VALERIA.
El viernes siempre parecía festivo, el ambiente en la universidad se convertía en un carnaval, un alboroto por los partidos del equipo de baloncesto. Todos hablaban de eso todo el día, era el plan más idóneo para un viernes por la tarde. El campus se volvía más activo y más vivo que cualquier otro día de la semana, el color amarillo ondeaba en la bandera izada, que justamente el escudo del equipo y el de la universidad compartían.
—¡Vamos, Avispones!— grito un chico alzando eufóricamente los brazos, era quien se disfrazaba de un avispón.
Valeria observaba con suma percepción los acontecimientos de su alrededor, la banda de paz practicando sus melodías para el medio tiempo, las chicas animadoras ensayando sus pasos, también observó a los que las miraban con la baba afuera, por otro lado, vio al grupo de los jugadores, entre ellos estaban Marcos, Luis y Andrew, este último la vio y la saludó con la mano, y ella correspondió, luego hizo un trote leve para alcanzarla.
—Entrenamiento en cuarenta minutos, Menéndez— dijo Ford, el capitán del equipo.
—Sí, de acuerdo— respondió Andrew.
Se detuvo frente a ella. Llevaba puesto una franela negra y jogger gris.
—Hola, Uvas ¿Cómo te fue?— dijo con la cabeza ladeada y una sonrisa enorme.
—Super bien, obtuve un buen puntaje.
—Felicidades, por cumplir un logro más.
—¡Sí, estoy feliz!, por fin tengo mi licencia de conducir.
Valeria se sentía muy orgullosa de sí misma, y no era para nada menos, era una pequeña meta cumplida en su lista. Del mismo modo, le alegraba saber que Andrew sintiera orgullo por ella, honestamente apreciaba su apoyo incondicional, era una de las cosas que más le gustaba de él; que se preocupaba por ella.
Ambos comenzaron a caminar mientras hablaban de temas variados, Valeria le comentó a Andrew que quería escaparse por un día completo a alguna zona verde, un bosque o un parque, pero preferiblemente un bosque donde olvidará la realidad de la vida urbana, desintoxicarse y desconectarse de la tecnología para conectar plenamente con la naturaleza. Luego platicaron un poco acerca del partido, aunque a ella no le apasionaba el deporte, le deseo suerte, esperando que ganarán el juego, sabía lo importante que era para él, también quería demostrarle que ella se alegraba por sus logros y, que se preocupaba de la igual forma en que él lo hacía. Desde un tiempo hasta el sol de ese día le importaba mucho todo acerca de él, no se dio cuenta cuando, siempre lo consideró normal, debido a la bonita amistad que forjaron años atrás, no obstante, se sentía rara, ¿el por qué sentía nervios antes y durante, cuando lo veía? Era un sentimiento que no lo había experimentado antes, así que no podía explicarse que era realmente, siempre estuvo en lo suyo, el amor le era ajeno, y no le apetecía, no después de pasar por la impactante ruptura de sus padres, no le llamaba la atención pasar por algo similar, pero desde que conoció a Andrew fue sanando poco a poco sus crisis. Pasaban tiempo juntos, eso le ayudaba a distraerse, para no encerrarse en su cuarto a delirar cosas sin sentido.
Se sentaron en una banqueta. Más tarde se le unirían Carla, Marcos y los demás integrantes de su grupito.
—Oigan, quiero recordarles que cumplo el jueves que viene, por si planean otra fiesta sorpresa— dijo Joy.
—Solo alguien puede hacerla— expresó Marcos, señalando a Valeria.
—Cariño, si lo dices intencionalmente deja de ser una sorpresa— dijo Valeria, dirigiéndose a Joy.
Este hizo pucheros. Sara río por lo bajo, poniéndose una mano en la boca.
—No te achicopales, Jota, podemos hacer otro plan—. Andrew le dio ánimos.
—¿Qué les parece si vamos al Riviero?— propuso Carla.
—Es caro, pero creo que podemos aportar cada uno una parte— dijo Luis.
—Yo planeaba pagar todo, pero suena mejor lo que dijo Luisito — dijo Carla, nuevamente.
—Qué modesta eres, aunque no voy a permitir que nadie pague por mí— manifestó Marcos, mirando a Carla, quien rechinó.
—¡Ja! Pues que gentil. Es un placer no pagarte tu comida.
Marcos hizo una pequeña reverencia, luego agarró la mano de Carla y le dio un pico.— Es un placer no estar de acuerdo.
Valeria notó que había química en la mirada de los dos mientras se veían directamente, curioso, ambos eran polos opuestos, pero se parecían en la personalidad, no dijo nada, todo era producto de ser tan observadora.
—Pero bueno— vociferó Marcos irrumpiendo el momento, luego elevó una octava la voz.— SI hoy ganamos ¡fiesta en mi casa esta noche!
Todos aullaron, incluidos los que estaban alrededor.
El meridiano se fue volando dando por terminado el receso. El tiempo era efímero cuando se divertía.
—Te veo luego, Uvas.
Andrew le plantó un beso en la mejilla, sintió arder la zona en donde se lo dio. Después dio media vuelta y fue a darle alcance a Marcos y Luis.
...***...
En cuanto Valeria llegó a su casa lo primero que hizo fue darse una ducha, lo suficiente prolongada para centrarse. Decidió ponerse unos vaqueros y una blusa de tirantes. Untó un poco de bálsamo brillante en sus labios, y solo un poco de rubor en sus cachetes, jamás usaba mucho, rara vez se aplicaba. Su cabello se desplegó como una cascada cuando se quitó la goma, el espejo reflejaba lo radiante que se veía.
Al llegar se encontró con Carla y juntas eligieron sentarse en las primeras filas, antes que las ocuparán. Tenía una vista panorámica de la cancha desde el asiento donde estaba. A medida que se fue llenando el lugar se animaba más el entorno, a pesar de ser un juego aficionado generaba altas expectativas por el encuentro deportivo, sobre todo cuando se enfrentaban Avispones de Flor Verde vs. Galácticos de Moressley, dos equipos con eterna rivalidad.
El piso de madera de la cancha estaba reluciente, en ella se presenciaba un espectáculo previo de las animadoras con Dayana White a la cabeza. El juego estaba a punto de comenzar.
Los jugadores salieron al escenario, el referí con la pelota en la mano y, cuando la lanzó al aire se dio el salto inicial.
El marcador final fue de un apretado 87-85 con victoria sobre la hora para los locales luego de una fabulosa jugada táctica comandada por Andrew, quien desde su posición como escolta dio una asistencia para que Marcos anotará dos puntos faltando escasos minutos, arrebatándole cualquier oportunidad de reacción al equipo visitante.
El lugar se llenó de júbilo y gozo para los Avispones. Valeria ubicó a Andrew abrazarse con sus compañeros, se alegró por él. Se levantó de su silla y bajó con Carla detrás. Quería felicitarlo. Ambas se quedaron en la línea esperando.
—Oye, Val, creo que ese chico te ha estado mirando mucho— gruñó Carla.
Valeria siguió la dirección hacia donde apuntaba su amiga solo para darse cuenta de que se trataba de uno de los jugadores del equipo rival. Era un chico alto y moreno, su cabello era ondulado que le caía como casco sobre su cabeza, llegó a preguntarse ¿Quién era ese chico guapo que la miraba tanto?
—Creo que quiere tu número— murmuró Carla metiendo cizaña.
—No empieces, Carly— la reprendió.
El chico caminó junto a los otros jugadores hacia donde estaban, que precisamente era la salida de la cancha Cuando pasaron cerca de ellas le guiñó un ojo y le regaló una amplia sonrisa, Carla aprovechó la oportunidad para clavarle un codazo en su brazo. En la espalda de ese chico pudo leer su apellido 'Brown', la miró por última vez y luego siguió su caminó concluyendo aquel fugaz momento.
...***...
Valeria tomaba margarita, mientras departía con sus amigos en la fiesta de Marcos. La noche aún era joven para disfrutar un rato fuera de su rutina, si no hubiera aceptado ir, quizás estuviera leyendo un libro en su cama con el pijama puesto.
Andrew regresó del baño y se sentó junto a ella.
—Respecto a lo que me comentaste hoy— dijo agarrando una margarita.— Quiero saber si te apetece ir conmigo mañana a Mo'h Park.
Valeria enseguida recordó el sitio, y el acontecimiento que él le contó.
—Sí, me encantaría— se oyó decir, por encima de la música.
Andrew asintió.— ¿Quieres bailar?
—Sí— respondió, con el corazón hinchado de alegría.
Sonaba salsa para variar. Movían sus cuerpos al compás de la canción, se fulminaban con la mirada y sus respiraciones eran agitadas. Parecían una pareja de baile por la coordinación de sus movimientos, fluidos por la conexión de ambos. Andrew la hizo girar sobre su eje y a lo último la atrapó, atrayéndola hacia él, conectaron miradas, rostros iluminados bajo la tenue luz, aparecieron sonrisas involuntarias, y mejillas coloradas, y también, bajo las notas musicales, latidos de corazones desbordados.
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Updated 42 Episodes
Comments
Nora Ezquerra Llamas
va tomando lindo rumbo me gusta
2024-01-24
2
Unicornio magico🦄
valeria queria escaparse por un dia a una zona verde
2023-09-21
0
Vane Quiroga
q emocion
2023-09-01
1