15.

Zoe lo recordaba perfectamente como si hubiese sucedido apenas hace unas horas.

La última vez que vió a su mejor amiga, no parecía ni siquiera un ser humano. Como salida de una película de terror, devoraba los intestinos de aquel muchacho, y luego al ver su terrorífica cara grisácea llena de venas oscuras y unos ojos tan rojos e hinchados que parecían estar apunto de eclosionar en cualquier instante.

Pero en nada se parecía a lo que sus ojos mostraban en ese momento.

Su cabello rubio y rizado caía suelo por su espalda y hombros. Sus ojos mantenían aquel azul que recordaba perfectamente como la tinta en la piel y su piel ligeramente tostada e inmaculada era exactamente como antaño. En nada se parecía a aquella bestia manchada de sangre y restos de carne que había visto en la fraternidad.

Ella era Cris, su verdadera Cris... su mejor amiga.

Al abrir la puerta y ver ese aspecto tan inmaculado, su mano por inercia soltó el extintor que había vuelto a agarrar para romper el picaporte y abrir finalmente la dichosa puerta.

Las lágrimas se arremolinaron en sus ojos y no pudo evitar sonreír, aún incrédula. Cris le devolvió la sonrisa, igual de emocionada que su amiga y se acercó a ella con los brazos abiertos.

-¿No vienes a darme un abrazo? -preguntó una Cris sonriente.

Zoe volvió a mirarla de pies a cabeza sin poder creerlo aún. ¿Estaba viva? ¿Cómo era posible? Dió un paso hacia ella y se acercó lentamente, aún temerosa e incrédula.

Al final no tardó mucho en correr hacia ella. Envolvió sus brazos en su cuello en un ferrero abrazo lleno de añoranza y cariño. No podía parar de reír y hundió su rostro aún más en su cabellera dorada... pero algo estaba mal.

Su entrecejo se hundió extrañado al sentir su olor.

Apestaba a podrido.

Abrió la boca dispuesta a preguntar al respecto pero repentinamente André apareció de la nada corriendo hacia ambas amigas con una expresión furiosa tiñendo sus rasgos. Sostenía el fusil en sus manos como si fuera un bate de beisbol y sin siquiera esperarlo, impactó la dura arma en el rostro de Cris, provocando que se aparte por inercia.

Zoe liberó un grito ahogado al sentir aquel golpe encima de su hombro que no iba hacia ella, sino hacia su amiga Cris. Su cuerpo perdió el equilibrio y terminó cayendo al suelo, sobre su trasero. El cuerpo de Cris impactó no muy lejos de ella.

-¡Cris! -gritó Zoe con fuerza al ver como André se cernía sobre ella y golpeaba una y otra vez su rostro, con tanta fuerza hasta destrozar los huesos de su cara- ¡André, detente, es mi amiga!

Se puso en pie e intentó detener al susodicho pero este la apartó de un empujón y continuó golpeando a Cris con la culata del fusil de asalto.

Zoe volvió a caer al suelo por su empujón y no tuvo más remedio que ser testigo de como André destrozaba el cráneo de su amiga.

Tenía los ojos como platos. No daba crédito a lo que veía. ¿Por qué la estaba matando?

En cambio, André no se detuvo ni un segundo. Su rostro era sumamente feroz, muy diferente a la expresión despreocupada que constantemente mostraba enfrente de Zoe. Tenía los ojos desorbitados como un loco, y con cada golpe que daba la sangre casi negruzca impactaba en su camiseta blanca y en su uniforme naranja de reo.

Las lágrimas surcaron el rostro de Zoe y su cuerpo se encogía con cada golpe. No supo cuánto tiempo transcurrió, pero André finalmente se detuvo. Su pecho bajaba y subía agitado y tenía todo el rostro y cuello surcado de sudor.

-Maldita cosa... -siseó entre dientes y luego se giró hacia Zoe- ¿Estás bien?

Se acercó a ella un tanto culpable por haberla empujado pero esta se alejó arrastrándose por el suelo sucio lleno de sangre seca y pedazos de cristales.

André frunció el ceño extrañado y confundido.

-¿Qué diablos te pasa? -le preguntó.

Zoe la miró igual de confundida que él.

-¡Tu maldito, mataste a Cris! ¡Mataste a mi amiga!

André arqueó una de sus pobladas cejas y rio como si hubiese dicho algo muy gracioso.

-Que cosas dices ¿Ahora resulta que eres amiga de una infectada?

El entrecejo de Zoe se estrujó aún más y se puso en pie rápidamente.

-¿De que estás...? -sus palabras fueron interrumpidas al ver el cadáver de la que se suponía que era Cris- Pero qué...

Definitivamente esa no era la Cris que había visto hace un momento. Tenía todo el rostro destrozado por los golpes, pero lo que le quedaba de cabello era de un color negro mugriento y enredado con los sesos destrozados del cráneo. En nada se parecía al suave rubio dorado que recordaba. Además de que la piel descubierta de su cuerpo era casi grisácea y llena de venas oscuras. Vestía incluso una bata de hospital muy parecida a la que tenía puesta Zoe.

-No puede ser...

-Debió haber estado encerrada todo este tiempo en esa habitación sin que lo supiéramos -explicó André apoyando el fusil ensangrentado en su hombro derecho-. Por eso es que no abro ninguna de estas puertas en caso de encontrarme con sorpresas como esta.

-Esto... esto no puede ser. Hace un momento, Cris estaba... -se cubrió la boca incrédula con su mano. Estaba notablemente confundida y consternada-. Hace un segundo estaba aquí... y luego ya no está. Eso es imposible. ¡Incluso hasta la escuché hablar!

André la miró con cierta preocupación.

-Eso es imposible, estas cosas no hablan ni muestran signos de ser remotamente inteligentes. De seguro debió ser una ilusión provocada por el golpe en tu cabeza -señaló la venda blanca que aún rodeaba su cabeza, seguramente debido al accidente de autos de hace unos días-. Y por poco te muerden por una ilusión. Es absurdo, verdaderamente.

Zoe tragó en seco ante la explicación de André y alzó su mano hacia su cabeza. De repente se sintió aturdida y extraña. ¿Era posible eso en verdad? ¿Era solo una ilusión?

Pero se veía tan real. No podía ser tan simple.

Volvió a mirar aquel cadáver desconocido para ella actualmente pero repentinamente sin esperarlo, las extremidades de aquella cosa se movieron y Zoe se encogió asustada y retrocedió.

-¡Pero qué...! -exclamó André igual de sorprendido que ella.

El cadáver de lo que solía ser una mujer, se incorporó de repente y se sentó con la cabeza semi destrozada cabizbaja, provocando que los pedazos de sesos, sangre y hueso cayeran en su vata de hospital. Tenía la mitad destrozada pero la otra mitad de su cabeza mostraba incluso hasta una parte de su cerebro.

El único ojo sano que le quedaba, se giró hacia los dos presentes. Un ojo tan rojo como la misma sangre, que incluso hasta parecía brillar por si mismo.

-Eso es imposible. Esas cosas siempre mueren con un buen golpe en la cabeza -refutó André al no darle crédito a lo que veía.

El cadáver andante se puso en pie lentamente. Sus piernas adoptaban una posición muy poco natural y ambos notaron que una extraña aura oscura lo rodeaba. Como una sombra.

Dió un paso hacia Zoe y Andre. Estos por inercia retrocedieron atemorizados. André se puso en guardia rápidamente, sosteniendo el fusil con las dos manos como si fuera un bate. El cuerpo de la extraña mujer tembló repentinamente como si se tratara de un ataque epiléptico y sin siquiera esperarlo empezó a correr con un agudo chillido tan espeluznante que casi hasta podría romper los cristales de los ventanales.

André se colocó justo en frente de Zoe para cubrirla y cuando aquella cosa estuvo a suficiente distancia con sus manos como garras extendidas hacia él, dispuestas a agarrarlo de cualquier parte que pudiera, André alzó el fusil y con todas las fuerzas que logró recuperar la golpeó nuevamente en la cabeza, provocando que el cuello adoptara un ángulo nada natural. Eso al parecer dió resultado ya que el cadáver se detuvo y cayó de cara al suelo como peso muerto.

Con aquel último golpe había logrado quebrar la columna vertebral. Lo único que permitía que aquella cosa pueda seguir moviéndose. El ojo de la mujer giraba en su cuenca, como si intentara moverse. Pero era imposible, la única parte de su cuerpo que podía mover era aquel ojo.

Confiado, André se agachó frente a ella y la miró con cierta curiosidad. La había dado con todo, pero esa cosa todavía seguía viva.

-Pero que espécimen tan interesante -masculló, más curioso que aterrorizado.

-¿Sigue viva? -preguntó Zoe incrédula.

-Al parecer si.

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Alexa moon

Alexa moon

¡Que miedo! acaso evolucionó el virus?

2023-02-14

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