Bienvenido, hermano

Erick

Le dejo en un beso de buenas noches a Sam y salgo de la habitación. Bajo a mi despacho y me siento en mi escritorio para trabajar unas horas. Aún no estoy cansado y no quiero ponerme a ver la televisión.

Me llega un mensaje a mi celular, lo abro y me doy cuenta de que tengo varios mensajes, pero el de Rebecca es el principal, el que acaba de recibir.

-Estas despierto??

No quiero responderle. Pongo el teléfono nuevamente con la pantalla hacia abajo y en silencio.

Esta tarde ha sido la mejor que he tenido después de mucho tiempo, si embargo, aún sigo afligido por mi última conversión con Lucía. ¡Eres un imbécil, Erick! Me reprocho yo mismo de todo lo que dije y pregunté, pero era algo que ya no podía seguir conteniendo, mi pecho quería explotar en ese momento por varias razones. Lucía estaba hoy tan linda que las manos me hormigueaban por tomar las suyas y besarlas, su cabello negro se veía tan suave que muchas veces tuve el impulso de tocárselo y olerlo hasta asfixiarme, pero no lo hice... Me contuve demasiado.

Sam también la pasó muy bien con Oliver, creo que se han vuelto mejores amigos, o al menos, eso dice Sam.

Tomo el teléfono y busco el contacto de Lucía y me doy cuenta de qué, ¡no lo tengo! Maldición. ¡Esto es increíble! ¿Cómo no ha de tener el contacto de la mujer que está volviendo loco desde que regresó?

Vale, debe de haber alguna forma. Puedo conseguir su número directamente del grupo de padres de la escuela. Busco la lista, ¡Ja! Aquí está. Le doy allí directamente me lleva a su chat. ¿Qué le escribo? Hola, soy Erick, este es mi número. ¡No! Eso suena muy seco. ¿Entonces que le digo? Necesito una razón para escribirle.

¿Por qué estoy comportándome como un adolescente? Yo soy un hombre adulto, directo y decidido.

-Hola, soy Erick y solo quería decirte que tuvieras buenas noches.

Enviar. Le di allí sin pensarlo. Suelto el teléfono rápidamente como si me quemara las manos.

Whao, pero que hombre tan directo. Mi subconsciente me mira con desaprobación mientras niega con los brazos cruzados.

-Ahora solo hay que esperar a que ella responda.

Regreso mi atención al ordenador e intento olvidarme del mensaje. El teléfono vuelve a sonar y lo cojo rápido, me llevo una decepción cuando no es Lucía, es Rebecca.

-Ya sé que estás despierto. ¿Por qué no contestas?

Me quedo mirando el mensaje por unos segundos y decido hacer algo mucho mejor, le marco al teléfono y al tercer tono, responde.

-Hola.

-Hola, acaba de ver tu mensaje, ¿Sucede algo?

-Necesitaba saber de ti, no me llamaste en toda la tarde.

-Estaba ocupado con mi hijo, recién acabamos de llegar a casa.

-¿Ya te vas a dormir? -Me pregunta y ya sé por donde va la cosa.

-Pensaba en trabajar un rato antes de irme a dormir, ¿por qué?

-Pensaba que tal vez podríamos vernos esta noche.

-No creo que eso sea posible, Rebecca. Estoy cansado y mañana tengo madrugar y llevar a Sam al colegio, yo de verdad...

-Está bien, ya entendí, solo tenías que decir que no. Aun así te estaré esperando.

-No lo hagas y descansa.

-Erick, por favor, te necesito ahora. Ya no aguanto más.

-Rebecca, voy a colgar. Mañana hablamos. Buenas noches.

Cuelgo la llamada y apago el teléfono. Me pasó las manos por la frente. ¿Qué voy a hacer con Rebecca? Le he dejado las cosas claras y ella insiste, y yo tan estúpidamente sigo con ella. Es mi culpa que se siga haciendo ilusiones. Mañana hablaré con ella.

Justo cuando ya me voy a dormir, Mackenzie me envía mensaje donde dice que regresa el jueves por la mañana, un día antes de la llegada de Hugo. Pensar en aquello me hace bufar porque me veré obligado a poner el pie en esa casa, después de seis meses, ni siquiera en Navidad fui.

Aún no entiendo por qué el empeño de Hugo en regresar tan temprano, la última vez que estuvo aquí fue Navidad y aseguró que regresaría después de primavera, aún es invierno.

Me doy una ducha caliente y luego me meto en la cama con el celular al lado de la almohada, esperando el mensaje de ella.

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Me despido de Sam y luego camino hasta al coche donde me espera Thomas, antes subir me giro para buscarla hasta que la encuentro en cuclillas hablando con Oliver, le deja un beso y Oliver se reúne con los demás niños, sin esperarmelo, gira directamente a donde estoy y mi primer impulso fue saludarla con la mano. Ella me devuelve el gesto y luego camina hasta su coche.

Suspiro y me meto en la camioneta.

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Estoy revisando unos correos cuando Rebecca abre la puerta, está muy guapa como siempre, con un saco de color ciruela y una falta corta del mismo color, llevas unos tacones de aguja negros y trae el pelo suelto.

-Señor Fürts, el licenciado Robledo lo busca.

-Déjalo pasar.

Entra un hombre de piel morena a mi oficina y le saludo cordialmente y toma asiento.

-¿Se le ofrece algo, Robledo, un café, agua...?

-Un café me sentaría bien. Sería el segundo de la mañana. -Dice con humor.

-Ya escuchaste, Rebecca.

Justo cuando estaba a punto de salir, Robledo le grita que sin azúcar. Robledo ha sido uno de mis socios más importantes, juntos hemos echo varios negocios y si viene a oficina, es porque algo se trae.

-Espero no interrumpirte, Erick.

-No, para nada, ¿en qué puedo ayudarle?

-Creí que estarías ayer en tu club que, por cierto es una maravilla, te esperaba para echarnos una partida de golf.

-Solo visito el club los fines de semana. -Rebecca llega con una taza de café y la pone en frente de Robledo-. Ayer tuve una tarde un poco ocupada.

Rebecca me mira de reojo y luego pregunta si se nos ofrece algo más y yo le digo que no y se va.

-Vine porque tengo una nueva oferta de negocio.

-Vaya, ¿de qué se trata?

-Estoy pensando en convertirme accionista y socio de Bernard Interprises.

-Oh.

-Quiero pisar nuevos terrenos, probar con otras marcas. Tengo entendido que usted fue socio, vicepresidente y tenía acciones de dicha empresa.

-Efectivamente.

-Lástima que ya no lo sea, la empresa necesita uno actualmente. Espero ser el próximo.

Vaya, vaya.

-Bueno, quien escoge al vicepresidente es el propio presidente qué, en este caso es presidenta.

Robledo sonríe gustoso.

-La señora Bernard es muy astuta para los negocios y personas como ella son las que necesito.

-La señora Bernard es muy inteligente y le aseguro que no va a encontrar a otra mujer igual, se lo aseguro. Mucha suerte tiene el que trabaje a su lado, es ella muy justa.

-Y muy bella.

-También. -Concuerdo.

-Escuché que enviudó hace un par de meses.

-En efecto.

-¿Sabes si sale con alguien?

-No, creo que no.

¿A qué vino este hombre? ¿A preguntarme si Lucía tiene novio o a ofrecerme un negocio?

-Estoy muy interesado en lo que tiene para proponerme, Robledo. -Le digo porque no estamos desviando del tema.

-Mi propuesta se basa en un nuevo proyecto relacionado con las líneas hoteleras, la tuya me llama mucha la atención. Pensaba que juntos con Bernard Interprises volvernos un equipo y aliados. Todos nos beneficiaremos de este proyecto, ganaremos no solo dinero sino que también mucha popularidad y prestigio en la industria.

Yo ya soy popular en la industria y tengo mucho prestigio.

-Oh, ya.

-¿Qué le parece?

Hacer negocios con Lucía, de nuevo. Tengo que admitir que la idea me emociona bastante, no solo porque ambos nos llevamos muy bien en todo lo relacionado con los negocios y tratos, sino que también podré pasar más tiempo con ella como antes, cuando era vicepresidente. Maldición, cuanto maldigo haberlo vendido mis acciones a Scott.

-La idea se me es bastante atractiva, Robledo, no se lo voy a negar, pero necesitamos primero la opinión de la señora Bernard.

-Por eso no te preocupes, Erick, ya tengo todo bajo control. Tengo planeado reunirnos en tu club este mismo fin de semana para plantear las ideas.

-Me parece estupendo.

Me emocioné bastante, la verdad. Tanto que planeo reservar el mejor espacio del club para nosotros.

Robledo se despide de mí y cerramos el acuerdo con un apretón de manos y luego se va. Rebecca se queda de pie en la puerta y luego la cierra tras de sí. -¿Algo más, señor Fürts?

-No, nada más. Solo que esta noche iré a tu departamento y hablaremos de esto.

-Esta noche no puedo, estoy ocupada.

-¿De verdad o son solo excusas? Dime de una vez, Rebecca, si puedes o no y esto se termina aquí en este mismo instante.

-¿Y qué con eso? Si de todas formas vas a terminarme.

-Tienes razón, pero quería hacerlo por las buenas en un lugar privado donde nadie pueda molestarnos y no en plena mañana en la oficina. Pero creo que ya eso no será necesario, ya todo está muy claro.

Rebecca sale de mi oficina y azota la puerta. Quería hablar con ella por las buenas, pero no se pudo. Mi teléfono vibra encima del escritorio y me doy cuenta de que es Lucía y se me acelera el corazón.

-Disculpa por no haberte respondido, me he quedado rendida. Iré a la fiesta de bienestar de Hugo, Pensaba en llevarme a Oliver, ¿Crees que eta bien si lo llevo?

^^^-Estupendo, pues claro que puedes llevarlo, Sam se aburriría sin su mejor amigo.^^^

Sonrío y envío el mensaje.

...⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺ׅㅤ♡ㅤׁ⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺...

El jueves después de clases, Sam y yo salimos para comprar todas sus utensilios para la natación. Esta bastante emocionado y la verdad es que yo también. Mi hijo será más fuerte que antes.

-¿Cuáles lentes te gustan más, los verdes o los azules? -Le pregunto mostrándole los lentes del stand. El cajero nos mira esperando pacientemente a que mi hijo se decida.

-¡Naranja!

-No hay naranja, hijo. Pero hay Rojos, a ti gusta mucho el rojo.

-¡Rojo!

Pido que me lo metan en la bolsa, la gran mayoría de los utensilios son de color naranja o amarillo porque así lo escogió él.

-A Oliver le gusta mucho el azul.

-¿Te lo dijo? -Le paso la tarjeta al cajero.

-Sí, le gustan mucho las estrellas y planetas. ¡Quiere ser astronauta!

-Eso suena maravilloso, ¿y tú qué quiere ser?

-Yo quiero ser marinero.

-¿Por qué?

-Para conquistar a muchas sirenas como Mika.

-¡Vaya!

Mi hijo está perdidamente enamorado de la hija de mi mejor amigo y Gaten es un tonto y se toma la situación miy personal. Yo no le hago mucho caso, son solo niños que no tienen de lo que es una relación amorosa y en todo caso, pies no estaría mal si algún se juntara con Mika que es una niña muy bonita.

-¿Te gusta Mika?

-¡No! -Dice que no, pero se ha puesto del color de los lentes.

Salimos del local y nos subimos al coche en busca de Mackenzie en el aeropuerto.

...⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺ׅㅤ♡ㅤׁ⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺...

-¡Mami! -Sam grita y corre hasta en brazos de su madre que se baja del avión privado. Kenzie se sostiene el sobrero de lujo, lleva unas gafas Celine y una pañolera de color blanco que hace conjunto con su vestido negro.

-¡Mi niñito lindo! ¿Cómo te has portado?

-Entraré en natación.

-¡Increíble! Richard, encárgate de bajar las demás maletas que quedan.

Me acerco a ella y le dejo un beso en la mejilla.

-¿Cómo estuvo el vuelo?

-Regular, pero estoy tan cansada. -Se queja.

-Veo que hiciste varias compras. -Digo cuando veo el monto de maletas.

-Sí, compré una pocas cosas y por supuesto también le traje cositas a mi pequeñín.

Estoy algo sorprendido por ello.

-Bueno, regresemos a casa. Estos zapatos me están matando.

...⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺ׅㅤ♡ㅤׁ⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺...

Había llegado el viernes. Mi madre me pidió el favor de recoger a mi hermano en el aeropuerto, así que, después de dejar a Sam en la escuela, pasé recogiendo a mi hermano.

Camino por el aeropuerto, espero a Hugo en la entrada, se supone que el vuelo desde Inglaterra aterriza antes de las nueve y son las ocho cuarenta. Veo a mucha gente salir menos al imbécil de mi hermano. ¡Me van a salir raíces aquí! Me cruzo de brazos y bufo y de la nada siento como me alzan por detrás y comienzo a dar muchas vueltas.

-¡Hermanito!

¡Dios mío, este idiota me va a hacer caer!

-Bájame, animal del monte.

-Te extrañé mucho y así me recibes.

-Hugo, llevo más de media hora esperándote.

-¿De verdad? Yo salí hace media hora.

Me lo quedo viendo. ¿Es en serio? ¿Y yo llevo parado aquí casi una hora como un imbécil? Hugo se ríe de mi expresión y pone ambas manos en mis hombros.

-¡Es broma, es broma! Acaba de bajar del avión porque no encontraba una de mis maletas y al final resultó que fue una confusión, alguien más se la había llevado. ¡No te enojes!

-Pensé que me iban a salir raíces.

-Pero no te salieron. ¿Vienes solo?

-Sí, ¿acaso alguien más tenía que venir?

-No, pero esperaba a ver mi sobrino.

-Está en la escuela. Ya vamonos.

Hugo montó todas sus maletas en el baúl del coche y luego se sienta en el copiloto.

-¿A dónde vas a llevarme?

-A casa de mamá.

-No quiero ir ahora, ¿por qué mejor no vamos a tomarnos algo? Hay algunas cosas que quiero contarte y quiero que me cuentes.

-No. -Y arranco el coche.

...⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺ׅㅤ♡ㅤׁ⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺...

Hugo saborea su Cóctel de ginebra, tónica, limón y tomillo con gusto, haciendo ruidos con la boca que me sacan mucho de quicio. Al final, le tomé la palabra y fuimos por unos tragos, así le da más tiempo a mamá de preparar la fiesta.

-Entonces, yo le dije a Jazmín que no, no podía salir con ella si tiene marido pero siguió insistiendo.

-¿Y su marido se enteró? -Le pregunto muy poco interesado.

-Pues yo creo que no. Jazmín en una médico profesional experta en finanzas.

Hugo me estaba contando de una aventura calenturienta que tuvo con una de sus profesoras de casi quince años mayor que él. ¡Pero qué de lo último!

-¿Es linda? -Le pregunto y tomo de mi cóctel de ginebra. Está bastante bueno, Hugo me la recomendó la ginebra porque la ginebra es una bebida bastante popular en Inglaterra y está comenzando a encantarme.

-Ni te imaginas. Tiene unos atributos -hace referencia con las manos-, que están para morirse. Deberías de tú algún día probar con una mujer madura... ¡Cierto que estás casado y no puedes!

Lo miro de reojo con recelo.

-Me quedo con las de mi edad. -Respondo.

Claro, ¿Y Rebecca es de tu edad?

Mi subconsciente me mira acusadoramente con las gafas hasta la punta de la nariz y niega con la cabeza, lentamente.

-Bueno desde que llegué solo hemos hablado de mí. Cuéntame que ha sido de tu vida en las últimas semanas.

-Trabajo y trabajo. Solo trabajo.

-Tú solamente trabajas. ¿De veras no hay ninguna mujer aparte de Mackenzie?

Recuerdo a Rebecca.

-Bueno..., había. Pero ya se terminó.

-¿Por qué?

-Ella quería más.

-Vale, entiendo. ¿Tú qué sentías por ella?

Me alzo de hombro y muevo el pitillo del cóctel.

-No la amaba pero si me atraía mucho. Es una mujer joven muy guapa, estudia psicología y tiene veintitrés años.

-Se enamoró de su jefe.

Nuevamente, me encojo de hombros sin decir obsolutamente nada.

-Hablando de mujeres guapas, ¿cómo está Lucía? Supe que está de regreso.

-Ella está bien.

-¡Cuéntame más!

-Hugo, si tanto quieres saber sobre ella, pues, espera hasta esta noche porque mamá la invitó a la fiesta.

-¿Fiesta?

Maldición. Me golpeó la frente mentalmente.

-Olvídalo.

-Ey, estás estresado -Hugo me soba el hombro-. De seguro es por esa mujer.

No solo por ella, he despido a tres personas esta mañana y no he sabido nada de Lucía.

-Está bien. No te pregunté, pero, ¿en dónde piensas quedarte?

-Un amigo me presto su departamento por un tiempo hasta que encuentre donde estabilizarme.

-Cuando mamá se entere le va a dar un infarto.

-No me importa lo que diga, ya soy un adulto y tengo derecho a escoger mi propio camino sin autorización de nadie.

Apoyo sus palabras y luego nos quedamos en silencio. Pienso que lo mejor es que sea así, Hugo que continúe por su lado porque si no Dominik le hará la vida imposible.

-Dominik está mal. -Suelto de repente.

-Mamá me contó algo.

-Los médicos dicen que de este año tal vez no pase.

-Pensé que se había mejorado de la escoliosis.

-Los años le están pasando factura por toda la maldad que hizo ese desgraciado. Ojalá no tarde en morirse.

-¡Erick, no hables así de papá!

-Ya hablo como me sale del alma, y en este momento a mí me sale del alma decir que ojalá se muera, ¡ojalá te mueras, Dominik! -Grito y la gente de local se nos queda viendo.

Hugo me regaña. Creo que estoy un poco achispado por el cóctel.

-Creo que debemos de irnos. Tenemos que buscar a tu hijo, hermano.

-Maldición. ¡Llego tarde en busca de Sam!

-Yo conduzco.

...⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺ׅㅤ♡ㅤׁ⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺...

Sam se pone feliz cuando ve a su tío y se lanza sobre él. Tío y sobrino se dan amor mientras yo me disculpo con la maestra quien lleva el pelo oscuro recogido con un moño bien peinado.

-No me di cuenta de la hora.

-No se preocupe, señor Fürts. -La maestra sonríe-. Recuerde que está en buenas manos, además, solo se pasó diez minutos, aún quedan niños por venir a recoger.

-Suelo ser muy puntual. De todas forma, muchas gracias, maestra. -Le estrecho la mano.

Nos despedimos y subimos al coche.

-Hugo, ¿Quieres que te lleve a tu departamento? -Le pregunto tomando el volante.

-Nah, Llévame a ver mi mamá.

-Como quieras.

-Gracias, chófer.

...⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺ׅㅤ♡ㅤׁ⸺⚋ׅㅤ♡ㅤׁ⚋⸺...

Dejo a Hugo en frente de la mansión Fürts. Yo no bajo del auto y me quedo con Sam adentro. Mamá no tarde en salir casi corriendo y abraza a su hijo que no ve desde hace semana.

-¡Por fin has llegado, llegaste para quedarte para siempre! -Lo abraza tan fuerte que Hugo parece quedarse sin aire.

Yo contemplo la escena desde mi asiento con el vidrio abierto, Sam está asomado entre los asientos de enfrente mirando también.

-¡Abuela!

Mamá se gira muy sonriente y camina hasta mi coche y casi mete la cabeza por el vidrio de mi lado.

-¡El niño de la abuela! ¿Cómo estás?

Yo me limito a ponerme recto y mirar en frente.

-Hola, hijo. -Mamá me besa la mejilla. -Hace días que no llamas a tu madre.

-Hola, madre, he estado trabajando mucho.

-Claro y por eso no tienes ni un segundo de tu tiempo para saber de tu madre que está sola.

-Ahora no, madre.

-Vendrás para la fiesta, eso es un hecho. -Sentencia.

Estoy a punto de decirle que no pero me acuerdo que viene Lucía y Oliver.

-Puede ser. -Digo pasando los dedos por el volante. Sonrío al recordar la tarde del martes.

Mamá queda en silencio por un momento y me mira muy enojada. -No seas descarado, Alexander.

-¿Por qué dices eso?

-Sé perfectamente bien es lo que están pensando. Eres un cínico.

-No sé a qué te refieres, pero lo más probable es que venga. Ya me voy, mándale saludos a Evelyn. -Enciendo el coche-. Sam, despídete de la abuela y ponte el cinturón.

-¡Adiós, abuela!

Salgo de la residencia y a medida que voy conduciendo, oígo a Sam hablar y hablar sobre lo que ha hecho en el colegio. Pero mi mente está otro rumbo, pienso que esta noche veré a Lucía; tengo dos días sin verla y sin hablar con ella y estoy comenzando a afligirme.

Tengo el gran presentimiento de que está noche algo va a pasar o cosas van a pasar. Desde ahora me preparo mentalmente para ver a Dominik y tolerar a Hugo y Lucía en el mismo espacio. Si algo me ha dejado claro Hugo esta tarde es que aún sigue interesado en Lucía y sigue con esa idea loca de recuperarla nuevamente, pero tengo la esperanza de que Lucía le dejará las cosas bien claras y lo mandará al demonio.

-Así tiene que ser. -Susurro con la vista fija en la vía. Sam sigue hablando.

Así tiene que ser, porque de lo contrario, me volveré loco y no sabré qué hacer.

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Comments

Diana Blanco

Diana Blanco

Erick tiene que saber sobre su hijo y aclarar lo de mckenzie

2024-06-17

0

🌸Nanu🌸

🌸Nanu🌸

Me encantaaaaaaa, espero que erik y Lucía queden juntos🥺

2023-12-22

5

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