Indeseada

Roberto no salía de su asombro, el parecido de Topacio con su difunta esposa Julia, eran realmente asombroso.

Él solo miraba a Topacio fijamente, detallándola muy despacio y mientras más la veía, más se convencía de que definitivamente ella era Julia, la mujer con la que se había casado y a la cual amó incondicionalmente, además de haberle dado un hijo al que prácticamente crio solo en vista de la muerte tan temprana de Julia.

Por su parte Topacio se encontraba muy nerviosa, no sabía qué hacer o qué decir, porque ya Milagrito le había advertido que no dijera nada, que solo permaneciera callada para evitar así meterse en problemas.

Roberto la tomó de la mano y le dijo con lágrimas en los ojos porque estaba muy conmocionado con el parecido tan grande de ambas mujeres:

— Pero…¿Cómo es posible que tú te parezcas tanto a mí Julia? …Es que no pueden existir dos mujeres tan parecidas….pero ¡No! ¡Claro que no! No tendría ningún sentido, tú eres mucho más joven, y ella falleció hace algunos años, creo que sería absurdo pensar que eres ella…. Perdón…he sido un idiota, es que todavía no puedo superar su ausencia.

Roberto se puso muy afligido, porque por un momento su mente le había jugado una mala pasada y él terminó creyendo que definitivamente era la misma Julia.

Topacio le contestó:

— No se preocupe señor, entiendo su dolor, pero no sé ponga así, ya va a ver qué Diosito lo va a sanar de esa herida que todavía tiene en su corazón.

Roberto se sentó en el enorme sofá y luego se llevó las manos a la cabeza, no podía entender por qué la vida lo había puesto en frente de aquella joven que le había removido todos los sentimientos de dolor que tenía dentro de su corazón.

Milagritos enseguida le preguntó angustiada al verlo así tan afligido y triste:

— Señor Roberto, ¿Se siente bien? ¿Necesita que le traiga algo?

Roberto se levantó del sofá y le respondió:

— No, no quiero nada, tranquila Milagrito estoy bien…solo que su parecido con Julia me sorprendió, pero no sé preocupen por favor…voy a estar bien.

Milagrito estaba muy incómoda y además preocupada al Igual que Topacio, porque en vista de la impresión que le había causado el gran parecido de Topacio con su esposa, las cosas podían complicarse y eso podía significar que Roberto no aceptara que Topacio se quedara a trabajar en su mansión. Así que Milagrito con todo el temor que esto le daba porque también podía estar en riesgo su trabajo, le preguntó:

— Señor Roberto…dispense usted que le pregunte…pero es que necesito saber si después de este incidente usted va a aceptar que Topacio se quede a trabajar en la mansión.

Roberto miró a Topacio con una mirada que denotaba una gran tristeza, luego después de un largo silencio que para ambas chicas fue eterno, respondió:

— ¡Claro Milagrito! Topacio puede quedarse sin ningún problema…pero ahora sí me disculpan me voy a retirar mi habitación, tuve un día bastante agitado con mi hijo y quiero descansar.

En ese momento bajó las escaleras una mujer muy elegante, era algo obesa, sin embargo se vestía muy bien, tenía un gusto muy exquisito y la ropa que se ponía se le veía muy bien, a pesar de las libras demás que tenía.

Al llegar a la sala mucho antes de que Roberto se retirara, se encontró de frente con Topacio que estaba parada al lado de Milagrito, enseguida cuando la vio pegó un grito aterrador que la puso totalmente pálida, las manos le temblaban y enseguida se las llevó a la cara tratando de taparse la boca de la impresión.

Por supuesto eso hizo que tanto Topacio como Milagrito, se alarmaran considerablemente porque no conocían a aquella mujer, al menos Milagrito en el tiempo que ya tenía trabajando en la mansión, era primera vez que la veía.

Roberto se quedó mirándola también un poco aturdido y luego se acercó a ella mientras le decía:

— Alondra, por favor Alondra cálmate no es lo que tú piensas. — le decía Roberto tratando de calmarla, pero sin embargo la mujer no escuchaba de razones, ella no salía de su asombro cuando al ver a Topacio por un momento pensó que se trataba de su difunta hermana Julia. Por supuesto Roberto solo trataba de tranquilizarla y hacerla entender que no era ningún fantasma ni nada parecido ya que lo mismo le acababa de pasar a él.

Alondra estaba despavorida sin reaccionar, definitivamente le había causado tanta impresión el parecido de Topacio con su hermana Julia, que no reaccionaba bajo ninguna circunstancia, sólo decía mientras tartamudeaba:

— E.. Eeella ella es Ju.. Ju.. Julia. No puede ser, Julia está muerta, Noooooo…. ¡Julia está muerta!

Roberto ya desesperado en vista de que Alondra no reaccionaba, enseguida le pegó un grito que provocó la reacción inmediata de ella quedando totalmente paralizada.

Luego Roberto se acercó a ella mientras le decía:

— Discúlpame Alondra, pero no me dejaste otra alternativa, tenía que gritar a ver si así me escuchabas y reaccionabas. Lo que tengo rato tratando de explicarte, es que ella es Topacio y comienza a trabajar a partir de hoy en la mansión como parte de la servidumbre…y… bueno… sí es increíble el gran parecido que tiene con Julia, lamento que la hayas visto así sin antes estar preparada, pero es que yo apenas acabo de enterarme.

Alondra enseguida le respondió:

—¿Pero.. Pero cómo es eso que se va a quedar a trabajar aquí en la mansión? ¿Y de dónde salió esta joven? ¿Tienes alguna referencia? Es que la verdad me has tomado por sorpresa.

Roberto le dijo enseguida :

—Pues así como lo acabas de escuchar Alondra, Topacio se va a quedar en la mansión porque comienza a trabajar hoy mismo, ella acaba de llegar de México y es prima de Milagrito. ¡Ah por cierto! Disculpen que no les haya presentado a Alondra, ella es mi cuñada, era la hermana de mi difunta esposa. —les dijo Roberto a ambas chicas las cuales estaban todavía algo sorprendidas con la reacción que acababa de tener la tal Alondra, que ya la empezaban a ver como una persona no grata para ellas, ya que por la forma tan despectiva como se había dirigido a Topacio, se dieron cuenta de que no era muy amable como lo era Roberto y se veía que además era una persona clasista. Sin embargo Milagrito por ser la más antigua trabajando en esa mansión, fue la primera en extenderle su mano y presentarse mientras le decía de la forma más cordial:

— Mucho gusto, por aquí me tiene a la orden para lo que necesite. — Alondra la miró de arriba abajo y la dejó con la mano extendida, mientras le decía:

— Muy bien, por lo pronto lo que necesito urgente es un trago doble para ver si termino de pasar este susto tan espantoso que me ha causado la presencia de esta joven.

Milagrito enseguida le respondió:

— Sí, inmediatamente se lo sirvo. — Mientras decía eso, le hizo señas a Topacio con la mirada para que también se presentara ante Alondra, ella enseguida le captó lo que ella le quiso decir y se acercó a la mujer mientras le decía:

— Mucho gusto señora Paloma, mi nombre es Topacio y también estoy aquí para servirle.

La cara de Alondra era de molestia al escuchar a Topacio confundir su nombre de esa forma, Milagrito que se encontraba en el bar de la sala sirviendo el trago que le había pedido Alondra, se quedó paralizada y a punto de desmayo al ver que su amiga se había equivocado con el nombre de la mujer y eso podía ocasionar un problema bastante grande por el carácter de Alondra, pero definitivamente el que no aguantaba las ganas de soltar la carcajada sin lugar a dudas era Roberto, que le había parecido muy gracioso la confusión que Topacio había tenido con el nombre de su cuñada.

Pero a la que no le había parecido nada agradable y mucho menos gracioso, era a la misma Alondra, que enseguida no esperó para inyectar su veneno en contra de Topacio:

— ¿Pero cómo te atreves a cambiar mi nombre por ese animal? Claramente Roberto dijo que mi nombre es Alondra, no Paloma o cualquier otra ave que se te ocurra mencionar.

Milagrito enseguida fue corriendo a llevarle el trago a Alondra tratando de que ésta se calmara, enseguida se lo dio mientras le decía muy asustada y nerviosa:

— Aquí está su trago señora Alondra y por favor disculpe a mi prima Topacio, es que ella acaba de llegar de su pueblo y la verdad es que está muy nerviosa porque es su primera vez en esta casa.— Alondra enseguida le contestó:

— ¿Y acaso es muy difícil prestar atención y decir las cosas correctamente? Me parece una total falta de respeto, que confunda mi nombre de Alondra con Paloma.

Topacio que no se quedaba callada ante nadie enseguida le contestó:

— Bueno señora disculpe, la verdad es que no fue mi intención, pero para efectos es lo mismo, las dos son aves, solo me equivoqué en el nombre, pero las dos igual tienen plumas.

Roberto no pudo aguantar las risas y enseguida soltó una carcajada que dejó totalmente impresionada a Alondra. Ella indignada ante tal falta de respeto, enseguida le dijo:

— Ésta chica es una insolente Roberto, y tú en vez de estar riéndote de sus estupideces, deberías llamarle la atención para que me respete. Y además, deberías informarles a las dos de una buena vez, que a partir de hoy voy a vivir en la mansión, por lo que tienen que respetarme y acatar también mis normas.

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Comments

hortencia flores

hortencia flores

🤣🤣🤣🤣🤣🤣

2023-03-15

2

Lorena Angulo

Lorena Angulo

jajajaja esto si me dió risa 😂😂😂

2023-02-19

2

~AnïtaBëlén~

~AnïtaBëlén~

jajajajajajaja que hija de su madre !😂

2023-02-16

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