-¿Abuelo, no dijiste que Sharon se convirtió en reina? Sin embargo, ¿Germán fue coronado para suceder a su padre?- dijo la pequeña Trish con su ceño fruncido y todo el aspecto de sentirse estafada.
-Es cierto, eso dije. Sin embargo, no te dije que fue inmediatamente después de la muerte del rey Gregorio- dijo el abuelo mientras sacaba la colada de la lavadora y la colocaba en un canasto para extenderla afuera
-Pero, ¿No podemos llegar ya al reinado de Sharon? sé que va a ser alucinante, quiero saber del bosque...- dijo con un pequeño mohín, mientras llevaba los broches al patio
-Te lo dije Trish, hace falta paciencia para escuchar esta historia. Y será emocionante, no lo dudes, pero tienes que conocer la historia completa para comprender como se desarrolló todo luego-
-Bien... Pero sigue abuelo, quiero saber- dijo poniendo toda su atención en el gigante robusto, que podía hachar árboles, o cocinar la cena para ella con la misma dedicación con la que le contaba cuentos.
-Bien... Cuando el reinado de Germán comenzó, la reina Virginia era el apoyo en cuestiones de prioridad, Sir Graham era la voz de la razón en cuanto a asuntos de seguridad y exteriores, y Sharon era la encargada de asesorar al rey sobre los asuntos prácticos del reino y las necesidades más acuciantes de acción... Y no era para nada el papel que le interesaba desarrollar...-
-A la hora del almuerzo, hoy nos acompañará Sir Baron, quien te informará de las tratativas que viene realizando con los herreros para conseguir traer más material del norte. Es posible que te solicite hacer uso de más naves, para traer el hierro, ya que comienza a ralentizarse la manufactura gracias a la demora de los insumos. No olvides que hay 12 barcos comprometidos para explorar el territorio de las islas del Oeste antes de la próxima primavera, lo que nos deja con 20 naves disponibles y Sir Graham quiere que sean mínimamente 10 las que permanezcan en el puerto para repararlas. El hielo ha dejado sus secuelas y...- Sharon continuaba sus informes, sentada frente a la mesa del rey, y ligeramente recostada sobre el asiento.
Se sentía hastiada, aburrida, estática... desde que cada cual había asumido el rol que le correspondía ahora, su instrucción formal había finalizado. Ya no más clases y tutores. Sir Graham estaba tan ocupado con sus funciones, que solo en algunas ocasiones la invitaba al anochecer a practicar con la espada. Su hermano estaba haciendo un gran esfuerzo para ponerse al día con todos los requerimientos reales, de los nobles y ciudadanos, que parecían multiplicarse en su mesa en vez de disminuir después de horas y horas trabajando. La reina complementaba la ecuación, corrigiendo, ordenando, evaluando y opinando, cuando se la requería, al mismo tiempo que continuaba ejerciendo de dama del reino y recibiendo a señoras nobles, miembros del templo, organizaciones de beneficencia y al mismo tiempo manejando el funcionamiento del palacio con puño firme.
Sharon estaba rodeada de personas que trabajaban de sol a sol, que no podían brindar mucho más de un tiempo que no poseían, y se sentía extremadamente... sola.
Si bien sus labores ocupaban gran parte de su día, no sentía satisfacción en ello. A menudo salía a cabalgar, por el pueblo y por el bosque, dejando que esa comunión con su caballo la transportara a un lugar más libre, más alegre y más conectado con sus pensamientos.
Había cosas que la inquietaban, pero no se sentía con derecho a cargar esos pensamientos sobre los hombros de su agotado hermano.
Había entablado una buena amistad, en la medida que las formas lo permitían, con Pratos, quien resultó ser más que aceptable como compañero de prácticas. En ocasiones se reunían en la zona de entrenamiento del patio principal, e intercambiaban algunos golpes de espada, frente a las miradas horrorizadas de los miembros del castillo, que no habían visto a la Princesa en acción en un campo de batalla. Pratos era determinado, rápido y hábil, además no mostraba ninguna aprensión por el hecho de que Sharon fuera mujer. A veces corregía sus arremetidas, o la aconsejaba sobre su postura.
En una ocasión especial, Sharon compartió la mesa con su familia, y con los miembros del concejo. Se habían reunido a brindar por la concreción de tres nuevas rutas abiertas a los reinos vecinos. Germán había juzgado conveniente habilitar nuevas rutas, a fin de favorecer el comercio y la circulación, al tiempo que permitía mejores controles por parte de Prosal.
Sharon participaba de la reunión, comentando y sonriendo, cumpliendo con su función de co anfitriona, hasta que se tocó un tema delicado para ella.
-Su majestad, me parece una estupenda idea haber habilitado una ruta más abierta con el reino de Grana. Estoy seguro que será de gran provecho para ambos reinados. Estoy enterado de que la reina Isaura ha restablecido con usted un diálogo eficiente y cortés y creo que será una relación más que beneficiosa para Prosal en el futuro- declaró Sir Draw levantando su copa. Sharon contuvo la respiración, sabiendo que debía conservar la compostura.
Germán levantó su copa con desgano, y asintió en dirección al noble, no queriendo entrar en detalles, al parecer. Pero eso no impidió que el concejero siguiera hablando.
-Además, creo que se debería tratar en el concejo la propuesta de concretar una unión con la Princesa Griselda, después de todo, se trata de una cuestión que atañe al reino en general...- Sharon no pudo contenerse, y se atragantó con el sorbo de vino que había bebido, causando un instante de silencio en la mesa, mientras todos la miraban preocupados.
-¡Cof, cof! Lo... siento ¡Cof, cof! Me... disculpan... ¡Cof, cof!- se levantó de la mesa y salió de la habitación sintiendo las miradas sobre sí, hasta que logró alcanzar las escaleras.
No lo podía creer, sentía su mente hecha un torbellino de palabras sueltas, de sentimientos encontrados y de caos...
-Hermana, ¿Estás bien?- Germán se encontraba detrás de ella
-¿Es cierto lo que acabo de oír?- interrogó de vuelta. Ante el silencio, continuó-¡¿Estás reanudando relaciones con Grana?! ¡¿Estás considerando convertir a Griselda en tu esposa?!-
-El comercio con Grana se reanudó hace algunas semanas, sí. La reina Isaura recurrió a mí, a través de correspondencia, rogando que no cortáramos sus posibilidades de usar el puerto...- no pudo terminar
-¡Un puerto que nuestro padre ofreció antes de recibir una puñalada por la espalda! ¡No les debes nada, al contrario, ese maldito reino debería arder!- dijo Sharon agitada
-Sharon, por favor... sé que es un tema delicado, pero bien sabes que el pueblo de Grana no fue el responsable de lo que ocurrió... Su gente muere de hambre, están en una situación desbordada y prueba de ello es la desesperación de la reina por encontrar una salida digna...- otra vez fue cortado por la princesa
-¿Una salida digna? ¿Es una broma? ¡No existe una salida digna para un reino rastrero y traicionero que muerde la mano que se tiende en su socorro! ¿Y cuál es tu genial idea? ¿Piensas convertir a Griselda en tu reina? ¿Serías capaz de hacerle eso a nuestra madre? ¿Acaso crees que puede ser una soberana mínimamente competente?- Sharon hablaba cada vez más agitada, intentando que su tono no fuera alto, pero totalmente desbordada, sentía que estallaría en cualquier momento
-¿Puedes guardar silencio un momento? No es eso lo que estoy diciendo, solo... escúchame. Si permito que Grana comercie en los puertos, si permito que reinicien la explotación de sus minas y que su economía se reactive, puedo posponer el asunto del matrimonio el tiempo suficiente para... encontrar una salida que nos beneficie a todos- dijo inseguro Germán
-¿Cuánto tiempo crees que va a durar la reactivación de un reino moribundo? ¡tú no viste el desastre que prolifera allá! Los nobles sangran al pueblo, para vestirse de lujos, mientras la gente común se muere de hambre...-
-No lo vi con mis propios ojos, pero confío en tu palabra. La ayuda que le prestaremos tendrá condiciones, Sharon... Deberán someterse a ciertas restricciones si quieren salir adelante, ya lo he pensado- dijo revolviendo su cabello, el rey
- ¿Y también pensaste en lo que ocurrirá cuando ya no puedas posponer un compromiso? ¿O si la ayuda que prestemos no es suficiente para detener su decadencia? Aún estamos de luto, y, sin embargo, estás planteando un trato con el enemigo...- Sharon no midió sus palabras, y vio que Germán se sacudía como si lo hubiera abofeteado
-Nuestro enemigo está muerto y calcinado, Sharon. La mayor parte de su ejército, destruido... Grana no sobrevivirá sin ayuda, y no puedo tener eso en mi conciencia, al igual que nuestro padre no hubiera cargado con semejante crueldad. Nuestra ayuda será la justa y necesaria, y tendrá condiciones para que ese pueblo sobreviva. Lo que suceda después, será responsabilidad de ambos reinos...-
-¿Vas a casarte con Griselda? No eludas mi pregunta de nuevo- pregunto Sharon con voz roja
-Lo haré, si es necesario- respondió su hermano sin mirarla de frente
-¿Y como ayudará eso a Grana? ¿Serás un soberano de dos reinos? ¿O crees que Isaura te permitirá dirigir su reino desde las sombras? No entiendo tus planes...-
-Lo que planteo nos dará tiempo para enfrentar las dificultades...-
-¿Tiempo para que?- replicó la princesa con voz dura sin comprender a donde llevaba el razonamiento de Germán
-Tiempo para que te cases- Sharon retrocedió con cara de pánico- Tiempo para que elijas un soberano digno, que te acompañe en el reinado de Prosal-
-¿De que estas hablando, Germán? ¿Te has vuelto loco?
-Si el reino Prosalo está en tus manos, estará seguro... y yo podré gobernar Grana... sacarlos de la miseria- concretó el rey mirando a los ojos a su hermana. Sharon sentía que un abismo se había abierto bajo sus pies y que no tenía de donde asirse para no ser engullida por el vacío...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 24 Episodes
Comments