Dos reinos...

Durante las siguientes semanas, Germán dio a conocer la propuesta que enviaría a Grana con un mensajero real. La propuesta consistía en un hábil programa que sugería a Grana, producir determinadas cantidades de manufacturas, con el compromiso de comprar parte para el reino Prosalo y colaborar con la venta del resto, a través de caminos terrestres y marítimos. Ofrecía canjes de alimentos por materiales de construcción, metales y artesanías. Germán ofrecía además, la suma de 1000 obreros Prosalos, para reactivar las minas del territorio vecino, con salarios a pagarse en partes después del primer año de reactivación. Era una propuesta muy generosa, más que equilibrada y suponía un gran avance para el pueblo de Grana, lo que no significaba que la soberana no se sintiera ofendida por las excusas que daba el rey para no desposarse con su heredera.

Las conversaciones dieron como resultado que Sir Draw se involucrara a tal punto que Germán le encargó la gestión de acompañar al mensajero real para una mejor comunicación con Grana. Una hábil maniobra desde el punto de vista de Sharon, que no soportaba al noble ni en los mejores días.

-Madre nos ha convocado a una reunión familiar después de la cena, y parece algo serio- comentó Germán mientras estampaba su firma en varios decretos que su hermana le tendía.

-Seguramente lo es, hace días que la noto pensativa- dijo Sharon

-¿Crees que tenga algo que decir sobre mi "casi" decisión de por vida?-

-Creo que lo que tenga que decir, lo dirá. Madre no es una frágil figura, ya lo sabes. Si tiene algo que reprocharte, lo hará y deberías agachar la cabeza, por más rey que seas...-

-Antes que rey, soy su hijo. Si tiene algo que reprocharme la oiré toda la vida- dijo sin mucho entusiasmo Germán.

Lo cierto, es que ninguno pudo imaginar lo que la reina tenía que decir...

-¿Cómo dices?- estupefacta, Sharon Intentaba convencerse que había escuchado mal alguna parte de la sencilla frase que pronunció la reina.

-Debo ausentarme algún tiempo del reino... Mi padre está muy enfermo, y el reino de Dragos está en peligro de ser usurpado en cualquier momento- dijo Virginia con los ojos llorosos

-¿Alguna idea de por cuanto tiempo te ausentarías?- preguntó Germán

-Aún no... lo cierto es que mi padre es bastante mayor, y su salud no parece estabilizarse. Desde el fallecimiento de Gregorio, no ha repuntado. Y tampoco estoy segura de lo que encontraré en el palacio...-

-¿En que piensas, madre? ¿Te preocupa lo que Elida es capaz de hacer? No es su legítima heredera...- Dijo Sharon con cuidado, tanteando los pensamientos de la reina

-Aún no estoy segura de lo que me preocupa más... El hecho de que quiera hacerse del poder por la fuerza, o que no lo haga...- Los ojos de la reina derramaban lágrimas como torrente.

Elida era la hija ilegítima del rey Armand, el padre de la reina Virginia. Desde que la madre de Elida había muerto, cuando ella tenía solo seis años, el rey Armand y su esposa Gracia, habían " adoptado" a Elida y se había criado en el palacio de Dragos.

La reina Gracia, nunca había hecho un solo reproche, ni había tratado mal a Elida, en parte porque se sentía culpable de no haber tenido un heredero masculino para su esposo. Después de tener a Virginia, no había logrado concebir, ni con la ayuda de todos los médicos y curanderos de su reino.

Elida fue criada y tratada como una princesa, pero siempre sintió resentimiento hacia esa familia que no sentía como suya. Después de la muerte de la reina Gracia, había ocupado su lugar al lado de su padre, acompañándolo e imponiendo su presencia en todos los asuntos del reino. Hasta ahora, su participación había sido tras las sombras, como una autoridad sin reconocimiento, pero las cosas cambiarían, en caso de fallecer el rey.

-Si se requiere una decisión sobre el reino de Dragos... sería tuya, madre. Es tu decisión asumir el reinado, o delegarlo... No digo que sea una decisión fácil, pero es solo tuya- dijo Germán preocupado.

-No lo sé, hijos. De verdad que no lo sé... Jamás me imaginé atravesar esta situación sola... su padre siempre decía que cuando mi padre muriera, unificaríamos los reinos, para no dividirnos nosotros ...- la congoja y la desesperación hacían mella en la voz de Virginia.

-Entonces creo que eso es lo que deberías hacer- dijo Sharon y atrajo la mirada de su madre y su hermano- piénsenlo, sería la solución más coherente... no en vano nuestro padre la puso sobre la mesa. Prosal no puede perder a la figura de la reina, y una reina sin rey sería un blanco fácil en Dragos.

Creo que esta es la solución-

-Lo que dices tiene sentido, pero no puede realizarse de un día para otro...es un largo camino en caso de que hubiera oposición de Elida y sus adeptos...- Virginia consideraba todas las posibilidades con sus tristes ojos moviéndose por toda la estancia

-Si el rey vive lo suficiente, no será tan complicado- siguió la princesa- Si él está dispuesto a promulgar la Unión, la decisión será acatada por la mayoría... se reducirían las posibilidades de rebelión...-

-Y si Elida piensa oponerse, será de público conocimiento el último deseo de su rey... no tendrá oportunidad realmente- concluyó Germán mirando a su madre

El silencio luego de sus palabras se prolongó por un largo tiempo. Los hijos no estaban dispuestos a presionar a Virginia, pero estaban seguros que ese era el camino correcto. En esa pausa, Sharon pensó en su padre, en su inmensa inteligencia y sabiduría, y deseo tanto como su madre, que él estuviera con ellos. Todo sería más fácil, más fluido con la cálida autoridad de Gregorio.

-De acuerdo- dijo la reina irguiéndose en su asiento- Hablaré con mi padre y trataré de persuadirlo para tomar esta decisión cuanto antes. Pero no puedo ir sola. Necesito apoyo y protección, y eso también será complicado. Sir Graham es la elección más sabia para la tarea, sin embargo, no quiero alejarlo en este momento de ustedes. También lo necesitarán en caso de que las cosas comiencen a entorpecerse con Grana, gracias a los coqueteos de Germán con ese reino- El silencio ahora era tenso

-Las cosas se van a enderezar a partir de ahora, madre. Lo prometo. No volveré a ceder ante Grana- dijo Germán con las mejillas encendidas cuando fue claro que la reina esperaba que dijera algo

-Lo sé. Creo que eres lo suficientemente inteligente para no tropezar dos veces con la misma piedra-

-Yo puedo acompañante, madre- dijo Sharon entonces

-No, no puedes. Porque debes encargarte de que el REY sea tan sabio como acabo de señalar- dijo la reina haciendo que los hermanos se miraran- siempre supe que ustedes eran el equilibrio, no funcionan bien por separado- dijo con una pequeña sonrisa

-Eso no es justo, yo si funciono bien sola- quiso bromear Sharon

-No, no es así. Sola hiciste las peores travesuras y tomaste las decisiones más arriesgadas, no lo olvides. Aunque fuera para proteger a tu hermano de las consecuencias, siempre actuó como un ancla para tus locuras.

-¿Lo ves? Estamos dañados los dos, pero juntos nos arreglamos- dijo Germán con una carcajada

-Entonces debes llevar a Sir Graham. Y una buena guardia. Es la única persona que puede protegerte y aconsejarte al mismo tiempo, madre- dijo Sharon, ya más sería- nosotros estaremos bien, no será tanto tiempo-

Después de otro largo silencio, la reina finalmente asintió y dijo que al siguiente día comenzaría con los preparativos para su viaje y enviaría el aviso de su llegada al reino de Dragos. Sir Graham concurría al palacio a primera hora de la mañana y juntos planearían las medidas de seguridad y de transporte.

- A mi regreso, podremos comenzar a planear tu próximo cumpleaños- dijo la reina, y dejó helada a la princesa- las cosas no desaparecen solo por desearlo, hija. Y debemos dar un paso al frente, aunque más no sea que para mostrar que eres digna y cuidadosa. No pretendo que anuncies un compromiso, pero deben hacerse visibles para los nobles tus pretendientes y tus elecciones.

-De acuerdo madre, será lo que tu digas- dijo Sharon sin mucha convicción. Ya se encargaría de dejar sentado su carácter particular y sus nada tradicionales actividades. Si después de eso quedaba algún pretendiente, sería milagroso...

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