Capítulo 15: Hay esperanza

El tiempo pasó rápidamente, todo lo que habíamos vivido en aquella montaña ahora se encontraba casi olvidado, al igual que nuestras lesiones que ahora se veían cada vez mejor, después de todo, casi habían desaparecido. El asunto que sucedió en la montaña quedó como un recuerdo del que quizás en el futuro lo podamos recordar sin tanto recelo como en este momento.

Mientras jugaba con el cachorro de león en el suelo, Aidan se encontraba escuchando algunos himnos nacionales que casi me hicieron actuar con patriotismo.

Luego de algunos minutos en los que Ciel me mostraba su panza como alguna especie de gato, Aidan suspiró haciendo que lo miré confundida debido a que desde hace más de un par de horas aquel chico de ojos vendados había estado suspirando.

— ¿Qué te pasa? — le pregunté.

Aidan se pasó una mano por sus cabellos como si estuviera estresado.

¿Qué era lo que lo estaba perturbando de esta manera?

Cuando pensé que no me iba a responder e iba a empezar a idear la mejor manera de convencerlo, él habló.

— En unos días será el cumpleaños de mi hermano, cada año se celebra un banquete en un prestigioso hotel de nuestra familia en dónde acuden las más prestigiosas familias, sin embargo, este año es diferente porque Edén estará solo, ya no estará mamá o papá a su lado e incluso yo no estaré debido a mi condición, además de que no quiero ir porque no deseo recibir aquellas miradas de lástima que tanto aborrezco debido a que no lo merezco, el punto es que no quiero que Edén este solo. Yo…

Aidan dejó de hablar como si no supiera qué decir. En el tiempo en el que él se quedó en silencio no pude evitar reflexionar como estos dos chicos se preocupaban el uno por el otro, pero a pesar de que era tan evidente su apego les gustaba fingir que no lo hacían.

Realmente necesitaban que alguien les diera una paliza para que puedan arreglar todos sus malos entendidos y puedan hacer las paces.

Después de todo, solo se tenían el uno al otro.

Justo cuando Aidan iba a agregar algo más, Adám, aquel guardaespaldas con dotes de vagancia, hizo acto de presencia, es solo que no lo hizo de la mejor manera debido a que él muy vago iba montado en una motocicleta.

¡Cielos!

Este hombre se había vuelto loco.

— Pequeño jefe, Pequeña jefa, lamento interrumpirlos, pero el Gran jefe me envió un mensaje para usted, Pequeña jefa — comentó.

Lo miré confundida.

— ¿Para mí? — cuestioné.

Adám asintió antes de seguir hablando.

— En dos días es su cumpleaños, así que me mandó a decirle que se prepare debido a que usted será la persona que lo acompañe — soltó dejándome anonadada.

¡Perdón!

Contemplé a Aidan esperando alguna reacción de su parte, sin embargo, lo único que note fue cómo sus labios luchaban por contraerse, además de que todo el estrés había desaparecido por completo de su complexión.

— Como es una orden de mi hermano significa que debe llevarse a cabo sin cuestionamiento — dijo mientras trataba de mostrar una expresión renuente.

Pero…

Yo había visto por completo a través de su acto.

— Está bien — dije a regañadientes mientras miraba a este par de personas para nada confiables.

Guardé un suspiro mientras miraba al pequeño león que se encontraba en el suelo mirándome con ojos tiernos.

La verdad no quería a ir a ese banquete de cumpleaños, por eso no me atreví a decirle alguna palabra a Aidan a pesar de que había mostrado una expresión angustiada, sin embargo, la vida no iba como quería y por órdenes supremas que no me atreví a rechazar me tocó ir de igual manera.

En realidad, la razón por la que no deseaba ir era porque allí estaría la familia Maxwell, estaría mi verdadero padre ahí junto con aquella mujer que detestaba por arruinar la vida de mis padres, además de esa chica llamada Leila.

No quería ir.

Porque si lo hacía con las cosas como iban no iba a poder evitar compararme con ella.

Rápidamente, negué con la cabeza mientras miraba el cielo azul.

Los días se pasaron volando, de un momento a otro era el día en el que sería el banquete de cumpleaños de Edén. Mientras arreglaba mi atuendo bajo la mirada de un malhumorado, Aidan no pude evitar suspirar.

— ¿Por qué estás molesto? — cuestioné con una sonrisa indulgente mientras le daba un beso en sus labios.

Aidan negó con la cabeza antes de hablar.

— Solo soy yo siendo estúpido, es que me siento molesto con las personas que te verán, me siento celoso con mi hermano, que será la persona con la que pasará esta noche, al mismo tiempo me siento molesto porque estoy siendo estúpido, después de todo, no debería sentirme celoso de mi propio hermano, pero no puedo controlarme, yo lamento tanto no poder ver…

Aidan cerró la boca dejando aquella frase colgando. Él realmente estaba siendo un gran tonto.

— No pienses en eso — le dije mientras besaba sus mejillas de manera suave — No tienes nada que temer porque siempre estaré contigo.

Aquel joven de ojos vendados soltó un suspiro para luego abrazarme.

— Lo sé.

Cuando estuve lista y con los nervios a flor de piel, un chófer se presentó en la entrada de la mansión con la intención de llevarme hasta el lugar del banquete.

A pesar de la renuncia de Aidan a separarse de mi lado, al final solo tuvo que dejarme ir.

Ese chico amaba actuar como un bebé gigante.

Cuando llegué al lugar del banquete tuve que contener la respiración varias veces mientras recordaba todos los tips que me había dicho mi madre en el pasado.

Al recordarla no pude evitar apretar los dientes debido a la presencia de la familia Maxwell. Antes de que pudiera abrir la puerta de la limusina, esta se abrió dejando que pudiera admirar el rostro frío de Edén Cassano, el cual llevaba un traje negro que le quedaba como anillo al dedo, realmente su belleza era irreal como si fuera alguna especie de ser de otro mundo que no podía ser tomado a la ligera.

Pero…

En cambio, Aidan era del tipo cálido, su belleza era algo que se podía sentir como el aroma de las rosas en primavera. Era el tipo de belleza que no podías evitar admirar.

— Bienvenida — anunció Edén sacándome de mis pensamientos.

— Feliz cumpleaños — le dije tratando de sonreír, sin embargo, lo único que alcance a esbozar era alguna mueca extraña.

Edén negó con la cabeza antes de tomar mi mano y guiarme hasta el lugar del banquete, desde la distancia en la que me encontraba podía ver que había muchas personas vestidas de la manera más lujosa con prendas de edición limitada, además de joyas deslumbrantes que brillaban incluso más que mi futuro.

Pude ver con absoluto asombro como dejaron de hacer lo que sea que estaban haciendo cuando nos vieron, bueno, cuando sus ojos captaron la presencia de Edén, debido a que él era el protagonista de esta noche.

Incluso la música suave se detuvo por completo, dejando que la habitación caiga en un silencio algo insoportable.

— No estés nerviosa, Frida, deberías acostumbrarte debido a que en el futuro estás ocasiones sucederán con frecuencia — comentó mientras soltaba mi mano y sonreía de una manera que me hizo mirarlo con la boca abierta — Iré a saludar a unos amigos, actúa como desees, te buscaré en cuanto me desocupe.

Luego de decir aquello me abandonó.

Me quedé mirando su partida con sentimientos complicados, este tipo, me había pedido que asista a su tan aclamado banquete de cumpleaños solamente para dejarme abandonada no medio minuto después.

¡Cielos!

Cerré los ojos antes de estampar una sonrisa en mis labios, con pasos decididos me dirigí hacia una mesa en donde había decenas de bocadillos.

Bueno, si de todas maneras no me podía ir, al menos debía aprovechar.

Cuando estaba a punto de devorar el décimo bocadillo, un grupo de chicas caminó hacia un lado mientras me daban miradas nada discretas.

— Edén Cassano es el sueño de cada chica, es uno de los solteros más codiciados, este banquete en sí es como un juego de citas a ciegas para él, al menos en el pasado, cada vez que asistía lo hacía solo con los miembros de su familia, nunca había traído a nadie más, pero…

La persona que estaba hablando lo hizo con un tono de voz que parecía ser bajo, pero al mismo tiempo no, era como si ella quisiera que escuchará cada una de sus palabras, bueno, parecía que estás chicas habían venido a causarme problemas.

— Lo sé, incluso le sonrió de una manera dulce, me preguntó de qué familia será esta chica.

— Quizás solo sea una cazafortunas, mira no más su clase, come como si nunca lo hubiera hecho en años.

— Tal vez esta embarazada por eso Edén tuvo que bajar sus estándares.

— ¿Tú crees?

¡Cielos!

Hice oídos sordos a sus palabras, realmente no podía entender como en el mundo podían existir este tipo de personas que les gustaba menospreciar a otros como si fueran la gran cosa.

Tal vez su vida era demasiado aburrida, por eso les gustaba mirar la vida de los demás.

Cuando iba a devorar mi vigésimo bocadillo tuve que detener mis movimientos debido a la presencia de esa chica, Leila, había sucedido lo que no quería que pasará. Cuando ella reparó en mi presencia, frunció los labios antes de darme una mirada que denotaba desprecio.

Parecía que ante sus ojos solo era un objeto que no merecía ni siquiera su respeto.

— ¿De qué hablan, chicas? — cuestionó con una sonrisa.

Ante su pregunta, aquellas jóvenes sin miramientos le contaron todo, desde lo que había pasado hasta lo que no entre Edén y yo.

Casi aplaudo ante lo que decían, ciertamente, ellas bien podrían ser escritoras con toda la novela que se habían inventado.

— Pero, ella es la esposa de ese ciego bueno para nada — comentó aquella chica con esa voz dulce que me hacía sentir arcadas.

Las demás la miraron anonadada cuando entendieron lo que estaba pasando, sin embargo, no sabía cómo funcionaba el cerebro de estas personas porque al final inventaron otra historia que me hizo pensar que el mundo estaba completamente loco.

— Entonces, Edén está teniendo una aventura con su cuñada — soltó una mientras me miraba con desprecio.

— Pobre ciego, quizás Edén está hechizado con ella, se le nota lo vulgar — mencionó otras.

Leila suspiró mientras me daba una mirada llena de resentimiento.

— No creo que Edén tenga algo que ver con ella, Edén es tan inteligente y leal…

Casi escupo al escuchar como alababa a Edén, al ver cómo sus ojos adquirían un brillo especial, supe la razón por la que no quiso casarse con Aidan, también supe por qué me había dado una mirada de desprecio.

Ella estaba enamorada de Edén.

De un momento a otro Edén se acercó a mi lado con una sonrisa que lo hacía ver casi humano mientras me tendía la mano.

Bueno, pude ver que su sonrisa estaba llena de malicia, también averigüe la razón por la que me pidió que viniera con él, claramente él se estaba vengando de aquella chica que había despreciado a su hermano.

— Bailarías conmigo — dijo.

— Claro — contesté mientras le daba una mirada de desprecio a esas chicas que me habían mirado hacia abajo mientras murmuraba con una voz llena de malicia con el único motivo de que ellas me escucharán — Al final, él es mío.

Edén al escuchar lo que había dicho levantó las cejas antes de empujarme al centro de la mesa en donde bailamos al son del ritmo.

— Descubrí tu malévolo plan secreto — comenté tratando de no pisar sus pies.

— ¿Cuál es? — cuestionó levantando una ceja.

— Bueno, no sería secreto si lo revelará — le dije haciendo que soltará una risita.

Luego de danzar por algunos medios dijo algo me dejó helada, no porque fuera una mala noticia o siquiera porque me sea algo perjudicial para mí, sino porque era algo que no esperaba.

— Adám me comentó que Aidan ha estado preguntando acerca de la operación, aunque aún no le ha dicho que se quiere operar, ya está mostrando indicios de algo, hay esperanza.

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Comments

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

~√{©£¢%}✓¶🌟💖

Que cosas ... pero ay que ver que pasará....

2025-02-12

0

Barbarasl73 🇨🇱

Barbarasl73 🇨🇱

maldita 😡

2024-01-14

2

KAMELIA

KAMELIA

Ahí mismo le hubiese dicho lo que tanto le atormenta, que ella no es leila sino frida

2023-12-11

1

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