Capítulo 10: Eres tan mala

La pregunta de Aidan me tomo por sorpresa, aunque sabía que no estaba haciendo nada malo, no pude evitar sentirme culpable, ante este pensamiento, rápidamente sacudí la cabeza.

— Con un amigo — le respondí.

— ¡Oh! — exclamó.

Este tipo de respuesta no sabía cómo interpretar, tampoco deseaba empezar a analizar cada acción de Aidan, sin embargo, no quería que entre Aidan y yo existan más malentendidos.

Así que rápidamente me acerqué a este esposo mío y tomé su mano, la cual se encontraba tibia, tal vez porque recién había salido del baño y aunque él quiso sacudir mi mano no se lo permití.

— Él y yo hemos sido amigos desde niño, nos hemos conocido durante mucho tiempo y siempre nos hemos tratado así — me expliqué, al notar que él no decía nada, añadí — No te preocupes, mis ojos son solo para ti.

Cuando terminé de decir esto rápidamente sentí como mi rostro se ponía caliente.

¡Cielos!

Aidan negó con la cabeza antes de apretar mi mano.

— Sé que estoy siendo ridículo, también sé que no debería tomarme atribuciones que no me corresponden cuando ni siquiera te he dado una respuesta afirmativa a tu confesión, pero al escuchar como llamabas a esa persona “bombón” no pude controlar mis emociones — comentó.

Cerré los ojos por un momento antes de volverlos a abrir y mirar al joven enfrente de mí que trataba de aparentar que todo estaba bien cuando claramente no lo estaba.

— Somos esposos — le dije — Te debo lealtad y respeto. Además, tienes derecho de sentirte enojado según tu percepción de los hechos, por eso mismo te quiero explicar por qué no quiero que me malinterpretes y creas que mis sentimientos por ti no son genuinos, Aidan. No quiero que pienses que esto es un juego para mí.

Aidan guardo silencio ante mis palabras, era como si en este tiempo estuviera buscando la verdad y falsedad en ellas.

Luego de algunos segundos en los que creí que había encontrado la respuesta.

Aidan empezó a hablar.

— Enfermera, yo he estado pensando durante algún tiempo en nuestra relación, pensé en hacer como si nada hubiera pasado entre nosotros, esperaba que te dieras cuenta de que tú y yo éramos imposibles porque no quería arrastrarte a estar con alguien como yo, sin embargo, me he dado cuenta de que soy demasiado cobarde para dejarte ir, tú, me gustas, me gustas mucho, enfermera — confesó.

— Desde que llegaste las pesadillas que me persiguen desde hace mucho tiempo han desaparecido casi por completo, cuando estoy contigo a veces me olvidó del monstruo que soy y me convierto en el humano que alguna vez fui. Y aunque sé que un ángel no puede mezclarse con un demonio, no puedo ser valiente y liberarte de estas cadenas que te atan a mí.

Al escuchar sus palabras no sabía cómo sentirme, parecía que el tiempo se había vuelto irrelevante, en mis ojos solo existía él y nada más que él.

Cuando terminó de decir lo que quería me arrojé sin ninguna vergüenza a sus fuertes brazos era como si quisiera fundirme en su cuerpo y no quería dejar su lado por nunca jamás.

— Aidan, incluso si lo hicieras no me iría porque yo…

No tuve tiempo de hablar debido a que aquel joven de belleza enfermiza colocó un dedo sobre mis labios impidiendo que dijera algo.

— No lo digas, no digas nada — susurró — Yo no podré soportarlo.

Al escuchar lo que había dicho me sentí confundida, pero, cuando observé a Aidan pude notar que todo esto que estaba sucediendo entre nosotros era demasiado para él, él parecía que en cualquier momento iba a colapsar, sus manos se encontraban empuñadas, su rostro se veía pálido y podía sentir claramente un ligero temblor que dependía de él.

Él se veía tan frágil como si se pudiera romper en cualquier momento.

Rápidamente, lo guie hasta la cama en dónde lo abrace con toda la fuerza que tenía, deseaba que en este abrazo él sintiera que todo estaba bien, aunque nada lo estuviera, que la decisión que había tomado en torno a nuestra relación no le iba a hacer daño a ninguno de los dos.

Quizás nos abrazamos durante un par de minutos, tal vez fueron horas, sin embargo, solamente me aleje de él cuando él cayó de la realidad al paraíso de los sueños.

Contemplé con melancolía el rostro de Aidan mientras pensaba en lo que había detrás de su paranoia, que perturbaba su calma y hacía que se sintiera que no era digno de ser amado, que no era digno de nada, que lo hacía ver cómo un monstruo.

Guardé un suspiro mientras me dirigí hacia el baño.

Hoy había sido un día lleno de emociones, se había sentido como una montaña rusa, primero mi confesión hacia Aidan, luego aquella llamada y por último la confesión de Aidan. Realmente me sentí confundida con toda la maraña de emociones que se gestaba en mi interior.

El agua fría me ayudó un poco a calmar mi anhelante corazón.

Cuando salí del baño me di cuenta de que Aidan se encontraba despierto, él se encontraba recostado sobre la cama, el albornoz que cubría su cuerpo se había desatado un poco haciendo que un pedazo de piel color miel apareciera frente a mis ojos como un festín.

A pesar de que Aidan cuando estaba usando ropa parecía flaco, sin embargo, cuando no la usaba las cosas eran mucho más interesante, podía ver que tenía unos músculos tersos que te seducían de un vistazo.

Tragué saliva con fuerza mientras me acercaba a su lado.

— ¿Te consigo algo de ropa para que te cambies? — le pregunté.

Aidan arrugó la nariz como mientras se palpaba el cuerpo, cuando se dio cuenta de que había estado utilizando un albornoz su expresión fue cómica, su boca se abrió en una gran “O” como si no supiera qué decir. Luego de algunos segundos este esposo mío apretó los labios como si estuviera reprimiendo algo.

Realmente, no pude contener la carcajada debido a su comportamiento tan puritano.

— ¡Desvergonzada! — exclamó.

Él era tan tonto.

— Toma, ponte tu pijama — le dije mientras trataba de aparentar seriedad mientras le entregaba un pantalón de algodón color gris junto con una camisa blanca.

Aidan tomó rápidamente la ropa mientras se dirigía con pasos algo tambaleantes hacia el baño, casi se da contra la pared varias veces y aunque intenté ayudarlo, aquel joven terco rechazó por completo mi ayuda, más bien cuando llegó hacia su destino, cerró la puerta con fuerza como si quisiera darme a saber que no estaba nada contento.

Me encogí de hombros mientras lo esperaba.

Cuando salió del baño parecía que su mal genio había quedado en el olvido. Rápidamente, me levanté de la cama mientras lo guiaba.

— Eres tan mala — susurró de forma inaudible.

— Eso te gusta de mí — le respondí con el mismo tono de voz.

Aidan ante mi respuesta soltó un bufido.

Después de acostarnos, apagué las luces de la habitación, sin querer me sentí algo tímida, podía ver que no era la única, Aidan había mantenido la misma posición desde que nos habíamos acostado, hasta podía ver que su respiración era errática, a decir verdad, nuestra relación había cambiado, así que todo se sentía diferente en este momento.

Cada acción, cada gesto, cada pequeño detalle ahora tenía otro significado. Cerré los ojos con la intención de dormir, pero me era imposible hacerlo, me sentía ansiosa.

Había demasiados pensamientos, tantos sentimientos contradictorios. Cuando estaba a punto de dormir, sentí un suave toque en mi mejilla, parecía un beso.

Abrí rápidamente los ojos y contemplé cómo el rostro de Aidan se alejaba del mío.

— Beso de buenas noches — susurró haciendo que mi corazón se convierta en lava debido al fuego que él había iniciado al actuar como un ladrón en medio de la noche.

Realmente, deseaba devolverle el gesto, pero sabía que era demasiado para él.

Esta vez cuando cerré los ojos pude dormir muy bien, como si todo el estrés que había sentido a lo largo del día hubiera desaparecido por completo, me sentí plena como si la alegría o la tristeza que me había acompañado a lo largo de mi vida en este momento era irrelevante.

A la mañana siguiente, cuando abrí los ojos, no pude evitar esbozar una sonrisa al ver al joven a mi lado que ya se encontraba despierto.

— Enfermera, pareces de buen humor, ¿acaso tuviste buenos sueños? — cuestionó con la voz algo ronca.

— Sí — respondí mientras le daba un beso en la mejilla — porque tú estuviste en ellos.

Aidan arrugó la nariz al escuchar mis palabras, sin embargo, pude notar una sonrisa discreta en sus labios.

Luego de ayudarlo a desayunar, nos dirigimos hacia el jardín, sin embargo, en el camino tuve que detener mis pasos debido a la presencia de cierto alguien que parecía un rey de hielo.

— Buenos días, Joven Edén — saludé.

Aidan al escuchar mis palabras se tornó pálido. Rápidamente, alejó su mano de la mía como si esta le quemara que si no fuera porque Edén estaba enfrente de mí hubiera soltado una carcajada porque si acción había sido vista por Edén desde hace mucho tiempo.

— Buenos días, hermano — comentó Aidan mientras empezaba a carraspear — Hace tiempo que no te he visto.

Edén soltó una risita ante sus palabras, esta vista era magnífica debido a que parecía como un glaciar que había sido bañado por la luz del sol, sin embargo, solo duró un momento porque en un abrir y cerrar de ojos aquel hombre volvió a su actitud fría.

— He estado ocupado, solo ahora tengo un poco de tiempo libre, sin embargo, puedo notar que ese no ha sido tu caso, veo que tú si has sabido aprovechar el tiempo con tu esposa — dijo.

Aidan adoptó una expresión culpable, incluso la sonrisa discreta que había adornado su rostro se había esfumado por completo, era como si las palabras de Edén le hubieran hecho recordar algo que había olvidado, algo que lo había marcado.

Él se estaba cerrando justo enfrente de mí, como una almeja lo hacía para ocultar su interior.

— ¡Hermano! — exclamó con la voz apagada — Yo…

— No digas nada — comentó Edén, aunque su voz sonaba fría, sus ojos transmitían una tristeza infinita — Solamente pase para decirles que mañana iremos a acampar a la montaña, luego visitaremos unas fuentes termales, desde que se han casado no han tenido un viaje de luna de miel así que tomen este paseo como su luna de miel.

¡Cielos!

¿Por qué precisamente vamos a la montaña? ¿Puedo pedir un viaje a otro lugar? Realmente no me gusta mucho acampar.

Al ver la mirada fría de Edén no me atreví a protestar.

— No quiero ir — mencionó Aidan — No quiero ir, hermano, por favor, deja que me quedé — protestó.

¿Por qué se negaba tanto?

— Ya sabes, no acepto un no por respuesta, así que así sea a rastras, pero de qué vas, vas.

Tras decir aquellas palabras se alejó con pasos pausados, no sin antes darme una mirada intensa.

Justo cuando intentaba tomar la mano de Aidan, Adám apareció con una pila de libros de economía, sin embargo, al notar nuestras miradas, dejó caer la pila de aquellos libros y se acercó a tomar la otra mano de Aidan.

Le lancé una mala mirada ante su gesto haciendo que el susodicho soltará una carcajada.

A este sujeto flojo le gustaba burlarse de mí.

— Yo no estoy de ánimo en este momento, quiero estar a solas — anunció Aidan haciendo que dejáramos atrás nuestras diferencias y enfoquemos nuestra mirada en él.

Luego por decisión unánime Adám y yo le dejamos sentarse en el jardín antes de alejarnos de él.

Antes de que Adám se vaya lo detuve, necesitaba interrogarlo, quería preguntarle lo que estaba pasando.

Toda esta situación se me hacía estresante, el no saber la verdad me tenía ansiosa debido a que la relación entre Aidan y Edén parecía tan frágil como una cáscara de huevo que en cualquier momento se iba a romper.

— ¿Por qué Aidan es tan recio a salir de la mansión? — cuestioné — ¿Por qué parece que él y su hermano tienen muchas fricciones?

Adám me miró con seriedad antes de hablar.

Nota de autora.

Hola pequeñas hadas, espero que disfruten de la lectura, no se olviden de dejar un comentario, votar o darle me gusta a los capítulos me harían muy feliz además de que me permitiría saber que la historia que la historia les está gustando :) gracias por el apoyo.

Más populares

Comments

Beatriz Llamas Lopez

Beatriz Llamas Lopez

Es muy bonita y tierna, me facina, 🌷🌷🌷🌷😍😍

2024-11-21

0

Mayte Camariyo

Mayte Camariyo

muy hermosa me encanta /Drool//Proud//Kiss//Wilt//Wilt//Wilt/

2024-08-16

0

Iris Ferrel

Iris Ferrel

mencanta la novela es muy diferente rs muy natural me encanta

2024-07-21

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play