El Nuevo Vicepresidente

Erick

La sala de conferencias está llena. Veo rostros conocidos y nuevos, todos atentos, todos esperando. Cuando me levanto de la silla, siento el peso de las miradas y un mar de expectativas. El silencio es ensordecedor mientras camino hacia el podio. Al principio, temo que mi voz tiemble, pero empiezo a hablar y las palabras fluyen con sorprendente naturalidad.

-Buenas tardes a todos -comienzo, mi voz firme y clara-. Es un honor para mí estar aquí hoy, frente a un grupo tan increíble de personas. Bernard Enterprises no es solo una compañía; es una familia, y hoy me siento profundamente agradecido por la oportunidad de servir como su nuevo vicepresidente.

Hago una pausa, permitiendo que mis palabras resuenen en la sala. Observando a la audiencia, mi mente viaja a mi primer día en la empresa, cuando apenas conocía a nadie y me sentía abrumado por la magnitud de mis aspiraciones.

-He sido testigo del crecimiento y la evolución de esta compañía desde muchos ángulos -continúo-. He visto cómo cada uno de ustedes ha contribuido con esfuerzo, dedicación y pasión. Y es precisamente ese espíritu el que nos ha llevado al éxito que celebramos hoy.

La luz de los focos me ciega por un segundo, pero mi determinación es más fuerte. Busco a Lucía Bernard con la mirada.

-Quiero agradecer a Lucía Bernard por esta increíble oportunidad de servir como vicepresidente. Su confianza en mí significa todo, y prometo honrarla cada día.

-Nuestro compromiso con la innovación y la calidad no ha cambiado. Bajo el liderazgo de Lucía, enfrentaremos nuevos desafíos y lograremos grandes cosas. Ella tiene la visión y la pasión que nos llevará aún más alto. Estoy emocionado de caminar junto a todos ustedes en este nuevo y emocionante capítulo."

Los aplausos llenan la sala y tomo un momento para absorber todo. Sacudo las manos de colegas antiguos y nuevos, todos con palabras de aliento y felicitaciones. Lucía me da un abrazo fuerte cuando nos encontramos, su energía es tan contagiosa que no puedo evitar sonreír aún más.

George también se me acerca, su sonrisa es grande y llena de gratitud, me da unas palmadas en la espalda cuando me abraza, una arrugas se le forma en los ojos y en la frente también, tiene más sesenta años y se ha jubilado dejando su cargo.

-Magnus estaría muy orgulloso y feliz de tenerte aquí con nosotros. Tengo fe en tus palabras y de que llegarán más lejos si no lo han hecho ya, ¡felicidades para la nueva pareja!

Las luces parpadean, las cámaras apuntan hacia nosotros y el ruido de la multitud crece con los aplausos. Sostengo mi placa de título de vicepresidente con una mezcla de orgullo y satisfacción. Lucía, con su radiante sonrisa, se acerca y me abraza. Este momento parece sacado de un sueño.

Ya cuando estamos en la empresa, los empleados hacen una fiesta con inmensos banquetes, refrescos y bebidas con alcohol; Yo tengo una copa de vino mientras hablo animadamente con los socios mientras la música se pasea por el lugar.

-Te confieso, Erick, que yo estoy muy emocionado que sea tú el nuevo vicepresidente de esta empresa, estoy seguro de que tú y Lucía harán un excelente equipo, ella también es una gran presidente.

-Allí viene nuestra jefa.

No voltear de inmediato, sino que dejó que Lucía llegue y se pone a un lado mío, está sonriente, espectacular con aquel traje color escarlata y el cabello negro suelto.

-Buenas noches, caballeros ¿cómo la están pasando?

-Agradable. Le decimos a Fürts que estamos felices que sea miembro de esta empresa.

Ella se ríe y luego de unos minutos, los demás se unen a otro grupo de empleados, Lucía y yo quedamos junto de frente a frente.

-Felicidades, Erick -su voz me envuelve como una melodía. Su piel es cálida y rebosa vida. Sentirla tan cerca de mí hace que mi corazón lata con una intensidad que apenas puedo controlar.

Miro a su rostro mientras las cámaras siguen registrando nuestro abrazo. Sus ojos brillan con un entusiasmo sincero, y por un momento, me permito imaginar que este gesto es algo más que una simple felicitación profesional. Quiero creer que siente algo por mí también.