Con un ambiente mucho más ameno que el que se respiraba en veces anteriores, Nereida y Fran almorzaban en el balcón de siempre. Al haber roto sus límites de vergüenza al haber confundido al duque con un ladrón y luego de que este la haya visto comer cuando en sus tradiciones no debería, ahora Nereida podía hablar y mirar a Fran con más normalidad. Y al haberse retirado la imponente muralla de hielo que supuestamente los separaba, Fran estaba mucho más tranquilo y menos incómodo.
Con el ambiente menos opresivo que se respiraba, para Nereida, incluso la comida le sabía mejor, al punto de que una vez más, quizás estaba comiendo demasiado.
– Se nota la diferencia, ¿no lo crees?
Peeguntó el joven, a lo que Nereida ladeó la cabeza levemente confundida.
– A la comida me refiero. Denis había estado haciendo una visita a su hogar, pero regresó esta misma mañana, y su ausencia se nota en los platos.
Mirando la comida delante de ella, por primera vez notó que los platos parecían más elegantes, y el sabor era mucho mejor. No sabía quién era esa tal Denis, pero debía ser fácilmente la mejor cocinera que había visto nunca.
Cuando el almuerzo se había terminado y las sirvientas entraron a retirar los platos, por primera vez, Nereida había aceptado acompañar a Fran durante el té. Con la mesa limpia y el té servido, una sirvienta entró cargando una bandeja, y cuando ésta fue asentada, Nereida quedó sorprendida.
En la bandeja debían haber una treintena de hermosas y delicadas flores. Todas tenían colores brillantes, pétalos delicados y la apariencia de que iban a desmoronarse apenas ser tocadas. Eran tan bonitas que Nereida apenas podía creer cómo Fran había tomado una y se la había llevado a la boca.
Después de masticar, acercando la bandeja a la chica, Fran se las ofreció.
– ¿No quieres una?
Desconcertada, la chica no sabía cómo reaccionar. ¿En el ducado de Lumiere comían flores? Había escuchado de costumbres alimenticias bastante peculiares, ¿pero flores?
Con timidez, tomó una de las flores y su primera reacción fue notar que tenía una base dura y lo que creía eran pétalos no reaccionaban como tal. Llevando la flor a la boca, un sabor dulce la invadió. Lo que creyó eran pétalos era merengue y al morder, la base dura era de galleta. Masticando, las galletas eran deliciosas, las mejores que había probado, de hecho.
Vencido su shock inicial, Nereida empezó a comer las galletas con bastante apetito y Fran veía con alivio la expresión satisfecha de la joven.
– Sabía que te gustarían las galletas de Denis. Estuve a punto de enviar una carta para pedir su pronto regreso, pero diría que supo regresar justo a tiempo.
– Son hermosas.
Respondió Nereida mirando una de las galletas de cerca y admirando todos sus pequeños detalles. Contemplando tal nivel de detalles en cada una de las flores de merengue, en su mente, Denis debía ser una mujer de manos pequeñas y delicadas, ya que una característica así era necesaria para hacer detalles así de minúsculos.
– Al principio creí que eran flores reales.
Admitió Nereida mientras se llevaba otra galleta a la boca. Realmente quería conocer a la señora o señorita Denis. Estaba bastante convencida de que debía ser una mujer adorable.
Mirando a la ciudad que podía distinguirse a la distancia, Fran recordó que Nereida no había salido de la mansión desde que había llegado. Haciendo un repaso de sus compromisos, otra vez tenía una tarde sumamente ocupada. Sin embargo, tenía libre la mañana del día siguiente.
– Señorita Hammer.
Comenzó a decir Fran, a lo que Nereida levantó la vista en su dirección.
– El día de mañana, ¿le gustaría acompañarme a recorrer la ciudad? Creo que aún no ha salido de la mansión en todo este tiempo.
– Me encantaría.
Respondió la chica con una sonrisa. Desde hace mucho que deseaba conocer la ciudad, quería conocer todo el ducado, mejor dicho. Haciendo de frontera natural con el reino vecino, una cordillera montañosa los separaba y Nereida nunca había visto una montaña.
Con la promesa de la salida de mañana, la chica volvió a su habitación bastante animada. Sin embargo, al poco tiempo se dio cuenta de un problema que tenía desde hacía mucho tiempo y que no había aprovechado para hablar con Fran. Se aburría demasiado y tenía exceso de tiempo libre.
Mientras pensaba qué hacer el resto de la tarde, una sirvienta llamó a su puerta.
– Señorita Hammer, tiene una visita, ¿desea aceptarla?
Ladeando la cabeza, la chica estaba confundida. ¿Quién podría visitarla? No conocía a nadie en Lumiere, y si era alguno de sus conocidos de la capital, primero habrían enviado una carta antes de comenzar un viaje tan largo.
– ¿Quién me visita?
Preguntó intentando hacer memoria de alguien tan impulsivo para un acto así.
– Es la señorita que visitó ayer al duque, la hija del barón Weints. Lleva desde la mañana solicitando una nueva audiencia, pero desde hace una hora, cambió su propósito y solicitó verla a usted.
Tragando saliva, Nereida se sintió avergonzada. Había olvidado por completo la promesa que le hizo y nunca llegó a tocar el tema durante el almuerzo que compartió con Fran.
Observando la actitud contrariada de la chica, la sirvienta asintió.
– ¿Desea que le diga que está ocupada y solicite que se retire?
– ¡No!
Gritó la chica mientras se ponía de pie
–. Acepto verla. ¿Pueden por favor traerla aquí?
– Entendido
Respondió la sirvienta y salió de la habitación.
Con un largo suspiro, Nereida no sabía cómo justificarse. Lo había olvidado, así de simple. La chica le había confiado que la ayudaría a salvar su futuro, y ella se había olvidado por completo.
Mentalizando que pasara lo que pasara, debía tocar el tema mañana durante su paseo. Se justificó diciendo que acababa de arreglar su relación con Fran y no le iba a pedir un favor a los pocos minutos.
Cerca de 15 minutos después, la puerta se abrió y Neza apareció siendo escoltada por 3 sirvientas. Mientras Nereida decía que eran muchas personas para escoltar a la chica a su cuarto, una de las sirvientas declaró de manera un poco malhumorada.
– Intentó tomar la "ruta panorámica" e ir a la oficina del duque antes de pasar a su habitación. Haciéndola pasar a la chica casi a empujones, la puerta fue cerrada con un leve golpetazo.
– Lo siento mucho señorita…
Se disculpó Neza en el momento en que se quedaron solas.
– Yo de verdad no quiero ser tan insistente, pero necesito cerrar el trato, no puedo regresar a casa hasta entonces.
Asintiendo, Nereida podía entender la insistencia de Neza. Si requería hacer esto bien para ganarse la confianza de su padre, era lógico que fuera así de insistente. Estaba a punto de hablar para recomendarle paciencia, cuando de la nada, la chica corrió a su lado y volvió a tomarla de las manos.
– ¿Ha tenido éxito? ¿Le ha hablado de mí al duque? ¿Cuándo podrá atenderme?
Abrumada por el torrente de preguntas, Nereida se limitó a sacudir la cabeza.
– No he tenido la oportunidad de hablar con el duque, ha estado demasiado ocupado hasta para mí… sin embargo, le hablaré de usted mañana sin falta.
Suspirando aliviada, Neza se tranquilizó y le soltó las manos para arreglar sus maltrechas trenzas.
– Me disculpo una vez más señorita. Vio una parte bastante mala de mi persona, pero si dice que mañana intentará ayudarme con mi problema, entonces puedo estar más tranquila.
Ante la actitud paciente de Neza, Nereida también se tranquilizó. Temía que la chica la usara como escudo para abrirse paso entre las sirvientas, llegando de ese modo ante el duque Fran. Sin embargo, si podía ser paciente y lógica, deseaba ayudarla con más ganas.
Estando por llamar a la puerta para pedir té para ella y su invitada, Neza se levantó y dio unos golpecitos a una bolsa de cuero que tenía colgada al hombro.
– Aprovechando que estoy aquí, ¿desea que prepare el guiso que le comenté el día de ayer? Traje patatas más que suficientes. Tendremos que tomar más ingredientes de la bodega, pero sigue sin ser un alimento especialmente caro.
Encontrando una manera perfecta para pasar su tarde, Nereida asintió y pidió poder acompañarla y verla cocinar. Neza, por su parte, no tuvo ningún problema. Simplemente pidió que cuando el guiso haya sido terminado, Nereida debía ir a llamar al duque para que probara la comida.
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Updated 50 Episodes
Comments
Brocoly 1 nena
XD
2023-07-20
1
Leidy Vizcaino
Me ha gustado mucho, está muy buena.
2023-04-08
1