su chaqueta y unos lentes de sol antes de marchar directo al ring.
—¡Estás demente! ¡Tú no eres de pelear! —Le gritaba la comisario en desesperación.
—¡Yo también te quiero!
—¡¡Makar!!
El ruido de las personas aumentó y Eri no pudo escuchar su propia voz por mucho que forzara su garganta. Trató de acercarse para estar en primera fila, divisando que el ring tenía varias manchas de sangre, algunas frescas.
De repente a esa especie de jaula entró un hombre musculoso con una centena de tatuajes. Makar no lo vencería más nunca.
—¡Aquí tenemos a nuestro primer combatiente: Lunes Violento! —Anunció un viejo con voz grave, lo más parecido a un árbitro.
Eri rió un poco ante ese nombre ridículo. Luego de eso entró otro hombre de aspecto alto y delgado como un palo. El chico lucía desorientado sobre todo al ver al camastro de hombre que tenía en frente.
—¡Y aquí su rival que se hace llamar... Pablo! —Expresó el presentador sin más. —Bueno, ¡¡Peleen!!
Una campana sonó dando inicio a la pelea, Lunes pretendía dar el golpe inicial pero Pablo encontraba forma de esquivarlo. Le sorprendió un momento en que el flaco le dio un golpe en que pecho que desestabilizó a Lunes por un momento, más logró levantarse al instante.
La pelea se resumió en Lunes Violento dándole golpes a Pablo y el corriendo por su vida, hasta que de unos puñetazos en el abdomen y en la cabeza no hicieron que Pablo volviera en si.
Eri se alivió al ver que Lunes solamente pateó a Pablo en el suelo y de inmediato pasó a otro contrincante. El dinero llovía a su alrededor, junto con la emoción de las personas.
—¡Muy bien señoras y señores! ¡Ahora tenemos a Puño de Hierro! —Exclamó el viejo.
A Eri se le hizo curioso que Makar utilizará el sobrenombre de su padre, sin embargo, al verlo entrar al ring junto a Lunes Violento toda curiosidad desapareció.
No obstante, en otro lado del bar la mujer que observaba la pelea se sorprendió al verlo también.
—Se ha atrevido a venir hasta aquí. —Murmuró para si misma la Esposa Oscura, observó a la multitud con la intención de encontrar a la comisario. —Quién lo diría, de líder a luchador. Se matará por sí solo.
Aquel reconocimiento no fue notado por la mafiosa simplemente, sino algunos otros en la multitud e incluso Lunes Violento recordaban el rostro de Makar, más no dijeron nada, prefirieron negar ese hecho.
No transcurrió un minuto más cuando Makar y Lunes rompieron su distancia entre golpes, incluso la campana sonó mucho después.
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Comments
Julia Monta88lvan
porfa esta rebuena mas siii😅😁😁😁😁
Jaja q lindo Makar cuando le dijo *Yo tambien te quiero*😂😂
Y lo mas bonito esque se va a dejar partir la madre solo por Erika....que ternura!!!!!/Drool//Drool//Drool/
Ay xfa q Erika ya lo acepte
.....
Muy bonito todo el romance ,la accion, la INTRIGA pero.. extraño y quiero saber sobre mis otros niños Leonardo y Lia ..seria bonito q se juntasen los 4 ,¡¡¡se imaginan!!!!
Me encanto mucho este capitulo,... ¡¡¡¡demasiado!!!!
KLRESPLANDOR tiene ortografia buena y no se anda subiendo capitulos incoherentes o dejando a un lado otras cosas.
La mas minima cosa la cuida y busca la perfecciòn
No se q mas hay q buscar para hacer famosa esta historia
Digno de estar en un libro y no en una app,sería hermoso😝😝 (y entonces ya no tendria q estar llorando por los anuncios😢)
TE FELICITO AUTORA ESTAS NOVELAS,SERIES, O COMO LE QUIERAN LLAMAR SON HERMOSAS Y PROFESIONALES ME ENCANTA🙃🙃
2023-12-23
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