Ya todo estaba dicho, la decisión de Topacio no tenía vuelta atrás, ella no tenía otra alternativa para poder salvar a su padre de la muerte, estaba dispuesta a casarse con Roberto y a sacrificar su libertad con tal de ver sano y salvo a su padre.
Roberto enseguida hizo que Milagrito le diera el número de teléfono de Soledad la madre de esta, ya que a través de ella Roberto iba a poder ayudar a los padres de Topacio.
— Sí justamente por eso la estoy llamando señora Soledad, ya Milagrito me explicó lo que está pasando con el padre de tu Topacio, y quiero decirle que no tienen de que preocuparse, en este mismo momento hablé con un amigo mío que es oncólogo, trabaja en la mejor clínica de la ciudad de México, él se va a encargar de hacer el traslado del señor Bernardo hasta su clínica van a hacerle todos los exámenes pertinentes para poder iniciar el tratamiento correspondiente según el diagnóstico. El médico determinará si el señor Bernardo está apto para realizarse el trasplante de médula solo tienen que reunirse con el donante y por el dinero y los gastos de la clínica no tienen de qué preocuparse, porque yo correré con todos los gastos.
Soledad no salía de su asombro, al mismo tiempo tanta bondad por parte de Roberto le extrañaba, apenas Topacio tenía unos días de haber comenzado a trabajar en esa casa y ella no podía asimilar que él fuera tan generoso con ella.
Sin embargo no era el momento para reprocharle o preguntarle del porqué lo estaba haciendo, la salud de Bernardo estaba en peligro y no había tiempo que perder, sin embargo Soledad no dejaba de preocuparse porque sentía que algo raro había tras tanta amabilidad por parte del patrón de su hija y de Topacio que también era como una hija para ella.
Apenas colgó la llamada de Roberto, no pude evitar pensar: 🤣
“¿Pero qué es lo que está pasando aquí? ¿Cuándo acá un patrón es tan bondadoso como para soltar tanto dinero por una empleada de servicio? ¡Ay Dios mío! Ojalá no sea lo que estoy pensando, ¿Será que milagrito y ese señor tienen sus deberes entre ellos? Porque no puedo pensar que sea Topacio, porque ella apenas tiene unos días que llego a trabajar a esa casa. Pero tampoco quiero pasar de imprudente porque correría el riesgo de que milagrito pueda perder el trabajo sí que estoy equivocada. Tengo que hablar con mi hija y que ella me diga la verdad de lo que está pasando. Por lo pronto lo más importante en este momento es la vida de mi compadre Bernardo”
Soledad estaba muy confundida y preocupada por todo lo que estaba pasando, que ya lo único que se imaginaba era que su hija Milagrito tenía algo que ver con Roberto, claro está, ella sacaba esa conclusión, porque ella ya tenía 3 años trabajando para él, jamás se pudo imaginar que podía ser Topacio, porque era muy poco creíble, que una muchacha que apenas había llegado hace unos días a esa mansión, tuviera recibiendo tantos privilegios por parte de su patrón.
(…)
Al día siguiente….
El padre de Topacio ya había sido trasladado de emergencia del pueblo en dónde se encontraba hasta la Ciudad de México.
Eso hizo que Topacio se sintiera mucho más tranquila, por supuesto no dejaba de pensar en la decisión que había tomado de casarse con Roberto y eso la tenía totalmente descontrolada, ansiosa y llena de mucho temor.
Ella tocó la puerta de la habitación de Roberto, ya que esté le había mandado a llamar con Milagrito.
— ¡Adelante! — dijo Roberto.
Topacio entró a la habitación hecha un mar de nervios, estaba temerosa de lo que Roberto le fuera a decir.
Cuando el labio entrar se le iluminó el rostro por completo, se sentía tan feliz cada vez que estaba enfrente de ella que era inevitable poder disimularlo.
— Buenos días Topacio, qué bueno verte. Gracias adelante por favor y siéntate.
— Buenos días señor Roberto, me dijo Milagrito que quería hablar conmigo.
— Sí, efectivamente así es. Pero no tienes porqué ponerte nerviosa, te mandé a llamar porque quiero entregarte algo y también quiero informarte con respecto a lo que está pasando con tu papá en este momento.
Topacio cuando escuchó que se trataba de su padre, enseguida cambió su expresión y de alguna manera se sintió aliviada porque creía que él la había llamado para hablarle sobre la fecha de la boda.
— ¿Qué pasó con papá? Dígame por favor, no he dormido en toda la noche pensando en todo el sufrimiento por el que están pasando mis papás es en este momento.
Roberto se acercó a ella y de forma muy tierna le acarició el cabello mientras le decía:
— No tienes porqué tener miedo, ya te dije que voy a ayudar a tus papás en todo lo que esté a mi alcance, por lo pronto me acaba de informar el doctor Quintero, que además es mi amigo personal, quería tu padre fue trasladado a la Ciudad de México junto con tu madre y tu tía Soledad.
— ¿En serio? Muchas gracias señor Roberto, no sabe cómo se lo agradezco. — le dijo Topacio mientras le besaba las manos a Roberto con nerviosismo y sintiéndose muy agradecida por lo que estaba haciendo por su padre
— Por favor Topacio, no es necesario que hagas eso, sabes perfectamente que tú y yo llegamos a un acuerdo y no voy a escatimar un solo centavo para que a tu padre no le falte nada.
Cuándo Roberto le dijo eso enseguida topacio bajo la mirada sintiéndose un poco decepcionada, porque se había dejado llevar por la emoción de sentirse agradecida por lo que Roberto estaba haciendo por su familia, pero en el fondo recordó que él solo lo hacía a cambio de que ella se casara con el.
— Por supuesto que no se me olvida señor Roberto el acuerdo en el que usted y yo llegamos, sé perfectamente que de no haber aceptado casarme con usted, jamás habría ayudado a mi familia.
Roberto se sintió bastante incómodo porque él en el fondo la hubiera ayudado de igual forma, porque sentía que se estaba enamorando perdidamente de Topacio, solo que en medio de la desesperación y la obsesión que su presencia le hacían sentir, él se estaba aprovechando de ese momento de vulnerabilidad por el que ella estaba pasando, para poder lograr hacerla suya, tenerla para él y casarse con ella sintiendo de alguna forma que tenía a Julia cerca de él a través de ella.
— Por favor Topacio, no le digas de esa forma porque se escucha demasiado mal. La verdad es que me gustaría que entendieras que yo siento por ti algo realmente especial y verdadero, yo quisiera que te casarás conmigo realmente porque lo deseas y no por obligación.
— Pues usted no me está dejando otra alternativa, recuerde que usted me está obligando a casarme con usted a cambio de legalizar mis papeles y poder ayudar a mis padres a salir de México, pero principalmente y lo más importante para mí, es salvarle la vida a mi papá. Así que, no le dé más rodeos a esta conversación y dígame ¿Cuál es la fecha que eligió para casarnos?
Para Roberto fue un momento realmente muy desagradable e incómodo, él sabía en el fondo que Topacio tenía razón, sin embargo era verdad, la única forma de que ella se casará con él y fuera suya, era presionándola a través de la ayuda que iba a recibir su familia. Sin embargo no quiso darle la razón en ese momento, y evadió hablar sobre la fecha del matrimonio, además había otra razón por la cual él la había mandado a llamar y era para entregarle algo que había mandado a comprar especialmente para ella.
— Pues te equivocas Topacio, no te manden llamar para fijar la fecha de la boda, para eso tengo que poner en orden muchos documentos y además tengo que organizar muy bien dónde va hacer la celebración, en realidad aparte de darte de la noticia sobre tu padre, te mandé a llamar para entregarte esto.
El se acercó a Topacio y le entregó una pequeña caja envuelta en un fino y elegante papel de regalo.
Topacio lo recibió pero sin ningún tipo de emoción, ella estaba muy atormentada pensando en la salud de su padre y además no tenía ningún motivo para sentirse feliz recibiendo un regalo por parte de el hombre que prácticamente la estaba condenado a abandonar su libertad y encima a entregarle lo más valioso que tenía, su inocencia.
— ¿Y qué es esto? — pregunto topacio muy seriamente.
— Es un obsequio que compré especialmente para ti y que te va a servir de ayuda en estos momentos.
Topacio lo miró extrañaba y al mismo tiempo su orgullo y su dignidad la hacían sentirse realmente mal recibiendo un regalo por parte de él.
— Creo que no debió molestarse señor Roberto, no es necesario que me llene de regalos, esto es solo un acuerdo matrimonial, y ya usted está cumpliendo con lo acordado, es suficiente con todo el dinero que está gastando ayudando a mi familia, así que cualquier regalo que me quiere dar sale sobrando.
— Topacio no tienes porqué actuar de esa forma, no tomes las cosas como si yo quisiera comprarte con regalos, realmente no has entendido lo que significa esto que te compré. Me gustaría que lo abrieras y tú misma saca tus propias conclusiones, esto lo estoy haciendo más por ayudarte que por cualquier otra cosa que te quieras imaginar. Así que te invito que por favor lo abras y después si no lo quieres, no te preocupes, ya lo puedo devolver y no ha pasado nada seguimos como hasta los momentos habíamos hablado.
Ella estaba muy intrigada por saber de qué se trataba, él le hablaba y le decía tantas cosas que la pusieron a pensar y no tuvo otra alternativa que abrir el obsequio.
Cuándo por fin abrió la caja se quedó sorprendida porque no se esperaba un regalo así tan costoso y al mismo tiempo tan necesario.
— ¿Un celular? Pero… Pero es un celular muy costoso y además muy fino. ¿Por qué me compro algo así tan caro? Creo que no debió hacerlo, no era necesario.
Roberto se acercó de nuevo a Topacio y la ayudó a sacar el celular de la caja, luego le dijo:
— Te compré el celular, porque lo vas a necesitar para estar en contacto con tu madre y más aún cuando operan a tu papá. Le di la orden a soledad la madre de Milagrito, para que también le comprara un celular a tu madre, de manera que puedan estar comunicadas todos los días y todas las veces que tú lo desees y que sea necesario.
A Topacio se le iluminó el rostro, sintió que en ese momento el estar arrepentida todo lo que había dicho a Roberto minutos antes, ella sintió que lo había juzgado mal a pesar de la situación real que había entre ellos. Definitivamente el celular había sido el mejor obsequio que había podido recibir por parte de Roberto, ahora ella podía sentirse en plena libertad de poder hablar con su madre y saber todo lo que estaba pasando con la salud de su papá sin tener que esperar a que su madrina Soledad se comunicará a la mansión.
— Muchas gracias señor Roberto, la verdad es que no sé ni siquiera como mirarle a la cara después de lo que acabo de decirle, de verdad le pido una disculpa, es que todo esto me tiene demasiado nerviosa y alterada. Pero este regalo de verdad que no puedo despreciar celo porque es una forma de poder estar cerca de mis padres y de verdad se lo juro que estoy muy agradecida.
Para Roberto fue un punto a su favor en medio de todo el malestar que había en Topacio por el matrimonio con él.
Pero sintió que de alguna forma ese celular fue una razón suficiente para ir acercando a Topacio aún más a él hacerle ver que solamente quería su bienestar y el de su familia.
La tomo de las manos y le tocó la barbilla levantando su rostro mientras le decía:
— No tienes nada que agradecerme y mucho menos tienes porqué pedirme perdón, aunque tú no lo creas, te entiendo más de lo que tú te imaginas. Solo te pido que me des una oportunidad para demostrarte que puedo hacerte feliz.
Topacio se quedó callada sin moverse, ella en el fondo sentía una atracción por Roberto que la hacía paralizarse por completo. Pero al mismo tiempo sentir el rechazo de ver la presión que él le imponía al obligarla a casarse con él.
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