Capitulo 7. Neza.

Sentadas una frente a la otra, Neza no dejaba de acercaba platillo tras platillo a Nereida, sin embargo, lejos de mostrarse incómoda, la joven probaba con mucho gusto todo lo que le acercaban al alcance de su cuchara.

– Este es de mis favoritos personales.

Declaró Neza con una gran sonrisa en sus labios.

— Si las cortas en tiras y las fríes en aceite, quedarán crujientes y sabrosas.

– Me encantan, creo que también son mis favoritas hasta ahora, no, espera ¿Cómo se llamaban esas que tenían queso derretido?

– Esas eran horneadas, fueron las únicas a las que hice acompañar con queso para demostrar los bajos costos y la fácil preparación, pero hasta fritas quedan bien con queso.

– Me encanta el sabor, ¿Como es posible que solo estés usando sal?

– Aún no has visto ni una fracción de su verdadero poder, por cuestiones de tiempo, no la preparé en ningún guiso, pero acompañado al cerdo o al cordero, alcanza una sabor casi celestial.

– Ahora me muero por probarlo…

– ¡¡Lo prepare para usted la próxima vez que venga!!

Con la jefa Mirta de pie a su espalda, Fran estaba sentado en una esquina de la misma mesa, observando a ambas mujeres hablar de manera tan casual.

La explicación de quién era Neza y que estaba haciendo ahí, tomó menos de 5 minutos, y viendo que Nereida había mostrado interés en los alimentos que había traído, se sentaron juntas, y habían comenzado aquella extraña degustación.

Escuchando las explicaciones que Neza daba, Fran apenas era capaz de probar cada plato antes de que la chica se lo arrebatará casi de las manos. Desde que Nereida había aparecido, había acaparado toda la atención, y daba la impresión de que ahora era a ella a quien tenían que convencer y no a Fran.

– ¿Ustedes se conocen?

Preguntó la anciana sirvienta mientras miraba a la pareja con expresión cansada.

– ¡¡Siiii!!

Respondió Neza emocionada.

– No la había visto en mi vida.

Respondió Nereida con una gran sonrisa.

Aclarándose la garganta, Neza empezó a explicar.

– La señorita Hammer tal vez no me conozca, pero ella y sus hazañas son legendarias en la capital. Lo que es más, yo estuve presente en una de ellas, yo vi como ese cerdo del vizconde Roshtard voló como 4 metros hasta chocar con la mesa de aperitivos. ¡¡Y luego cuando sus guardaespaldas quisieron reducirla!! Alzó a uno con un solo brazo, y luego todavía tenía equilibrio para darle una patada al que le venía por detrás. ¡¡Fue lo más increíble que había visto en toda mi vida!!

Levemente avergonzada, Nereida se llevó una mano a la cabeza y desvió la mirada.

– Tampoco fue tan increíble cómo lo describes, más que guardaespaldas, parecían más matones de pueblo, si hubieran sido hombres debidamente entrenados, no hubiera podido ni con la mitad. Además, cuando llegaron los verdaderos guardias de la casa, tuve que rendirme.

– No tiene que ser modesta señorita Hammer, redujo sola a 6 hombres antes de que llegaran los guardias, y en cambio, a ese cerdo del vizconde Roshtard, tuvieron que levantarlo entre 6 para poder llevarlo a la enfermería. Que bueno que acepte trabajar ese día, me hubiera arrepentido toda la vida si me lo hubiera perdido.

Siendo ignorado o no, Fran no perdía detalles de la historia de Neza. Era extraño, siendo un Barón un puesto de la nobleza menor, era inusual que fuera invitado a la misma fiesta que fue invitada Nereida, que era de la nobleza mayor, más aún si este era un noble extranjero como sospechaba. A eso se le sumaba que la chica había dicho que había ido a trabajar, cosa que tampoco era del todo extraño, los segundos y terceros hijos, al no heredar el puesto de sus padres, normalmente ejercían trabajos serviles, sin embargo, la chica decía ser la aprendiz y asistente de su padre.

Era extraño, no había nada que no pudiera tener una explicación simple y lógica, sin embargo, ya eran muchas pequeñas cosas que se juntaban.

Sacando ambas cartas, se las presentó a la jefa Mirta, que las tomó con interés.

– Haz que revisen las firmas y el sello, también quiero que averigüen todo lo que puedan del barón Weints.

Mirando a las cartas, y luego a la chica que estaba tan centrada en idolatrar a Nereida, que era incapaz de escuchar que a escasos metros estaba hablando de ella, la anciana mujer entendió el significado oculto en la petición del duque.

— Entiendo, quiere averigüe si el barón tiene una hija llamada Neza.

Con el silencioso asentimiento del duque, la mujer salió de la sala.

Cuando todos los platos se hallaron vacíos, Nereida tenía una expresión satisfecha en su rostro, y la sonrisa en el rostro de Neza no podía ser más amplia.

– ¿Lo disfrutó? Lamentó haber hecho platos tan simples, había escuchado rumores de que usted había sido enviada al ducado Lumiere, pero de haber sabido que estaría presente, me habría esforzado aún más en elaborar los platos.

— Todo fue increíble, ya no me puedo decidir sobre cuál fue mi favorito, ¿de verdad van a cultivar esas patatas en el ducado? No me puedo creer que podré comerlas todos los días.

– ¡Por supuesto! Solo es cuestión de que el duque…

Mientras decía esas palabras, ambas mujeres volvieron la cabeza en dirección a dónde estaba sentado Fran, solo para descubrir, que el duque ya se había ido.

Mirando a todos lados con expresión desesperada, Neza era incapaz de ver al duque por ningún lado.

– ¿Dónde está? No pudo haberse ido. No firmamos el contrato, necesito que el…

Temiendo hablar de más, la chica cerró su propia boca, mientras su gesto se hacía más sombrío.

— Si buscan al duque, le surgió una emergencia y tuvo que salir.

Dijo una voz a sus espaldas, y una sirvienta entró con una bandeja.

– al salir, dijo que tendría la agenda llena por el resto de la semana, así que no podrá atenderla hasta el siguiente lunes. Para su próxima reunión, el duque solicita un informe de si la tierra es realmente apta para el cultivo, y el presupuesto estimado para el siguiente año.

– ¿¡El Lunes!?

Respondió Neza voz de gritó.

– no, el lunes es mucho tiempo, yo… esperaba que el contrato se firmará… ¡¡necesito hablar otra vez con el duque!!

Ignorando las súplicas de la chica, con gesto frío y ausente, la sirvienta se limitó a asentar la bandeja, servir el té, para luego dar media vuelta y hacer amago de irse.

– el duque está ocupado, la atenderá el siguiente lunes.

Enfatizó la sirvienta, para acto seguido hacer una reverencia y retirarse.

Sumida en un mar de nervios, de manera inconsciente, la chica tomó una de sus coletas y la empezó a morder mientras murmuraba.

– no, no, no, el lunes no… El lunes es mucho tiempo. Necesito que el contrato se firme ya...

Dando un sorbo al té que habían colocado delante suyo, Nereida había preferido quedarse callada, ya que si llegara a abrir la boca, es probable que Neza quiera…

– ¡¡¡señorita Hammer!!!

Gritó la chica mientras la tomaba de las manos, y se acercaba quizás demasiado a su rostro.

— Tiene que ayudarme señorita, por favor, ayúdeme a convencer al duque

— Ehh, pero yo… ¿Qué podría ..?

— Es algo así como su prometido, ¿No es verdad? Por favor, solo necesito que me conceda otra reunión.

Con la chica a escasos centímetros de su cara, cada vez que Nereida hacía por retroceder, la chica volvía a cerrar la distancia.

— El duque y yo… no hablamos mucho…

Fue la única respuesta que Nereida pudo dar, mientras recordaba que sus conversaciones más largas eran de apenas de dos o tres frases.

– ¿Ehh? No puedo creerlo, ¿encima el duque es frío con usted? Ese desalmado…

— No, no, no es así, en realidad soy yo la que evita cualquier contacto…

Respondió Nereida intentando defender a Fran, y en el camino dándose cuenta de una verdad, ya llevaba una semana en Lumiere, tiempo en el Fran había intentado de muchas maneras comenzar una conversación o simplemente ser amable, y era ella en todas las ocasiones era la que rechazaba cualquier acercamiento.

— Lo entiendo, lo entiendo perfectamente, ha sido enviada a un lugar frío y desolado, recibiendo un castigo sobredimensionado por un pequeño error que cualquiera pudo cometer, y encima, obligada a casarse con un total desconocido. Ha sufrido mucho señorita Hammer, su trágica historia es una muestra de las muchas injusticias del mundo.

Movimiento los brazos, Nereida quería decir que a ella le encantaba estar en Lumiere, y su vida aquí, parecía más una recompensa que un castigo. Amaba el clima, amaba la simpleza de la gente, amaba estar en un lugar alejado de los chismes y las tramas sociales, amaba estar lejos de las reglas de su madre, y las inflexibles tradiciones militares de su padre. Lo amaba todo, y sobre la parte de casarse… bueno, eso era algo que había decidido censurar.

— Me gusta estar aquí...

Fue lo único que fue capaz de expresar con el revoltijo de emociones que se mezclaban en su cabeza.

— Nunca sentí que mi lugar estuviera en la capital real, y estar en un sitio nuevo… es como si...

Con lágrimas en sus ojos, Neza volvió a tomar de las manos de Nereida y la interrumpió mientras intentaba dar orden a sus ideas.

— Lo entiendo, ha sabido encontrar la felicidad en la tragedia, y la oportunidad de un nuevo comienzo al ser privada de su futuro, su historia de superación es una inspiración señorita.

Un poco incómoda por el poco respeto por el espacio personal que demostraba Neza, Nereida se estaba dando cuenta de muchas cosas. ¿Tan distorsionada era la imagen que la gente tenía de ella? Ella no estaba del todo orgullosa de sus actos, el primero lo hizo únicamente por el calor del momento, y debido a que solo recibió un leve regañó por parte de su madre, y su padre se encargó de ocultar todo el problema, se envalentono, y lo repito creyendo que no podía pasarle nada.

Había abusado del poder que le daba su posición, acto que había criticado en cada oportunidad que había tenido, y debido a su actuar precipitado, se había dejado engañar, y pudiendo pagar un inocente incapaz de defenderse, uno con los medios para responder, había tomado el golpe.

Con la cabeza dando vueltas, en algún momento sintió como las manos que se apretaban a las suyas se aferraban con más fuerza, y levantando la vista, se encontró con el rostro lloroso de Neza.

— Por favor señorita, tiene que ayudarme. Mi padre no confía en mí, quería enviar a otro de sus asistentes para la negociación, pero yo le suplique que me diera la oportunidad. Este es mi momento para demostrarle que puedo ser útil, tengo que volver a casa con el contrató firmado, o mi padre nunca volverá a confiar en mi.

– Lo voy intentar…

Respondió Nereida, siendo incapaz de negarse por las lágrimas de la chica.

— Intentaré que el duque la reciba, pero le pido que prepare las cosas que le pidió.

Fue así, con la promesa de Nereida, la razón por la que Neza pudo retirarse en paz, sin embargo, antes de salir de la mansión, quiso dar una pequeña vuelta por la oficina del duque, pero fue detenida mucho antes de que logrará siquiera acercarse.

Capítulos
1 Prefacio.
2 Capitulo 1. El duque y ¿la paria?
3 Capitulo 2. Mantén tu distancia.
4 Capitulo 3. El estudio.
5 Capitulo 4. gema de ámbar.
6 Capitulo 5. las patatas.
7 Capitulo 6. almorzando con otra...
8 Capitulo 7. Neza.
9 Capitulo 8. Y así, finalmente están en el punto de partida.
10 Capitulo 9. Insistencia.
11 Capitulo 10. Denis
12 Capitulo 11. La primera salida.
13 Capitulo 12. Collette.
14 Capitulo 13. El campanario.
15 Capitulo 14. Prometida...
16 Capitulo 15. Una relación formal.
17 Capitulo 16. La verdad...
18 Capitulo 17. El plan, primeros pasos.
19 Capitulo 18. El plan, segundos pasos.
20 Capitulo 19. El plan, ejecución...
21 Capitulo 20. El plan, consecuencias.
22 Capitulo 21. Razones.
23 Capitulo 22. El cuadro.
24 Capitulo 23. Una promesa.
25 Capitulo 24. El collar.
26 Capitulo 25. Esa mirada...
27 Capitulo 26. Para mí amada...
28 Capitulo 27. Dudas.
29 Capitulo 28. Todo ha terminado.
30 Capitulo 29. Planta la duda.
31 Capitulo 30. Trabajo.
32 Capitulo 31. El castillo Ferrer.
33 capitulo 32. Un regalo especial.
34 Capitulo 33. Tu eras la mejor.
35 Capitulo 34. insomnio.
36 Capitulo 35. El primer mes.
37 Capitulo 36. Ojos de serpiente.
38 Capitulo 37. La propuesta.
39 Capitulo 38. Un primer paso.
40 Capitulo 39. Padre e hija.
41 Capitulo 40. Predecibles
42 Capitulo 41. Aquella habitación.
43 Thomas Richard Reyinal Lumiere.
44 Lo importante o "Lo importante"
45 Siempre.
46 Terapia de shock
47 Intenciones.
48 El primer paso.
49 Puntos suspensivos.
50 Mejor.
Capítulos

Updated 50 Episodes

1
Prefacio.
2
Capitulo 1. El duque y ¿la paria?
3
Capitulo 2. Mantén tu distancia.
4
Capitulo 3. El estudio.
5
Capitulo 4. gema de ámbar.
6
Capitulo 5. las patatas.
7
Capitulo 6. almorzando con otra...
8
Capitulo 7. Neza.
9
Capitulo 8. Y así, finalmente están en el punto de partida.
10
Capitulo 9. Insistencia.
11
Capitulo 10. Denis
12
Capitulo 11. La primera salida.
13
Capitulo 12. Collette.
14
Capitulo 13. El campanario.
15
Capitulo 14. Prometida...
16
Capitulo 15. Una relación formal.
17
Capitulo 16. La verdad...
18
Capitulo 17. El plan, primeros pasos.
19
Capitulo 18. El plan, segundos pasos.
20
Capitulo 19. El plan, ejecución...
21
Capitulo 20. El plan, consecuencias.
22
Capitulo 21. Razones.
23
Capitulo 22. El cuadro.
24
Capitulo 23. Una promesa.
25
Capitulo 24. El collar.
26
Capitulo 25. Esa mirada...
27
Capitulo 26. Para mí amada...
28
Capitulo 27. Dudas.
29
Capitulo 28. Todo ha terminado.
30
Capitulo 29. Planta la duda.
31
Capitulo 30. Trabajo.
32
Capitulo 31. El castillo Ferrer.
33
capitulo 32. Un regalo especial.
34
Capitulo 33. Tu eras la mejor.
35
Capitulo 34. insomnio.
36
Capitulo 35. El primer mes.
37
Capitulo 36. Ojos de serpiente.
38
Capitulo 37. La propuesta.
39
Capitulo 38. Un primer paso.
40
Capitulo 39. Padre e hija.
41
Capitulo 40. Predecibles
42
Capitulo 41. Aquella habitación.
43
Thomas Richard Reyinal Lumiere.
44
Lo importante o "Lo importante"
45
Siempre.
46
Terapia de shock
47
Intenciones.
48
El primer paso.
49
Puntos suspensivos.
50
Mejor.

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