Erick
Lucía nos da una última mirada y luego cierra la puerta. Tambien nos despedimos de los oficiales que están a un lado. Los tres avanzamos al ascensor y Sam aprieta el primer piso. Cuando estamos dentro de la cabina, oígo a Hugo suspirar y se le nota un poco incómodo. Está pensando en lo que dije a cerca de la compañía.
-¿Es cierto lo que le dijiste a Lucía a cerca de que trabajaré en tu compañía?
Yo lo miro de reojo y él ascensor comienza a descender.
-Así es. Comenzarás a trabajar en Fürts Interprises. -Respondo tranquilamente, mientras que Hugo está que le da un infarto. Me mira perplejo.
-¿Mamá te lo pidió?
Salimos de la cabina y vamos directamente al estacionamiento subterráneo.
-Mamá fue a casa ayer, habló conmigo y dijo que sería buena que te hiciera un espacio en la compañía, de modo que podrás comenzar a ejercer tu carrera y todo lo demás, sabes a lo que me refiero. Pero independientemente si Mamá me lo pidiese, igual lo hubiera hecho -nos detenemos justo al lado de mi auto, lo miro-, porque eres mi hermano..., y esa también es tu empresa, aunque Dominik se empeñe en decir lo contrario.
Hugo me abraza y esa acción me cae por sorpresa, yo también le abrazo y segundo después, Sam también se nos une.
-Te lo agradezco tanto, Erick.
-No hay de qué.
-¿Y cuando empiezo? -Me pregunta casi saltando de alegría.
-Puedes comenzar el lunes que entra. Tomate tu tiempo para repasar, cómprate trajes formalesss... -dije mirando sus vaqueros, su suéter anaranjado de lana y su gabán color marrón intenso-, entre otras cosas, mientras que yo, me encargo de todo los demás.
Hugo asiente emocionado, luego me pide que lo lleve a casa porque ha venido en taxi.
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Había pasado un mes exactamente, un mes bastante interesante.
Hugo ha comenzado a trabajar en Fürts Interprises, le cedí una de las oficinas y le dejé que la decorara a su gusto, entonces me di cuenta de los gustos tan espantosos que tiene mi hermano y en cuanto vi ese cuarto de adolescente, no dudé ni un segundo en llamar al departamento de inmobiliaria, pero ese no era el punto, Hugo ha sabido desenvolverse bien, siempre anda detrás de mí y me sigue a todas partes, me acompaña a mis reuniones; los primeros días solo ha estado de espectador, luego comenzó a intervenir y sus ideas fuera muy bien recibidas y tomadas en cuenta. Se lleva bien con el personal y trae al grupo de las recepcionistas babeando.
Estoy sorprendido, y si sigue de esa manera, puede que le suba el puesto y lo ascienda. Vale, tengo que admitir que dudaba de mi hermano; tenía que primero aprender a caminar antes de correr. Eso le dije y se lo tomó bien.
Por otro lado, está Gaten que parece una máquina cargada de ansiedad y estrés, su padre se ha ido de vacaciones con su amante y le ha dejado a cargo por completo de los bares y son más de quince bares regados por todo el país, sumándole también que tiene que lidiar con una Lizy embarazada y dos niños pequeños, no la tiene fácil y me compadezco mucho de él.
-Juro que después de que nazca Mike, me iré de vacaciones con mi mujer y dejaré a los niños con su abuela. Necesito un respiro.
-Mira tú.
Lo miro dejándose caer en la silla, tiene una barba de varios días y unas ojeras catastróficas. Yo niego con la cabeza con los dedos cruzados encima del escritorio.
Rebecca entra a la oficina con unas carpetas. Mi secretaria y asistente personal, ha dejado de responderme como un bloque de hielo y me trata como su jefe, ahora nuestra relación volvió justo como empezó y me siento más cómodo así, lo único que sí he notado es que está más ansiosa de lo normal, parece preocupada y pensativa. He considerado preguntarle qué le pasa, pero puede que no resulte tan bien, teniendo en cuenta el efecto que causo yo en ella y, honestamente, yo no quiero seguir haciéndole falsas ilusiones.
Mamá se ha enterado de mi romance con Rebecca, por supuesto que no se lo tomó bien, porque Rebecca es alguien que forma parte de mi espacio laboral y las relaciones entre empleados dentro de la empresa están estrictamente prohibidas.
Y lo mejor para lo último; Lucía, Lucía, Lucía y mil veces Lucía. ¡Pero qué hermoso nombre! La vida de Lucía parece volver a la normalidad después de haber estado casi un mes entero trabajando desde casa y que Oliver estuvo una semana entera sin ir a clases, Sam siempre me pedía que lo llevara por las tardes al Pent-hause de Lucía para hacer la tarea junto a Oliver y, por supuesto, yo no me negaba porque era una excusa para ver a Lucía..., y a Oliver también, obviamente.
Los niños han comenzado a sus lecciones de natación por las tardes, por lo tanto, Lucía y yo nos vemos muy a diario.
Actualmente, Lucía ha regresado a su casa y a la normalidad, pero los guardaespaldas no pueden faltar y nunca sale sola. Mis sospechas fueron confirmadas y ese oficial tiene otras intensiones con Lucía. Estoy celoso y no soy el único, Hugo también.
Tristemente, Lucía y yo no hemos vuelto a tener otro encuentro íntimo desde la última vez. Pero hemos vuelto a tener mucha cercanía; la mejor parte es cuando estamos completamente solos fuera de la vista de los niños y nos besamos durante bastante rato. A ella le encanta que le envíe flores, tarjetas, cartas y poemas. Hemos retomado lo nuestro, los dos estamos felices, o al menos, solo por ahora.
Dominik va constantemente al médico, al parecer, su tiempo en vida ya está contando y mamá insiste en que haga las paces con él. No lo haré, porque no me nace hacerlo.
Me paso los dedos suavemente por los labios, mientras dibujo el fino y hermoso perfil de Lucía. Llevo trabajando en este retrato durante todo un mes. Me siento por las noches en mi cama con el block de dibujos, un lápiz y un pequeño borrador. Luego lo pasaré a limpio. Lucía lleva el pelo negro suelto y lleno de capas desde la barbilla, Hice sus labios voluminosos, su nariz fina con la punta circular. Es preciosa.
Soplo el borrador sobrante y me ajusto mejor los lentes. Gaten dice que estoy obsesionado con Lucía, pero obsesionado suena como si estuviera enfermo, ¿lo estoy? Probablemente.
Lo cierto es que se me es imposible sacármela de la cabeza, ni siquiera necesité usar alguna fotografía para hacer el dibujo, con solo cerrar los ojos e imaginarla, es como verla en persona.
Hago esto siempre para aliviar mi anhelo y ansiedad, porque la extraño demasiado y me muero de ganas por verla.
Suelto un suspiro leve, la casa está en totalmente en silencio, son alrededor de las una y media de la mañana, solo oígo el pequeño subido de la consola del aire, las lámparas de las mesas de noche están encendidas e iluminan levemente la habitación.
Mi celular vibra en mi costado, hago el block a un lado y miro el mensaje con la esperanza de que fuese de Lucía, pero mi ilusión se desvanece cuando veo que se trata de mamá.
-Tu padre está muy mal, ¿puedes venir?
Inmediatamente, la llamo. Contesta al tercer tono.
-Bueno.
-Leí tu mensaje, ¿qué sucede?
-Tu papá se ha puesto mal, Erick. De nuevo ha vuelto a agonizar, necesito que vengas.
Su voz se oye angustiada, llorosa y alterada, y me la imagina caminando por toda la casa con su bata a las una de la madrugada.
-¿De verdad me necesitas? ¿Dónde está Hugo?
-No contesta el teléfono, ya sabes como es tu hermano. De seguro está todavía dormido y por eso no contesta.
-¿Evelyn?
-Está con Cathy en su habitación. Ella no se ha dado cuenta de nada y no quiero que lo haga. Necesito a alguien a mi lado, Erick. Necesito que vengas.
Lo dudo, pero al final, asiento con un suspiro largo. Cuelgo y me levanto de la cama. Busco mi abrigo negro y cambio mis pantalones chándal por unos vaqueros. Salgo de la habitación con las llaves de la camioneta y le dejo una nota en la nevera a la señora Jones por si no regreso antes del amanecer.
Salgo y siento que estoy dentro de un iglú, froto mis manos y las soplo. Tengo la sensación de que estamos a una temperatura bajo cero, y que esta noche será muy larga.
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Cuando entro al salón, me encuentro a mamá sentada en unos de los sillones dorados, lleva una bata de color turquesa y juega con la cinta de satén. Al verme se levanta y en menos de dos segundos ya está aferrándose a mí como un salvavidas, llora en mi hombro y a mí no me queda más que abrazarla.
-¿Cómo está?
-Muy mal, la enfermera logró estabilizarlo, pero sigue estando mal, estoy casi a nada en llamar a una ambulancia y que lo trasladen a un hospital lo más pronto posible.
Yo no siento ningún tipo de preocupación hacia Dominik, me preocupa más mi madre y Evelyn, en como podrá sobrellevar la situación si él fallece en cualquier momento.
-Su escoliosis es severa y ha incrementado a lo largo de los años, los huesos han estado haciendo presión contra sus órganos y sobre todo en su corazón, tu padre puede morir en cualquier momento, Erick. Es la hora de que hables con él, hijo.
-¿Dónde está?
-En la habitación que era de tu abuelo
Asiento y me despego de mamá. Cruzo las escaleras y el arco de mármol que me lleva a los pasillos de la primera planta, está en la zona donde se encuentran los dormitorios del personal de la casa. A medida que voy dando paso por paso, la imagen de mi abuelo muerto y tirado en el suelo se hace cada vez más visible en mi mente. Los pasillos son alumbrados por una tenue luz blanca, camino por encima de una alfombra de persa; cruzo a la derecha y al final se encuentra la habitación, me detengo en la entrada, dudo si en ir. Pero decido que es hora de afrontar las cosas, y que mamá tiene razón, tengo que hablar con Dominik.
Avanzo y giro la perilla lentamente y cuando doy paso a la puerta, el sonido del aire acondicionado y el frío me reciben, las luces están apagadas, solo hay una que está a un costado de la camilla. Me percato de la enfermera de cabello castaño que está sentada en un sillón, le hago seña para que deje la habitación y lo hace sin rechistar. Ella cierra la puerta y yo me quedo de pie justo de frente en la cama de Dominik.
Cuando era niño y un adolescente, siempre tuve en mi mente de que mi padre era un hombre imponente, temperamental, inteligente y muy perspicaz, en su momento. Era como un Dios que tenía el manejo de todo, de su trabajo, de sus negocios, de sus hijos y hasta de su mujer. Yo le temía, de veras que lo hacía, y nunca olvidaré todas las palizas que me daba, todos sus castigos sin razón, el daño tanto emocional y psicológico que nos causó a mí y a mis hermanos, él es el único culpable de todo. Yo culpo a mamá por no haber sido valiente y darnos una vida de verdad y no una llena de apariencias y engaños. Puedo entender muchos del por qué de sus acciones, pero no siempre el fin justifica los medios. Soy un hombre tan poderoso como lo fue papá, incluso hasta más. ¿Pero a qué precio tuve que pagar por eso?
Ahí está, ahí está mi padre, postrado y sufriendo en una cama mientras se lo lleva la muerte. Tiene un respirador en la nariz, un montón de cables pegados al pecho y una inyección con suero en su mano. Está pálido y frío como un cadáver.
Dominik no puede morirse sin antes haberme explicado ciertas cosas.
Solamente lo miro sin expresión, hasta que poco a poco va removiéndose en la camilla, por un momento veo a una lagartija arrastrarse. Dominik se queja y abre los ojos muy lentamente.
-¿Te gusta verme así? Muriéndome.
-No lo estoy disfrutando para nada, Dominik -Niego-. Al contrario, me das lástima.
Se le ve muy incomodo. Toma aire.
-No voy a decir lo que quieres escuchar. No te diré que me arrepiento por el pasado y no te pediré perdón. Porque gracias a mí, eres lo que eres, eres unos de los hombres más importantes de este país.
Ladeo la cabeza y niego.
-Fíjate que tampoco, ni eso. De hecho, no espero nada en este momento -me detengo por un instante-. Tu estado no me afecta, Dominik. Sin embargo, me preocupa un poco como va a salir todo esto del testamento, porque tú también te traes tus cosillas, eh. Sé que no agregaste a Hugo a tu testamento.
-Él no es mi hijo. -Dice recalcando cada palabra.
-Confiésame que fuiste tú quien obligó al abuelo a cambiar su testamento. -Le digo mientras me pongo a un costado de la cama.
-Lo hice.
-¿Cómo?
-Lo forcé a firmar el nuevo testamento modificado, lo hice mientras se encontraba en sus últimos momentos de vida, tú lo viste.
Aparto la mirada y borro esa imagen.
-¿Qué me dices de Humbert?
-Nada. Ese imbécil sedujo a tu madre y ella cayó en su juego como la ramera que es.
-No hables así de la madre de tus hijos. Mamá ya me ha contado todo.
-No la defiendas tanto, ella es responsable de tu infelicidad, ella es la principal responsable de tu matrimonio con esa zorra y sobre todo, la responsable de que tú y Lucía no estén juntos. Ella cedió a todo a cambio de que el imbecil de Malcoml no dijera de su aventura que tuvo con ese muerto de hambre.
-Tú también lo hiciste.
-Yo lo hubiera matado, no iba a permitir que el apellido de mi familia y nuestro patrimonio fuera a ser compartido con una mujer que no sirve para nada, sino solo para fornicar, no sabe representar una cabeza de casa, no te representa como mujer, no tiene dominio y para variar, te dio un niño que no es tuyo. ¿Hijo, es qué demonios pensabas cuándo te involucraste con esa mujer?
-Estoy seguro de que si hubiera tenido un buen padre como guía, y una madre que no le importase tanto el que dirán, quizá todo hubiese sido distinto y no me hubiese enredado con esa ramera, así como tú la llamas.
-De lo único que no me arrepiento, es de no haber acabado con el vividor de Malcolm.
-Ya deja de echarle la culpa a ese hombre, Malcolm Morgan podrá ser un vividor y todo lo que tú quieras, pero tú eras mi padre. Yo jamás voy a perdonarte lo que nos has hecho, jamás perdonaré lo mal padre que fuiste, porque no tienes idea de lo mucho que me dolió nunca haber recibido una abrazo y que siempre me trataras como un trofeo y no como tu hijo, más me dolieron esas cosas que tus palizas por cosas sin sentido..., y yo aún así te seguía queriendo, precisamente por eso, porque eras mi papá. Dices que estoy malcriado a Samuel, ¿pero es que no te das cuentas que estoy siendo para él padre que siempre quise que fueras tú psra mí? Yo jamás voy a despreciar a mi hijo y darle la misma vida que tú me diste. ¿Acaso crees que mi importa que no lleve mi sangre? Te confieso que al principio sí, pero después comprendí que soy lo único que tiene Sam, y que no tiene la culpa de absolutamente nada.
>>Porque es eso lo que hacen los verdaderos padres. Por supuesto que tú no pudiste, porque como te lo dije una vez: El papel te quedó grande. Eres una asesino y ojalá con esto estés pagando por todo lo que hiciste. Te odio, te aborrezco y me detesto a mi mismo por llevar tu sangre, me da vergüenza decir que soy tu hijo, hubiera preferido ser hijo de ese muerto de hambre como tu lo llamas. No sabes cuanto adiaba cuando me decías que me parecía a ti. Yo jamás seré como tú, Dominik, yo jamás seré un asesino, jamás seré la maldita escoria como lo fuiste tú. -Me acerco lentamente a su rostro, miro sus ojos verdes iguales a los míos-. Te vas pudrir en el infierno, Dominik. Y cuando eso pase, no quedará ni un solo rastro de ti en esta casa, ya no habrá nada que reviva tu recuerdo. Tú para mí ya estás muerto. Pareces un cadáver, uno podrido y que poco se los van comer los gusanos.
-Eres un asco de maldad.
-¿Así es como me ves ahora? -Sonrío y ladeo la cabeza. Dominik se retuerce y suelta sonidos quejumbrosos. El Holter que está conectado a su pecho, ha comenzado a soltar pitidos acelerados-. Mírame bien, Dominik. ¿Qué ves?
Dominik sonríe con dificultad y titubea.
-Lo único que puedo ver en ti, es mi reflejo. La misma mirada, el mismo poder, los mismo ojos, la misma tempestad. Eres igual que yo. Eres como yo te veo. ¿Sabes cual es la única diferencia? Que tú si tienes corazón y yo nunca lo tuve, por eso nunca pude quererte, nunca me nació amarte como mi hijo, más sin embargo, me siento orgulloso de que seas mi mismo retrato. Mírate, mira como hablas, como te expresas. Eres igual a mi, Erick, tienes mis ojos.
-Cállate.
-Solo un verdadero Fürts lleva esa convulsión en la sangre. Yo no te lastimé, te hice más fuerte, te abrí lo ojos. Este mundo es para los vivos, para los espabilados, para los que tienen los pies bien plantados en la tierra..., la felicidad es solo momentánea porque nada es para siempre. Ponte a pensar. Te llenas la boca diciendo que nunca serás como yo, pero te metiste con la mujer que iba a ser de tu hermano, ¿por qué? Porque te hizo lo mismo, y estuvo muy bien que lo hicieras.
>>Pero también fue el error más grande que has cometido en tu vida. Te obsesionaste con esa mujer y nunca la vas a soltar por más daño que ella te haga, no la dejarás ir, aunque se case hasta doce veces y le dé siete hijos a otro hombre... No la dejarás escapar. Dependes de ella y un hombre no puede depender de nadie y mucho menos de una mujer, los hombres que se enamoran no usan la razón, no escuchan a nadie y se dejan envolver y pisotear. Por eso yo nunca sentí amor por ninguna mujer, ni siquiera por tu madre -Se detiene y coge oxígeno-. Es con Lucia Bernard con quien debiste haberte casado, ella sí era digna, ella sí te dio un hijo tuyo que lleva tu sangre, ese niño es tuyo, Erick. Ese niño no es Hoffmann, sino un Fürts.
-Deja decir tantas estupideces.
-Si no me crees, lo irás viendo poco a poco cuando vaya creciendo y te darás cuenta que ese niño va a ser el mismo retrato y el mismo reflejo de nosotros dos. Se ve tan inofensivo, noble, así eras tú cuando eras pequeño y, poco a poco te volviste convirtiendo en mi sombra, pero claro, tú no lo querías ver porque me tenías miedo, tú me tienes miedo, Erick -se ríe.
>>No creo que a tu hermano le guste eso. Te la das del buen hermano mayor que apoya a su hermano menor, pero luego vas y te tiras a la mujer que el también quiere, ¿qué clase de persona eres?
-Cállate. ¿Por qué no te mueres de una vez por todas? -Digo entre dientes.
-Que buena la de Lucía, ¿no? Me pregunto que sentirá al tener a dos hombres vueltos locos por ella.
-Lucía me quiere a mí, solo a mí.
-¿Qué vas hacer cuándo se case con tu hermano? Porque es obvio que eso es lo que va a pasar.
-Lucía no se va a casar con nadie. Lucía es mía, mía, mía y solo mía. Y sobre mi cadáver Lucía se va a volver a casar, y si lo hace, le juro por Dios que le haré la vida imposible hasta que me pida perdón de rodillas por haberse casado con otro hombre.
-Muy bien, Erick Fürts. Así me gusta, que saques los colmillos. En el fondo eres la misma versión que yo, solamente que tiene uno que otro tornillo flojo por ahí.
-Cállate, cállate, cállate.
Por impulso, rodeo su cuello con mis manos y hago presión sobre él, con mis pulgares aprieto el centro. Dominik comienza a agitarse y posas sus manos en mis muñecas, se está ahogando y la cara se le ha puesto roja, los pitidos del Holter que lleva su ritmo cardíaco se aceleran.
-Te vas a morir como mi abuelo, vas a ser asesino por tu propio hijo que tanto te aborrece.
La rabia se está apoderando de mí y es lava lo que circula por mi cuerpo. Yo mismo me desconozco, no sé quién soy en este momento, pero nadie puede detenerme. Lo estoy estrangulando con todas mis fuerzas, no pienso en nada y creo que estoy poseído.
Tengo mis ojos fijos en los suyos y un escalofrío me recorre el cuerpo cuando veo una sonrisa en su rostro.
Lo suelto de golpe y retorcedo hasta que mi espalda choca con la pared. ¿Qué demonios estaba por hacer? Siento que me falta el oxígeno, lo miro toser de forma áspera y con violencia.
-Estás enfermo. -Le susurro desde un rincón de la habitación.
Se oyen pasos apresurados y mamá entra de golpe con la enfermera detrás.
-Código rojo. Hay que llamar a la ambulancia.
Siento que mamá se acerca y de arrodilla en frente de mí, ni siquiera me he dado cuenta cuando caí al suelo.
-Erick, Erick, ¿qué ha pasado?
Mamá insiste muchas veces, pero sigo ido. Estiro el brazo y apunto con el dedo la camilla.
-Enfermo..., él está enfermo. Está desquiciado.
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Updated 42 Episodes
Comments
Diana Blanco
que le digan que es su hijo y no lo crea, ufffg es bien idiota 😕😥
2024-06-17
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Elimar Delpimo
monta mas caapitulo
2024-01-26
2