La semana llego a su fin, y eso significaba una cosa, el calvario iba a comenzar para cierta abogada poco amistosa.
No se sentía cómoda con las muestras de cariño, se acostumbró a evitarlas, para ella eran como un dulce, si no lo prueba no lo extrañas, al menos era lo que se repetía. No quería atravesar la dolorosa sensación de pérdida, porque una vez que eso sucede es difícil ponerse de pie y Kelay Johansson lo sabía de primera mano.
Muy temprano en la mañana, salió a la plaza de tiros, y luego de un arduo entrenamiento a cargo de León, regresó a casa para darse una ducha y visitar la casa de los Davis.
Tenía unos cuarenta minutos de viaje desde el hermoso barrio Malva hasta un elegante pent-house en la calle 57 de la Gran Manzana.
Kelay no supo cuánto extraño ese lugar hasta que las puertas del ascensor privado abrieron dando paso a la elegante estructura de ladrillos de techos ligeros y acabados en madera.
El espacio era enorme, pero se podía respirar el olorcito a hogar ese que la había recibido muchos años atrás, cuando era una temerosa pre-adolescente.
Nadie tenía información exacta de su relación con Frederick Davis y su familia, pues tomaron conocimiento de la rubia mucho tiempo después. Eso dio lugar a los cometarios malintencionados que la familia prefirió ignorar.
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-Señorita Kelay, bienvenida- una mujer de unos cincuenta años corrió a recibirla.
-Hola Vivi, ¿Cómo has estado? – saludó, mientras era escoltada a la sala, sus ojos pasearon por el estilo vintage de los muebles y los grandes cuadros con fotos familiares, esos en donde ella aparecía con la misma expresión. Una mueca en lugar de una sonrisa y una mirada vacía como si estuviera hueca, casi sin alma.
***-Odio las fotografía-***dijo para sí y se ubicó en el sillón en espera de Olga.
- Todo muy bien señorita\, feliz con mi nietito- Viví hablaba emocionada y Kelay luego de unos segundos se dio cuenta que la estaba ignorado.
-Perdón, - frunció el ceño- dijiste ¿nieto? - interrogó viendo como la mujer afirmaba feliz.
-Kelay, mi bebé, estas aquí- Olga dio aplausos emocionada y abrió sus brazos en espera de un abrazo forzado al que la rubia se obligó.
-Viviana, trae por favor unas masas y dos tés de frutos rojos- ordenó con una ligera sonrisa mientras se sentaban junto a la abogada sin soltar sus manos.
Olga Davis, fue lo más cercano a una madre para Kelay, la mujer había sentido su corazón estrujarse cuando fue por esa pequeña niña de cabello blancos al aeropuerto. Tenía tan solo quince años, pero era tan delgada y frágil que parecía una ramita a pronto de quebrarse.
Al saber el calvario que había atravesado no dudo en transformarse en una madre a fuerza de paciencia e infinito amor.
-Dime corazón ¿Cómo te ha ido?, Fred estaba tan feliz al verte en las noticias, hiciste un gran trabajo con el caso de la señora Morales. – extendió la mano para acariciar solo unos segundos la suave mejilla.
-Gracias, fue difícil lidiar con las emociones de Hamilton- rodo los ojos y sonrió de solo recordar a su asistente y su cargo de conciencia.
Olga no perdió de vista ese efímero destello en la mirada, duraba solo segundos, pero solo surgía cuando la abogaba hablaba de su asistente.
-Es un buen muchacho, solo debes tener paciencia- explico con ternura.
-Me conoces, Olga, la paciencia y el sentimentalismo no es lo mío- retruco cruzando las piernas.
-Aquí esta lo que pidió señora- la voz de Vivi interrumpió la conversación.
-Oh, pero mira que grande esta- exclamó Olga y se puso de pie para tomar en brazos a un hermoso bebe de seis meses que reía mostrando sus encías.
-Buenos días Señora y señorita- saludo la joven mamá, que venía detrás de Vivi y entrego él bebe que se mostraba desesperado por ser tomado en brazos.
-Ven aquí bonito, voy a presentare a mi hermosa hija- declaró alegre Olga haciendo que Kelay aclare la garganta por aquella sensación incomoda y cálida a la vez.
-Mira cariño, esta belleza es Daniel, es hermoso, como su mamá- la mujer desvió la mirada en dirección a la hija de Viviana que se ruborizo.
-Mmm, bonito- afirmo y retiro su cuerpo hacia atrás cuando el niño intentó tomar su cabello.
-Ay, le gusta- grito Vivi emocionada y Kelay se perdió en esos ojitos grandes que la miraban entusiasmados. -
-Esta babeando- señaló con el dedo índice cerquita de la boquita. El rostro de la rubia se arrugo, sin esperar que ese dulce caramelito, se adueñara de su dedo con animo
.-Hey, suelta, no, no chupes – Daniel se negaba a soltarla y ella no quería lastimarlo.
Olga y la nueva mama se vieron uno segundos y fue suficiente para estar de acuerdo.
-Quiere ir contigo, toma – Si darle tiempo extendió al gordito que movió sus manitos en busca de la rubia
-No, no creo, yo, yo…- Kelay intentó alejarse, cuando Daniel fue en su dirección, sin alternativa lo tomo por debajo de los bracitos y este reía al estar colgadito mientras ella trataba de descifrar porque esa cosita no la incomodaba. -
-Le queda hermosa señorita Kelay, - agrego Lucí, la hija de la mucama, mientras la rubia hacia malabares para sujetar a Daniel que ahora atacaba su larga cabellera
-Eso duele, no lo tires, que no- rezongaba, pero a la vez era cuidadosa haciendo reír al bebé.
Kelay quedo perpleja al oír la graciosa carcajada y en cuestión de segundos su nariz era devorada por Daniel.
-Ay no, te comiste mi nariz - dijo alejando al pequeño que solo reía.
El momento fue mágico, las mujeres observaban esa interacción tan natural, al punto de detallar como las facciones duras de la abogada se relajaban.
-Ven aquí amor- Lucí, entendió que era suficiente cuando el gordito nuevamente se aferró al rostro de Kelay para chupetearla- ya quieres comer, pero la señorita Kelay no es un bocadillo- a joven mamá tomo al niño y la sensación de vació hormigueó en las manos de la rubia que veía como su acosador era llevado a la cocina para comer.
-Ve al baño cariño, límpiate, ese príncipe hizo de ti un desastre- agregó Olga riendo.
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El almuerzo había pasado entre charlas entretenidas, de dos mujeres que no se veían hace tiempo, pero decidieron comer el postre en la terraza, el sol estaba cálido y era ideal para relajarse.
-Mira, lo que envió Devon- extendió el celular para mostrar la imagen -estas tú con él jugando, se ven tan bien- Olga señalo la foto donde la rubia se encontraba dentro de la piscina y su hermano de corazón detrás con una enorme pelota de playa.
Kelay observo la foto, en detalle y las imágenes emergieron en su mente.
-No te acerques, no- grito escondiéndose detrás de la puerta.
-Tranquila, no voy hacerte nada- el joven de 19 años mostraba las palmas de sus manos para que se calmara- mi nombre es Devon- la mirada calma y la sonrisa tierna, le recordó al hombre que fue a buscarla en Moscú.
-No te acerques- insistió sintiendo su corazón galopar.
-No lo hare; mira me sentare aquí- el chico se ubicó en el piso a varios metros de ella- podemos conversar, tú tienes el control, cuando quieras me iré, pero prometo- elevo la mano – que jamás hare algo que te haga sentir mal.
-Él cumplió- dijo para si
Devon Davis era único hijo, Olga sufrió un embarazo difícil y lo mejor era que no volviera a concebir.
Era un joven, de buen corazón, obediente y aplicado, un orgullo para sus padres. Y a pesar de ser el niño mimado, abrió su corazón a la jovencita que ingresaba a su vida de manera abrupta.
Fue paciente, al principio acompañaba a su padre a la clínica para visitarla y cuando por fin la pudieron traer a la casa, se ocupó de hacerla sentir segura.
Un buen hermano mayor amoroso, con sus 19 años entendió que no todos tenían su suerte.
Espero paciente que Kelay confiara en él, cada día la buscaba, llevaba juego de cartas o rompecabezas y delimitaba el espacio en el que se movería para no alterarla.
Poco a poco se ganó su confianza y cuando menos lo esperaba las líneas se borraron, para dar lugar a unos de los amores más sanos para Kelay, el amor de hermano.
La rubia no se mostraba cariñosa, pero tampoco esquiva y eso era mucho para la familia Davis que se enamoraron a primera vista de esa perfecta rusa.
-Aquí tengo otra, te va a gustar- deslizó la imagen- es la de tu sobrino, esta enorme- en ella estaba Devon con su esposa y un niño de un año entre sus brazos.
-Se parece mucho a él- observo en detalle la pequeña naricita, el cabello negro y los ojitos marrones como su papá.
-Si, es igual a tu hermano cuando pequeños- expresó Olga sin dejar de ver la foto- Lo extraño mucho y a ti también- dijo suavecito- ven a verme más seguido- la mirada cariñosa se posó en la mano que sostenía y un beso tibio cayo en palma.
Kelay quedo en silencio observando a esa mujer con admiración, quien en su sano juicio se haría cargo de una niña con tanto dolor, solo un ángel y ese estaba justo frente a ella.
-No veo la hora de que tú me des un nieto, muñeca- volteo para ver el rostro inexpresivo de la rubia.
-No quiero que te canses, mandare a comprarte un nuevo sillón- Expresó seria y relajada.
-¿Qué? - Olga la vio sin comprender.
-Que, si esperas que sea madre, tendrás que sentarte, porque para eso necesito un novio y…
-Y lo dejaste plantado en un restaurant frente a sus padres- la voz masculina hizo que ambas miraran hacia la puerta.
-Amor- Olga se puso de pie y camino en dirección a Fred para abrazarlo y dejar un casto besos en los labios-¿Cómo te fue?
-Bien, amor, pero no hablemos de trabajo, quiero oír la respuesta de esta mocosa- sonrió con burla al ver como esta elevaba sus cejas.
-Déjala- golpeo el pecho de su esposo- ese hombre no merece a mi muñequita es demasiado superficial, lindo pero bruto, como dice la canción- declaro entre risas y fue junto a Kelay para acariciar sus hombros
-Gracias a esta señorita, perdí un futuro socio-agregó Fred de manera graciosa y se sentó en una de las reposeras, llamando a su esposa para que lo acompañara. Ella no se negó y se sentó junto a él.
-Lamento arruinar tus futuras sociedades, pero no pienso casarme.
-Ya, ya- sacudió la mano- sé que Luca es un imbécil, no te das una idea lo feliz que me hiciste ese día, pensar en tener que aguantar a su familia y en alguna fiesta – cerro los ojos y negó- no, eso sería una pesadilla.
Kelay curvo sus labios, no esperaba menos de esos dos, la apoyaban a pesar de todo.
💕💕💕
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Updated 152 Episodes
Comments
Lorenis Cordero
🥺🥺
2025-02-07
0
Nomi Ukara
Hermosa familia, y cuanto dolor pasó Kelay 💝💝💝
2024-02-04
5
PATUBELA
Que dulzura!!🤗🤗🤗
2024-01-15
4