-Siéntate aquí pequeño, toma- el niño agarro el vasito de yogurt y observó todo el lugar con entusiasmo, en especial porque sobre la mesita pequeña, tenia dibujos para colorear.
James decidió llevar al pequeño a la sala de descanso, un lugar bastante diferente a las oficinas de la firma.
Allí el color abunda, era un espacio que permitía dejar el estrés atrás. Paredes blancas hacían contraste con los sillones de diferentes colores, una barra para tomar café o algún refresco de la máquina.
Un enorme televisor en medio de la sala, que lejos de pasar las noticias sintonizaba el canal de música y por ultimo ventanales que filtraban la luz natural.
-Parece que a Hamilton la reina de hielo le dio una nueva tarea- oír eso hizo que el moreno tomara aire y cerrara los ojos unos segundos, mientras seguida revolviendo su café.
- Ignóralo- se dijo para sí\, pero no pudo y giro con una enorme y falsa sonrisa.
-Leonard, ¿descansando? - preguntó con ironía, ese tipo se la pasaba ahí, en lugar de trabajar.
James a veces pensaba que la vida no era justa, ese imbécil tenía el puesto asegurado al igual que su compañero, Jacob, quien reía con burla.
-Que puedo decirte Hamilton, es el placer que solo podemos darnos los que somos personal permanente de la firma- agregó con malicia-
-No seas malo Leonard, no sabes que Hamilton aún sigue en espera- Jacob camino hasta James y se sirvió café disfrutando de la situación.
-¡¡Oh por Dios!!- golpeo su frente- que mal compañero soy, es por eso que ahora estas de niñero, esa mujer sí que ama humillarte- se dirigió a la máquina expendedora, mientras reía con burla y presionó el botón para hacerse de un refresco- no te sirvió de nada graduarte con honores, si solo eres el lacayo de la reina de hielo- carcajeo.
-No soy el lacayo de Kelay- respondió conteniendo las ganas de borrarle la sonrisa de un puñetazo.
Jacob fue hasta Leonard, con su café humeante y observo de arriba abajo al asistente que estaba a un tris de borrarles la sonrisa.
-No lo hagas, no puedes perder tu trabajo- se repetía una y otra vez mentalmente.
- Creo que pocos hombres pueden tolerar a esa mujer\, aun no me entra en la cabeza como mi amigo Luca pretendía casarse con ese robot- rio divertido.
-No es de hombres hablar así de una dama- respondió apretando la quijada y sus ojos fueron unos segundos al niño que pintaba en su cuadernito, ajeno a esa conversación.
-Hamilton, esa mujer no es una dama según conto Luca- Leonard lamio sus labios con una mirada lasciva- pero parece que nadie es tan buen postor como el viejo.
James dejo el café estaba punto de perder el trabajo, de eso no tenía dudas
-Muchachos, ¿no tienen trabajo? - la voz profunda helo por completo a los abogados que voltearon para encontrarse con Frederick, enfundado en un traje ocre de Armani,
Ese hombre tenía un aura tan avasallante que dejaba a todos sin palabras cuando ingresaba a un lugar.
James lo admiraba tanto, su sueño era ser al menos un diez por ciento de exitoso como él.
-Señor Davis, estábamos en eso – respondió Leonard y empujo a Jacob, que solo asintió saliendo del lugar como rata.
- ¿Qué paso James? - Frederick había cambiado por completo su semblante\, acercándose de manera amigable al abogado al cual estimaba mucho.
-No fue nada señor, ¿desea un café? - busco cambiar de tema, no era de los que iban con el chisme, no quería ganarse un lugar, sino era por su implacable trabajo.
Fred lo observo detenidamente, ese muchacho le recordaba mucho a él de joven- Sé que esos dos son unos imbéciles, pero son hijos de los socios y…
-No fue nada señor- respondió rápidamente y extendió la tasa.
-Eres un buen hombre Hamilton- declaró bebiendo con cuidado la bebida caliente.
- Tío Fred- la vocecita dulce de un niño de seis años hizo sonreír al mayor que rápidamente se inclinó para acaricia el suave cabello del menor.
-Hola Hernán, haz crecido mucho, eh- desbordaba de ternura y James sonrió al ver como el pequeño se abrazaba con fuerza al mayor.
-Tío, ¿papá, cuando dejara de hablar con la señorita de ojos bonitos? – los ojitos marrones lo veían curiosos en espera de una respuesta.
El moreno observo extrañado al niño, la mayoría tenía miedo de Kelay, pero este parecía emocionado con la rubia.
-¿Señorita de ojos bonitos?- indago Fred divertido, descendiendo a la altura del niño.
-Mmm, si- asintió Hernán con una sonrisa- es muy bonita y papá dijo que ella hará que me quede para siempre con él- respondió con dulzura.
- Si cariño\, ella lo hará- declaro con seguridad Frederick.
-----------
Mientras tanto en la guardería unos piso abajo, se desataba el caos.
-No cariño, no te comas la masa, no, eso no- Beca trataba con toda la dulzura del mundo extraer la masa de la boquita de un gordito picaron que se negaba inquieto.
-Vamos corazón, suéltalo- rogo y sus ojos se abrieron como plato, cuando a unos pasos, una niña abría sus bracitos.
-¡¡Soy una palomita!!
-No Pam, no eres una palomita- grito dejando al niño, después de jalar la masa de su boca, para correr en busca de la niña que no tardo en lanzarse de la mesa.
La morena cayó con la pequeña en sus brazos y esta reía divertida mientras que ella sentía que el corazón estaba a punto de salirse de su pecho.
Los niños aplaudían viendo como su seño se ponía en cuatro tratando de ponerse de pie, y sus rulos caían sobre el rostro de manera graciosa.
Beca quería llorar, ese día todo estaba al revés y solo pensaba en el imbécil que se había llevado su tanguita de la suerte.
----------
La puerta de la oficina de abrió y James respiro cuando divisó a la rubia estrechar la mano de Ferrer, este tenía los ojos rojos, como si hubiera llorado, pero su sexi jefa seguía con ese rostro inexpresivo que la caracterizaba.
-¡¡Papi!!- grito el pequeño corriendo a los brazos del hombre que no dudo en levantarlo.
-Hola amor, ¿Cómo te portaste? - preguntó arreglando el cabello del niño, y revisando en detalle su ropita.
-Bien, el tío James me dio yogurt y unos dibujitos para pintar. - señalo al moreno que estaba de pie a un costado
James sonrió al oír como el niño lo había llamado y Kelay contemplo la reacción dulce de su asistente.
-Gracias por cuidarlo- Theodor extendió su mano y el no tardo en estrecharla.
-Es un buen niño, fue placer-
-Amigo, salgamos almorzar- interrumpió Frederick.
-Claro me gustaría eso, ¿Qué dices Hernán, vamos con el tío? - miro a su hijo con orgullo y el niño movió su cabecita afirmando emocionado con la idea.
-Luego iremos a casa y me terminas el cuento ok- señalo a su padre con su dedito índice haciendo reír a todos, menos a cierta rubia que veía la escena con incomodidad.
-Señorita Johansson- la llamo Teodoro y esta elevó el mentón—gracias por su tiempo, estaremos en contacto.
-Claro, no olvide lo que le explique, la próxima semana será clave- dijo indiferente, sin dejar de ver al niño que se aferraba al cuello de su padre.
Hernán se encontró con esos ojos fríos y quedo hipnotizado.
James lo noto y sonrió, lo entendía, su jefa era hermosa y distante, eso la hacía interesante. -
-Vamos- interrumpió Fred y el hombre se despidió al igual que el pequeño, que no perdió oportunidad en mover su manito graciosamente en dirección de la rubia que con mucho esfuerzo elevo su mano para responder.
- Al parecer tienes un admirador- susurró el moreno\, acercándose a la rubia que lo miro con fastidio.
-No me gustan los niños- dio un medio giro e ingreso a la oficina; pero la verdad era otra.
Él rodo los ojos y la siguió- ¿Hay alguien que te gustes? o…- hablo de mala gana, pero sus palabras se atoraron cuando ella detuvo sus pasos para verlo, quedando a pocos centímetros de su rostro.
-Tú me gustas Hamilton- dijo, viendo esos ojos verdes dilatarse con esa declaración.
James sintió como su cuerpo se paralizó por completó al sentir los dedos fríos recorrer su mejilla.
-Eres de las pocas personas que tolero- dijo como si nada y giro sobre sus tacones para retomar el camino que la llevaba a su escritorio.
Él trato de recomponerse, esa declaración lo había dejado fuera de juego, pero pronto entendió a que se refería.
-Me caes bien, eres un buen asistente y podemos convivir, no te metes en mi vida y aunque muchas veces te ha molestado mi proceder te aguantas, por eso me gustas, eres un bueno en tu trabajo- dijo ojeando los documentos frente a ella, sin percibir lo que sus palabras habían ocasionado en el pobre Hamilton.
💕💕💕💕💕💕💕💕
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 152 Episodes
Comments
Lala González
jajajaja jajajaja jajajaja ese fue el Amigo de Hamilton
2025-02-23
0
Zulna BM
🤣🤣🤣🤣🤣🤣 ya imagino a Beca queriendo matar a Brandon porque se le llevó su tanguita amarilla de la buena suerte 🤣🤣🤣🤣
2024-05-06
3
Nomi Ukara
Pobre James está loquito por su jefa 💝💝💝
2024-02-04
2