Los días siguientes, poco a poco el pueblo fue conociendo las noticias, acerca de la muerte de su soberano, sobre la enemistad con Grana y la próxima coronación del príncipe Germán. Mostraron su dolor, llevando ropa oscura y depositando cada día flores de sus huertos frente a los portones del palacio. Llegaron a ser tantas, que la familia real podía ver los colores detrás de los maderos de los portones, y los dulces aromas llegaban al interior del palacio transportados por la brisa.
La decisión de hacer el homenaje al rey Gregorio en la plaza del pueblo desencadenó de inmediato, un movimiento de parte de comerciantes, obreros, campesinos y maestros. Todos querían participar del último adiós al mejor monarca que hubiera habitado esas tierras. Además del sector que Sir Graham y Sir Brown habían reservado para el homenaje de los soldados, pronto surgieron en la plaza otros proyectos, que trabajaban en orden y armonía durante día y noche.
-Esto será historia- dijo Germán observando los preparativos desde su caballo
-Será muy emotivo- respondió Sharon a su lado- Creo que a padre le gustaría-
-Por supuesto que sí. Cualquier expresión de aprecio de su amado pueblo será para regocijo de su alma-
-¿Crees que de alguna manera su espíritu aún esté con nosotros?- preguntó la princesa con ojos cristalizados
-Pienso que no podría ser de otra manera. Padre siempre fue demasiado entregado para dejar todo en nuestras manos de un día para otro- dijo su hermano con una sonrisa
-Es cierto- rio Sharon- seguro que nos está observando, tratando de darnos indicaciones por cualquier medio-
Ambos bromearon un poco más, mientras se dirigían de vuelta al palacio, donde su madre estaría reunida con el sacerdote supremo del templo, discutiendo los detalles de la coronación y del homenaje.
Apenas llegaron al patio, varias doncellas apuradas comenzaron a revolotear alrededor de sus caballos.
-De prisa, Príncipes. La reina ha solicitado su presencia de inmediato en el salón iluminado. Tienen que prepararse- dijo Rose, una de las doncellas más antiguas, que había ayudado en la crianza de ambos. Rápidamente guió a Germán hacia sus habitaciones, mientras Samanta y Lanka, las doncellas de Sharon la guiaban a su cuarto y le presentaban un sencillo vestido blanco para colocarse.
Sharon, conociendo a su madre, no dudo que había instruido a las doncellas sobre su vestimenta, por lo tanto, no protestó y se dejó refrescar y vestir como un ligero maniquí humano. Luego soltaron su cabello y lo adornaron con horquillas incrustadas de cristales, para luego guiarla a los salones iluminados.
Germán y la reina ya se encontraban de pie junto al anciano sacerdote, que giró su rostro hacia Sharon apenas apareció en la estancia.
Sus ojos casi blancos le daban una apariencia de anciano ciego, pero todos sabían que veía perfectamente. Se decía que sus ojos estaban velados de tanto ver a las divinidades y alternar con lo etéreo.
-Princesa, me alegro de verla-dijo inclinando la cabeza
-Maestro- respondió Sharon inclinándose. Así llamaban al sumo sacerdote del templo- es un placer contar con su presencia.
-Lamento que sea en una ocasión tan triste, y esperanzada a la vez, Princesa. Los dioses me han encomendado que brinde a tu alma una bendición especial. Saben que tus acciones están guiadas por algo mucho más profundo que las simples emociones humanas-
Sharon no entendió muy bien a que se refería, pero no quiso ser irrespetuosa así que solo sonrió e inclinó levemente la cabeza. Sus interacciones con el templo y los sacerdotes siempre habían sido protocolares y no sabía muy bien qué decir.
-La despedida al rey Gregorio contará con la presencia de los dioses. Quieren recibir a vuestro padre en sus dominios para darle la paz eterna. Y al Príncipe Germán, bendecir su coronación. -
-Me alegra oirlo- dijo Sharon con una sonrisa
-Los dioses también saben que su corazón guarda resentimiento, por como se desencadenaron las cosas en Grana, pero le aseguro que todo forma parte de un plan mayor...Los dioses no han abandonado a Prosal- dijo mirándola con intensidad. La princesa sintió que se sonrojaba, pues no podía negar sus palabras. Había maldecido a cielo y tierra cuando su padre murió, pero eso no había mermado su fe, solamente fue fruto del dolor que aún retorcía sus entrañas.
-Estoy segura de que es justo como lo dijo, Maestro. El dolor puede cegarnos por un momento, pero la cordura regresa- Sharon sonrió en disculpa.
-Muy bien, ahora que he entregado los recados, me gustaría que supieran los pasos a llevar a cabo en la ceremonia de coronación. El príncipe será nombrado rey, cuando coloque sobre su cabeza la corona de Prosal. Es la misma que fue creada hace doscientos años, y que cada monarca debe ceñirse al subir al trono. La corona de diario es una copia de la sagrada que se conserva en el templo. Puede que se ilumine, con una tenue luz celeste, lo que significa que los dioses entregan si bendición. La mano derecha del rey, suele recibir la espada bendita...pero como en este caso serán dos los concejeros personales, se les nombrará con la espada y un tintero-
-¿Un tintero, Maestro?- pregunto la princesa sorprendida.
-Así es Princesa. Uno representará la espada de Prosal y el otro será la mente de Prosal. Todo reino necesita un estratega original e implacable- dijo subiendo las cejas con picardia
-Como lo...-
-Los dioses, Princesa, lo saben todo. Prepárense. Les gusta que vistan de blanco al asistir al templo- y sonriente, besó la mano de la Reina y se retiró.
Después de unos segundos en silencio, Germán y Sharon soltaron una risita que estaban reteniendo. La reina los miró con severidad, pero acabó rindiendose a la actitud pícara de sus hijos y uniéndose a las risas
-Bien, bien. Ya saben como son las cuestiones del templo, tienen su protocolo y encanto, así que no quiero oír una sola palabra al respecto. Las cosas se harán, como dijo el maestro. -
-Por supuesto, madre. Nos comportaremos. Pero quizás tengas que indicarles a las doncellas que vayan reservando las sabanas- dijo Germán muy serio
-¿Sabanas? ¿Para que?- pregunto Virginia confundida
-Pues para nuestros atuendos. ¿Recuerdas? a los dioses les gusta que asistamos de blanco al templo- Germán no soporto más y se largó a reír ante la cara avinagrada de la reina que lo echó a sus habitaciones. Sharon estaba a punto de seguirlo, cuando su madre la detuvo.
-Usted, señorita, aún no puede retirarse. Necesito que discutamos algunos detalles más- dijo sonriendo, y Sharon la siguió hacia el salón iluminado- Hay otro evento que se avecina, y me gustaría saber tu opinión al respecto. Tu cumpleaños- Sharon dejó de respirar por un momento
-Madre, no podemos pensar en celebraciones, incluso dejamos de lado el agasajo a Germán...-
-No te estoy obligando a hacer nada, hija. Solo quiero escuchar de tus labios lo que quieres-
La mayoría de edad era un momento importante en el viejo mundo. Se esperaba que para entonces las jóvenes de noble cuna ya estuvieran comprometidas, y era en el cumpleaños donde se solía anunciar el compromiso. El rey Gregorio y su esposa habían dejado de lado varias costumbres por sus hijos, y esta era una que también planeaban dejar pasar, por el bienestar de Sharon.
-Tu padre y yo, estábamos de acuerdo en dejar la tradición de lado- dijo Virginia con voz estrangulada, mientras dos lágrimas cristalinas caían por su rostro- pero las celebraciones no pueden posponerse eternamente porque comenzarán a decir que tememos las habladurías, o que hay algo extraño contigo-
-Pero, madre, yo...- no pudo seguir hablando, porque la reina levantó la mano
-No voy a deshonrar la voluntad de tu padre. Puedes guardar luto un año al igual que lo haremos tu hermano y yo. Finalizado ese año, procederemos a celebrar tu cumpleaños y el nacimiento de una nueva era en Prosal- Sharon, sorprendida por la férrea voluntad de su madre, se lanzó a sus brazos como una chiquilla.
-De acuerdo, mamá-solo la llamaba así en momentos íntimos- Gracias por darme este tiempo. Te amo-
-Y yo te amo a ti, mi pequeña salvaje. Ustedes son lo único que me retiene en esta tierra, y quiero que sean felices, además de buenos regentes. No lo olvides-
Luego de esa conversación, las cosas entre ambas volvieron a ser cálidas. Los dioses se habían llevado al padre de Sharon, pero le habían devuelto el amor y la fortaleza de su madre para que la acompañara en sus primeros pasos como parte del gobierno de Prosal
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 24 Episodes
Comments