Capítulo 4: ¡Ella no me gusta!

Luego de escuchar la explicación de aquella mujer, me quedaron claras muchas cosas que antes ignoraba. Sin embargo, debo reconocer que la habilidad de esta mujer para torcer las palabras a su conveniencia es de otro nivel.

En primer lugar, estaba siendo utilizada como una tapadera para su buena hija, en segundo lugar, aquel hombre de apellido Cassano deseaba precisamente que la tal Leila se case con su hermano, ninguna mujer más, sin embargo, debido a la insistencia de la familia, Maxwell accedió a que si había una mujer que lleve la sangre Maxwell y que tenga entre 18 a 25 años podía sustituir a Leila, pero él accedió a esta petición debido a que sabía que no existía ninguna mujer más en la familia Maxwell que tuviera la edad adecuada.

— ¿De dónde sacaste a esta mocosa? ¿Cómo no sabía de su existencia? — cuestionó aquel hombre mientras se masajeaba las sienes.

Aquel hombre que equivale a un donante de espermatozoides para mí habló por primera vez mientras le entregaba una prueba de ADN que no sabía cuándo la habían obtenido.

— Joven Cassano, no sea arrogante, he soportado sus peticiones absurdas, claramente usted y yo llegamos a un acuerdo en el que una mujer de mi familia se debía casar con su hermano menor, Frida es mi hija, lleva mi sangre.

Aquel hombre negó con la cabeza antes de soltar una carcajada, la cual no tenía la más mínima alegría.

— Está bien — dijo, pero pude ver qué nada estaba bien, por un momento temí por mi futuro — Aceptaré a esta niña, sin embargo, olviden mi cooperación con aquel proyecto.

Luego de decir aquellas palabras, hizo que uno de los hombres presentes que parecía ser su asistente me colocará un documento enfrente de mí mientras me instaba a firmar.

Aunque quise decirle que, ya que no era la persona que quería me podía dejar ir, pero al ver su mal aspecto cerré sabiamente la boca mientras firmaba aquel documento.

— Pero…

Musitó aquella mujer mientras miraba a aquel joven de apellido Cassano, sin embargo, antes de que pudiera decir alguna palabra en protesta ante el desarrollo de los eventos, aquel hombre que era mi padre la interrumpió rápidamente mientras musitaba.

— No digas nada, Verónica, al menos pudimos salvar a nuestra hija, deja aquel proyecto a la vol…

Aquella mujer me miró con desdén antes de hablar.

— Pero, ella también es tu hija, al menos deberías recibir algo a cambio.

Thomas Maxwell solo suspiro ante sus palabras.

— No es una hija que haya querido tener, acaso no recuerdas los proble…

Antes de terminar de hablar se interrumpió así mismo con la intención de tender la mano a aquel hombre de porte imponente.

— La Srta. Frida ahora es la esposa legal de su hermano menor, Sr. Cassano — comentó lo que supuse que era el abogado.

¡Cielos!

Este casamiento no era científico, no conocía el nombre de mi esposo, tampoco él estuvo presente, ni siquiera llevaba un vestido de boda, ni un anillo, más que un casamiento parecía una cita para firmar un negocio.

Aquel hombre asintió ante las palabras dichas, luego miró la mano extendida del Sr. Maxwell antes de resoplar y empezar a caminar.

— Vamos — anunció, aunque más bien parecía una orden.

Por un momento dudé en seguirlo, pero de todas maneras a dónde más podía ir, después de todo, había firmado un documento, había abandonado a mi familia, no había ningún lugar más al que ir aparte de seguirlo.

— Frida…

Ante el llamado de aquella mujer detuve mis pasos esperando sus próximas palabras.

— No sería bueno que rompamos lazos — comentó — Este es un nuevo mundo para ti, así que trata de hablar bien de nosotros.

¡He!

No podía aceptar su descaro, así que giré sobre mis talones antes de sonreír con malicia hacia aquella mujer que había entrado como un huracán a mi vida, destruyendo todo a su paso, sin dejar nada a salvo.

Ella pensaba que era tonta para aceptar su oferta luego de todo lo que había pasado entre nosotras.

— Tienes lo que mereces — dije antes de alejarme de ella y seguir a aquel tipo que ante mis palabras levantó una ceja y ante su gesto me encogí de hombros.

Después de todo, no era estúpida o alguien que era fácil de engañar, además de que me había aceptado, esta situación de mala gana debido a los medios viles que habían utilizado para que me sienta ante ellos.

Cuando entre en el automóvil de gama alta solté un suspiro mientras esperaba el veredicto de aquel sujeto que ahora me evaluaba con la mirada.

— No me interesa tu historia, solo di cuánto dinero necesitas para fingir que eres Leila ante mi hermano menor, pensé que eras alguien maleable, pero veo que tienes tus propios pensamientos.

¡Guao!

Ante sus palabras me quedé estupefacta, no supe qué decir por un momento.

Este hombre me pedía que sea una sustituta.

No podía creerlo.

— ¿Por qué? — cuestioné — Al menos puedo saber la razón por la que mi vida se vio reducida a esto.

Aquel hombre me miró antes de suspirar.

— Mi hermano sufrió un accidente automovilístico, él perdió la vista y parte de su audición se vio comprometida, además la mitad de su rostro está destrozado así como parte de su mano derecha y pie derecho, él ha rechazado cualquier operación, no quiere curarse o mejorar, él ha estado deprimido y temo que en cualquier momento cometa una locura.

Aquel joven guardó un suspiro antes de continuar hablando.

— Su psicólogo dijo que ante su comportamiento depresivo sería mejor buscar a alguien que lo motive, aunque este método no fue recomendado, pero fue la única opción que me dio luego de fracasar en su tratamiento, así que pensé en esta situación por mucho tiempo, hasta llegar a la conclusión que tenemos ahora.

Suspiré ante sus palabras por la vida lamentable de este par de hermanos.

— ¿A él le gusta Leila? ¿Debería actuar como ella?

Ante mis preguntas, aquel hombre soltó una risa llena de autocrítica.

— No estoy seguro de si le gusta o no, pero, ciertamente, tiene una buena opinión de aquella muchacha, sin embargo, no es necesario que actúes como otra persona porque él solamente la ha visto de lejos, más nunca ha hablado con ella debido a que siempre ha sido un joven tímido. Lamento ponerte en este aprieto, pero él es mi único hermano, la única persona que queda en mi familia, no soportaría perderlo. Solo necesitas decirme que quieres a cambio, piensa en esto como un trabajo ya solo dame un año de tu vida, cuando terminé el plazo puedes marcharte y no te detendré, tampoco me voy a inmiscuir en tu vida, es más, te apoyaré. Yo solo quiero que lo animes, que le muestres que el mundo no es un lugar terrible, que lo animes a seguir viviendo.

Guardé silencio ante sus palabras mientras empezaba a sopesar los pros y los contras.

— Solo deseo que cuides de mis padres, ellos no aceptarán nada de lo que les dé, ya sea dinero o algún bien material, así que solo espero que los protejas y que sus trabajos marchen sin problemas.

Ante mis palabras, aquel hombre frunció el ceño mientras me miraba. Tal vez estaba tratando de averiguar de qué padres estaba hablando debido a que se supone que Thomas Maxwell era mi padre o quizás estaba averiguando si aquel par de personas despreciables lo habían estafado, sin embargo, al ver mi rostro pudo ver qué ese no era el caso porque era demasiado similar a ese sujeto de apellido Maxwell.

— Solo dime sus nombres y me encargaré de que sus vidas sean prósperas — comentó como si no fuera la gran cosa.

Bueno, para él no era nada, pero para mí lo era todo.

— ¡Gracias! — exclamé con una sonrisa.

Aquel hombre emitió un sonido de reconocimiento ante mi agradecimiento.

Luego de un par de minutos en el que el automóvil se quedó en silencio llegamos a una mansión hermosa que se encontraba un poco alejada de la ciudad, había frondosos árboles alrededor que la hacían parecer como una casa encantando tan parecidos a esos cuentos de terror que me gustaba leer antes de dormitar.

Inhale y exhale un par de veces tratando de contener los nervios que residían en mi interior.

Después de todo, tenía claro lo que debía hacer, al menos podía estar segura de que no iba a ser la esclava de algún anciano rico, ni tampoco iba a ser utilizada como una muñeca sin emociones.

Solo debía cuidar de mi esposo de nombre como lo haría una enfermera, ya que mi sueño era ser pediatra y seguramente esta experiencia me iba a servir para mi futuro.

Así que debía estar tranquila, nada malo iba a pasar.

Todos éramos adultos aquí y aunque ahora era una mujer casada, eso no significaba que debía cumplir con los deberes maritales.

Pero…

Aunque me lo repetí demasiadas veces como alguna especie de mantra, al final de nada sirvió debido a que aquel chico tímido que era mi esposo resultó ser alguien feroz.

Nunca imaginé que la primera vez que veía a mi esposo fuera así, ciertamente me imaginé llegar con una sonrisa y presentarme como lo había hecho innumerables veces en el pasado, debido a la descripción que había hecho el señor Cassano de su hermano, había predicho que ante mis palabras él tarareaba un sonido de reconocimiento con un ligero rubor en sus mejillas debido a la timidez arraigada en sus entrañas.

Al final, las cosas resultaron completamente diferentes. Antes de que siquiera pueda ver su rostro, un hombre que supuse que era un enfermo salió corriendo despavorido como si estuviera huyendo del mismísimo diablo.

— ¡Jefe! — exclamó en cuánto reparó en nuestra presencia — El pequeño jefe está dando problemas de nuevo, intenté cortarle las uñas, pero fue una misión imposible, se puso a tirar cosas al azar mientras corría de su habitación, tuve que salir para que no se hiciera daño.

¡Cielos!

¿Qué demonios estaba pasando?

— ¡No quiero ninguna esposa! ¡Quiero morir! ¡Por qué no me dejan morir!

Tras escuchar aquel arrebato de emociones que hicieron que mi corazón doliera, detrás de aquella puerta salió un joven tambaleante como si le fuera difícil caminar.

Y así fue como conocí a mi esposo.

Él era un chico alto, sin embargo, no tan alto como si hermano, debido a las vendas que cubrían sus ojos, no podía saber de qué color eran, sin embargo, aunque la mitad de su rostro tenía algunas cicatrices, podía ver que él era una gran belleza, mucho más impresionante que su hermano.

— ¡Todo lo que toco lo destruyó! ¡Solo déjenme morir! ¡No quiero vivir así! ¡Es tan difícil! — proclamó antes de echarse al suelo — ¡Dejen que muera! ¡Quiero morir!

Él se estaba derrumbando delante de mí, su dolor, su desesperación podía sentirla tan claramente.

Mientras empezaba a sopesar qué hacer vi con asombro como aquel joven que me había abierto su corazón derramaba un par de lágrimas al ver a su hermano en ese estado, luego como si solo fuera una ilusión empezó a hablar como alguna especie de villano.

Era como si el dolor así como la tristeza no existiera para él.

Realmente, me sentí conmovida al ver el amor que le tenía a su hermano, era digno de admiración.

— Aidan me importa un carajo, lo que digas, tú no vas a morir, no a menos que lo permita, además, Leila está aquí, te lo dije, ella es una chica dulce que luego de contarle sobre tus sentimientos se conmovió profundamente y aceptó casarse contigo — dijo.

Aquel joven ante sus palabras soltó un quejido antes de levantar el rostro, aunque debido a su condición no importaba si lo hacía, porque no podía ver nada, no podía ver su condición deteriorada, tampoco podía ver la preocupación de su hermano mayor, ni mi expresión complicada ante el drama que se estaba gestando enfrente de mí.

— ¡Te odio, Edén! ¿Por qué la arrastras a otras personas? ¡Ella no me gusta! Dile que se vaya, quiero que se vaya.

Lancé un carraspeó ante sus palabras y hablé por primera vez.

— Bueno, eso no será posible, porque ahora soy tu esposa — mencioné mientras me acercaba a él y lo ayudaba a ponerse de pie — Vamos, levántate, el suelo está frío.

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Comments

Lili

Lili

Muy buen comienzo...

2025-01-13

0

Barbarasl73 🇨🇱

Barbarasl73 🇨🇱

pudrete infeliz 😡.

2024-10-17

0

Barbarasl73 🇨🇱

Barbarasl73 🇨🇱

pudrete infeliz 😡.

2024-10-17

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