La propuesta

— ¿Pero de qué está hablando? ¿Por qué ha dicho eso? — le preguntó Topacio muy intrigada y confundida al mismo tiempo, no comprendía a qué se refería Roberto con ese comentario.

Roberto se acercó a ella y la tomó por los hombros mirándola fijamente a los ojos mientras le decía:

— Yo puedo ayudar a tu padre, es más, yo puedo sacar a tu familia de ese pueblo y traerlos a vivir aquí a los Estados Unidos.

Topacio no salía de su asombro al igual que Milagrito, ambas tenían los ojos abiertos de la impresión porque jamás se hubieran esperado esa reacción por parte de Roberto.

— ¿Usted se está burlando de mí señor Roberto? Porque déjeme decirle que si es así yo — Roberto enseguida interrumpió a topacio y no la dejó terminar de hablar, el con el ceño fruncido y una expresión de sentirse de alguna forma ofendido por la desconfianza que ella le tenía, le dijo con mucha seguridad en sus palabras:

— No estoy jugando, no acostumbro a jugar con este tipo de situaciones, si te estoy diciendo que puedo ayudarte, es porque en realidad puedo hacerlo.

Topacio estaba muy incrédula y al mismo tiempo sentía la curiosidad de saber a qué se refería con eso de poderla ayudar, ella estaba desesperada, no podía regresar en ese preciso momento a México, no tenía documentos legales y de ser descubierta por migración, inmediatamente sería deportada a su país, pero perdería toda posibilidad de poder regresar a los Estados Unidos. Justamente eso era lo que ella no quería, por cuestiones de segundos no solamente pensó en las necesidades que tenían sus padres, sino en el hecho de que al ella ser deportada a México, no iba a volver a ver de nuevo a Roberto, y extrañamente tenía ese pensamiento constante pasándole por la mente y el cual no dejaba ni un minuto de pensar.

No tenía otra opción que escuchar de qué forma podía ayudarla Roberto.

— Está bien señor Roberto, dígame de qué forma entonces puede usted ayudar a mi familia, la verdad es que estoy desesperada y necesito encontrar una solución a todo esto antes de que sea demasiado tarde para mi padre.

— Vamos a mi despacho y allí hablaremos a solas. — Milagrito se decepcionó un poco ya que ella quería saber cuál era esa ayuda que su patrón podía darle a Topacio, pero lamentablemente no podía hacer nada en el momento si no esperar a que su amiga hablara con su jefe y después le contara sobre la conversación que iban a tener.

Topacio enseguida le contestó:

— Está bien, vamos a su despacho.

Ambos se fueron caminando al despacho de Roberto, ante la mirada inquieta y llena de mucha curiosidad de Milagrito. En ese momento entró a la sala Alondra y vio que Roberto se iba con Topacio a su despacho, pero lo que más le llamó su atención, fue la maleta que vio en la sala, enseguida le preguntó a Milagrito:

— ¿Y se puede saber qué hace esa maleta allí?

— Ay disculpen señora Alondra, esa maleta es de Topacio, pero enseguida la quito de aquí.

— ¿Y por que ella ha dejado esa maleta aquí en el medio de la sala? No me digas que la pueblerina por fin entendió que esta casa es demasiado grande para ella y se regresa a su mugroso pueblo.

Milagrito trató de contenerse para no responderle de forma grosera, ella sabía que por más ganas que tuviera de hacerlo, era la cuñada de su patrón y debía tenerle respeto, además ella allí era una simple sirvienta y tenía todas las de perder sí cometía algún error.

— No señora Alondra, lamento desilusionarla, pero Topacio no se va de la mansión, al menos todavía no.

— ¿Pero y entonces porque dejó su mugrosa maleta en el medio de la sala? ¿Acaso piensa que está en el mismo rancho en el que vivía en el pueblo? Qué lástima que no se termina de largar de una vez por todas de esta casa, la verdad es que no entiendo que hace esta mujer aquí.

Justo en ese momento sonó el celular de Alondra y cuando miró quién le llamaba, enseguida su rostro palideció, se sintió un poco nerviosa y eso puso alerta a Milagrito, la cual no entendía el porqué se había puesto en ese estado.

Alondra al ver que Milagrito no le quitaba la mirada de encima, enseguida le dijo:

— ¿Y tú que me ves? ¿Acaso nunca has visto un celular sonando? Retírate inmediatamente que necesito responder esta llamada en privado.

— Sí señora Alondra, como usted diga, con su permiso.

Milagrito se fue a toda prisa mientras que tomaba la maleta de Topacio y la llevaba de nuevo a su habitación.

Cuando Alondra se percató que no había nadie a su alrededor, entonces contestó la llamada:

— ¿Cuántas veces te voy a decir que esperes a que sea yo la que te llame? ¿Se puede saber ahora qué es lo que pasa? — enseguida Nancy la enfermera le contestó:

— Pues lamento muchísimo decirle señora Alondra, que no puedo seguir esperando más por usted, necesito que me envíe el dinero que acordamos o de lo contrario su cuñado el señor Roberto, se va a enterar de toda la verdad.

— Ya cálmate Nancy no es necesario que tomes esa actitud, ya te dije que sí voy a conseguir el dinero, solo te pido que me des tiempo, además no ha pasado todavía una semana, solo te estoy pidiendo que me des estos días que quedan para terminar de resolver esta situación, y no vuelvas a llamarme de nuevo, yo me comunicaré contigo.

Alondra colgó la llamada y enseguida se puso a pensar:

“Tengo que resolver este problema lo más pronto posible, o de lo contrario esta mujer es muy capaz de contarle toda la verdad a Roberto y si eso sucede, perdería todo, y terminaría en la cárcel. No puedo permitir eso, tengo que hablar con Roberto inmediatamente”

Roberto mientras tanto estaba en el despacho junto con Topacio.

— Siéntate por favor Topacio. — le dijo Roberto mientras se sentaba en su silla detrás del escritorio, ella estaba demasiado nerviosa, movía sus piernas incontrolablemente y al mismo tiempo se frotaba las manos, las cuales tenía frías y sudorosas. Roberto se dio cuenta del estado de nervio de Topacio, enseguida trató de calmarla diciéndole:

— No tienes porqué estar nerviosa, creo que te vas a sentir más tranquila cuando te diga lo que tengo pensado hacer para poder ayudar a tu familia.

— Entonces ya dígame de una vez qué es lo que va hacer para poder ayudar a mis papás.

— Pues es muy fácil, tú no tienes documentos legales en este país, y has entrado de forma ilegal además, si te descubren te regresarían a tu país inmediatamente, pero lo peor de todo eso, es que ya no podrías regresar a los Estados Unidos, entonces la única forma para poder evitar eso, es que te cases conmigo.

Topacio abrió los ojos quedando totalmente impactada con lo que acababa de decirle Roberto, en un impulso se levantó enseguida de la silla mientras decía:

— ¿Cómo? ¿Pero qué me está diciendo? ¿Casarme con usted? ¿Esa es la forma en la que piensa ayudar a mi familia? Lo sabía, usted lo único que quiere es burlarse de mí, porque de lo contrario no me estaría proponiendo semejante barbaridad. Ya veo que he perdido mi tiempo por completo, me largo de aquí.

Roberto enseguida se levantó de su silla y caminó hacia Topacio mientras la tomaba del brazo y le decía:

— Espera por favor Topacio, creo que no me has comprendido, permíteme explicarte primero antes de que tomes una decisión apresurada.

— ¿Pero qué es lo que piensa explicarme? Usted lo ha dicho muy claro, pretende que me case con usted y solamente por la obsesión que tiene con mi parecido con la muertita.

— Claro que no Topacio, no se trata de eso, esto es totalmente diferente lo que te estoy proponiendo, lo que pasa es que eres demasiado impulsiva y no dejas que yo termine de explicarte. Por favor al menos escúchame lo que tengo que decirte y después si no estás de acuerdo, te prometo que no volveré a molestarte más.

Topacio respiró profundo tratando de calmarse, porque en el fondo se sentía entre la espada y la pared, ella lo único que quería era encontrarle una solución a su problema con su padre, necesitaba el dinero lo más pronto posible para poder salvarle la vida o de lo contrario no se lo iba a perdonar nunca si a su padre llegaba a pasarle algo malo.

— Está bien señor Roberto, lo voy a escuchar, dígame qué es lo que tiene que explicarme.

— Muy bien Te agradezco que al menos me des un voto de confianza. Pero siéntate por favor.

Topacio regresó a la silla donde estaba sentada y respiró profundo, luego se quedó muy atenta esperando a lo que tenía que decirle Roberto.

— Cuando te hablo de que te cases conmigo, lo hago porque es la única forma de que puedas legalizar los documentos, luego que estés totalmente legal, podemos traer a tus padres a que vivan aquí contigo, porque siendo mi esposa las cosas sería mucho más fáciles de tramitar. Además también quiero decirte que si te casas conmigo, enviaré una fuerte suma de dinero a tu familia para que puedan solventar mientras se demora la legalización de tus papeles, ese dinero también pudiera servir de ayuda para que operen a tu padre en la Ciudad de México, por supuesto yo correría con todos los gastos de traslado, y después cuando se recupere y ya tú tengas tus papeles en regla, puedes traer a tus padres a vivir aquí. ¿Qué te parece mi propuesta?

Para Topacio era una decisión bastante difícil de tomar, porque estaba en juego su libertad, al estar casada con Roberto tenía que someterse a sus órdenes y en el fondo ella tenía miedo de que pudiera aprovecharse de la situación, por otra parte era una buena oportunidad para poder ayudar a su familia, la cual necesitaba de los medios económicos para poder subsistir y además comprar el tratamiento médico de su padre que era muy costoso, por lo menos hasta que fuera operado.

Para Topacio lo más importante era su familia y especialmente el poder salvarle la vida a su padre, así que tomó la decisión que ella creía era la más acertada especialmente en ese momento en el que ella no sabía qué hacer y además su padre se había puesto grave.

— Está bien señor Roberto, estoy dispuesta a casarme con usted a cambio de que ayude a salvarle la vida a mi padre, él está demasiado mal y necesita esa operación urgente. Pero hay algo que no me termina de convencer del todo.

— Puedes decirme cualquier cosa que desees Topacio, estoy aquí para aclarar cualquier duda.

— Usted está pidiendo que me case con usted a cambio de ayudar a mi familia, pero…. Después que me case y usted envié el dinero de la operación de mi padre, ¿Qué va a pasar conmigo? Porque yo no tengo dinero para poder pagarle todo lo que usted va a ser por mi familia.

Se levantó de la silla y caminó hasta dónde estaba sentada Topacio, la tomó de las manos y le dijo:

— Yo quiero que seas mía, eso es lo único que te voy a pedir a cambio.

Topacio temblaba, en ese instante sintió que el mundo le caía encima, ella no podía asimilar lo que él estaba pidiendo. A pesar de la atracción que existía en ella hacia él, era un hombre al que ella no conocía, además jamás había estado con ningún hombre en su vida.

— ¿Pero cómo me propone eso? ¿Eso quiere decir, que usted está comprando mi virginidad? Yo no puedo hacer eso, usted me confunde, desde que llegué lo único que ha hecho es compararme con la muertita, luego me besa y susurra su nombre, pretende que yo me vista con la ropa de ella, y ahora encima quiere que yo esté íntimamente con usted a cambio de todo lo que me está dando para ayudar a mi familia, creo que es lo más bajo que me ha podido decir.

— Topacio por favor no lo veas así, tengo las mejores intenciones contigo, quiero que seas mía Pero no por lo que voy a darte, sino porque me gustas demasiado, desde el primer día en que te vi sentí una conexión muy grande.

— ¡Mentira! Todo lo que me está diciendo es una absoluta mentira, usted no siente nada por mí, usted solo me ve como su difunta esposa, eso es todo. Y lo único que quiere es convertirme en ella para satisfacer su morbo de imaginarse que es ella la que está a su lado y no yo. Todo esto me parece algo horrible, es que la verdad no encuentro ni siquiera que decirle. Me siento totalmente confundida, yo no puedo hacer esto.

En ese momento Topacio se levantó de la silla y se dirigió a la puerta abriendo la y al mismo tiempo quedando sorprendida al ver Alondra parada allí a punto de entrar, luego salió corriendo del despacho totalmente desesperada porque no podía asimilar todo lo que Roberto le había dicho.

Alondra se quedó extrañada al ver lo que estaba pasando, ella acababa de llegar y estaba apunto de tocar la puerta cuando topacio la abrió de esa forma tan violenta.

— ¿Pero qué le pasa a esa niña? ¿Por qué salió corriendo de esa forma tan despavorida?

Roberto trató de ir tras Topacio para poder convencerlo de su propuesta, pero no fue posible porque Alondra entró en ese momento y él no quería que ella se enterara aún de lo que estaba pasando.

— ¿Se puede saber que deseas Alondra? — le preguntó Roberto obstinado de tenerla todo el tiempo encima de él.

Ella lo primero que hizo fue cerrar la puerta del despacho, luego se sentó en la silla donde minutos antes había estado Topacio y le dijo:

— La verdad es que no entiendo qué es lo que te ha hecho esa pueblerina que te tiene tan nervioso y ansioso.

— Alondra si viniste a reprocharme sobre mi vida privada, te advierto que puedes largarte por donde mismo entraste, no estoy dispuesto a permitir que te metas en mi vida, además no tienes ningún derecho a hacerlo.

— Perdón, no quise molestarte, solo que no entiendo cómo es posible que una mujer que acabas de conocer y de la cual no tienes ningún tipo de referencias, te ponga en ese estado. Sabes perfectamente que siempre querido lo mejor para esta familia, especialmente me importa mucho el velar por el bienestar de mi sobrino Eduardo, solamente quiero lo mejor para ti, no tienes porque tratarme de esa forma tan despectiva cuando sabes perfectamente que desde que murió mi adorada hermana Julia, quedé completamente sola y mi única familia eres tú y mi sobrino Eduardo.

Roberto se sintió muy conmovido con las palabras de Alondra, lo hizo sentir bastante mal hasta el punto de sentirse culpable por la forma como le había hablado. Por supuesto que ella había logrado su objetivo de manipularlo mientras se hacía la víctima.

— Perdóname Alondra, la verdad es que no quise ofenderte, tienes toda la razón, tu única familia somos Eduardito y yo, es que a veces no me doy cuenta de que no soy el único que sufre la ausencia de Julia. Te pido mil disculpas por haberte tratado tan mal.

Alondra estaba muy satisfecha por haber logrado su cometido, tenía una sonrisa por dentro que al mismo tiempo trataba de disimular para no exponerse y que Roberto se diera cuenta de que todo había sido una manipulación por parte de ella. Luego le dijo:

— No te preocupes Roberto, yo estoy aquí para entenderte, sabes que puedes contar conmigo siempre en las buenas y en las malas.

— Gracias Alondra, pero ahora dime, ¿Qué venías a decirme? Porque me imagino que querías hablar conmigo sobre algo, ¿No es así?

— Sí, efectivamente, lo que pasa es que vengo a decirte que voy a aceptar el préstamo que me ofreciste hace unos días, lamentablemente sucede que se han ido presentando otros problemas en la remodelación de mi casa, se rompieron algunas tuberías y además tienen que romper el piso para poder hacer toda la instalación y como comprenderás no tengo el dinero suficiente para poder cubrir todos los gastos, el presupuesto era uno diferente y de pronto todo se alteró por este percance que ocurrió a último momento.

— No hay problema Alondra, solo dime cuánto necesitas para que puedas solventar tu problema. — dijo Roberto mientras sacaba la chequera de una de las gavetas de su escritorio.

Alondra mientras tanto respiraba profundo y trataba de pensar de qué forma le decía la fuerte cantidad de dinero que necesitaba.

— Bueno… En realidad necesito cien mil dólares. — Roberto al escuchar la suma de dinero, se quedó mirando sorprendido a Alondra, no podía creer que un cambio de tubería fuese tan costoso.

— ¿Cómo? ¿Me estás diciendo que necesitas cien mil dólares? Pero por Dios Alondra, es una cantidad muy exorbitante para un simple cambio de tuberías, ¿No te parece?

— Yo sabía que te ibas a poner así, lo que pasa es que el daño en mi casa sido demasiado grande y tienen que romper todo el piso, también tienen que romper algunas paredes, en fin, todo está desastroso y de no arreglarse a tiempo, no puedo habitar mi casa, por lo que tendría que seguir viviendo aquí en la mansión.

Roberto al escuchar que Alondra iba a seguir viviendo por más tiempo en la mansión, enseguida no escatimó ni un minuto en darle la cantidad de dinero que le estaba solicitando, él lo único que quería era que ella terminara de arreglar su casa para que así se pudiera regresar y así el tener la libertad de enfocarse en tratar de convencer a Topacio de que se casara con él. Así que agarró su chequera y comenzó a llenar el cheque para luego estampar su firma y entregárselo a Alondra.

— Aquí está Alondra, espero que eso sea suficiente para que puedas resolver el problema de tu casa. Aunque sigo creyendo que ese presupuesto que te dieron es demasiado alto, pero no quiero que pienses que no quiero ayudarte, así que puedes disponer el dinero cuando desees.

Alondra recibió el cheque sintiendo al mismo tiempo un gran alivio porque de esa forma podía mantener callada a Nancy y podía seguir viviendo en la mansión tratando de irse metiendo poco a poco en la vida de Roberto, lo que ella no sabía eran los planes que tenía este para casarse con Topacio.

— Gracias Roberto, te prometo devolverte hasta el último centavo, claro solo te pido que me des tiempo para poder pagarte todo este dinero.

— Por favor Alondra, no tienes que apurarte con eso, lo que me gustaría es que resolvieras tu situación en tu casa, creo que te sentirías más cómoda viviendo allá a estar aquí soportando mi carácter.

Alondra se levantó de la silla y luego se acercó a Roberto mientras acariciaba su cabello y le decía de una forma muy insinuante:

— Para mí es un placer estar aquí cerca de ti, sabes perfectamente que puedes contar conmigo para lo que necesites.

Roberto se puso algo incómodo porque era primera vez que Alondra le hablaba de esa forma tan insinuante, sintió un escalofrío en el cuerpo pero no precisamente de emoción, sino más bien de rechazo. Él la veía solamente como la hermana de la que había sido su esposa, además le tenía mucho respeto y jamás le pasó por la mente llegar a tener alguna relación con ella.

Él trató de disimular haciendo como si no se había dado cuenta de las intenciones por parte de Alondra, se levantó de su silla y fue hasta el pequeño bar a servirse un trago el cual se bebió de un solo sorbo tratando de controlar el nerviosismo que le había causado el acercamiento de su cuñada.

Alondra se dio cuenta inmediatamente de su rechazo, pero ella no tenía tiempo en ese momento para hacer otra cosa sino ir corriendo a llamar a Nancy y decirle que ya tenía el dinero que ella le había pedido desde un principio a cambio de cuidar a Julia.

— Bueno, voy a llevar el dinero a las personas que me están haciendo la remodelación en casa, así que nos vemos más tarde. — le dijo mientras se acercaba de nuevo a él y esta vez se despidió dándole un beso en la mejilla.

Roberto estaba muy confundido con toda la situación que acababa de presenciar con Alondra, apenas ella salió de su despacho pensó:

“Dios, ¿Son ideas mías o Alondra me estaba coqueteando? La verdad es que no sé qué pensar de todo esto, ella jamás se había insinuado de esa forma, tal vez es que estoy muy nervioso y estoy confundiendo las cosas. Sí claro, debe ser eso.”

(…)

Milagrito al ver a Topacio entrar a su habitación, enseguida fue corriendo para que le contara qué había hablado con su patrón Roberto. Pero al entrar, para sorpresa de ella, se encontró con que topacio estaba llorando amargamente.

— Pero Topacio, ¿Y ahora qué fue lo que pasó? ¿Por qué estás llorando así? ¿Acaso el señor Roberto te dijo algo malo?

Topacio trató de calmarse mientras se secaba las lágrimas con las sábanas de su cama, luego enseguida le dijo a Milagrito:

— Ese hombre está completamente loco, y además me quiere volver loca a mí también.

Milagrito se puso muy nerviosa en ver el estado en el que se encontraba Topacio, se sentó a una orilla de la cama junto a ella mientras le acariciaba su cabello tratando de que esta se calmara.

— Pero cálmate Topacio, dime ¿Qué fue lo que te dijo el señor Roberto para que te pusieras así?

— Me dijo que… Está dispuesto a pagar la operación de mi padre y a enviarle dinero para que pueda solventar todo lo del tratamiento médico.

— Pero eso es maravilloso Topacio, entonces significa que el señor Bernardo puede ser operado inmediatamente. Entonces la verdad es que no entiendo el porqué estás así llorando de esa forma.

— Porque me pidió a cambio que me case con él.

Milagrito se quedó en shock, mantenía los ojos abiertos sin pestañear mientras miraba a Topacio totalmente incrédula con lo que acababa de decirle.

— ¿Pero qué locura estás diciendo? ¿Es una broma no es así?

— Pues no es una broma Milagrito, me lo dijo muy enserio y hasta me explicó él porqué me estaba proponiendo que me casará con él.

— Pero es que por más que lo pienso no puedo creerlo Topacio. El señor Roberto te acaba de conocer, tal vez es porque te pareces a su esposa Julia y quiere de alguna manera imaginarse que eres ella, ¡Dios mío pero qué locura!

— Sí, efectivamente tú misma lo has dicho, todo esto es una locura, esta casa es una locura y todos los que viven aquí están totalmente dementes.

— ¡Ah no! Pero a mí me sacas de esa lista, yo aquí soy solo una simple sirvienta y no tengo nada que ver con la familia Grimaldi. Pero definitivamente es una locura lo que me estás diciendo, pero y a todas estas, ¿Qué le respondiste?

— En realidad me puse muy nerviosa porque no esperaba que él me iba a proponer algo así, al principio me explicó que se trataba solamente de una forma para que yo arreglara mis papeles y estuviera legal aquí en los Estados Unidos, hasta me dijo que cuando estuviera legal, podría traer a mis padres a vivir aquí conmigo. Hasta ahí todo iba muy bien, pero después hubo algo que me sacó de onda y ahí fue cuando salí corriendo del despacho.

— Me Tienes muy intrigada con todo esto, pero por favor Topacio, ya no me hagas comer más ansías y dime de una vez por todas ¿Qué fue eso que te dijo el señor Roberto que te tiene tan sacada de honda? Porque no puedo creer que después de lo que me has contado, todavía haya más por enterarme.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play